Pues llega el momento de la penúltima entrega de este año. La última parada en cuanto a maratones para mí (mañana me personaré en la Gala de Clausura) de lo que considero que ha sido un fabuloso año para el festival a tenor de las dificultades acaecidas durante la pandemia. No voy a negar que el estado de cansancio es tal que incluso escribir estas líneas (algo a priori fácil) cuesta bastante... hilar algo interesante que contar a estas alturas es casi imposible. Las despedidas y tal todavía no, eso lo dejaré para cuando haga la última entrega con la Clausura, así que todavía aquí puedo permitirme divagar un poco.
Como habréis podido comprobar, no he reseñado Censor, uno de los grandes pelotazos de FANCINE este año... y es que bueno, el ansia fagocítica de fotogramas me hizo verla con subtítulos en inglés hace un mes y algo. Iba a repetir en pantalla grande pero me ha sido imposible cuadrar, al igual que con el excelentísimo thriller seco y brutal neozelandés Coming Home in the Dark. Ambas por tanto brutalmente recomendables, al igual que la algo más irregular quizás Son. La fantástica The Medium, nuevo trabajo del director de Shutter, Banjong Pisanthanakun ha sido otro de los grandes pelotazos, con un sólido y largo ejercicio de cámara en mano que mi impaciencia me llevó también a visionar con subtítulos en inglés. John and the Hole no me dijo mucho sin embargo, algo así como La Niña de las Tinieblas pero en versión descafeinada. Se me queda en el tintero La Pasajera, See for Me, La Terra dei Figli, What Lies Below, Brain Freeze y The Spine of Night como películas que me hubiera gustado poder cuadrar pero es casi imposible (no he faltado a ninguna sesión excepto las matinales, así que podéis hacer cuentas de la cantidad de películas que llevo este año en las retinas)... eso es lo bonito de todo esto, cada uno hace sus quinielas y cábalas y que comience el espectáculo.
En cuanto a los estragos que me ha provocado este año el atracón pues tenemos un dolor de cadera y baja espalda considerable, un insomnio reiterado que me lleva a no caer antes de las cinco de la mañana, un malestar estomacal sutil pero creo que solucionable a corto plazo, la pérdida de algún kilillo y, cosa rara, ningún dolor de cabeza (otros años ha sido un hándicap). En cuanto a los efectos positivos, exudo serotonina por todos mis poros, mis ansias de cine fantaterrorífico están copadas y he conseguido algo que a priori me parecía imposible... desconectar de unos soterrados, pesados, injustos, ignominiosos problemas laborales que ahora, vistos con perspectiva, soy capaz de manejar de otra manera.
No os aburro más, aquí lo que visioné ayer:
Back to the Wharf (Xiaofeng Li; China, 2020)
"Un preso acusado de homicidio negligente escapa de la cárcel y vuelve a su ciudad natal tras 15 años, donde se verá atormentado por su pasado y envuelto en un plan relacionado con la hija de su víctima".
Estreno nacional para esta cinta del ya conocido por estos lares Xiaofeng Li, que presentó la fabulosa Ash (Zhui zong) en 2018. Mucho más minimalista que Ash, a la sazón un Noir durísimo, Back to the Wharf añade a su espectacular trabajo a la cámara e interpretaciones un uso mucho más dramático del Noir, con un grandísimo desarrollo temporal sobre la culpa. Momentos mágicos a la cámara aprovechan exteriores urbanos claustrofóbicos, húmedos (casi siempre lloviendo), con un arranque de la cinta sencillamente espectacular. Si bien es cierto que luego va decayendo un poco, vuelve a coger empuje en su desenlace final que huye de artificios inverosímiles para seguir a la perfección la psicología de los personajes. Otra pequeña joya.
Veneciafrenia (Álex De la Iglesia; España, 2021)
"Un grupo de turistas españoles en Venecia se hayan luchando por sus vidas debido a unos lugareños que no están demasiado a favor de los extranjeros".
Primera entrega de The Fear Collection, colaboración de Pokeepsie Films con Sony Pictures España y Amazon Studios para mostrar a autores de género, esta Veneciafrenia no puede decirse en ningún momento que no sea puro estilo de De la Iglesia. ¿Problema?... pues que creo que lo que parecía iba a ser una vuelta de tuerca al NeoGiallo y al cine Slasher se va transformando poco a poco en una ridícula película de corre que te pillo. Se desinfla a una velocidad de vértigo tras su pseudointeresante inicio (con sus clichés y estereotipos del Slasher) para acabar no se sabe dónde, si en un episodio seriado con archienemigo incluido o un no se qué de trasfondo anti-turismo que por mucho que quiera Alex de la Iglesia no rebasa las cotas de insania que provocaba su cine antes. Si te lanzas, hazlo con todo y un poco más de desfase (al final, ni la hemoglobina es tanta siquiera) y desparrame hubiera dado mejores resultados.
Hot Soup (Zhang Ming; China, 2020)
"Cuatro mujeres del Shanghai contemporáneo buscan la felicidad en sus vidas. Sus historias se entrelazan, como si fueran las de una única persona".
Preciosa película narrada desde un punto de vista muy original. Cuatro historias o una sola, dependiendo del espectador. La narración es el punto fuerte con líneas que se cruzan de forma fluída y que te hacen dudar si no es una sola pero con cuatro personalidades distintas. Evidentemente, ya lo avanzado de la hora y el ritmo de películas que llevo estoy tan entregado que me es complicado sustraer de mi interior más datos que los que estoy dando. A ratos melodramática, en otras algo especulativa, lo cierto es que Hot Soup a pesar de gustarme por la exquisitez de los diálogos tampoco es que sea nada del otro jueves (literal, no engaño... del otro jueves no es porque el primer pase fue el Lunes................... vale, chiste malo).
Lo dicho, buena película que está algo metida con calzador dentro del contexto del festival pero imposible no quedar seducido por algo tan a priori necesario como la búsqueda de la felicidad.
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Cuando salgo a la calle hace un frío considerable, tengo el cuerpo cortado del cansancio y mi aplicación móvil señala que en 5 minutos pasa el bus. Bajo una espectral iluminación del Ayuntamiento (en serio, cuando digo espectral, es espectral eh?) subo al carricoche y me dejo llevar por la sensación de que todo ha pasado tan rápido que alguien en algún siniestro lugar guardará los minutos fantasma que nos roba. Mañana es la clausura, aunque a mi cuerpo bien podrían darlo por clausurado ya porque da lástima ver las ojeras que tengo. Algo mal debo de estar cuando me he tirado todo el metraje de Hot Soup añorando llevarme a la garganta una de esas sopas que se ven en la película; cuando uno empieza a gestar tamañas pamplinas en su cerebro mal asunto.
Gracias por el trabajo en comentar estas películas. No sabes lo que se agradece. Pablo Casares
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