THE TAKING OF DEBORAH LOGAN (ADAM ROBITEL; ESTADOS UNIDOS, 2014)

"Mia Medina por fin ha encontrado el tema perfecto para su tesis doctoral sobre la enfermedad de Alzheimer. Para los próximos meses, grabará la vida diaria de la madre Deborah Logan y su hija, Sarah. Pero a medida que avancen los días, comienzan a suceder cosas extrañas alrededor de Deborah que no son coherentes con las conclusiones acerca de su enfermedad. Se hace evidente que hay algo más del Alzheimer que ha tomado el control de la vida de Deborah. Es un mal aún mucho peor..."

Cuando uno consigue conectar con el público con la técnica del mockumentary y el género elegido es el terror, el resultado será favorable a todas luces.

 Uno de los principales defectos de este formato del cámara en mano consiste en descuidar el guión y la trama y dejarse llevar simplemente por confusos y mareantes movimientos visuales sin sentido y descuidar lo obvio, que es una historia que al menos enganche aunque sus propuestas sean sencillas.

Afortunadamente, aunque la historia de THE TAKING OF DEBORAH LOGAN no sea perfecta (no puedo olvidar las erróneas imágenes del principio del film en la que enfermos de Alzheimer son retratados casi como maníacos del inframundo), las virtudes sobresalen más que los defectos y la acertada dosificación de la trama y el buen gusto por los detalles convierten a este film en una buena propuesta de género.

Asfixiante y aterrador por momentos, cabe destacar a JILL LARSON con un papel de una calidad interpretativa difícil de ver en un cámara en mano, además de que su particular fisionomía la convierten en elección ideal para el rol protagonista. La tensión se palpa en los fotogramas y uno se estremece en el sillón porque verdaderamente no se sabe con certeza lo que nos aguarda a cada giro de la trama. 

Una película sólida y bien construida no apta para cardiacos que da una vuelta de tuerca acertada al género de las posesiones tan manido y revisitado en estos últimos años.