Mandy Andresen es parte integrante de la banda australiana de culto MURKRAT, formados en 2006 y que a día de hoy parece dormir el sueño de los justos. Sus dos discos, Murkrat (2008) y Drudging the Mire (2009) los tengo en un pedestal. Recuerdo que cuando los pillé intenté hacerme con algo de su otra banda The Slow Death pero no tenía apenas distribución y cejé en el empeño.
Hace poco me llegó un paquete promocional de AESTHETIC DEATH y cual fue mi sorpresa cuando ví el Split entre DUST TO DEARTH y LYSERGENE, antiquísima referencia que se vende a precio de saldo ya pero que no había caído en mis manos todavía. En Dust to Dearth (imagino que juego de palabras entre Death y Earth), Mandy se encarga de todos los instrumentos (no hay libreto en sí, sólo la portada) en lo que son 40 alucinantes minutos de un Doom de tintes Ambient e Industriales que te secan el alma.
El sello inglés siempre ha apostado por meter entre sus ediciones principales otras más arriesgadas... es el caso de LYSERGENE y el disco Critical Mass (2008), el proyecto de Gordon Bicknell de ESOTERIC o DEAD BEAT PROJECT (Olivier Goyet) con Breaking The Shell (2007) que abraza incluso el Techno. Seguiría esta senda cosas como MEKIGAH (de las que os he hablado por aquí en Litost y Autexiousious ) o THE NULLL COLLECTIVE, por citar sólo unas cuantas que se me vienen rápido a la cabeza. No ha dejado el sello inglés esa senda y lo último que recuerdo es Arcane Voidsplitter, otro proyecto más de Stij Van Cauter.
Voces angelicales al más puro estilo Heavenly Voices de cosas como Rajna conviven con las asperezas de un Drone tan vertiginoso y visceral como quitarte la roña de debajo de las uñas con una hoja de bisturí. Las bases percusivas metálicas y cierto ambiente cinematográfico en forma de soundscapes hacen que el tubo corrugado de mi tráquea una sus anillos hasta que prácticamente la barbilla la llevo pegada al esternón. Enaltecedor, de aires trágicos y religiosos, temas como "The Death of The Sun" son la respuesta Industrial a Dead Can Dance. Cuesta creer que sellos como Aesthetic Death se metieran dentro del áspero campo de la electrónica convulsa propia de Cold Meat Industry, Cold Spring o Tesco, pero es que la calidad de este Split es alucinante... y cito esos sellos porque la marcialidad pseudomilitar está ahí, soterrada a veces o en primer plano, y 11 años después de su edición este disco no ha perdido un ápice de potencia.
Patidifuso me quedo cuando suenan flautas en "Winter"; de forma orgánica el tema va mutando hacia un Dark Ambient teñido de Folk (no sé si el Cello tocado con arco es orgánico o posiblemente teclados) que me pone los vellos como escarpias. Las voces de Mandy Andresen son una auténtica delicia y de una introspección sobrecogedora.
"It is Dark" es el tema más estándard. Bonito pero no tan rompedor como los dos anteriores con un piano espaciando notas de forma neo clásica. Doom Drone ritual, con toques ancestrales duermen el sueño de los justos en esta joya a reivindicar y prueba de ello es "Dearth", de una ominosidad subyugante (tengo el culo apuntando a Orión). Bajos reverberantes creando un sudario sobre el que devanea una voz preciosa en lo que podría ser una colonoscopia sonora al Planeta Tierra. Pulsos de magma, movimientos de placas tectónicas en forma de Drone catedralicio que emulsionan en las notas de piano que arropan "The Last"... un Doom cadavérico, exangüe y con reminiscencias a la banda madre Murkrat.
Resumiendo, a reivindicar una y otra vez hasta que mi lengua se convierta en una pasta gomosa.
Gordon Bicknell cierra los otros 30 minutos con su proyecto LYSERGENE, que antes tuvo como dije su debut con Critical Mass pero del que no puedo hablar porque no lo he escuchado (ya caerá en mis manos). Sus tres temas van desde un hermetismo Drone de teclados y guitarras procesadas en "Mourning Sun" que por cierto, me recuerda mucho a un desconocidísimo proyecto llamado Uncertainty Principle de un tal S.P. White, ahora en Vessel of Iniquity, y que también está metido dentro de todo este maremágnum experimental que conecta el Reino Unido con Bélgica a través de The Nulll Collective y sellos como Aesthetic Death. Quizás los más viejunos lo recuerden de Wraith of the Ropes, Torture Wheel o de colaborar con Stjin Van Cauter en The Sad Sun.
El abordaje contemplativo y cósmico de "Nebula" es reflejo de toda esa escena que cito, a la que añadiría Hlidolf para los que tengan ganas de investigar. Lejanas notas de guitarra nos llegan tal y como la luz de una estrella muerta, mientras los teclados es el roce mayestático de un meteorito al caer a la Tierra. "Black Whole" cierra los 70 minutos totales dragando todo lo escrito por un desague de proporciones ciclópeas.
A veces los discos de culto pasan muy desapercibidos.
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