JOURNEY TO IXTLAN, que debe su nombre como no podía ser de otra manera a Carlos Castaneda, es el único disco oficial del obscuro proyecto del mismo nombre y cuyo único miembro oficial (a falta de más datos) es Clay Ruby (Burial Hex, Jex Thoth...) aunque vete a saber quien más puede andar mezclado en esta psicotrópica píldora musical. Flautas andinas coqueteando con pérfidos drones de guitarra mesetarios en un clima abotargado de gaitas, húmedo y sofocante en el que copulan extrañas voces y cánticos procesionarios (desde el susurro a voces guturales). Espiritual y mescalínico, es posiblemente uno de los discos más extraños de Drone Doom experimental con los que me he encontrado; todo un tour de force para el oyente que se ve metido dentro de un inmenso pebetero en el que la figura de Don Juan ejerce de cicerone lisérgico en la eterna caza del Peyote. Soberbio y a reivindicar prácticamente 15 años después, Journey to Ixtlan es uno de los discos más soterrados de Aurora Borealis a la par que toda una aventura musical.
Si mañana me muero, que me entierren en esa meseta donde en vez de lápidas hay luminiscentes cactus de neón que tililan en la oscura noche de los tiempos.
https://auroraborealisrecordings.bandcamp.com/album/journey-to-ixtlan
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