miércoles, 16 de agosto de 2017

BOREALIS - "LOMA AÉREA" (TRUCO ESPÁRRAGO/WOODLAND; 2016)


"Loma Aérea" es un disco editado por BOREALIS, proyecto en solitario del guitarrista asturiano EDUARDO SUÁREZ, integrante de combos como FULL SHOT NOISE, AUDIOTRACK o ECHTRA y que viene a formarse allá por 2004 si no me equivoco. Las ediciones publicadas hasta la fecha serían "2004-2006" (2012), el ep "Los Ojos Del Sobremundo" (2012), el primer larga duración "Tumba Para Un Caballo Cojo" (2013), el también ep "Final Vertical" (2015) y este segundo largo. 

Editado en coedición entre TRUCO ESPÁRRAGO y la germana WOODLAND RECORDINGS, el disco se graba, mezcla y masteriza por el propio autor, que también se encarga de las grabaciones de campo en las faldas de la Peña Mea entre San Pedro de Villoria y Tolivia (Asturias). Una fotografía tomada el el Valle Del Lago (Parque Natural de Somiedo) por HÉCTOR IGLESIAS adorna el artwork del disco.

Desde el inicio del proyecto, el sello TRUCO ESPÁRRAGO apostaría por el folk drónico y acústico a lo SIX ORGANS OF ADMITTANCE o incluso algunas cosas en solitario de STEVE VON TILL, SCOTT KELLY o ANGELS OF LIGHT de MICHAEL GIRA. El primerizo post rock sería lentamente desplazado por incursiones de folk campestre de cariz ambiental donde lo minimalista se acaba convirtiendo en barroco. 

Una simple guitarra (6 y 12 cuerdas según el momento), arropada por grabaciones de campo, banjo y sintetizador crean una asfixiante trama acústica que huele a vegetación podrida, ciénagas rara vez iluminadas y una cálida, pegajosa niebla que amortaja nuestras fosas nasales.


"El Campesino y El Cuchillo" abre un disco largo (más de 70 minutos) pero que pasa como un suspiro. Letanías de ambiente rural que contrastan con la mucho más fiera, intrincada "Loma Aérea", que si me apuráis roza el espíritu del Black Pagan pero en esencia acústica, sin que se echen en falta en ningún momento aditivos percusivos. Apagad las luces y dejáos llevar por la acequia espiritual de las guitarras de Eduardo es una experiencia acojonante y elevadora, tanto en esas propuestas más folk de su tierra como en otros cortes de estructura más introspectiva y pseudo-country como "La Piedra Reencarnada" y "Ecología Oscura" (interesantes los toques a OPETH en este último).

En la quietud de nuestra habitación, a oscuras y sin que nada nos perturbe, sentimos las caricias de la guitarra como si estuviese siendo tocada en diálogo íntimo a nuestro lado. Así suena "Reflejos de Plata Sobre El Río Negro", con esas largas sucesiones de notas en cascada (un géiser sonoro) mientras una pátina electro acústica tiñe el fondo. 

Dicha pátina pasa a primer plano en el ambiental interludio "El Pulso" donde BRIAN ENO copula con POPOL VUH en una llanura verde mientras HERZOG medita sobre el origen del agua. Una píldora perfectamente situada dividiendo en dos partes al disco y que vendría a ser como el sorbete afrutado en una comida de celebración. Coges fuerza para la segunda vuelta...

Es curioso el efecto orquestal conseguido con un sólo instrumento; escuchad "El Viento Frío" y sabréis a lo que me refiero. Momentos para la teratogenia australiana en la seca y cinematográfica "La Cacería" o "La Comunidad Oculta", tema que podría haber tenido cabida en aquella joya de BLOOD AND TIME llamada "At The Foot Of The Garden". No citar al sello TRIBES OF NEUROT sería un error (y por ende NEUROSIS), aunque bien es cierto que el abanico es tan amplio que acabaríamos perdiéndonos por los vericuetos de la verborrea.

Maravilloso el banjo en "El Rey Muerto" sobre fondo de grabaciones de campo y el bonus track drónico a base de sintes  y toques eléctricos de "Carnero" poniendo el broche de oro a un disco sobresaliente. 

Cuando vi por primera vez el nombre BOREALIS creía que estaba ante el enésimo clon de los para mí algo anodinos TOUNDRA, pero sin embargo me he quedado de piedra al encontrarme con un primitivo folk tan visceral y sensible como pelar una columna vertebral con una vieja navaja oxidada. Un ciclo de eternos retornos donde lo aéreo se funde con lo terreno para vagar por esa fina línea que separa cielo de tierra. Insuflar aire a la tierra en un mousse existencial que se disuelve en paladares exquisitos.



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