"Cuando Emma conoce a Cassandra, comienzan una relación llena de desafíos
físicos y psicológicos. Emma trata de hacer lo que sea para dominar las
reglas del juego. Las líneas se cruzan y los riesgos se vuelven cada
vez más altos. A pesar de esto, Emma no puede resistir el sentimiento
intoxicante de control total. Según su directora Lisa Aschan, “She
Monkeys juega con las reglas que rodean a la conducta humana. Me
interesa explorar las contradicciones de la sociedad permitiendo a
mujeres jóvenes llevar a cabo acciones brutales. Mostrar estos temas
tabú en contraste con lo inocente y lo que parece ingenuo. El foco de la
historia es el juego de poder entre dos adolescentes y el mundo que las
rodea. Están en constante competencia. Van y vienen, controlando y
controladas. Me interesa retratar la duplicidad y la incertidumbre.
Representar a la gente como individuos, pero también como parte de una
estructura mucho mayor”. (FILMAFFINITY)"
2011: 3 Premios Guldbagge (Suecia): Mejor película, guión y sonido. 4 nominaciones
Totalmente descolocado me he quedado con esta película sueca. Si bien en palabras de su directora SHE MONKEYS juega con las reglas de la conducta humana y las contradicciones de la sociedad cuando mujéres jóvenes llevan a cabo conductas brutales, yo sin embargo he acabado un tanto perdido en su deslabazado metraje.
A favor de la película el constante ambiente de tensión e incomodidad que transmite, ya sea en la relación de Emma con Cassandra, o bien con las incómodas escenas de su hermana pequeña y sus confusiones infantiles a caballo entre lo inocente e ingenuo y lo brutalmente incorrecto.
Sin embargo, a mí personalmente la película no me ha llegado lo suficiente, dejándome un sabor de boca amargo en su final y es que cuando el cine de autor no se esfuerza con empatizar con el espectador, acaba convirtiéndose más en un reflejo de la propia mente de su director, olvidando en demasía al que está sentado en una butaca intentanto bucear por las intrincadas imágenes y cuál será el verdadero significado de lo que está viéndose en la pantalla.
En resumen, buena y correcta película de autor pero que por desgracia sus sutiles diálogos, amenazantes imágenes y marcados silencios me acaban conduciendo a ninguna parte... y es que el cine que intenta ser demasiado real a veces juega con puntos a su favor en el sentido melodramático, pero en ocasiones acaban cayendo en un sinsentido de vivencias inconexas que sólo cobran vida y sentido en las particulares obsesivas mentes de sus directores.
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