"Drama centrado en dos personajes, un cobrador de préstamos solitario y sin escrúpulos (Lee Jung-Jin) y una mujer (Jo Min-Su) que se presenta un día pidiéndole disculpas por haberle abandonado, asegurando que es su madre biológica. (FILMAFFINITY)"
El cine Coreano no es apto para todo tipo de público por varias razones; su visceralidad y crudeza (en todos los sentidos del término) pueden llegar a perturbar al espectador más curtido en estas lides. En los últimos años estamos viendo como desde Corea del Sur nos están llegando las mejores muestras de este género con una sabiduría especial a la hora de mezclar lo poético con lo violento y dramático, y KIM KI -DUK es uno más de estos maestros del thriller coreano, aunque más cercano al drama y a lo poético que al thriller en sí mismo. Sin embargo, en esta PIETÀ he tenido que leer varias veces los créditos para segurarme de que es él el director y no PARK CHAN-WOOK, y es que el film me ha recordado enormemente a la TRILOGÍA DE LA VENGANZA más que por ejemplo a películas como LA ISLA (SEOM 2000) o PRIMAVERA, VERANO... (2003).
PIETÀ de base es un drama crudísimo que transcurre en la fina línea que separa lo dramático de lo grotesco, lo bizarro de lo poético... términos que por otro lado van de la mano tan bien mezclados en el cine asiático en general. Profundamente reflexiva en algunas ocasiones, crudísima y perturbadora en algunas otras, PIETÁ no será del agrado de todo el mundo y gustará sobre todo a los amantes de los sincretismos propios del cine coreano, donde se mezclan las cosas más antagonistas que puedas llegar a pensar. El uso de los silencios y el avance lento de la trama son características también propias de este tipo de cine, donde el director es capaz de dejarnos los sentimientos a flor de piel con la más cruda de las escenas posibles...
Raramente KIM KI-DUK defrauda, y evidentemente, con PIETÀ no lo ha hecho... y como siempre digo en este tipo de películas: abstenerse personas sensibles o fácilmente perturbables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario