I_
MIENTRAS LA RAZÓN TIEMBLA ANTE EL DESPOJO
EL DESPOJO TIEMBLA
Y MIENTRAS,
ANTES LA RAZÓN
Para no contar la historia entera, para no repetir conceptos e ideas os emplazaría sin duda a usar las bisagras que os ayudarán a comprender el por qué este Vol. IV de TRÍO MUDO huele a la podredumbre de la redención, al brutalismo hispano y cómo acaba resultando un tratado de la violencia inherente al ser humano y el patetismo del declive; cómo todas las piezas han resultado formar un puzzle de tu propia cara que en aras del misterio no consigues resolver hasta tu propio lecho de muerte (¿es posible no reconocer tu propia faz?... ¿hay algo más pavoroso que ser un ser extraño en un espejo?). Dichas bisagras son Vol.1, Vol.2 y Vol.3 y os rogaría si tenéis cosas redondas con nervios ópticos al extremo pasar por ahí previamente. Me ahorráis trabajo y sobre todo, me llenáis de satisfacción.
Hay una cosa terriblemente insana en los poemas musicalizados de TRÍO MUDO (Panero y otros, como iremos viendo). Bueno, quizás la palabra no sea exactamente la falta de cordura sino más bien algo más inherente a la magia. Porque si las palabras de Panero (voy a centrarme en él, aunque son más los autores musicalizados) casan tan bien con la música no es por pura casualidad. Hay algo terroríficamente magistral en la forma en la que Antonio Acién y Damián Howsoon han conseguido convertir los versos en un ente musical que hace que una vez escuchado resulte imposible ya de volver a disolver... como esos jodidos pegamentos que usan dos elementos que se mezclan para que el resultado químico sea el adecuado, TRÍO MUDO han rescatado unos versos que estaban destinados a lanzarse por el precipicio suicida de la minoría y convertirlos en avatares existenciales brutalmente cañís de una España Negra Negrísima a la que me permití bautizar como COPLA NEGRA.
Claro que para los estudiosos y para gente más versada y preparada que este que os escribe sabrán conectar mejor que yo las moléculas bivalentes que se unen a ese abstracto Viaje del Héroe Urbano que resultó el periplo de 713ºAmor o a esa forma de entonar dulcemente biliosa del gran Corcobado. Los estudiosos sabrán sin duda qué de Chatarrero hay en todo esto, qué Vírgenes Adolescentes son las sacrificadas o con qué Demonios tus Ojos se obtiene este fruto/dádiva del Dios Pan pero permitidme una pequeña reflexión... TRÍO MUDO apartan el Post Punk y acaban siendo el reflejo barojiano del ancestralismo rural y la tierra; de los espadachines que se baten en duelo con navajas y de los secretos familiares enterrados en altillos tapiados `per semper´ con olor a alcanfor. Si Nick Cave fuera integrante de TRÍO MUDO llevaría un puto clavel en la oreja y ese traje de etiqueta que suele llevar sería el de los domingos (y de recia tela de pana).
II_
MIRA ADELANTE Y RÍE SI ME MARCHO
ADELANTE, RÍE
Y SI ME MARCHO
MIRA
A lo largo de mi vida he escuchado muchísimos poemas musicalizados (que si Lorca, que si Ópera Rock, los recurrentes usos de Val del Omar... que si Omega de Morente) pero juro por mi vida que nunca algo me había llegado a la membrana hematoencefálica de tal forma en que cada nota musical de la guitarra en abanico de Acién y la percusión mínimo-maximalista de Damián subrayaban unos versos que parecían estar destinados a unirse de determinadas composiciones. Creo que cuando Panero compuso "Yo Soy Solo mi Perfil" estaba completamente seguro de que su Haiku acerado, descarnado y devastador estaba incompleto y que en un arrebato visionario quizás fruto de los medicamentos castradores mentales del dictatorial sistema psiquiátrico de la época (y de esta) intuyó en una visión chamánica que había una media naranja musical que conseguiría un Soma integrado que ya pasaría a los anales de ese arte enterrado de la Península que no entiende de listas de éxitos (para mí, lista de EXITUS, termino hospitalario que refleja el óbito).
La Rumba, los Verdiales e incluso las Nanas arropan unas letras en Vol. IV que incluso se visten de un minimalismo avantgarde. La portada de Goya es una bala con punta hueca... el grabado número 38 de Los Caprichos se te clava en el tronco del encéfalo con esa intencionalidad brutal de un mono tocando en una postura a lo Johnny Cash; `hasta los burros aplauden por moda la música mala, cuando ven otros que dicen brabísimo´... palabras recogidas en textos manuscritos del Museo del Prado y la Biblioteca Nacional. Me remito a lo que comentaba anteriormente y a una reflexión mía y personal que mantengo todavía a pesar de ser algo con ya 13 años de maceración en mi psique: el periodismo musical en general, las revistas y los libros musicales que se editan en España son en un 90% basura, y al que le pique se se rasque con un rastrillo de los que se usan para recoger el heno. Lo más interesante que se está haciendo en las artes musicales literarias periodísticas son amateurs podcasts, blogs mucho más interesantes que este sin duda y gente que va a contracorriente.
