Antes de entrar en materia sobre el disco que hy os traigo, vamos a cartografiar un poco la escena chilena del Death / Doom, sobre todo para los que no controléis algunos nombres clave. Si tiro de mi hemeroteca mental, no son pocas las bandas chilenas practicantes de Death/Doom. Así a priori recuerdo a los correctos Bitterdusk, a los excelentes Capilla Ardiente, los recientemente extintos Endimion, a la banda de culto Mischievus Augury con su único disco de culto Immortal Land (con horribles pronunciaciones en inglés, todo hay que decirlo), a los muy olvidados Sangría, los longevos Aura Hiemis (más tirando al Funeral Doom), Lapsus Dei o la dos bandas clave de la escena chilena en cuanto a Doom Metal con más antigüedad la primera, y más influencia y proyección internacional la segunda; estoy hablando de los excelsos Poema Arcanus y Mar de Grises... sobran las palabras.
Hasta aquí he comentado bandas de cierta longevidad que conozco y he escuchado, pero la salud del Death / Doom en tierras chilenas no decae, y es entonces cuando tenemos que meter en la palestra a los maravillosos y de nuevo cuño Mourning Sun y su Doom atmosférico o Mournument, la banda que hoy os presento que me ha volado la cabeza con músicos de larga trayectoria dotados de una varita mágica que hace que este subgénero que parece que nunca está totalmente de moda como es el Death / Doom siga ahí a su bola para un público particular. Vamos al lío:
MOURNUMENT se forman en 2021 por Kveldulf Bjalfason (Niklas) y Alfredo Pérez, uniéndose posteriormente a la batería Christian `Krono´. Entre los tres, cuentan con un currículum que tira para atrás y que abarca a bandas de corte internacional como Deveneror, Concatenatus, ÆRA, Forestfather o Flesh Configuration en el caso de Niklas (en Mournument a las guitarras, bajo, teclado, piano y violín), mientras que Alfredo Pérez hace las voces y toca en Concatenatus, Lacrymae Rerum, Mourners Lament, Obnubilo, Siaskel, Sol Sistere, The Ancient Doom y varias más. Como extra tenemos a la violinista Caroline Salmona completando de forma magistral los temas en los que no toca Niklas el instrumento y dando un cierto aroma Folk en los acabados.
En el apartado técnico, este magnífico debut Smouldering Into Dust se pergeña en digipack de 6 paneles por ARDUA MUSIC (ex- The Vinyl Division) dividiéndose la grabación entre los Kenoma Studio y los Sonido Origen que es donde finalmente se masteriza por Carlos Fuentes. Resaltar el expectacular artwork de Valentina de Sinis-Tudor y layout de Kalle Pyyhtinen sobre el que brilla un logo vieja escuela a lo Profanum de Daniel Hermosilla (Nox Fragor Art). En cuanto al estilo, los chilenos tocan un excelente, pegadizo y trabajado Doom atmosférico con toques Folk y Pagan que vienen sobre todo de las voces limpias y el uso del violín / piano, lo que me hace acordarme de otra banda que arriba no he mencionado (de culto) que son los Uaral y evidentemente, ya en otras fronteras, Empyrium que son a quienes más pueden recordarme en algunos cortes. No escatiman en versatilidad y tenemos momentos donde las voces incluso tienden a ese Black/Doom que llegaron a practicar los Rotting Christ en su etapa de Century Media (A Dead Poem sobre todo) como bien suena en ese petardazo de corte "On Rain and Thunder" que abre el disco.
Guitarra acústica, piano y violín sobre un fondo tormentoso y voces susurradas son la apertura perfecta. El violín asoma y las voces mutan de lo susurrado a lo hímnico, con un poso bastante marcado que recuerda a Empyrium sin duda. Cuando todo estalla con la entrada de la base rítmica y se recrudece el asunto de forma marcial, el tema se dirige inexorablemente a un brutal clímax melancólico donde lo que más me gusta es que tampoco recuerda a ninguna banda en particular... creo que Mournument han grabado un disco muy fresco, épico y variado que trasciende un poco los `ejercicios de género´ para darle carácter gracias a una mezcolanza muy acertada de ideas. Sigue "Chasm of Abandoned Souls" con un pedazo de riff de guitarra que corta el hipo, con entrada de la base rítmica con un tempo y texturas similares a los My Dying Bride pero la solemnidad de los Pantheist, para explicarme mejor, sobre todo por ese uso doble de las voces guturales y otras más barítonas y eclesiásticas. Un monolito de más de diez minutos con interludio prístino a lo Opeth con una acústica brillante.
Lejos de bajar el ritmo, el dueto acústica y piano de "Sea of Desperation" es magnífico, esta vez con una tristona melodía muy a lo Katatonia y pequeños toques a los italianos Canaan e incluso al debut de Yearning (esas acústicas se usan mucho en la escena finlandesa), sirviendo de preludio a uno de los grandes cortes del disco, "A Funeral Poem", que comienza también con ese deje finlandés de los Yearning (su debut With Tragedies Adorned de 1997). Larga introducción con la guitarra muy atmosférica acompañada por un magnífico violín; el resultado sin llegar a las cotas del Funeral Doom, sí que roza en algunos momentos la solemnidad de los Morgion e incluso Evoken. Lo cierto es que Mournument se han sacado un debut que ha puesto el listón altísimo al menos según mi parecer y ya llevo unos cuantos de miles de discos de doom en mis orejas. Temazo que pone los vellos de punta, sobre todo en el larguísimo pasaje instrumental que es una delicia.
Si te gustan estos estilos, estás ante uno de los discos del año del género que ya merecen la pena nada más que por escuchar el cortante filo de la guitarra abriendo el permafrost de la patagonia chilena en el monolito "Grey Was the Chant of my Endless Autumn" con un encomiable trabajo de composición. Donde otros se estancan, Mournument saben evolver (me gusta mucho esta palabra), eventrar (esta más) y sumergirnos en toda una plétora de sensaciones anímicas.
Te puede sonar a otras bandas y a ninguna en particular, destacando unas brutales voces que a pesar de estar dentro de un disco doom son tan depresivas que quedarían de lujo en cualquier álbum de Pagan Black. La batería se adapta a todos los cambios de ritmo, sonando seca y muy cercana en el acompañamiento del excelente pasaje cantado en castellano, brillando sobremanera cuando el tema se va diluyendo en un falso fade out en la que queda en solitario; falso porque es el piano y el violín otra vez los encargados de arrancar por unos segundos más con aroma Folk en unos instantes finales que acaban uniéndose en estructura a la corta y susurrada Rimü, imagino que referencia a la ancestral costumbre mapuche del `Trafkintu´ (trueque de saberes) y cuya traducción general viene a ser algo así como `tiempo de descanso de la madre tierra o tiempo de finalización del ciclo natural mapuche´.
Poco más que añadir. Se trata de un disco que me ha encandilado, muy bien compuesto y llevado a término. No sobra ni falta nada y pone el listón alto a una posible continuación. Muy recomendado.
https://www.arduamusic.com/mournument-smouldering-into-dust-cd-digipack
https://mournument.bandcamp.com/
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