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miércoles, 27 de septiembre de 2023

JOAN GÓMEZ ALEMANY - "7 WORKS FOR CHAMBER MUSIC AND ENSEMBLE" (LIQUEN RECORDS LRCD021, 2022)

Con vuestro permiso o sin él, me vais a permitir una serie de licencias literarias y estilísticas a la hora de abordar el impresionante 7 Works for Chamber Music and Ensemble del valenciano Joan Gómez Alemany. Y con esto quiero decir que voy a intentar sintetizar y llevarme a mi terreno lo que en el fabuloso ensayo de Paco Yáñez se explica académicamente con pelos y señales, en profundidad y con una sapiencia descomunal, cargadísima de rigor y calidad y que bueno, no tendréis pérdida porque el texto de Yáñez es el que acompaña al libreto del digipack que como siempre en estas lides sonoras es editado por LIQUEN RECORDS de Josep Galiana (garantía de ruptura abrupta de sinapsis neuronales), además con apartado gráfico del propio Alemany.

Eso sí, antes de proseguir os emplazo a las anteriores reseñas recogidas por un servidor sobre la música de Alemany donde ya presentaba profusamente al genial y jovencísimo artista valenciano: Interacions Sonores (2019, con Josep Lluís Galiana), Electroacustic Works 2016-19 o el fabuloso proyecto Parcours (2020, junto a Voro García y Marc García Vitòria). En el apartado técnico de 7 Works for Chamber Music and Ensemble destacar la magnífica masterización de Julio Valdeolmillos (Shark Estudios) que le da una pátina mate oscura fabulosa al asunto. No hay creo que ahondar en que los siete temas son composiciones de Joan Gómez Alemany.

Y diréis... ¿por qué no sigues el texto de Yañez que es garantía de éxito? Pues básicamente porque los 73 minutos del álbum suenan lo suficientemente oscuros, abruptos y claustrofóbicos como para poder llevarlos al cien por cien a mi zona de confort. Aunque tema equivocarme, no menos cierto es que la música admite numerosos acercamientos y es que pocas veces la Música de Cámara fermenta y metastasia tan a la perfección con los acetábulos que articulan primero hacia el minimalismo y la música Concreta, posteriormente al Noise o al Industrial (imaginad a Throbbing Gristle con instrumentos de orquesta analógicos); pocas veces lo marcial irrumpe dentro de la clásica con tantísima epicidad y sobre todo, pocas veces un disco de estas características trasciende el terreno autolimitado de lo académico para embeberse de connotaciones cinematográficas verdaderamente funcionales (desde Basil Poledouris hasta referencias ineludibles como Penderecky, Xenakis, Cage o Riley). Además, y no puedo evitarlo porque voy a reventar, tengo que traer a colación los poliédricos submundos del Downtown Neoyorquino Zorniano (Cobra, Hemophiliac) e invocar una suerte de Lounge Esquiveliano pasado por el filtro de lo camaretístico. Lo mejor es que empecemos:

(Arditti Quartet)

"String Quartet Nº1 (átanoSonata)" son 11 fastuosos minutos interpretados por el aclamado Arditti Quartet (Irvine Arditti, Ashot Sarkissjan a los violines // Ralf Ehlers a la viola y Lucas Fels al cello). Omito un poco los datos técnicos de fechas y lugar de grabación para hacer el texto mas ágil. Al más puro Industrial, los instrumentos de cuerda fabrican ruedas y engranajes sonoros que chirrían dentro de la más pura atonalidad. Desmesuradas sordinas que limitan al extremo la sonoridad de instrumentos que de por sí debieran ser recorridos en toda su extensión con los arcos, son por el contrario reducidos a múltiples y acortados embites como puñaladas. Lentamente, una poderosa decrepitud se va instalando y se pasa del minimalismo y la Concrete Music a una amenazante atmósfera muy deudora tanto de Penderecki como de Bernard Herrman

Es tanta la intensidad que me atrevería a decir que los músicos entran en un nivel de conciencia mediúmnico donde los instrumentos son catalizados con violencia a través de lo psicorrágico. Si creéis que esto no es Noise o Industrial, simplemente os emplazo a los dos últimos minutos.

(Ensemble Multilaterále)

Sigue "Lo Duro y lo Suave", otros 11 minutos de una versión reducida de la Ensemble Multilatèrale (Alain Billard al clarinete bajo, Aurélie Saraf al arpa, Pablo Tognan al cello, Nicolas Crosse al contrabajo y Léo Warynski como conductor). Nuevamente texturas muy apelmazadas y atonales pero dentro de un tempo lento y sugerente, cargado de cromatismo y que es imposible separar del Noise. Drones densos y muy lúgubres de las cuerdas conviven con soplos casi etéricos del clarinete que intenta dialogar a base de cortas ráfagas espaciadas propias de la Improvisación Libre. Por cierto, fabulosa la original manera de introducir lo percusivo donde aparentemente no lo hay y fabuloso igualmente como se pasa tras un largo silencio de lo genuinamente abstracto inicial a líneas mucho más harmónicas en la parte final (lo duro y lo suave...). Imaginad un cruce entre la Spontaneous Music Ensemble, Univers Zero y por supuesto, la Clásica Contemporánea.

(Schallfeld Ensemble)

"La Religión del Sonido" es interpretada por la austríaca Schallfeld Ensemble (Elisa Azzará a la flauta, Szilárd Benes al clarinete, Matej Bunderla al saxofón, Lorenzo Derinni al violín, Myriam García Fidalgo al cello, Margarethe Maierhofer-Lischka al contrabajo, María Flavia Cerrato al piano, Manuel Alcaraz Clemente a la percusión y la batuta de Leonhard Garms).

Una poliinstrumentada formación que permite llevar la música a un terreno bastante colorido, cargado de expresión y sin duda cinematográfico. Es curioso como la poderosa percusión puede recordar a unos Popol Vuh pasados de rosca en las bandas sonoras de Herzog, aunque quizás la referencia más clara sería Poledouris. Lo mistérico y hermético se abre paso con pasajes procesionarios con cierto regusto litúrgico pasándose con facilidad pasmosa de lo a penas insinuado a momentos que me atrevería a citar como cruce entre el Morricone de la Nuova Consonanza y el Dark Ambient puro y duro. Arriesgado, pero si le quitas la portada al álbum y los créditos y haces un estudio ciego con oyentes posiblemente nos llevaríamos una sorpresa mayor. Fabuloso el fin de fiesta con el saxofón abriendo tímpanos con la afilada presteza de un cirujano sonoro en agudísimas notas mantenidas y las elongadas notas de un piano que parece metido dentro del Doom Jazz de los Bohren and der Club of Gore o nuevamente las psicológicas caídas en picado de Bernard Herrman.

(BCN 216)

Siguen "4 Disparates de Goya", interpretada por la longeva BCN 216 (Xavi Castillo al clarinete, Erica L. Wise al cello, Jordi Masó al piano, Miquel Vich a la percussion, Frédéric Le Bel a la difusión electrónica y Francesc Prat como conductor). Nuevamente una abigarrada composición que es una versión de la ya recogida en versión electroacústica en la referencia de Liquen Records 008. Espectro sonoro bastante vibrátil y oscuro con intrusiones electrónicas que recuerdan a las primeras grabaciones en música Clásica con las Ondas Martenot. Magníficas ecolalias antropomórficas de voces que vienen de Detrás del Umbral y que bien pudieran haber sido las mismas que dialogaban con la particular psique de Goya.

La espectral sonoridad del clarinete junto al piano preparado altera la realidad construyendo una suite que ataca los tímpanos de forma frontal sumiendo al oyente en una malsana y oscura recreación sonora de la realidad del genial artista aragonés.

Repite la Schallfeld Ensemble con "eros​-​tans​-​tngi​-​ugog​-​celo​̈​-​esel" que toma su nombre de un texto del escritor austríaco Thomas Antonic pero para qué os voy a engañar... yo he pensado en algo Lovecraftiano así de sopetón. 13 minutos de cuasi ruidismo con brillos de la sobriedad de la Cámara. Lo cierto es que es un corte que no termina de enclavarse en un estilo en concreto y muta continuamente como si de un virus multiresistente se tratara.... desde partes más Pendereckianas a momentos a lo Cage o Schaffer aunque quizás con momentos donde hay mucha preponderancia de los vientos. Por cierto la formación aquí varía y la Schafeld Ensemble son Audrey G. Perreault a la flauta, Johannes Feuchter al clarinete, Patrick Skrilecz al piano, Lorenzo Derinni al violín y Myriam García Fidalgo al cello. 

Si la Música de Cámara siempre tiene algo de suspense, aquí se lleva sin duda al terreno de lo Noir ya no solo por las melodías en sí sino por los usos del silencio y la espaciosidad entre notas de viento y piano. Además sin duda, el sustrato que se posa con la flauta y lo tribal es terreno del maravilloso MU de Don Cherry / Blackwell con ligeras especias aromatizadas del Cuarto Mundo de Jon Hassell.

