Madre mía, creo que no veía un concierto en el recinto del Eduardo Ocón desde los tiempos Hardcore Punk de bandas como Allison o Skupe Rabia... y allí estaba yo presto a escuchar por segunda vez en poquísimo tiempo a los grandísimos MALHEUR, con su Jazz Rock preñado de Cosmos, Western y Surf unos veinte años después. Recuerdo anécdotas como tener que pedir a un kioskero una moneda de 5 duros para llamar a mi casa y que mi padre me recogiese en un concierto que se celebró allí y que no recuerdo porqué me pilló sin dinero para volver a casa. El Kioskero me salvó la vida (gracias Señor Chucheril porque gracias a usted sigo vivo y escribiendo esto). Cinco duros que supieron a gloria y redención.
A lo que iba. Recinto con una buena acústica (me gustaría resaltar el límpido sonido de la batería de Montenegro), trazas del calor húmedo de la tarde, el aromilla a cebolla añeja de las puercas plantas que el Ayuntamiento plantó un día por allí y una asistencia de personal aceptable.Y Malheur excelentes como siempre en directo, repasando temas de Dulcia Cum Amaris y de Ausiliatrice sobre todo, cayendo incluso versión del "Brilliant Corners" de Monk. En un mes y pico he escuchado a la banda en la intimidad de un Club de Jazz y al aire libre y la verdad es que en ambas ocasiones me han gustado mucho. Gente cercana, amable y muy buenos músicos con toda una carrera por delante.
Pese a que la música de Malheur "entra" con facilidad, sus arreglos y composiciones son originales, frescos y cargados de intensidad. Hasta ahora un primer disco más psicodélico y rockero y un segundo más jazzístico, pero en ambos se deja sentir otros aromas y estilos como el Surf, la psicodelia desértica, el Funk eléctrico de Miles o la epicidad de Morricone.
Un disfrute.
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