Los rangos estilísticos de ENTARTETE IMPROVISATIONEN son tan amplios que difuminan por completo cualquier atisbo de encasillamiento en escuelas, estilos, atildamientos varios o clasificación académica. Cuando los vientos de Josep Lluís Galiana van zajando espacio (el aire es la carne del cosmos, y Galiana la corta como un bisturí) uno puede correr el riesgo de decir que esto es Impro pura y dura pero escasos segundos después, a la par que extremos tonos barítonos barren el polvo de vuestras casas la atención se me va a una percusión brutalmente versátil, sincopada, y con cierto regusto orientalizante que aunque esté inmersa en el exquisito caos sí que parece responder a patrones compositivos no sé si estudiados de antemano, pero posiblemente expuestos en consideración en ese telón de fondo pineal que tenemos en el frontispicio interno de la frente de nuestros entrecejos.
Quizás me he dejado llevar por la pasión y os ruego me disculpéis. Estoy hablando de un fabuloso nuevo trío (Galiana, Gallardo, Alemany) que ha editado un yunque en forma de disco (grabación y mezcla por Raúl Artana en Rockaway Studios) a través de LÍQUEN RECORDS. He empezado la casa por el tejado ya que bien pensado, si ellos no han tenido compasión con el oyente, por qué voy a tenerla yo con el lector... es más, tampoco entiendo por qué las casas tienen que tener tejados.
Conforme avanza el disco los motivos percusivos se ven todavía más reforzados con la maestría de Joan Gómez Alemany y su piano expandido y aquí parad las máquinas un momento. La pregunta no es QUÉ porque sabemos de qué trata un `piano expandido´; la clave radica en `HASTA DÓNDE lo ha expandido´ a tenor de la apabullante glosolalia de motivos melódicos que van desde espectrales y agudos golpeteos de timbres Gamelan a atonales y dismórficos usos de corcheas a lo Cage. Por otro lado tenemos la fuerza a la batería de Jesús Gallardo, de una inventiva expansiva (algo así como baquetas de punta hueca como las balas) que nos hace olvidar la ausencia de un bajo. Pica, repica, recontrapica, taladra y emulsiona a placer mientras Galiana (me remito por ejemplo al epílogo de "Entartete Improvisationen I") se suelta un larguísimo ejercicio respiratorio en circular que quita el hipo.
Escuchado este primer corte una y otra vez, no consigo decidirme si ponerlo en ese post Coltraniano submundo ultra Free Jazz de Charles Gayle (lo primero que se me viene a la cabeza en cuanto a intensidad controlada) o en la escuela de improvisación de Jazz a la Británica de Evan Parker (intensidad de `control descontrolado´) pero sí que me doy cuenta de que quizás buscar un referente sea un craso error en el disco que hoy os presento. Es decir; si yo fuera un trazo de un lápiz en vez de un ser humano, no sería capaz de separar los términos Free, Avant, Contemporary y demás sino que preferiría hacerme el loco, no señalarme y ser por tanto tan recto y sutil como un encefalograma plano. ¿Cuál es la moraleja? que ENTARTETE IMPROVISATIONEN están curtidos y su música no tiene lo que se llama `solución de continuidad´ porque es fluída, coherente y bebe de todo y de nada a la vez.
El minimalismo de "Entartete Improvisationen XII" subyuga por sus ásperos tonos abstractos exigiendo al oyente toda su atención para separar piano de batería dentro de un microcosmos Drone asordinado con puntos en común con la tradición del Free a la británica (podéis recurrir a EMANEM del recién fallecido Martin Davidson y el bastísimo catáloco de la Spontaneous Music Ensemble). Esas cascadas de los saxos son Coltranianas a mi humilde entender y cuando emulsionan con la batería y los angulares tonos del piano (quizás Cecil Taylor es una referencia no en cuanto a estilo evidentemente, sino en cuanto a FUERZA VITAL) que a veces caen como plomiza lluvia que empapa todo el engranaje que usa Gallardo (por ejemplo en la ferretería que despliega en "Entartete Improvisationen III" o en el solo para percusión "Entartete Improvisationen VIII"). Que Galiana haya decidido moverse entre los diversos timbres posibles (soprano, tenor y barítono) refuerza y amplía la gama de tonalidades haciendo más atractivo navegar por un álbum que se va a los 80 minutos de duración. Aunque no me atreva a ponerlo a la ligera, fraseos obsesivos del saxo tenor remiten al Spiritual Jazz de Pharoah Sanders pero pasado por un filtro obsesivamente contemporáneo.
No hace falta decir que en las partes más duras se roza, se frota, se pulsa, tensa, destensa y asordina todo lo habido y por haber hasta el punto de que la confusión de lenguas de BABEL fue simplemente una anécdota sin importancia. "Entartete Improvisationen IV" es un cara a cara sin piedad entre batería y piano preparado con ausencia de vientos pero de algún modo recreando el submundo agreste de Cherry y Blackwell en MU o más acertadamente y gracias a los momentos más mistéricos de Alemany esas bellezas intransigentes con la melodía de los Helliocentric Worlds de la Sun Ra Arkestra. No todo en el disco corta y produce tetania; hay momentos para lo lírico en el piano y una excelsa batería Jazz Noir de Gallardo ("Entartete Improvisationen X") sobre la que campean introspectivos saxos baladescos y Blues (el lento tempo casi litúrgico de "Entartete Improvisationen XIV").
Exquisito Free Jazz de alta alcurnia con "Entartete Improvisationen XIII" en modo trío avasallador de inusitada ferocidad (insisto en el acierto de sustituir al bajo por un piano preparado) con cada instrumento conectado espiritualmente a los dos restantes para crear una molécula jazzística indivisible y de pesadísima masa molecular (permitidme la osadía de llamarla algo así como ENTARTETE MOLECULAREN). Los solos lejos de aburrir están perfectamente insertados en el tracklist y al anterior de Gallardo sigue un bellísimo solo al soprano de Galiana (un instrumento que me encanta) en "IX" o un fascinante despliegue de recursos de Alemany ("VII") donde ocurre esa magia del sincretismo en la que lo que son cuerdas transmutan en teclados electrónicos y recursos de toda índole se quitan la máscara para transitar desde la electroacústica a momentos cercanos al Noise (cosa que se acentúa en un atonal dúo entre saxo y piano preparado ("V").
Afortunadamente, tengo aquí al lado una gran cisterna de la que tiro y por la que se va todo el academicismo de rancio abolengo. Tras liberarme de mis cadenas dogmáticas, me propongo a abrazar con todo mi ser los 12 últimos minutos ("XVII" y "XVI"); saxos que resuenan como paquidermos desbocados, gárgaras magmáticas que producen un miasma esputado y que hierve en el frío metal de Gallardo, que lo monta a punto de nieve. Alemany ha sido elegido protagonista en una nueva película de Cronemberg y los clavijeros, arpas, cuerdas y apagadores lo abrazan en un Bondage percusivo que ríase usted de los Cenobitas (nota mental: preguntar a los cenobitas por la Improvisación Libre).
No voy a añadir más. DISCAZO RECOMENDADÍSIMO para gente a la que guste de perder su esmalte dental rozando dientes.
https://liquenrecords.bandcamp.com/album/entartete-improvisationen
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