Cada vez que me enfrento a un trabajo musical que cabalga entre la improvisación libre y la clásica contemporánea me pongo dos pinzas de la ropa en cada pezón para contener ciertas emociones, máxime si hay electrónica de por medio y está tan bien trabajada como en este magnífico ÁMBITO, suerte de colaboración entre Juan Jesús Yelo (paisajes sonoros, theremín de luz, campos electromagnéticos y arpa eólica) y José Joaquín Aroca (saxofones soprano, alto y barítono). Y digo esto porque desde la vanguardia norteamericana cuasi contemporánea más universitaria (finales de los 80 y principios de los 90), hasta diversas escenas más jazzeras, he pasado por mis tímpanos un buen número de grabaciones cada una con su particular idiosincracia. ¿Mis preferidas?.... pues sin duda aquellas en las que ambos elementos, electrónica y vientos (o cello, contrabajo.... que también tengo un buen puñado de referencias de cuerdas mas electrónica) se consagran a un mismo objetivo, me da igual si con composición de por medio o mediante ese cordón umbilical sacro de la improvisación.
El contexto de ÁMBITO (me encanta esta palabra que os invito a diseccionar etimológicamente) son unos encuentros improvisados ideados por el pintor, escultor y artista murciano Cristobal Gabarrón (siento resumir tanto, pero si hablo de su currículum se me gastaría la tinta digital y la gente que maneja internet me ejecutaría inexorablemente por gastos excesivos) que invita a artistas de otras disciplinas a bosquejar esos límites (unas veces reales, otras imaginarios) del ámbito, el cual por cierto no responde a coordenadas al azar, sino que se elegirán cinco sitios de interés medioambiental en cinco respectivos continentes, todo ello en el espacio temporal de dos años.
Lo que recoge el digipack editado por República Ibérica Ruidista se graba en direccto en el Paraje Pinar Hermoso (Pedanía El Niño de Mula) el 26 de Febrero de 2022, tal y como se cuenta `entre los almendros en flor, bajo la lluvia y sobre el barro´. Podéis ampliar información aqui:
https://gabarron.org/es/Ambito
El propio Cristóbal cede la foto de portada y Paco Vico se encarga del diseño gráfico mientras que el sonido lo mezcla Fran Martínez Baillo. Lo demás, os lo voy a ir contando pero antes, y aunque no me guste el corta y pega, me encantaría que leyérais este fabuloso texto que acompaña a la Bio y que refleja lo que se vivió en la jornada en cuestión:
`El primer evento del proyecto de Gabarrón tuvo lugar en febrero de este año en el paraje Pinar Hermoso en la pedanía El Niño de Mula. Se esperaba un día radiante de febrero entre los almendros en flor, pero vino el frío y la lluvia y el barro. Los plásticos cubrían los aparatos, bajo los toldos miríadas de gotitas se condensaban en los saxofones, el barro pesaba en los zapatos y acababan de atacar a Ucrania. De algún modo todo esto está en el disco, que recoge la parte sonora del happening-performance-action painting llevado a cabo en Mula. El mismo ambiente calaba en la pintura de Cristobal Gabarrón y las declamaciones de Carlos Aganzo, Joaquín Araujo y Raúl de Tapia. Los trazos de uno y las palabras de otros atraviesan el disco sin encontrar paralelismo en lo sonoro. Sin embargo, sí podemos intuir en alguno de los episodios cómo la danza de Manuela Salvado da forma a los sonidos, va esculpiendo con sus movimientos el espacio sonoro y queda en el disco como el vaciado de una escultura.´
Diseccionar musicalmente ÁMBITO (MULA) es complicado y quizás un sobrevuelo por el conjunto sea lo más acertado, en vez de detenerse en cada uno de los cortes. Empezando con el saxofón de José Joaquín Aroca, me quedo helado con la amplitud de registros que abarca, casi siempre sosegados y de un marcado acento espiritual no sé si Coltraniano, pero sin duda sí que muy deudor del atavisto telúrico de Ayler o el Coleman más experimental. La manera en la que suena y procesa el sonido en ese "Episodio 1" me hace recordar al olvidadísimo Eddie Harris y la forma en la que electrificaba el saxo (magnífico su Silver Cycles de 1968)... pero claro, aquí interviene sin duda Juan Jesús Yelo con su torno de alfarero sonoro manipulando, añadiendo grabaciones de campo e incluso generando bajas frecuencias propias de las Ondas Martenot. Eso, y el ruido de la lluvia y las irrupciones de lo rural hacen dudar si no estamos dentro de un disco de Dark Ambient oscurantista cañí (algo así como Ibero Dungeon Synth sería la cosa) pero es entrar esos toques bajos del saxo juguetones que me embriago de una inmensa paz espiritual porque no puedo evitar acordarme de la manera gospeliana y plañidera con la que Ayler acometía su instrumento o con la que Wadada Leo Smith (con su trompeta) mecía aire y saliva en una nana contemplativa en Ten Freedom Summers.
Pelos de punta en cómo el apabullante theremin de luz suena como una Shruti Box propia de las Morning Ragas indostaníes en "Episodio 2", con puntadas zurcidas por un asordinado saxo rayano en esa escena ahora muy en boga del Doom Jazz que practican gente como Bohren & Der Club of Gore, The Lovecraft Sextet o los extintos The Mountfuji Doomjazz Corporation. El uso del eco en el saxo y cómo se vertebra es mántrico hasta el punto de que puedes (os invito a hacerlo) recitar algún mantra que queda perfectamente medido métricamente. Definir esto sin escucharlo es complejo, pero "Episodio 8A" es lo más cercano a prestarle a Fulcanelli un saxo y cacharreo electrónico a ver si puede dar con su jodido enigma de las Catedrales mientras que la apertura de "Episodio 8B" parece vestida con la ropa exhumada de Pharoah Sanders con los jugueteos necroelectrónicos de Ikue Mori que por cierto se nos va a los 14 minutos y pico aunque cosa curiosa, hay muchísimo aquí de la escena vanguardista Berlinesa y el Kraut primitivo justo antes de que mutara en lo que luego sería la New Age.
Por cierto, imposible no acordarse de A Love Supreme en las idas y venidas puntuales con ruido de ganadería de fondo. Una puñetera genialidad de contrastes en el diálogo más intenso que recuerdo en un disco; la estática acumulada de los campos electromagnéticos de Aroca y el pastoreo del ganado con un saxo pletórico de New Thing. Muy curioso cómo el barítono se transforma a veces casi en un contrabajo en el monumental "Episodio 10" que casi llega a los 20 minutos. Arpa eólica, partes cuasi Noise de tintes marciales, el theremin de luz iluminando la noche primera de los tiempos y un soliloquio acojonante del saxo soprano... todo esto y muchísimo más. A veces describir demasiado es destruir así que me contengo, aunque bien es cierto que como se dice en los Mitos, todo aquello que tuvo un nombre debe seguir siendo nombrado para no perder su existencia.
Sin dudarlo, Cristóbal Gabarrón, Juan Jesús Yelo y José Joaquín Aroca, mas quienes anduvieran aquel 26 de Febrero por la Pedanía El Niño de Mula, dejaron una impronta tan alucinante que convierte a este disco en algo tan especial como necesario. Una obra de CULTO.
https://republicaibericaruidista.bandcamp.com/album/ambito
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