lunes, 8 de septiembre de 2025

MÓTHA - "NIEWE MANEN" (CONSOULING SOUNDS; SOULCCXVII, 2025)

El proyecto audiovisual belga MÒTHA está compuesto por tres artistas totalmente multidisciplinares. Thomas Hoste (hurdy-gurdy), Maarten Marchau (flautas) y Nele Nu (danza y poesía en movimiento). A través del uso del procesamiento de sonidos van creando un pulso narrativo muy personal en forma de suite improvisada de Drone, Folk y Ambient que subyuga al oyente sacándolo de su zona de comfort. Niewe Manen es su debut que fue grabado en directo en Paradiso, Bessevelde (`the show consists of a 50-minute musical soundscape in four movements, sided with projected visuals that were made during this intense weekend amongst the woods and waters of Eeklo´) y que ahora edita, evidentemente si la parte visual / coreografías, CONSOULING SOUNDS tanto en Lp como Cd. La mezcla se realiza el Ultreya (Knesselare) por Adriaan Van Wonterghem y la masterización es obra de Gert Van Hoof en Cochlea Mastering.

50 minutos divididos en cuatro pasajes que no tienen desperdicio. Abre "Water" con delicadas notas dispersas de flautas que se van entrelazando con leves roces saltarines de las cuerdas de la zanfona; moléculas deshechas se van juntando para crear un soundscape alucinante a base de loopear pasajes mientras de fondo se suceden las coreografías y body-dance de Nele Nu (y otras 15 bailarinas que colaboraron en el show) que a falta de poder daros ejemplos, os dejo fotografías. 

Conforme las notas a penas susurradas de los instrumentos hacen más acto de presencia, lo pastoral y folk irrumpe mezclado con cierta electrónica que ineludiblemente me retrotraen al Kraut más oscurantista de Popol Vuh, Kalacakra y otros. Sobre el minuto cinco o así aparecen espaciadas percusiones tipo bodhrán que imprimen cierto cariz tribal al sonido y a partir de ahí es cuando todo comienza a deslizarse en una épica espiral cinematográfica hacia arriba como el humo de un pebetero.






Hoste da con su instrumento una base ineludiblemente oriental y casi Neofolk, hipnótica y tan oscura que es inevitable no conectar Niewe Manen con el Drone Doom. Sobrecogedora belleza que no hace más que crecer enteros en el decadente movimiento de tintes clásicos y persas de "Grond"; sábanas de un orientalizante drone ejecutado con todo el mayestático poder de la zanfona que funciona como llave con la que abrir una vieja cámara mortuoria egipcia, al más puro estilo (creo que la comparación es acertada) de los herméticos CYCLOBE. Se superponen las capas y el conjunto es como las líneas ópticas engañosas provocadas por la calor sobre el asfalto. El procesamiento de las flautas y el tratamiento final del sonido crean una pátina tan gruesa e impenetrable que no tienes más remedio que dejarte llevar por un sinuoso crescendo que con auriculares puedo asegurar que os harán flotar.

Mucho más experimental y abstracta resulta "Lucht", más enclavado dentro de la electroacústica en el inicio para ir mutando hacia el Dark Ambient conforme el corte va adquiriendo hipnóticas, órficas trazas procesionarias que lo van llevando (con las percusiones) a una brutal llaga lisérgica en la gruesa e íntegra piel de la realidad que habitamos. Cuesta muchísimo describir con palabras lo apabullante del resultado pero puedo aseguraros que no os dejará indiferentes. "Vuur" cierra el disco de manera más sobria, rozando en algunos aspectos la angulosidad de la Música Litúrgica (el credo lo decides tú) y los toques inalterables de la Clásica Moderna. Difícil no sobrecogerse... flauta y zanfona vibrando en la misma longitud de onda que un harmonio en lo que parece una nota que se sostiene `ad nauseam´ y un clímax final que duele. 

SOBERBIO. MONUMENTAL Y MUY RECOMENDADO.

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miércoles, 3 de septiembre de 2025

ALXARQ PERCUSSIÓ - "MIRATGE" (LIQUEN RECORDS; LRCD033, 2024)

Impresionante disco de debut Miratge del joven (formados allá por 2013 en Valencia) grupo percusivo Alxarq Percussió que es tanto un desafío para el oyente como una aventura para mí el intentar expresar con palabras lo que la paleta de sonidos de Carles Salvador, Jesús Fenollosa y David Merseguer despliega. Dicho con palabras de profano, Miratge es un viaje de música contemporánea que fluye y se despliega dejando atrás en otros puertos cualquier tipo de rigidez o encasillamiento, ecléctico (no les tiembla el puso ni con las piezas propias en el repertorio ni con sus adaptaciones de Reich, Paco de Lucía, Xenakis o compositores orientales) y de alguna mistérica forma, brutalmente hipnóticos a pesar de lo avanzado y experimental de algunos tramos que rozan la electroacústica.