(Shifter Sextet)

Cuatro (Francesco Palmieri, Pietro Paolo Dinapoli, Ruben Mattia Santorsa y Giuseppe Mennuti) de las seis guitarras del Shifter Sextet forman el Shifter Ensemble que se encargan de interpretar "Una Tierra Fragmentada". Microtonalidades, clústeres imposibles y el espíritu inmanente de Ribot, Frith o los Cassiber se encargan de transformar y evolucionar la antigua pieza "Un Fragmento de Tierra" de (2017). Armonía basada en mini bloques o microtonalidades que bien podrían también recordar a Derek Bailey pero expandido en abanico hasta que las posibilidades son tantas, los tempos tan varios y los recursos tan ilimitados que las composiciones de Alemany aquí suenan brutalmente Zornianas (Naked City por ejemplo). Para que me entendáis, vendría a ser el equivalente musical de estilo `puntillista´ pictórico. 

Notas que caen y crean estalagtitas / estalagmitas sonoras, cuerdas que emulan vibráfonos, asomos desérticos, oxímorons guitarreros y estructuras palindrómicas. Resultado... densidad cuasi metalera en las partes intensas (incluso casi diría que tienen la mántrica insistencia del tribalismo americano) y sensación ritualística en las más lentas. Soberbio.

(Container Ensemble)

El disco lo cierra "TV (TeleVision) = TN (TransNacional) = TNT (TurnerNetworkTelevision) (TriNitroToulene)" interpretada por Container Ensemble (Jacobo Hernández al violín, Leo Morello al cello, Joan Jordi Oliver al saxofón, Carlo Siega a la guitarra eléctrica y Miguel Ángel García, Roberto Maqueda y Víctor Barceló a las percusiones). Con trasfondo social al que os podéis hacer una idea por el título y que es de largo la más electrónica de las piezas. Acoples diversos de jacks en cópula divagan junto a un saxofón áspero como el primer Free Jazz mientras sonoridades electroacústicas de ruido puro irrumpen desde la realidad que habita al otro lado del ruido blanco televisivo. Difícil saber qué es parte de la guitarra eléctrica (la sexta cuerda está manipulada y crea una retroalimentación ruidista tremenda) y cual proviene de las cuerdas tocadas en agudos extremos.

Sea lo que fuere, el resultado es desangelante como pocos. Experimental, Avantgarde y apabullantemente imaginativo, convive lo analógico con la electrónica (inclusive partes vocales de diversas procedencias). La composición de Alemany llega al punto álgido y recorre el camino inverso a través de una des-composición en cascada efervescente (burbujas pseudo industriales que estallan y se vuelven a generar), violenta y con espíritu Lo-Fi. Como una grabación de campo en una emisión porno ilegal captada a través de lóbregas antenas conectadas por radio al mismísmo Proyecto Seti.

Poco más que añadir. DISCO ABSOLUTAMENTE IMPRESCINDIBLE.



sábado, 23 de septiembre de 2023

DRONESPELL & THE OMEGA CHORD - "SORCERY ANOMALIES" (SENTENCIA RECORDS SR20, 2023)

DRONESPELL & THE OMEGA CHORD son el equivalente a enfermar en Twin Peaks y que te tengan que ingresar en un hospital de la Logia Negra para recibir una transfusión de Garmonbozia. Una banda sonora marinada en mercurioso alquitrán en un mundo donde los abanicos se abren de afuera a dentro, el peristaltismo está invertido y (por suerte) se muere antes de vivir. Asfixiante, claustrofóbico y profundamente ritual, triangula a la perfección la oscuridad proveniente de tierras sevillanas usando las glándulas pineales de Ricardo Jiménez (Pylar, Orthodox), Miguel Palou (PylarDoce Fuegos) y Borja Díaz (Orthodox, Hidden Forces Trío, Sputnik Trío...) que fruto de una casualidad (Orthodox tenían planificada fecha de concierto y su bajista Marco Serrato pilla el Covid) acaban pergeñando una improvisación en directo casi que sin previo ensayo que tiene a bien llamarse Sorcery Anomalies.

