El sello BAM BALAM RECORDS es una fuente inagotable de sonidos experimentales, psicodélicos y avantgarde. Hoy os traigo "Ame No Tsurugi", dueto acojonante entre KAWABATA MAKOTO de los ACID MOTHERS TEMPLE (pocas presentaciones necesita) y la acordeonista À QUI AVEC GABRIEL, que entre otras cosas ha grabado discos en el sello TZADIK de JOHN ZORN.
Guitarra eléctrica, voz y cordeón es prácticamente lo que nos vamos a encontrar en este disco grabado en Atelier Himawari en 2011 y editado en 2013 por el sello francés. El excelente artwork corre a cargo de KAWABATA SACHIKO y representando a la perfección el drone/folk bizarro de las tres extensas piezas, "In The Beginning", "Susanoo Was Exiled From Heaven" y "Between Takamagahara And Yomi", que forman una larga suite de casi una hora de duración donde los barroquismos de la guitarra-drone (casi siempre tocada con arco) de MAKOTO contrastan con el meditabundo y onírico acordeón más cercano a un instrumento de viento que a un acordeón propiamente, al menos en abordaje.
La fantasmal voz de À QUI AVEC GABRIEL irrumpe en escasas ocasiones en una trémula cadencia que se mezcla en un todo pulsátil, magnético y extrañamente amenazador. No debería ser así pero la muralla de sonido tiene más de la ancestralidad de un rito de paso que de una celebración votiva medieval.
Me consta de que tienen al menos otro trabajo previo en IMPORTANT RECORDS llamado "Golden Tree" y que todavía no he tenido la ocasión de escuchar. En cuanto a "Ame No Tsurugi", tenemos pasajes pastorales, toques a la música de cámara o a los funestos ambientes de UNIVERS ZERO, y momentos de un éxtasis psicodélico muy particular (suerte de ultraterreno acid folk) como sólo los japoneses saben hacer.
Lo ritual se masca a fuego lento en una suerte de épica ambiental decadente, lánguida y profundamente hipnótica. En los momentos de máxima intensidad casi parece que estemos escuchando una banda sonora apócrifa de las peliculas de HERZOG. Magistral.
Lo ritual se masca a fuego lento en una suerte de épica ambiental decadente, lánguida y profundamente hipnótica. En los momentos de máxima intensidad casi parece que estemos escuchando una banda sonora apócrifa de las peliculas de HERZOG. Magistral.
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