Un puñado de locos conocidos como A.C.H.A.B. (Asociación Cultural Hispanoamericana Amigos del Bolsilibro) hace lo que casi nadie ha hecho hasta ahora salvo algunas más que honrosas excepciones (DARKLAND, DELOREAN y los trabajos de ALBERTO LÓPEZ AROCA); bucear en las insondables, abisales arcas del bolsilibro patrio, y rescatar el añejo espíritu aventurero de los kioskos hispanos.
Estamos hablando de algo realmente serio, porque mas allá de la particular idiosincracia de estos pequeños libritos, existe todo un fondo de catálogo en vías de extinción (no creo que haga falta decir los estragos que el tiempo y las manos repetidas hacen sobre la pulpa del papel). Ahora que muchos de estos grandes autores escriben sus nuevas historias en el otro lado, cientos de aficionados reclaman las aventuras que acompañaron antaño a sus abuelos, padres... e incluso ellos mismos. Porque el bolsilibro, por mucho que pese a algún que otro literato de postín, es parte importante de nuestra cultura. Es algo irrepetible en el sentido de que siendo frutos de una época, iniciativas actuales de rescatar el género con nuevos autores particularmente me parece un sinsentido (aunque respeto profundamente a los valientes que lo hacen).
Otros países ensalzan su Pulp, su Giallo, sus detectives copia de otros detectives... pero aquí se denosta a un puñado de autores que contra viento y marea sobrevivían a base de encajar tramas en 96 páginas más o menos y dejar contentos a todos (lectores, censura o su mismo estómago), y todo esto teniendo en cuenta las férreas políticas editoriales de Bruguera o la sempiterna censura hispana.
Erotismo simplón, machismo a raudales, personajes estereotipados y copiados del canon inglés o americano... estos podrían ser los defectos más marcados de la novela de a duro, pero algunos olvidan sus mejores atributos; la novela de a duro es realmente adictiva, no se parece a nada que puedas pensar, y te puedo asegurar que en sus hojas puede pasar absolutamente de todo.
Miles, cientos de miles de aventuras de terror, ciencia ficción, vaqueros o románticas... porque antes no se llevaba eso del género dramático o las mezclas imposibles. Karatecas de patillas y pitillos, damiselas exuberantes y turgentes, dramáticos finales apresurados, explosiones, tiroteos que ni John Woo... entes de otros mundos, naves estelares en mil y una aventuras, vaqueros plomizos de nombres americanizados... decapitaciones, desmembramientos, ternura, pasión... y todo en dosis adictivas semanales.
Pues bien, contra modas de todo tipo, la gente de A.C.H.A.B. saca en su segunda edición un tomo recopilatorio con las 4 novelas que Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz) vio convertidas en películas de mejor o peor acabado. Dedos de Plata (1966), ¿Quien era "CAT"? (1971), El Pez de los Ojos de Oro (1972) y Ese tipo Llamado Sacramento (1972) son las obras en cuestión, aunque más de una idea suya daría pie a películas "apócrifas".
DEDOS DE PLATA por ejemplo fue editada en la magna FBI CLUB de Rollán y es el inicio del personaje conocido como M-31, además de ser la base de la película NUESTRO AGENTE EN CASABLANCA de TULIO DEMICHELI. EL PEZ DE LOS OJOS DE ORO saldría en PUNTO ROJO de Bruguera y es una de esas rarezas malditas del cinema cañí (si tienen oportunidad de visionar la película de Pedro Luis Ramírez sabrán a lo que me refiero). SEXY CAT (1973) de JULIO PÉREZ TABERNERO y la no acreditada oficialmente LE LLAMABAN CALAMIDAD (Alfonso Balcázar supuestamente se basaría en la novela Ese Tipo Llamado Sacramento para el guión del film).
Hay más incursiones de Gallardo en el cine, pero aparentemente no se basan en sus novelas (NO DISPARES CONTRA MÍ, de José María Nunes, 1961, y probablemente muchísimos datos más que se pierden en el limbo del olvido.
Uno de los gigantes del género, Gallardo nos dejaría hace 3 años dejándonos como legado la friolera de más de 2000 novelas. Muchos contemporáneos suyos también verían obras suyas adaptadas al celuloide como la estupendísima LOS FRÍOS SENDEROS DEL CRIMEN de KEITH LUGER que adaptaría con regulera fortuna CARLOS AURED en 1974).
Sólo añadir que espero que A.C.H.A.B. haya venido para quedarse, y que a las reediciones de EL CARNICERO DE MONTMARTRE, el tomo que nos ocupa y LA SAGA DE HONGARA de QUESADA (en preparación) les sigan muchísimas más. Por cierto, trabajazo visual de PEJO IDE que ha sabido perfectamente captar el espíritu de una época y muy buena presentación a modo de prólogo de PAKO MULERO de EL TERCER ACTO.
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