Sentencia Records edita por tanto en formato cassette lo que fuera el directo de esta pseudo-formación satélite (de las bandas citadas) el 19 de noviembre de 2021 en la Sala Holländer, previa mezcla y masterización de Borja Díaz y Layout de Gonzalo Santana. Se elige como portada la fotografía holandesa (en el Rijksmuseum) Man en hond bij het hunebed van Rolde, bij Assen de 1900 que os traduzco para que os vayáis metiendo en esta historia: `Hombre y perro en el dolmen de Rolde, cerca de Assen´; el resto de la investigación es para vosotros. Por tanto, absoluto homenaje y culto a las viejas cintas del primer metal extremo en cromático blanco y negro que transhumaron tanto en ese verbo de culto ya quizás complejo de comprender llamado Tapetrading.

(fotografía tomada de la web Sevilla Disonante)

Si bien es cierto que se cita en las hojas promocionales a los King Crimson de mediados de los 70 y al metal extremo que se está haciendo hoy día (creo que se habla de Portal, Deathspell Omega o Teitanblood), yo voy a diferir y meterme por otros recovecos que para eso no le debo nada a nadie y escucho las cosas tal y como me salen de las dos piedras colgantes tras el M.E.E.N. (Menhir Enhiesto de mi entrepierna Neolítica). Coja usted a los Cyclobe lo primero (Stephen Thrower y Ossian Brown) sobre todo por el uso de los instrumentos de cuerda tan orgánicos o cosas actuales como el hermético grupo francés CAMECRUDE (aquí el equivalente a la zanfona sería la mandolina y violines de Palou); tornasolados acercamientos NeoFolk contrastan con una percusión durísima y seca (ya bien adentrado el álbum), espaciada, lenta y anóxica como solo tenía el primer Death Metal que tornara hacia el Doom. La insondable marcialidad que aporta Palou es muy importante aquí porque entronca en cierta medida con la descomunal obra y legado de Like Drone Razors Through Flesh Sphere o toda esa oscuridad malsana de la segunda ola del Noise Industrial pero claro, cuando entra la guitarra en espaciados drones y acoples eternos ya uno va perdiendo pie y soltando el lastre de las etiquetas.

Borja hace susurrar a los platillos en ignotas lenguas que perdieron las palabras mutando la `consonante´ hacia simplemente `lo sonante´. Mandolina y violín vienen de otro tiempo / lugar en una eterna caída libre que en ocasiones emula voces. Para cuando la marcha paquidérmica va tomando forma pasa a primer plano la percusión que se abre como los dedos de una araña o putrefacto poliuretano en un mundo de uralitas y amianto; hay un patrón y aunque la sesión sea improvisada es tanta la compenetración que nada está fuera de lugar como así lo demuestra la enorme sapiencia que ha ido adquiriendo con los años la guitarra de Ricardo. Donde otras agrupaciones fracasan por la falta de cohesión e inmovilidad aquí ocurre lo contrario dando la impresión de que tras cada idea o cambio de ritmo podrían otros basar un disco completo, algo que por alguna razón hace que se me vengan una y otra vez a la mente a los Megaton Leviathan.

Pastorales acetábulos articulan una subtrama que se ayuda del uso de sintes y el espíritu del viejo Herzog (sobre todo en la Cara B) que campando a sus anchas pasa con extrema facilidad de Popol Vuh y primeros Tangerine Dream a un apesadumbrado Black Doom que te deja sin aliento. La guitarra, que se toma su tiempo, se acopla hasta hacer vomitar a los mismos Earth mientras el violín subraya de forma obsesiva como si estuviera estudiando oposiciones para Rey Decrépito del Mundo.... una sola plaza, toda la humanidad oposita. 

Dobles bombos (`woe all ye Teitanblood possessed´) abren el esternón en una cirugía a pecho abierto en la que la falta de un bajo es sustituida por la ominosidad de un violín sobreelectrificado hasta el límite de la reverberación: puntea, languidece y dobla a la guitarra. En el conjunto, todo brilla con la descomposición fétida y humectante de los proyectos de Mories (Gnaw their Tongues, Seirom, Cloak of Altering, Aderlating...) fabricando una compostera sonora bestialmente apelmazada. Imposible no acordarse del Death Doom inglés años 90 y su (perdón por la contradicción) pulcra suciedad. ¿Y dónde dejamos el elemento Avantgarde? ... pues no hay que dejarlo sino coger todo lo dicho anteriormente y bañarlo en una lluvia constante que habita en los pequeños detalles. 

