En la década de los 80 la literatura de terror había caído en el ostracismo. Solo el Rey King sobresalía por encima de una panoplia amplia de autores copia o bien de otros que publicaban una sóla novela y caían en el olvido. Las bases del terror moderno basadas en los escritos del maestro Lovecraft daban señales de agotamiento. Hablar de vampiros, hombres lobo o psicokillers ya estaba bastante trillado y sólo Stephen King podía permitirse el lujo de hacer una novela de terror sobre cosas tan inverosímiles como un coche, una niña que echaba fuego por los ojos o un perro loco... (y encima salir airoso).
En estos parcos contextos suelen surgir los grandes revulsivos, o bien autores contracorriente que imprimen carácter y marcan la diferencia. Uno de estos autores fue sin duda CLIVE BARKER (Liverpool, 5 de Octubre de 1952), que con una prosa ágil, cruda y directa vino a levantar una tremenda polvareda con sus LIBROS DE SANGRE o la tan aclamada e imitada HELLRAISER.
HELLRAISER no se anda por las ramas ni se pierde en amplios desarrollos descriptivos; mas bien es una fuerte y directa patada a morales estrictas y almas bienpensadas que con su lectura pueden sentirse profundamente desasosegadas. Los tiempos pasan, evidentemente, y no es lo mismo leer (o al caso ver la película) esta novela en los tiempos que corren que en 1986, así que hay que hacer un poco de ejercicio mental para imaginarnos sus crudas escenas y planteamientos ante una crítica literaria totalmente adormecida; crítica literaria que no conocía de medias tintas ya que o bien enardecía el trabajo de BARKER o bien lo vilipendiaba cual vulgar autor de serie B provocador.
Conceptos como LOS CENOBITAS o LA ORDEN DE LA HENDIDURA serán reconocidos por muchos y es que el cine tiene el poder visual de generar recuerdos en aquellos que no quieren aventurarse por la más farragosa empresa de la lectura. Sin embargo, quiero recomendar la novela (que se lee en un suspiro y de la que la película es bastante fiel) a aquellos que no la conozcan y que si se sienten atraídos por el perverso y particular mundo de pesadilla de la película, se adentren en su lectura. Asunto aparte son los LIBROS DE SANGRE, lo más retorcido, extravagante y perturbador que he leído en mucho tiempo (El Tren Nocturno de la Carne; En las Colinas, las Ciudades; Las Pieles de los Padres...). Lástima que Clive Barker abandonara pronto el terror para sumergirse en una literatura más blanda y rozando el género de fantasía (incluso creo que con alguna novela infantil).
Lo dicho; si ves las paredes temblar y oyes una insistente campana que hace temblar tus tímpanos, cuídate de LA ORDEN DE LA HENDIDURA, no vaya a ser que te pidan rendir cuentas por abrir LA CAJA DE LEMARCHAND...
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