"Ya al final de mi vida de pecador, mientras, canoso y decrépito como el mundo, espero el momento de perderme en el abismo sin fondo de la divinidad desierta y silenciosa, participando así de la luz inefable de las inteligencias angélicas, en esta celda del querido Cine Albéniz, donde aún me retiene mi cuerpo pesado y enfermo, me dispongo a dejar constancia sobre este pergamino de los hechos asombrosos y terribles que me fue dado presenciar en mi juventud, repitiendo cuanto vi y oí, y sin aventurar interpretación alguna, para dejar, en cierto modo, a los que vengan después (si es que antes no llega el Anticristo) signos de signos, sobre los que pueda ejercerse la plegaria del desciframiento.
El señor me concede la gracia de dar fiel testimonio de los acontecimientos que se produjeron en `X´ cuyo nombre incluso conviene ahora cubrir con un piadoso manto de silencio, hacia finales del año 2022, cuando el emperador Francisquito entró en Malaka para restaurar la dignidad del sacro imperio romano, según los designios del Altísimo y para confusión del infame usurpador simoníaco y heresiarca que en Aviñón deshonró el santo nombre del apóstol"
Así que lo primero que hago por tanto es pasarme por la caseta del Merchandising, recoger mi tarjeta de identificación como reporteril de Prensa Infame, y coger el Welcome Pack, que como doceavo año consecutivo que vengo haciendo, he decidido bautizar mejor como WELCOME BACK. Saludo a todo el personal al que tanto cariño se le ha ido cogiendo a lo largo de los años, ves los nervios reflejados en las caras y casi que te entran ganas de remangarte y ponerte a echar una mano con lo que sea... pegar carteles, repartir ansiolíticos o ayuda psicológica si se tercia. Se va a inaugurar la edición 32 de FANCINE y la calle está preciosa. La luz retro de los carteles del Albéniz casan a la perfección con los carteles de este año y todo el tinglado está preparado; me siento tranquilo, inspiro, y disfruto de esa enorme sensación de saberse `alejado´ del mundo, en tu propio espacio y desconectando de la realidad.
Fancine es mi PENITENCIA.
“- Penitenziagite.
- ¿Qué significa?
- Que el jorobado, sin duda, fue un hereje alguna vez. Penitenziagite era el grito de batalla de los Dolcinites.
- ¿Dolcinites? ¿Quiénes eran, Maestro?
- Los que creían en la pobreza de Cristo. También los Franciscanos. Pero decían que todos debían ser pobres. Así que asesinaron a los ricos.”
(The Welcome BACK)
Doceavo año consecutivo, y mi butaca es la número 12, primera Fila. La Gala, animada por el desparpajo del malagueño inclasificable SpokSponha se come con patatas a la rigidez de Corbacho el año pasado (lo noté un poco perdido al hombre)... muchísimo más suelto SpokSponha moviéndose en territorio puramente Malagueño, soltando `gags´ de aroma retro en un escenario distópico, con las glosolalias vocales portentosas de Adriana Rogan que me dejaron totalmente encandilado junto a Daniel Blaskmith en esa silla siniestra que recuerda a Cronemberg en su última Crímenes del Futuro. Fabuloso. Sin duda, la mejor Gala (dirige 2 Bengalas, colabora UMAescena) que yo recuerde, y con lleno ABSOLUTO. Sobre la manera de cantar de Adriana... bueno, ya le decía Adso a Guillermo de Melk:
"- Maestro ¿Qué idioma hablaba?
- Todos los idiomas y ninguno."
Por cierto, el desfile tremendo, sobre todo ese maravilloso traje con olor a Aspitos de Tecla Lumbreras y tengo que decir, QUE ME HE ENAMORADO. Sí, sin duda... amor a primera vista, así que tengo que decirme eso de:
"- Estás enamorado.
- ¿Eso es malo?
- Para un monje, presenta ciertos problemas.
- ¿No predicó Santo Tomás de Aquino el amor por sobre todas las virtudes?
- Sí. El amor a Dios, Adso. El amor a Dios.
- ¿Y el amor a la mujer?
- Sobre la mujer, Santo Tomás de Aquino sabía muy poco. Las escrituras son claras. Querido Adso, ¿no confundirás el amor con la lujuria?"
Se da paso a la Película Inaugural y sigo debatiendo si verbalizar mi amor o callármelo para siempre como algo Platónico. Os dejo una pequeña galería de fotos:
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The Visitor from the Future / LE VISITEUR DU FUTUR (François Descraques; Francia, 2022)
2555 D.C. La civilización tal y como la conocemos se ha derrumbado a causa de un desastre ecológico. Los pocos humanos que quedan sobreviven en el inframundo. El Visitante viaja en el tiempo para encontrar a la joven Alice, cuyo padre está construyendo una central nuclear, responsable de la catástrofe que se avecina. Para el Visitante, su padre tiene que morir: es la única manera de evitar este inevitable apocalipsis y de salvar el mundo.
Basada en la webserie de culto del mismo nombre que se emitiera de 2009 a 2014, recupera a Florint Dorin (parece sacado de un cómic Metal Hurlant), el propio Raphaël Descraques y al fantástico Slimane-Baptiste Berhoun como el Doctor Henry Castafolte. Ese trío de la serie se mantiene en un film apto para todos los públicos, muy desenfadado y plagado de humor a la francesa. La serie tendría tanto éxito que existen `spin-offs´ en forma de cómic como La Brigade Temporelle con guiones Descraques y dibujo de Guillaume Lapeyre. Ocho años después de acabarse la cuarta y última temporada de la serie, el realizador francés pone toda la carne en el asador y lo que a priori podría haber sido una película con el tono de bajo presupuesto de la serie, se torna aquí en todo lo contrario... y ojito que este tipo de productos si tienen éxito acaban convirtiéndose en franquicia.
Bien realizada, buenos efectos especiales y a pesar de ese buenrollismo que transmite este tipo de films, lo suficientemente interesante para dar un pasito mas allá de lo palomitero. Peleas de Kung-Fu, trazas apocalípticas a lo Mad Max, momentos de Space Opera como esas tabernas de El Mundo del Fin, algunos gags muy conseguidos e hilarantes.... en definitiva, todo un pastiche que acaba funcionando porque crea un universo propio fluido, casi diría que dirigido a adolescentes. Por cierto, me he puesto un capítulo de la webserie y tiene muchísimo encanto pero es alucinante cómo esos episodios de corta duración ultra caseros han acabado convirtiéndose en la película que he visto hoy.
***
Mañana comienzan las maratones. Cojo el bus y sigo sin poder quitarme de la cabeza a Tecla y el traje de Neón Aspito pero tengo miedo... en mi mente resuenan las palabras del inquisidor Ubertino de Casale y decido que es mejor no demostrar mi amor y dejármelo por dentro:
“Había algo femenino, algo diabólico en el joven que murió. Tenía los ojos de una joven ansiosa por copular con el demonio.”
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