Un estremecimiento me recorrió la espina dorsal cuando mi esposa me dijo: "mañana vamos a pasar el día a la playa"... ni en mis mas recónditas pesadillas me esperaba yo aquello.
Pues efectivamente, allí me veo yo, a pleno sol y con un bocata de chorizo de cantimpalo para echar el día... eso sí, armado de infame literatura, que es la que mejor se disfruta bajo el tórrido sol de verano.
La playa, un túmulo abarrotado de niñatos y castigado por el sol donde se tuestan al son del cáncer de piel miles de incautos que aceitan la playa con sus detritus de bronceadores de protección -50...
Yo, ni corto ni perezoso, desenvuelvo la novela de a duro que llevo en mi bolso y me dispongo a poner mi ardiente trasero en una hamaca bajo una sombrilla que ha vivido tiempos mejores. El título de la novelita presagia diversión: LOS "NO-MUERTOS" Y LA MAMBO...
La historia es básicamente la siguiente: Stephan Corker y su señora Isadora, un matrimonio totalmente gris y anodino, heredan de la noche a la mañana y sin venir a cuento una suculenta herencia de un tío de Stephen que ni corto ni perezoso los nombra herederos de una plantación de Haití... pues bien, allí van ellos a pasar el rato ejerciendo de caciques americanos sin escrúpulos cuando el vudú se cruza en sus caminos. El "Hougan" del lugar, o shamán o como queramos llamarle se queda prendado de Isadora cuando esta se asoma en paños menores al balcón de un hotel y el sarnoso individuo (digo sarnoso porque no paran de nombrar este adjetivo durante toda la novela), emprenderá un siniestro plan para convertir a Stephen en no-muerto y para poder acostarse con Isadora...
El plan del Hougan sale a medias, ya que consigue matar a Stephen aunque Isadora se venga y acaba convirtiendo en.... LA MAMBO!!!... que viene a ser como un Hougan pero en mujer. Eso si, Isadora se pasa al vudú para aprovecharse sexualmente de su marido no-muerto, que según dice ella, era un máquina en la cama. Una prueba de ello, el siguiente párrafo:
"La viuda volvió a posar su mirada en el cadáver de Stephan, contemplándolo como si fuese aquélla la primera vez que lo viese. - Era una medianía - murmuró, para luego añadir: una medianía en el trabajo, en sociedad, en todo lo que hacía... Se interrumpió a sí misma para hacer una rectificación. - Bueno, había algo en lo que era sensacional. Haciendo el amor no tenía igual. Con ningún otro hombre disfruté tanto como con él. Qué noches de locura!. Isadora se relamió como si saboreara una golosina y puso los ojos en blanco, mirando una vez más al muerto."
Total, que sin saber como, la tipa se hace una especie de dominatrix del vudú (LA MAMBO) y se adueña de la isla... FIN.
De repente, noto una mano en el hombro cálido asado por el tórrido sol a plomo de finales de Junio en la playa... ¿será la MAMBO?... miro hacia arriba y me encuentro con la mirada de mi esposa, que me dice que sacuda de tierra y arena las cosas que ya nos vamos... y así se me pasó como un suspiro el día de playa, con los no-muertos.... Y LA MAMBO.
O sea que hoy sí ha habido playa ¿no? Se ve que no todos somos dignos de compartir la arena de la playa contigo... sí, esa arena que sin saber cómo se mete por todo orificio interior a tu bañador y que vas descubriendo poco a poco en el sofá de tu casa...
ResponderEliminarPor cierto, visita mi blog y verás una foto de tu cuñado dentro de treinta años
Je, je... me han obligado a punta de chantaje emocional. Y tú no te quejes que eres menos playero que David Hasselhof...
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