Empecemos con las presentaciones. El austríaco Dr.Winter es la persona detrás de este perturbador projecto de Dark Ambient, Noise y Power Electronics que responde al nombre de Violență Domestică, editado tanto en Cd como Lp entre los sellos Teratogen y Aesthetic Death. Diseñador gráfico y artista audiovisual, Dr. Winter es el encargado de portadas de discos conocidos como son los dos nuevos de In The Woods tras volver a la palestra y reformarse, Ewigkeit, Disastrous Murmur, Culted o V:XII, cuyo Rom, Rune and Ruin os reseñé por aquí:
http://lamuerteteniaunblog.blogspot.com/2020/07/vxii-rom-rune-and-ruin-odium-disciplina.html
Cephalaea, técnicamente el tercer largo de Violență Domestică, bebe de esos acetábulos perversos, políticamente incorrectos y contextuales con los que juegan Whitehouse, Sutcliffe Jügend, Ramleh (es decir, cuarto y mitad todo de William Bennett), un espíritu EBM y nunca perdiendo de vista ese sustrato pseudo-metalero en cuanto a estructura (no sé, quizás a bote pronto se me ocurren los Plasma Pool o los lenajos ya Katar con Paradigma Digitized). Habituales de sellos como Crucial Blast, Cold Meat Industry y demás sabrán a lo que me refiero... en esencia lo que prima es una aleación muy bien trabajada entre Black Metal e Industrial, además de que el impoluto sonido marca de la casa de Greg Chandler en los Priory Studios siempre es un aliciente.
De entrada, la portada de Cephalaea es brutalífica y explícita como pocas. Un perfil masculino donde resalta un cerebro hecho a base de mierda. Un zurullo asentado en el casco óseo da bastante idea del objeto-denuncia que tenemos entre manos. Malentendido en algunos otros medios, Violență Domestică es una hostia a mano abierta contra la misoginia, la violencia doméstica y otros grandes males sociales como el alcoholismo. Con ese coqueteo siempre con lo pornográfico, los asesinos en serie y las perversiones sexuales en las letras habría que retrotraerse a lo que es historia del Power Electronics y bueno, tampoco voy a resumir yo aquí los orígenes y vicisitudes de todo un género pero hay nombres que hablan por sí solos (Smegma, Rudimentari Peni, Nurse with Wound...).
Siempre suelo fijarme en las coincidencias. Generalmente no decido cuándo reseñar un disco concreto sino que dejo que sea mi `interior´ y circunstancias personales las que manden... así que bueno, a tenor de que justo anoche estuve viendo el tremebundo documental Titicut Follies (1967) de Frederick Wiseman sobre el Bridgewater State Hospital para pacientes etiquetados como "criminally insane" (prohibidísimo, censurado y llevado a juicio y que no ha sido hasta hace unos años que ha podido visionarse en toda su cruda y áspera totalidad), creo que estoy en el modo mental receptivo perfecto para reseñar este disco.
Dentro de la mitad metalera del sonido, ese que se adentra en las guitarras distorsionadas y las bases EBM, es imposible no acordarse de Godflesh, Laibach o Ministry, aunque sin duda las pistas de baile del inframundo berlinés claman su parte de gloria. Antes de hacerle la colonoscopia de rigor al disco, aquí las declaraciones de Dr.Winter: "All secretions by Dr. Winter under the influence of Porn, Wine & Noise. Fuck You: the human race in general, but especially right-wing radicals, left-wing radicals, religious scum, music elitists and similar narcissistic wasters, pimps, sex traffickers, sex tourists, rapists, child abusers, scum beaters and similar vermin".
Cephalaea es un bilioso parque de atracciones sonoro de 47 minutos dividido en 16 cortes que transitan por un carrousel de emociones diversas. La apertura de "Cradle Song" en modo caja de música pronto añade una base Noise marcando un turbio augurio en el periplo vital del recién nacido. La inocencia del bebé totalmente ajeno a cómo la vida, lo social y las drogas pueden acabar moldeando brutalmente su psique. Así suena el inicio, contrastando con el final del disco "Grave Song", versión para órgano del "Marche Funebre" de Chopin. Agradecer a Dr. Winter el Fade Out de silencio de "Paracetamol" para la resaca. Vómitos, estertores y escupitajos adornan "Pain", de ritmo marcial bailable, guitarras rasgadas a la alemana (Die Krupps) con ese característico modo `ametralladora´ que va adquiriendo la base rítmica. Más sucia resulta "Room 79 (Reentered in 2020)", bastante bizarra en conjunto con ese contraste entre teclados casi infantiles (insistentes ascensos/descensos de simples pianos), música de cámara y un arrastrado arranque de voces Black Metaleras. Si hay algo que destaca en Violenţă Domestică es que nunca se pierde la melodía y el disco es más pegadizo que un sudario de protones.
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