Selvático, ancestral, cósmico y jodidamente adictivo resulta el comprimido musical que se ha marcado el inglés (Blackpool) Fred Laird en su nuevo proyecto EMPTY HOUSE. Para los neófitos, Laird es ya un clásico de la escena con agrupaciones como Taras Bulba que bebe tanto del DarkJazz como del PostPunk o los longevos, míticos y monstruosos Earthling Society derritiendo meteoritos a ritmo de Space Rock... sin olvidar esos bizarros entes necroestelares de Artifacts & Uranium junto a Mike Vest. Si la mente no me falla, creo que entablé contacto con Fred Laird durante un periplo en el que estuve posteando en `The Crack in the Cosmic Egg´, el magnífico grupo de Facebook de Alan Freeman sobre el Krautrock y que es reflejo en redes de la magnífica y ya de culto publicación (libro y cd-rom).
Por cierto, técnicamente y si no me equivoco este es el tercer álbum de Empty House (hay otro, Meditations con dos largos cortes que vienen a ser bonus tracks aparecidos en ediciones de Cruel Nature y Weird Beard Records) y el vinilo Mushin más centrado en los minimalismos drónicos de los Taj Mahal Travellers o los hipnóticos bucles de Can. Habrá que indagar.... Lo cierto es que ese sonido brutalmente apelmazado de The Rituals of Romance, que así se llama el álbum que hoy os presento, me remite sin duda a muchos discos que campean en sellos como Riot Season o bandas de diferente calibre y calado que, por poner ejemplos bastante equidistantes, podrían ser un cruce entre la acre y polvorienta sábana ruidosa de los ST37 de Austin (Texas) y los discos más ancestrales y meditabundos de los míticos japos Acid Mothers Temple.
Pero claro, Empty House tienen una importantísima parte en su sonido que entronca con ese pastoral deje de los Popol Vuh, Sergius Goldwin y la vertiente digamos más (no me gusta la palabra) `world beat´ de la electrónica germana justo antes de pasarse al inocuo / homeopático New Age de mediados de los 80. Por decirlo de otra manera, nos quedaríamos en los primeros discos de Deuter o AshRa. Otra de las comparaciones que se me ocurren y que no se me antoja desacertada es ese magnífico proyecto ALWANZATAR del noruego Krizla de Tusmorke (sobre todo por esas obsesivas líneas de flauta que parecen obtenidas de electrificar las Líneas de Nazca y ponerlas a vibrar).
En el apartado técnico, Laird se encarga prácticamente de todo (piano, guitarra, sintetizadores, órgano. bajo, flautas Dizi y Hulute, percusiones y tanpura) mas alguna colaboración que luego comentaremos. La portada también es obra suya mientras que la edición es una preciosísima y limitada cassette que suena A GLORIA BENDITA fabricada y puesta en este lado de la galaxia por el sello de culto YOSHIWARA COLLECTIVE. Aunque no se especifica estudio de grabación o masterización en los créditos, The Rituals of Romance suenan potente y con esa pátina de embarullamiento maravilloso que tenían agrupaciones ultra obscuras del Kraut como DOM, German Oak, Kalachakra (ojito que a estos pueden recordar bastante), Radio Noisz Ensemble o los olvidados Siloah. La otra parte, no sé si tan influyente, para mí vendría de cosas electrónicas y ambient francesas de los setenta como Patrick Vian o Michel Magne pero lo mejor es que nos metamos de lleno cuanto antes.
Lo primero a destacar es el estado psíquico que provoca cada una de las caras de la Cassette, muy bien diferenciadas en cuanto a sonido... si la primera es un cañón en bucle, la cara B juega más con lánguidos devaneos mántricos. Me encanta la descripción que viene recogida en el bandcamp: `an ambient project that fuses electronics and found sounds with Asian instruments. The concept of the music is to create a dreamlike or meditative atmosphere for meditation, yoga, martial arts or just sat on the sofa staring at the drifting clouds from your living room window´.
Abren los ocho minutazos de "Soda Stream Pop". Efervescente y cargadísimo de Fuzz y Wah-Wah, parece como si a los Wooden Shjips los hubieran lanzado en una máquina del tiempo a la Alemania de los 70. Alucinante la cantidad de capas de sonido y lo punzante que resulta la línea de bajo, que cuando se asocia con el órgano parece una demencial y catedralicia Misa Cósmica. La base rítmica en general es un medio tiempo alto con estructura `motorik´ pero sin la limpieza de Neu!. Desde el maelmstrom sónico surgen samplers vocales (karnáticos) hindúes, pero sobre todo lo que te agarra la garganta es la claustrofóbica muralla de sonidos en la que resalta la siempre caracoleante línea de guitarra principal (algo así como los dioses japoneses olvidadísimos Marble Sheep). Mención aparte cómo suena el órgano y los sintes, usados casi al borde del Industrial o el Harsh Noise. Fuerte, seco y triposo al máximo.
Sigue el sonido de harmonio y piano con la homónima "The Rituals of Romance" sobre la que se van desarrollando soundscapes de guitarra muy crepusculares (Yawning Man y similares) que esos que hacen que te entren ganas de chupar alacranes o pasar la lengua por un enhiesto cactus. Alucinante como las notas de la guitarra se abren como fuegos artificiales o medicamentos efervescentes (ilegales). Un acojonante bucle Lynchiano que se continúa para cerrar la Cara A con "Every Little Step", con esa presta elegancia de las Morning Ragas hindúes pero con la guitarra en modo pastoral junto a la eclosión de fastuosas, exóticas y danzarinas flautas. Ecos sin duda a los Popol Vuh y Fricke pero todo con un tempo bastante más rápido, aunque ya puestos imposible separarse de Sergius Golowin, Emtidi o esos locos de Witthüser & Westrupp... eso sí, el drónico e hipnótico tecladito de fondo es psicodelia californiana en modo Zen.
La Cara B se abre con una cover (sui generis) de "Agape Agape" de Popol Vuh. Orientalizante, mística y a la vez hermética, siendo como soy un devoto de Florian Fricke esto es como si hubiera bajado a la tierra en forma de mesías y me hubiera dado bajo la lengua una hostia bendita. Más complejos de lo que pudiera parecer, Empty House usan la doble línea de guitarras y una marcada (casi marcial) percusión. Poco a poco se va recrudeciendo y a cada nuevo loop o vuelta de la melodía principal parece que algún espíritu extraviado se nos va a introducir por el ano y ponernos del revés. Sublime y alucinante cómo maneja Laird la guitarra. Sigue la calma y sosiego de la espiritual "The Spirit of the Rose", flujo laminar de electrónica a lo AshRa o Deuter con toquecitos Ambient y Drone en algunos parones del piano, además de que la música va poco a poco embebiéndose de ese espíritu cósmico de Tomita, Vian, Magne o Neuronium (Michel Huygen).
Para terminar, la monumental y de diez minutos "Cold Chew Mein" con colaboración de Nick Raybould (Djembe y Rasp). Música cargadísima de minimalismo para viajar hacia dentro, sosegada y con un obsesivo bajo y giros comedidos hacia la `world beat´ tal y como la entendían los Embryo.
MUY RECOMENDADO.
https://emptyhouse.bandcamp.com/album/the-rituals-of-romance
https://yoshiwaracollective.bigcartel.com/product/empty-house-the-rituals-of-romance-cassette
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