En los últimos meses he tenido la oportunidad de visionar tres películas de terror muy diferentes entre sí pero que están unidas por el hilo conductor de la descomposición corporal, la alienación social y lo visceralmente extremo. Diferentes pero parecidas sería la descripción más acertada, aunque un somero análisis más detallado nos puede llevar a puntos mucho más interesantes de lo que a priori podríamos suponer.
Vivimos tiempos aciagos en muchos sentidos. No queremos verlo pero vivimos montados en un tren de alta velocidad, cuesta abajo y sin freno... la pérdida de valores sociales, de familia y de amistad está pasando desapercibida bajo la pétrea cortina de lo insanamente tecnológico. Troglodita me llamarán algunos, pero el Homo Tecnologicus necesita de un enchufe para sobrevivir, mientras que el Homo Sapiens luchaba por inventar dicho enchufe... y evidentemente, a poco que reflexionemos, las diferencias son obvias.
Sin querer alejarme en pseudoreflexiones de índole parecida a los libros de auto-ayuda de más baratuno abolengo, me vuelvo a centrar en lo estrictamente cinematográfico y lo pútreamente visual.
Pasemos a presentar la sesión triple que os propongo; una sesión extrema de tres films provocadores y no aptos para todos los públicos:
HALLEY (2012) es el debut de SEBASTIAN HOFMAN, una producción mejicana que está cosechando premios en diversos festivales y sorprendiendo por su visceral y kafkiano acercamiento al tema de la muerte en vida, o como ya he citado en alguna ocasión (creo que en la reseña que hice de este film para FANCINE), la vida en muerte. Opresiva, con una fotografía excelente y un planteamiento totalmente enclavado en el cine de autor, HALLEY nos sirve de cicerone en el día a día de Alberto, un personaje que lucha por vivir muerto... toda una odisea metafórica llena de capas y capas de lecturas y reinterpretraciones. Marcada a fuego lento por el cine de CRONEMBERG y la literatura de KAFKA, el propio SEBASTIAN HOFMANN en la entrevista a la que tuve oportunidad de asistir nos habla de la transformación de la larva en mosca y su metafísico acercamiento al sentido de la vida en el Homo Actualis.
CONTRACTED (2013), del estadounidense ERIC ENGLAND es un engañoso artificio cinematográfico lleno de trampas y atajos al absurdo. Interesante sólo en puntuales momentos, acaba por aburrirnos en su chabacano desarrollo de lánguido guión y paupérrimas interpretaciones. Carne de festival y de sesiones de medianoche. Cierto regusto al cine ochentero pero con más medios y mucho menos recursos, evidentemente. En definitiva la más comercial y visualmente soportable de las tres, quizás por su propuesta más fantaterrorífica y alejada de experimentaciones y otras metafísicas lindeces... por cierto, que el final es de los peores que he tenido ocasión de ver en muchísimo tiempo; algo así como un corta y pega de dos películas diferentes.
THANATOMORPHOSE (2012) es la ópera prima de ÉRIC FALARDEAU. Producción franco-canadiense para un tour de force donde lo más agradable que vamos a encontrar es la rigidez del Rigor-Mortis. Explícita, brutal, visceral y genuinamente provocadora... metafórica, psicodélica y asquerosamente perturbadora. Alegato brutal contra lo trivial del ser humano, el enclaustramiento psíquico de los nuevos tiempos y lo sexualmente promiscuo y vacío. THANATOMORPHOSE se atreve a ir más allá que CONTRACTED y HALLEY para sumergirnos en los miasmas corporales de su protagonista. Toques al cine alemán gore de los noventa de BUTTEGEREIT (NECKROMANTIK, SCHRAMM, EL DIOS DE LAMUETE...) o el más cacharrónico y psicotrónico ITTENBACH (THE BURNING MOOON, PREMUTOS), todo ello pasado por el tamiz del cine extremo francés y ligeros toques experimentales y un genial final con técnica de STOP-MOTION incluida.
Como puede verse, la casualidad entre ambos filmes es cuanto menos interesante, más si vemos que sólo median meses de diferencia en sus salidas "comerciales". ¿Casualidad o signo de los tiempos que vivimos?... a vosotros os queda la reflexión final sobre este asunto. Mientras llegáis a la conclusión que os plazca, poneos los impermeables porque los fluidos calan y apestan.
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