¿A qué suena esta oscurísima referencia de Oigovisiones Label? Pues te lo resumo rápido: `a Temor y Temblor´.
Desconozco si Ofrena Vernal del músico Ishak Benavides tiene alguna influencia de Kierkegaard, pero lo que sí puedo asegurar es que los cuatro cortes que componen la curaduría de Nikka que vuelve a aparecer en el insigne colectivo malagueño tras Antimatter de 2021 es un apabullante pildorazo de Ritual Dark Ambient que se sale un poco de la línea habitual del sello. Johannes de Silentio, que así se llama el proyecto, bebe de esas térmicas aguas sulfúreas del Pagan y el Ambient Drone (para que os hagáis una idea, un punto de encuentro sería el punto equidistante entre Árnica, Neonymus, Keltika Hispanna y todo ese sustrato extrañísimo de Nurse with Wound, Cyclobe o Coil) induciendo a un trance chamánico de alto voltaje espiritual. Dicen en el bandcamp acertadamente:
`Sus cuatro piezas esbozan imágenes mentales recurrentes propias que giran en torno a la cultura pagana con referencias a tradiciones celtas, la estética del cine Folk Horror o la contracultura queer. Musicalmente estos conceptos se traducen en la búsqueda del estado de trance a través de notas sostenidas e hipnóticas -propias del ambient-drone-, estructuras esqueléticas de rítmicas repetitivas, el folclore tradicional fragmentado y la hibridación de errores y secuencias imperfectas características de la música experimental.´
Sobre el barcelonés Ishak pocas presentaciones caben; parte integrante de la escena underground de los 90, DJ, director de TeslaFM, cofundador de Wah Wah Records.... artista sonoro, compositor bajo nombres como Lucius Works Here, productor, y por supuestísimo Héroe de las Mil Caras Campbelliano en este viaje a las Fuentes del Conocimiento Eterno. Un Herrero Alquimista sonoro con trabajos previos tan interesantes como Nocturnum Horologium (Chrystal Mine, 2022), es sin duda perteneciente al insignio Gremio de Constructores de Catedrales fulcanéllicos al igual que artistas de culto como Marc O´Callaghan (Coágul) o ese otro Marc (Egea) que colabora al Hurdy Gurdy en la fantástica "Gwiddonot" y que me vuela literalmente la cabeza con sus discos con Kaulakau. Quizás estoy mal de la cabeza pero no me quito de encima también al para mí músico de culto Fernando Manchado con Morpheus, otro de los precursones de este filón de electrónica y Neofolk (se puede incluir a Traje de Saliva o Maud the Moth) en nuestro País con discos tan a reivindicar como Ouroboros (1999), Elohim (2001) o el olvidadísimo Babylon (2002).
Ofrena Vernal está a caballo entre lo improvisado y lo compuesto, siendo la parte de estudio realizada gracias a la residencia en Fundación Phonos (graba Ángel Faraldo & Andrey Solienko) y posterior presentación y grabación dentro del Festival Residències (me parece alucinante todo este submundo de las residencias gracias a las cuales y sin ir más lejos conocí la apasionante música de Yunklas, pero eso es otra historia). La masterización es de Rubén Suárez y el acertado diseño obra de Ale Veloso con orfebrería artesanal propia de Oigo Visiones Label que te asegura estar ante una pieza verdaderamente única:
`Die-cut cover on 250gr Materica Terra Rossa paper // Inlay on 180gr Yolk Yellow paper // Printed transparency film // Black paper bag for Cd // PE protective sleeve with OV sticker // Hand-cutted & hand-assembled´
Abre ese pulso hipnótico celtibérico de "Gwiddonot", lesbos amazónico sonoro que avanza con esa premura litúrgica cuasi procesionaria propia de un himno pagano. Las percusiones van inexorables fluyendo a través de la pátina orgánica de un drone con sabor a humedad y musgo que te va taladrando las entrañas tal y como hacen Thrower y Ossian Brown en Cyclobe... y no será esto casualidad cuando aparece la hermética zanfona de Egea participando de esta sacra ceremonia (algo de Camecrude también capto por ahí). Muy bueno el fade out a base de chirridos, grabaciones de campo y demás.
En "La Sociedad de los Bosques" se acentúa el peso daimónico con campanas y cascabeles. Olor a casas encaladas, albercas emponzoñadas de verdín, zotal para las plagas de hormigas y ese caliente aroma sutil de los calderos de carbón. El humo de la pipa de Mircea Eliade aporta la densidad necesaria para que lo antropológicamente Barojiano copule con el mundo de las ideas; fruto de la unión nacerán retoños musicales que son sacrificados en apócrifas Mascaradas donde sobra el hidromiel pero falta y mucho el agua para las cosechas. El Horror Folk se antropomorfiza en un fabuloso e iniciático ritmo abotargado donde si te santiguas es por costumbre o por ese miedo ancestral al metálico y opresivo tono de las campanas.
"Danza Alrededor del Fuego" usa el tribalismo pero lo tiñe con elementos electrónicos propios de la improvisación. Ese sonido apabullante de cuerdas (no está citado Egea así que no sé si es un sampler) me recuerda una barbaridad a aquel magnífico debut en La Cartuja de Miguel Palou con Doce Fuegos y que posteriormente se recogería en CD bajo el nombre El Templo de las Cuevas. Autolimitados motivos melódicos de lo que parece ser la zanfona se usa como constructo telúrico de alto grado masónico. Mística a la par que iluminadamente épica, se desliza con esa sutilidad sibilina y reptiliana del mejor Dark Ambient y sin darte cuenta acabas embebido, embriagado y con la sensación de estar poseído por Dionisos en una bacanal órfica.
El cierre es una genialidad. Juegos de voces a base de un poema anónimo de épica anglosajona en la obsesiva "De la Tierra de los Gautas" visitando terrenos propios del Martial, Spoken word o el Neofolk. Lo dicho, una obra imprescindible tanto por el continente como por el contenido. Deseando escuchar más de este `caballero de la resignación infinita´.
El nombre correcto de la diseñadora es Ale Veloso no Velos. Gracias.
ResponderEliminarGracias por la información.... sí, me he comido la O. Gracias!
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