III_
BAJA LA VISTA Y LLORA SI ME QUEDO
LLORA Y BAJA
SI ME QUEDO
LA VISTA
Por tanto. Vol. IV: Poemas Musicalizados de Leopoldo María Panero et Alter, cierra esa tetralogía iniciada en 2016 añadiendo poemas de Corcobado, Fernando Merlo y Jose María Fonollosa. Se graba y masteriza por Máximo R. Bandera en Hollers Analog Studio y el diseño gráfico es del Bacarrá Manuel Luque. Abriendo el disco un sampler de las Campanas de Funeral en Bueu y los redobles de percusión en "Como una Cruz Hecha para Morir". La guitarra y la voz de Acién se torna más agria y mate en en Vol. IV. Ritmos sincopados que llegan en oleadas de riffs de una guitarra simple, directa y al grano que contrasta y mucho con la forma de mecer el ritmo en la magistral "Deseo de Ser Piel Roja" con su ritmo crepuscular a la percusión y que es realmente un canto abierto a la libertad de pensamiento y acción. El poema es una barbaridad que se te clava en el encéfalo y las bajadas del tempo, acompañadas de un delicado trato de la guitarra, una auténtica delicia. Una de las características vocales de Acién en este trabajo es que su forma de entonar está mucho más llena de contrastes... a ratos las voces son más musicales y en otras más imperativas. Magnífico el tramo final de percusión.
Pelos de punta para el rápido tempo de "Fernando Verlo por Verdiales". Violenta, rápida y que mezcla una guitarra rayana en un Noise de aquí, de la tierra y una magistral clase de batería de Damián que se come las baquetas y las regurgita una y otra vez en ráfagas que huelen a. Creo que un puntito más de velocidad y se alcanzan los Verdiales Thrash. Sigue la magnífica "El Territorio del Miedo" cerrando un primer acto (corto y pego) `existencial de componente social´.
Intimismo a flor de piel con espíritu crooner, Acién se desnuda completamente el alma pasando al piano en "Voy por la Calle sin Ti" que rompe y eclosiona en un fondo de guitarras devastador; algo así como mezclar los meditativos clústers de lisérgicos de Swans (pero con la energía más contenida) con el piano típico de la copla española tocado por un pianista fumado de opio. Se añade la percusión hasta alcanzar una intensidad monumental que se corta de nuevo abruptamente para dejar al piano solo. Sigue uno de esos temas que me hacen dudar si estoy escuchando una invocación o aquelarre; "Los Pasos en el Callejón sin Salida" reducen la percusión a palmas y la guitarra a la acústica aunque luego se acabe transformando en un pasaje que reproduce la melodía de las palmas pero con batería y eléctrica. "La Pestaña del Deseo" es un poema de Corcobado durísimo y que musicalizado adquiere unas connotaciones de himno de esos propios de Mar Otra Vez en los 90. El riff de la guitarra de Antonio es tarareable (otra virtud de TRÍO MUDO) y se acompaña de las percusiones extra de Javier Blanco a su Bidón de muchos galones; eso y la densidad pétrea de unas letras que te hunden en la miseria de la realidad me ponen los vellos como escarpias. MAGISTRAL.
Que TRÍO MUDO ha creado su propio sonido es más que evidente. No suenan a nada que puedas oír por ahí; "Un Asesino en las Calles" y "Los Amantes Ciegos" son reflejo de ese contraste... de cómo Antonio canta y toca su guitarra como si de una rumba se tratara (algo que se hereda de 713ºAmor) y Damián complementa, crea y abre en abanico recreándose en paradas y un uso integral de su instrumento. El primero más lento, el segundo lanzado a más velocidad sin rehuir del Noise Rock de toda la vida pero lanzándose a una Jam acojonante con ritmos motorik en la percusión que denota un cierto giro en estos últimos minutos del disco hacia la psicodelia.
Por fin se recoge en estudio "El Bacarrá en la Noche", insigne himno ya y que juro me hace pensar que la música llegó antes que las letras de Panero. Algo que me perturba y me ha perseguido desde que los escuché por primera vez en 2016 es la sensación de que de forma mediúmnica han compuesto música para que Panero ponga las letras y no al contrario y quizás, no sé si ando equivocado o no (no soy musicólogo ni nada parecido) es eso lo que convierte a este proyecto en algo tan especial (además de que bueno, si habéis leído los artículos previos ya sabréis que todo esto se remonta muchísimos años en el tiempo a la protohistoria de cuando 713º Amor se descompuso en sus miserias). "El Bacarrá en la Noche" se va ralentizando y de fondo maravillosos vientos espaciales... la guitarra sueña consigo misma en una bradicardia musical.
¿Quieres más sorpresas?... pues "Mi Corazón no Sirve para Amar" de Fonollosa se viste de Hawkwind para darnos una delirante Jam improvisada en la que luego aportan detritus espacial Javier Arnal (voz y trompeta) y Julián Sanz Escalona con su Roland VR730. Lentamente todo se va deslizando también por la vía californiana y nos vamos del tirón a Austin (Texas) para acordarnos de la escena que ácida que se palpa actualmente por aquellas lides. Conforme avanza, más loco es... trompetas, teclados, percusión Krautiana, enemas mentolados.... qué manera más sublime de cerrar el disco y la tetralogía. Mientras la algarabía suena, Panero, Corcobado, Fonollosa, Hidalgo, Pérez Estrada, Javier Jeth, Goya, Solano y León y hasta yo mismo bailamos en un apretado MOSH PIT en un meteorito que se dirige en linea recta a un extraño destello en el punto de fuga del universo... nos damos codazos, batimos cervicales y nos empujamos. Panero me sonríe y luego le da una colleja a Corcobado, que se enfada y a punto está de caerse por un precipicio con haciendo Skateboard; Goya aunque sordo siente la vibración y con su gran cabeza de recio pelo me clava una cana en el entrecejo. Afortunadamente, suena la campana... es el fin del recreo en el Pabellón Psiquiátrico.
Si has llegado hasta aquí tienes una sola opción.
Buenas tardes.
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