La edición a corrido a cargo de esa fabulosa torre de la pólvora experimental valenciana que es LÍQUEN RECORS de Josep Lluis Galiana. Miratge se graba en L’Auditori de Rafelbunyo con Jorge G. Bastidas ejerciendo de ingeniero de sonido, con posterior mezcla y edición en www.dbcestudios.com. El propio Carles Salvador se encarga de ilustración / diseño y la producción ejecutiva corre de parte de Joan Gómez Alemany. Fabulosos textos de Jesús Salvador «Chapi» adornan el interior del libreto que sirve de guía ofreciéndonos datos que para no repetir, no voy a poner por aquí (dónde fue presentada la pieza, cuándo, contexto y múltiples detalles curiosos).

"To-ká. A True Samurai" de Bernat Cucarella abre el disco con redobles espaciados y una excelente muestra de esa percusión vocal del desierto de India que es el Konnakol; múltiples patrones rítmicos vocales entrelazándose con ráfagas de tambores africanos, waterphone, tam tams o vibráfonos. Lejos de resultar una rendición sin más a la World Beat, Alxarq Percussió va más allá con unos contrapuntos y contrastes marcados a fuego. Maravilloso cómo aceleran y desaceleran rompiendo el discurso narrativo temporal  `oficial´ para meterse de lleno en una moozak tribal que difumina las etiquetas hasta el punto de que la compleja partitura se retuerce sobre sí misma con elementos de electroacústica y se nos vuelca a este lado de la realidad revestida de Música de Cámara Avanzada con toques tanto sobrios como tenebristas. 

Sigue "Vórtex" de Carles Salvador, dividida en dos partes, y que ineludiblemente remite a John Cage, Lou Harrison y esa brutal fusión entre Clásica y Gamelan indonesio. Además de esos elementos, sobresalen en la superficie amenazantes claroscuros propios de Hassell y su Cuarto Mundo ofreciendo sin duda algunos de los momentos más melódicos (amazónicos) del disco. No es baladí acordarme de Dead Can Dance en Spiritchaser y así ya de paso aprovecho para reflejar un cierto clima `oscurantista´ en todo el disco. Es difícil expresar con palabras pero si tuviera un alambique sonoro para destilar, Miratge produciría gotitas de This Mortal Coil, Brendan Perry y por supuesto, Dead Can Dance... chorreones grandiosos de Gamelan en estado puro, destaca en la segunda parte un ominoso discurrir de marimba, glockenspiel y vibráfonos que otorgan una poderosa armadura Noir al conjunto (al menos inicialmente) aunque finalmente aparezca cierto aire redentor con una melodía muy cercana a The Dreamers de John Zorn con sus respectivas percusiones de Cyro Baptista o los vibráfonos eternos de Kenny Wollesen.

 "Concerto for the Most Ordinary Things" de Donhoon Shin y sus tres juguetones movimientos van desde el silencio a la suma progresiva de instrumentos; tomándose su tiempo para la exploración y sin premuras, parece reflejar el mágico ritual de aprendizaje analógico que se produce en el niño cuando no tiene diques ni barreras académicas. Un abordaje holístico tambores, silbatos, arcos y mazos que se muestra en su salvaje presencia totalmente virgen y sin `historia ni contexto´. Conforme avanza el tema, así lo hace la destreza del sononauta que explora. Juguetona (Toy Music Zorniana) es la segunda parte, con esas velocidades desquiciantes del Cartoon que contrasta con la sobriedad del roce meditativo final (`Bows & Mallets´).

"Río. Homenaje a Fernando Zóbel" de Joan Gómez Alemany me descubre la apasionante figura de Zóbel que era para mí desconocida. Homenaje al discurrir de los ríos Júcar y Huécar, y a la aplicación del movimiento tanto en pintura como en música a través de ese sentir tan único de lo artístico en lo oriental; dicho de otra manera, que `tiende al sincretismo interdisciplinar´ o que la música es el espejo en el que se mira la pintura y viceversa. Veinte minutos entre las dos partes (colabora Rubén Lajara para elevar la música a cuarteto) en donde asistimos a todo un proceso creativo... desde esas figuraciones metálicas que parecen evocar el roce de un pincel contra el lienzo del inicio a bombásticas aperturas al más puro estilo Gagaku japonés. 

Desconozco si es una referencia para Alarq Percussió o Alemany, pero no puedo quitarme de la cabeza al colectivo de culto Geinoh Yamashirogumi de Tsutomu Ohashi a mediados de los 70. Minimalismo, abstracción, atonalidad y lentitud mántrica que van desembocando en las fabulosas repeticiones circulares al final de la primera parte y un cinematográfico ambiente en la segunda, con fuerte presencia de esa experimentación electroacústica que produce de forma analógica sonidos que géneros como el Dark Ambient imita con la electrónica. Xenakis se encuentra con Penderecki y se van a tomar un café en el bar de Basil Poledouris. Por supuesto, paga Bernard Herrman

Vamos llegando a la parte final con una fabulosa composición de Carles Salvador ("One") para dos vibráfonos y marimba solista que discurren sobre una base sampleada de `spoken word´ (Angela Davis y Martin Luther King) donde se experimenta con la voz. Suerte de activismo musical subliminal, la pieza acaba conjuntando elementos tan dispares como (nuevamente) las texturas de Kenny Wollesen en The Dreamers y el activismo de Le Roy Jones. Cierra "Tarkim", también de Carles Salvador, y que hunde sus raíces en la potencia de las cajas flamencas; visceralidad, potencia e inmediatez en un diálogo directo entre intérprete y oyente.

No me queda más que recomendar encarecidamente un disco con muchísimas lecturas y capas. Tanto si eres un oyente casual como un estudioso de la música, si tu acercamiento es para evadirte o para usarlo como instrumento de crecimiento y aprendizaje, Miratge es una barbaridad de disco que trasciende géneros y estilos. 

https://liquenrecords.com/2024/11/15/miratge-alxarq-percussio/

lunes, 1 de septiembre de 2025

GUILLER MOMONJE - "EL BAILE CUÁNTICO" (BELAMARH IS DEAD, BID001; 2025)

Recuerdo como si fuera pasado mañana del año que fue el excelente Amanece en Fuerte Comansi del inclasificable Guiller Momonje (ex Patrullero Mancuso), brutal galimatías que me trajo de cabeza a la hora de reseñar y que fuera la segunda parada en esta trilogía cósmica que comenzara con Retorno a Titán (2017) y que ahora aluniza en todo su esplendor con la mediumnidad exquisita de pop Lo Fi y lisergia-litio de Serie B con El Baile Cuántico

Siendo este hijo putativo del anterior, como suele ocurrir en las trilogías, os recomiendo visitar el texto que hice de Amanece en Fuerte Comansi para recoger las herramientas pertinentes con las que poder defenderte machete en mano a través de estas dos suites (14 minutos por cada Cara del vinilo) que vuelve a editar Luis Moner mediante su reverso tenebroso BELAMARH IS DEAD. A propósito de sellos que editan sin estar vivos, el túnel se puede recorrer para los dos lados y al final, como ya sabemos, los muertos conviven con los vivos y viceversa e incluso los hay mas muertos y que vivos (y viceversa también). No obstante, a este respecto, recogo del bandcamp estas palabras:

`Belamarh is Dead es un espectro zombie, un sello que jamás existirá como tal, pero que desde algún paraje extrasensorial emitirá sonidos. Los primeros sonidos que va a emitir son los de “El baile Cuántico”, una locura sideral de Guiller Momonje, un ser que habita en algún lugar muy lejano. Viste camisas vaqueras y salacot, y dice que jamás volverá a comunicarse en persona porque prefiere los espectros.´


Etiquetar y delimitar cada sonido e instrumento del álbum se me antoja innecesario. La lista de colaboraciones es brutalmente larga (podéis consultarla en la trasera del Lp) pero dejadme que me entretenga en el nuevamente fabuloso artwork del artista multidisciplinar Olaf Ladousse que lo vuelve a bordar con una mezcla genial entre juegos de mesa (no me digáis que no recuerda a `La Colmena´ de John Yianni) y comics retrofuturistas alternativos de esos que pululaban por la escena fanzinera de finales de los 90. El resto del apartado técnico se va a la masterización (lo borda) de Pedro Vigil y la excelente edición, prensaje y puesta a punto de BELAMARH IS DEAD que como decía, es un sello que existe pero que no (al más puro estilo Michael Knight de El Coche Fantástico). 

