`And I am watching as
The flames grow higher and higher
Higher and higher
They will engulf us all
Come, burning fire
Throw us in the pyre
That’s where we belong
Closer to the God
that we have never seen before
Closer to the mirror,
the final sight before we’re gone´
Tres años ya desde esta larga toma de contacto con Kostas de PANTHEIST motivada por su anterior disco de estudio Seeking Infinity, y tras una gloriosa reedición remasterizada de O´Solitude por Greg Chandler (Esoteric) en sus Priory Recording Studio, de la que he tenido el orgulloso honor de participar con unas largas notas interiores en la apabullante edición de The Vinyl Divison, por fin me enfrento a un nuevo disco de una de mis bandas de Funeral Doom de cabecera... y ojito que estamos hablando de 22 años de existencia ya. He de reconocer que he necesitado de muchas escuchas para desentrañar Closer to God... un álbum que esconde mucho más de lo que superfluas escuchas puedan suponer, pero no adelantemos nada. El disco se graba entre Estados Unidos, Inglaterra y Francia, cosa que posiblemente tenga que ver con el recambio total de músicos que pivotan alrededor de la figura central de Kostas, alma máter del proyecto, y en el apartado técnico tenemos la mezcla de Jeremy Lewis y la magia de Chandler a los controles de la masterización.
La edición digipack desplegable es de Melancholic Realm Productions, cuenta con portada de Cheryl Panagiotou y en la recámara a lo largo de 2022 (mediados) saldrá la edición en vinilo a cargo de The Vinyl Division si es que esa hermética maquinaria de las fábricas de vinilos no salta por los aires. Como decía, la nueva formación sería:
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Jeremy Lewis - guitarras, ebow
John Devos - batería
Kostas Panagiotou - voces y sintetizador
Matt Strangis - bajo
Nereide - guitarras
Andrei Oltean (CLOUDS) - flauta, recorder en "Strange Times"
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Closer to God se mueve en terrenos mucho más atmosféricos que los anteriores discos. Tempos lentos que no pierden la épica habitual pero sí caracolean dentro de una cierta evolución `espiritual´ o quizás sea más acertado decir `meditativa´. Pero no nos confundamos; esto es un disco de Funeral Doom aunque eso sí, apuntalado por un andamio más progresivo, cósmico y etéreo (todavía más, sí) que por ejemplo Seeking Infinity. Ese sonido caraterístico litúrgico de O´Solitude o Amartia no es que se haya perdido ni mucho menos sino evolucionado / subido a otro nivel de conciencia todavía más personal que en el homónimo Pantheist. Buceamos en las aguas primordiales en busca de un sentido vital a lo largo de 47 minutos (divididos en solo 4 cortes) en los que la presencia de lo Divino impregna cada nota de esta obra maestra; una vuelta de tuerca impensable que si te toca, te atrapa como una secta destructiva. Al fin y al cabo tiene que ser jodido eso de estar cerca de Dios... o al menos acojonar un poco.
23 minutos dura la monumental "Strange Times". Angelicales sintetizadores subrayan un inicio que indica que nos estamos moviendo por un plano de la realidad algo más luminiscente que en los opresivos álbumes anteriores... casi que cuesta deslizar la etiqueta Funeral Doom aquí, pero bueno, tampoco puedo hacer trampas. Entra la base rítmica, una guitarra lánguida soltando un sincopado riff procesionario y suena la voz limpia haciendo toda una declaración de intenciones: `We live in a new dark age / these times are strange / one day the future brights awaits / the very next day it´s bursting in flames´. Con estructura de himno y sin tomarse prisa, los teclados suenan quizás menos catedralicios esta vez, tornándose más brillantes y límpidos contrastando con la profunda voz gutural de Kostas. Si he de ser sincero, hay algo en este corte que me recuerda muchísimo a los Wijlen Wij o mejor dicho, a una versión menos apelmazada y salvaje de aquellos.
Hace acto de presencia el órgano en un interludio (sobre el minuto 7) arropado por unas melodías de guitarra de corte progresivo (un poco al estilo Crimsoniano de los revitalizados In The Woods o los discos más experimentales de Ulver). Toda una gozada escuchar esta parte con auriculares y sentir cómo se te abomban los tímpanos cuando vuelve la melodía principal que sutilmente, apoyado en voces limpias y guitarra al más puro estilo My Dying Bride vuelve a retorcer el tema sin perder la estructura principal. Minuto 16, entran otra vez las angelicales voces (teclados) que abrían el tema y a partir de aquí, hasta el final, pura maestría y oficio, quedándoseme clavadas las letras a sangre y fuego. La flauta en segundo plano y el uso del Recorder aumentan la sensación cósmica / progresiva aun siendo solo en los minutos finales.... impresionante. Como la vida misma, 23 minutos que han pasado como un suspiro.
Sigue la instrumental "Erroneous Elation", que a modo de score cinematográfico coge elementos del tema anterior para fundirlo con acústicas tocadas por Kostas, al igual que los siempre imaginativos sintetizadores. Rozando el NeoFolk con la marcial percusión de Jeremy (no estoy seguro, pero parece un bodhrán o similar), anticipa la vuelta al Funeral Doom en la colosal "Wilderness", posiblemente uno de los temas más crípticos de Pantheist... tienes la sensación de estar metido en un extraño bucle fuera del tiempo, recorriendo una espiral o bajando una escalera eterna Junguiana de esas que se te aparecen en los sueños. La voz gutural en otro plano, los coros femeninos sampleados y el resto de instrumentos transcurriendo en un mismo plano (casi que se confunden a veces guitarras con teclados) ayudan a crear un climax hipnótico a más no poder del que solo se sale para puntuales arrebatos de Old School Death/Doom como mandan los cánones (el último tramo es un ejemplo).
El uso de dobles guitarras es cierto que abre el campo de posibilidades y la sensación global es la de que no hay un hueco por el que respirar. Además, me gustaría añadir lo que para mí es una virtud en el disco y es la calculada monotonía que si a priori pudiera desconcertar al oyente, si se analiza con detenimiento a la postre hace que el discurso narrativo sonoro que siguen Pantheist en Closer to God roce lo conceptual... dicho de otro modo, podemos lanzar un cordón umbilical que atraviesa los 4 cortes a través de cierto `parecido´ / `scores´ en la música; o quizás sea mejor decir que los 47 minutos vibran en la misma longitud de onda (vale, esto quizás no se haya entendido una mierda).
El disco no podía cerrarse de otra manera más que con "Of Stardust We Are Made (and to Dust We Shall Return)". Hay que escucharla para sentirla en su plenitud. Voces limpias a coro, solos de guitarra, notas de piano y una excelente batería que te hace sentir cada golpe de los parches para cerrar otro clásico de culto de una banda en estado de gracia; pudiérase pensarse que tanto cambio de formación podría alterar el concepto tras Pantheist pero lo cierto es que a día de hoy, siguen siendo la banda con la que me emocioné y volví al redil del Funeral Doom hace la friolera de 20 años. Por algo será.
`Have you ever felt lonely in a cosmic sense?
No human presence can distract you
From the feeling of complete insignificance
This, my friend, is my permanent state now
Watching a tiny leaf dance on the water surface
Knowing that I am that leaf
Dancing towards extinction
Soon to gently disintegrate in the green pond
When I close my eyes it’s stardust all I see
And I’m no longer afraid of the dark
Knowing that’s where I too belong´
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