Si queréis algo completamente exótico, sujetaos al asiento que comienza el viaje. Coordenadas de partida en Yaroslav (Rusia) con VOTTOVAARA, formados en formato trío allá por 2015 por un tal Sergey Bredis (Сергей Бредис), encargado básicamente de las voces, percusión, letras y concepto, junto a Alexey Kovalev (Exhumation) y Sergey Smerch Smirnov, no siendo hasta que se disuelven que Anton "Pickachy" Saharov (guitarras, percusión y baterías programadas) ayuda a completar este conglomerado debut llamado Paluu, editado por la recientemente resucitada mítica discográfica Wroth Emitter. Una auténtica tribulación la que a veces tienen que vivir algunos artistas para poder ver realizados sus sueños.
Hasta aquí, uno más o menos hace pie... pero vamos a dar otro pasito. A priori y sin ahondar, se trata de un Black Melódico de tintes sinfónicos y Folkies muy adictivo, trabajado hasta los más nimios detalles, y que podría recordar a la época dorada del género y entes como los Gloomy Grim... pero esperad, estoy leyendo el libreto y la cosa tiene miga.
Veamos, voces femeninas de Olga Bredis, portada excelente de Andrey Barkov... y me caigo a los abismos. Todas las letras han sido traducidas al finlandés por (cito textualmente) `Superunknown Karelian Woman´... y es que si no fuese por los créditos, os puedo asegurar que esto es como en las exploitation hispano/italianas en los 70 y su sableo del cine americano. Si creéis que he terminado, esperad un momento...un disco de Black Folk con sonido finlandés dedicado ni más ni menos que al ignominioso A.C. Bhakvtivedanta Swami Srila Prabhupada, o dicho de otra manera, uno de los gurús que metió a los Hare Khrisna en Occidente y cuya historia no voy a contar aquí para no herir sensibilidades. Llegados hasta aquí la duda es evidente, ¿funciona o no funciona todo este lío?. SÍ, SÍ y SÍ. Paluu es un fantástico ejercicio de Black Folk melódico de los que se hacían antes y os puedo asegurar que les ha quedado de lujo, con detallitos que encima le dan una originalidad por encima de la media.
Percusiones e instrumentos de metal, arpas de boca y lo que parece un digeridoo conforman y dan abrigo oriental a "Om Asato Ma Sat Gamaya", mantra védico tradicional que sirve de introducción al disco y pone los vellos de punta. Se le ha dado cierto aroma vinkingo con esos toques de las arpas metálicas, la guitarra acústica y el fabuloso recitado de Olga Bredis que convierte una oración védica tradicional en una hipnótica intro que ojalá durara diez Kali Yugas. Para cuando entra la percusión uno está volando dentro de un tema de marcado cariz Pagan Folk y no sé en qué momento un canto religioso hindú se transforma en Black Melódico tocado a medio tiempo con guturales voces de Bredis rozando el Death Sueco merced a las guitarras y sus dobles juegos. La base rítmica aun siendo sintética (se nota) no molesta casi que nada en "Tie Karjalaisten Maalla", ya de lleno en un ascendente y cósmico Black sinfónico con muchísimo teclado (sobre todo pianos). Muy buen contraste entre el doble bombo y los pasajes de los teclados, que dejan espacio para el desarrollo de riffs muy melódicos de evidente calado finlandés y sueco. No sé lo que pensaría Prabhupada del Kalevala, por cierto...
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