Hay que hacer mención de las múltiples colaboraciones a los instrumentos, algunas cuasi caseras en las que entrarán cosas tan asequibles como ondas gravitacionales, señoritas de aplicación de internet, dulcemer de los Apalaches, teclado de cajero automático, theremines, silbidos, e incluso diría que una grabación de campo del ruido peristáltico de Momonje después de almorzar.

A pesar de que son 21 cortes divididos en dos Caras (Área 1 y Área 2), van fusionados de manera exquisita y sutil; la música se desarrolla sin exabruptos y con ese eterno poder del Lounge y la Muzak que si bien no es exactamente el estilo madre en El Baile Cuántico sí que funciona como perfecta amalgama que lo une todo. No os extrañe para nada que los contrastes calcen a la perfección... caleidoscópicos mantras Sun Ranianos abren con "Welcome to Planet Earth", todo un himno Lo Fi que desemboca en la cascada de pianos y Free Jazz tribal de "Horizonte de Decesos"

A partir de aquí, todo es posible; surf crepuscular con guitarras meditabundas y voz en sordina que exhuma a Lynch ("Dont Call Me Alien, Earthy") y lo embarra de sístoles y diástoles de teclados analógicos en proceso de extinción, o la minimalista pieza Popera "Colisionador de Hadrones" que mezcla a los Aviador Dro con un smoothie de lisergia que exuda sudor de Crooner muerto ayer pero de la década pasada. Sintonía de Juegos de Mesa olvidados para la neuronal "Superfunky Supernova" que se te clava en la cabeza de mala manera (así como una meningitis espongiforme) o la roedora de entrañas, ultra pegadiza "La Luli en el Observatorio Espacial de Atacama". Todo un orgasmo de Theremin.

Destaca la pegada de la batería en "El Baile Cuántico" y "Sutur´s Moons", dos temas muy distintos con ecos Jazzeros (fusión uno, experimentación el otro) muy trabajados pero lo que me flipa del álbum es el uso que se hace de las bases y los sonidos bajos / graves que para mi corto entender son los que van hilvanando cada uno de los temas en su andamiaje de baja fidelidad (otra vez remito a Jad Fair como en el álbum previo). Ya sea un toque percusivo o un acople, un potenciómetro que se desliza y da paso a retablos étnicos ("Cometa sobre Maharasthra"), hay sonidos que reverberan por todos lados y que te van conduciendo inexorablemente a esa especie de minimalismo Punk (imagínate a Manolo Kabezabolo versionando esto) de "Bosón de Higgs", punto y final de Área 1.

Ladousse is ALIVE

Área 2 ocupa la Cara B y son once cortes dispares pero magnéticos. "Ordenador Cuántico" como miniatura Pop con entrañables guitarras que sin solución de continuidad se funden con "March of the Anunnakis", suerte de impulso como de trombón envejecido, coros del extraradio y vuelta a la fundición, esta vez con el sitar de "Eclipse en Varanasi". Sigue la vibración meditabunda y cantos de trabajadoras de Polígono en estado de Nirvana como todo ingrediente de "Lone Star", amenazante en cierto sentido, y cumpliendo una extraña máxima de que cada corte hace de intro del siguiente (esto es muy curioso), asistimos impávidos a la sucesión de una joyita tras otra (vaya barbaridad Psych guitarrera de "Se Aproxima Andrómeda"). La sensación en el oyente es de elongación del tiempo (por eso comentaba al inicio del texto lo de Suite) en una maraña psicodélica marcadísima que implosiona en el sabor a Library Music / Lounge de "In a Persian Rocket" que parece sacada de una coproducción softcore hispano italiana (pongamos Emmanuelle en Ganímedes por ejemplo) y su machante sucesora "Excursión Marciana", toda una rendición a los primeros Fangoria.

Flipante la abstracción angular (se roza lo Arty) en "From Appalachian and Atlas Mountains to the Seas of Titan", algo así como Lagartija Nick empanados de acústicas Tyranossauricas, Folk a raudales y hippismo incestuoso que se acaba fundiendo con "Say Loud, I´m grey and I´m Proud" y la puntita final en clave de Nana minimalista y caleidoscópica "Mares de Titán", perfecta para dormir a pétreos gigantes de Despeñaperros para abajo. SUN RA meets FUNK meets PSYCH meets LO FI.

ULTRARECOMENDADO. 

https://belamarh.bandcamp.com/merch