NOCHE DE CUERVOS, en la Sala París 15 es el sitio. MIZAKE PROD, MPLC CREW y JAGERMEISTER (por cierto, yo no bebo; no hay licores Jagermeister sin alcohol?) son los encargados de organizar el evento. Las bandas son TÁLAMO, BONEFLOWER, ODDHUMS, PYLAR y EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO. La organización perfecta, el sonido salvo algún problemilla más que correcto; yo bien, gracias...
Bueno, pues abre el asunto TÁLAMO con un académico Post Rock Atmosférico, con buen sonido, y presentando su Ep "Apolo/Diana". Actitud hay, tocar saben... así que bueno, otra banda más a seguir la pista. Un pelín más de garra en el escenario es lo que les falta, pero me imagino que eso es cuestión de irse trabajando. Sonaron muy completos y compenetrados, aunque no es el estilo que me vuelve loco, gustaron bastante al respetable, y creo que en salas pequeñas tienen que ser mucho más disfrutables.
Les siguen BONEFLOWER, con un Screamo/Post Hardcore que me convencieron a base de un pedazo de bolo como la copa de un pino. Intensos como sólo la juventud de sus miembros puede atesorar, lo suficientemente agrios para hacer justicia a su nombre... tanto me gustó que me pillé el vinilo (por cierto, decir al cantante que soy ese que estuvo dando la tabarra conque le dejara el vinilo para el final, y luego lo pillé a otro miembro de la banda porque no lo encontré a él). Tremenda la intensidad que pusieron al asunto; como ponerse un cable de la luz en la mucosa anal o un sangrado en sábana en gente anticoagulada.
ODDHUMS desde Jaén dan su primer bolo con un pelín de problemas de sonido que se arreglaron a partir del segundo tema o así. Podríamos hablar de etiquetas, pero básicamente, y al igual que su nombre indica (véase el misterioso y drónico HUM), sonaron como si SLEEP, ELECTRIC WIZARD y KYUSS se hubieran apareado en noche de luna llena y dado lugar a un hijo con el triple de carga cromosómica. Extraños, reverberantes y con cierta cadencia de country rock en el fondo de las voces que creo captaré mejor en el disco ep que está por salir. Gente fantástica con la que charlé un rato sobre la escena en Jaén (SANTO ROSTRO, BUENSUCESO...) y que tengo que seguirles la pista. De momento hay muchos medios haciéndose eco de su debut y eso es por algo.
Pero tengo que reconocer que yo iba a ver a PYLAR (por favor, que nadie vuelva a pronunciar el nombre como PAILAR o me muero). Esa rara avis en la Noche de Cuervos. Hablar de obsesión sería correcto... llevo tanto tiempo siguiendo a la banda que bueno, no haberlos visto en directo era como una astilla infectada que me tenía empalado. ¿Y qué decir?... pues que el muro sonoro que crearon es prácticamente indescriptible y difícil de describir sin haberlo experimentado (vaya pedazo de puesta en escena). Estamos hablando de Metal, ojo. Que sí, que tienen ese aire ritual que los entronca con cualquier cosa que se nos ocurra, pero que el sustrato/compost del que se alimentan son los guitarrazos gruesos del género.
Los vientos marciales de Trarames, la brutalísima labor a las cuerdas del reciente Lingua Alaudae (de pyedra me dejó, si señor), las ecolalias vocales alucinantes de Lengua de Carpa, la paquidérmica percusión de Gamaheo y la batuta místico guitarrera de Bar-Gal, bardo de los infiernos, adalid y paladín de las seis cuerdas que repartió riffs a diestro y siniestro (dos minutos duraría el sombrero en el casco). Lo siento, pero no puedo ser objetivo con esta gente y el que me conoce lo sabe.
Cuando terminó el concierto, con tres temas de PYEDRA y otro novísimo del que no se me está permitido hablar, fue cuando fui consciente de que me había cagado en los calzoncillos. No pienso quitármelos hasta que no logre desentrañar los misterios del poso marronáceo que parece indicarme algún tipo de conocimiento sagrado... ayer tenían una determinada forma aleatoria, pero hoy las moléculas de mierda se están disponiendo en una especie de espiral que me tiene absorto. Vale, me los quitaré, pero ahí los tengo para que estudiosos del saber y el porvenir logren descifrar lo que se oculta entre las manchas. Lo que no tengo claro es que quieran hacerlo.
Cerraban EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO, banda a la que perdí un poco la pista tras reseñar su primer trabajo, y que ayer dieron un conciertazo. Buena puesta en escena que hubiera mejorado enteros si el público se hubiera callado un puto instante... que manía tiene la gente de no callar nunca. Deberían instalar un cadalso o algo en las salas para estos casos, porque de verdad que es desagradable tener que aguantar la cháchara.
Como digo, EADH dieron un muy buen concierto, con un público entregado a su propuesta, y que a tenor de lo escuchado han ido creciendo bastante como banda. Sí que es verdad que el tema de los disfraces y tal no casa demasiado con su contexto sonoro, pero a base de un tremendo curro se están ganando a la gente (esta era su tercera o cuarta visita ya, y aunque intenté localizarlos no lo logré y me hubiera gustado hablar con ellos). El uso de samplers o algún instrumento de índole eclesiástica llevaría su propuesta a otro nivel, pero esto son sólo divagaciones personales. Está claro que se están convirtiendo en toda una referencia, y además aproveché para pillarme sus trabajos que no los tenía.
Poco más que añadir. Me lo pasé en grande, y conocí a un puñado de gente encantadora. A veces los cuervos no se alimentan sólo de ojos.
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