Tras una sesión maratoniana de cine fantástico y de terror de cinco películas visionadas he llegado a las dos siguientes conclusiones: la primera es que el tiempo es relativo... sobre todo cuando estás casi 11 horas sentado en el mismo lugar; la segunda es que o me doy un respiro o no llego al final del festival...
Bueno, pues tras escribir el anterior párrafo y olvidar que lo he escrito, con lo que he tenido que volver a leerlo para acordarme, me recuerdo a mí mismo que esto es una crítica, no las tribulaciones quejicosas de un viejo reportero... así que llego al entorno del Albéniz y por allí anda ya la guardia civil guardando el orden... ah, no, perdón... es la Guardia Imperial que está desfilando (y yo sin saber que era el día de las Fuerzas Armadas).
Tras confundir casco con tricornio entro a la sala 3 a ver VANISHING WAVES (Krystina Buozyte; Lituania, 2012), donde asistiremos a unos experimentos científicos de transferencias neuronales de un científico y una paciente en coma; film bastante correcto e interesante, aunque se hace algo largo y espeso sobre todo en su tramo final, más cargado de drama que de otra cosa. Visualmente impactante, con escenas muy logradas que podrían haber sido incluidas en una película de Lynch. Una excelente banda sonora y tramos del film en los que dudas si lo que estás viendo no será realmente una película erótica. En definitiva, una buena película de ciencia ficción densa para los que busquen algo además de naves y guerras estelares...
Con el tiempo justo subo al palco para ver JUNKIE (Adam Mason; Estados Unidos, 2012), la nueva obra del habitual Adam Mason, que en los últimos años parece estar abonado a FANCINE (recordemos que el año anterior estuvo invitado para presentar su película LUSTER). Antes de empezar la película, un vídeo doméstico de presentación del director en exclusiva (que la verdad se podrían haber currado unos subtítulos, que tampoco era tan largo). Sobre los trabajos de Mason podría escribir una tesis... o lo amas o lo odias. Cine gamberro y sucio a más no poder con sus actores habituales de siempre (los camaleónicos Andrew Howard e Ian Duncan y la espectacular Tess Panzer). Altas dosis de violencia, escenas de sexo y mucha mala baba en una película donde podrás encontrar a gente tan dispar como un yonki, Charles Manson y un Zombi camello... sólo para amantes de este tipo de cine.
A continuación y sin respiro empieza CITADEL (Ciaran Foy; Irlanda, 2012), película que viene avalada por premios y buenas críticas y que dividió la opinión del público. Para mí una muy buena cinta de terror urbano con tintes ochenteros y muy deudora del cine de Coscarelli (véase su saga PHANTASM) o Demons de Lamberto Bava. Algo así como un cruce entre la citada Phantasma y un cuento de Clive Barker. Quizás algo más de profundidad en la trama hubiera estado bien, aunque particularmente soy de los que piensan que es mejor sugerir que contar en exceso (aunque al final todo es cuestión de los gustos de cada uno). 
Un pequeño descanso para parpadear y doy paso a GRABBERS (John Wright; Irlanda y Reino Unido, 2012), una excelente comedia de terror y ciencia ficción que hizo reír al respetable público. Mucho humor inglés, ambiente Lovecraftiano y una excelente fotografía en esta hora y media de puro entretenimiento y diversión. Como anécdota las risas del público cuando el título de Grabbers se tradujo como "Trincadores"... la gente no podía creérselo...
Ya visiblemente afectado con unas ojeras dignas de los agujeros negros de Stephen Hawking, doy el todo por el todo con ELECTRICK CHILDREN (Rebecca Thomas; Estados Unidos, 2012). Rachel es una adolescente perteneciente a una secta mormona fundamentalista que ve como su vida cambia al oír una cinta de cassete de rock y quedarse embarazada cual inmaculada concepción. Cine de autor en estado puro con una excelente interpretación de la jovencísima Julia Garner (y papeles secundarios del sempiterno Billy Zane y Rory Culkin); road-movie extravagante y melodramática teñida del agridulce sabor de aquellos que ven su vida robada por este tipo de agrupaciones fundamentalistas.
Me ha recordado en algunos aspectos a Martha Marcy May Marlene (donde también actuaba Julia Garner), pero sin el enfermizo ambiente de aquella. Para mí una cinta más perturbadora que la más oscura de las cintas de terror.
Y poco más que añadir a la maratoniana jornada de hoy. Estoy sangrando por los ojos, pero nada que no solucione un buen par de tiritas y un perro lazarillo... cojo un taxi o más bien el taxi me coge a mí y llego al calor del hogar, donde me pongo el pijama o más bien el pijama me pone a mí... cansado me acuesto en la cama o más bien la cama se pone debajo de mí y al poco rato esto dormido y soñando o más bien un sueño me imagina a mí... hasta mañana, corazones.
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