Como contraste, impresionantes momentos aquí y allá donde consiguen un sonido casero con mucho protagonismo de Palou. Espectral música clásica añeja de olvidados, polvorientos discos de pizarra reproducidos con gramola. Al otro lado del velo, por supuesto.

https://sentenciarecords.bandcamp.com/album/sorcery-anomalies



miércoles, 20 de septiembre de 2023

THE PACT - "MISA TRIDENTE / LACRIMA SI SFINTI / INSELBERG" (CIORAN RECORDS CIORAN013, 2023)


«Tombés sans recours dans l'énergie négative, dans ce temps éparpillé qui ne s'affirme qu'en s'annulant, essence réduite à une série de destructions, somme d'ambiguïtés, plénitude dont le principe réside dans le néant, nous vivons et nous mourons dans chacun des instants de l'éternel présent, sans savoir quand il est, car à la vérité il n'est jamais.» — E. M. Cioran
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Absolutamente recomendadísima nueva edición del sello francés CIORAN RECORDS de quien os traje el también descomunal y para mí obra maestra Enclave II-II de CAMECRUDE (podéis pillarlo con los ojos cerrados). The Pact es un Split a tres bandas entre nada más y nada menos que Misa Tridente, Lacrimi Si Sfinti e Inselberb que en unos párrafos poco a poco iré presentando respectivamente. 

Formato Digipack A5 con acabados en blanco marfil y negro basados en diseños de collages analógicos (recortar de toda la vida) de la gente de Ciorán. Los cinco primeros pedidos españoles incluían una copia de Filosofía de la Redención de Philipp Mainländer mientras que las pertinentes francesas hacen lo propio pero con Le Crépuscule des Pensées de Emil Cioran. En lo musical, tres partes diferenciadas para cada artista de entre 20 y 28 minutos pero que funcionan como un decrépito corpus sonoro... un triángulo isósceles que contiene en su área la totalidad de la Noche Oscura del Alma. Drone, Ambient e Industrial se dan la mano para tejer orfebrería sonora sobre una sábana funeraria que tiene mucho bastante de leyendas como Like Drone Razors Through Flesh Sphere y todo ese mal rollismo del primer e inigualable Noise Industrial (Whitehouse, Throbbing Gristle, primeros Controlled Bleeding o Con-dom....).

Aunque generalmente no me guste el corta y pega, la clarividencia y exquisitez del texto promocional es mejor que cualquier cosa que pueda yo contaros por aquí así que os lo dejo en toda su magnificencia. No es común este tipo de presentaciones tan trabajadas:

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`This sound is a black metaphysical monster. This sound is a synthesis of a harange by Napoleon and a murmur by Nietzsche. This sound is a Mephistophelic psalm which would be hard to find the like. This sound is the creator of many species of insects that did not exist until recently, of vermin never seen before, this sound is Beelzebub. This sound is the first light of the Infinite Day, one of the combatants of the distant and approaching army of anthropotheity. This sound is only its Shard. This sound is the absolute Will, scattered by the weakening of the force in the world. This sound is God. This sound is quite dangerous.

No abyss separates these three realms, and if it existed and if we had the power to see only a tiny part of it, the vertigo and terror that its depths would bring us would plunge us forever into madness. and oblivion. At the edge of the void, the land inhabited by Misa Tridente is instead a Hell tempered by Nothingness, and with it history is a passion and its victims are legion. On the other side of the border, Lacrimi si Sfinti cruxifies the Magna Mater there in its fields of emptiness, pouring out on the world anathemas which would only be sublime but neurotic prose, if they did not carry along, these sharp, definitive anathemas, already irrefutable prophecies. And at the end of this world, God is a monster, and his theologians the architects of the torture chambers. Inselberg signs the end of a time and draws the destruction of the universe, revealing the negative of an immaculate purity with contingent forms. Through the idea of ​​sacrifice, he offers here the homily of the frontiers of time, projection of his own demiurgic perditions as the ultimate rhetorician of the absolute and extinction.

May the songs of the nightmare and the night haunt our insomnia, may the whole story, through the science of "will-to-die", be the march of humanity towards nothingness, or may the Bardo Thödol be brocaded with malevolence , immorality or extravagance, these three kingdoms face the unbearable immanence of blood and sap, which binds our will to the unfailing affliction of existence, and offers us another pact, a new approach, new states free from all suffering : that of mineral and nothingness.´

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MISA TRIDENTE no es desconocido por estos lares. Ultra oscurísimo proyecto de la misma peña implicada en Buio Mondo y Mono Caníbal, transita por una onda muy cercana al Dark Ambient ritual; una especie de cruce entre MZ412 y lindeces tipo Theologian por poner un ejemplo claro y directo. Tirando de hemeroteca rápida, os dejo por aquí las reseñas de El Exterminio de la Fe (2017, con Maaurge),  Iucidium (2019) o Garrote Vil (2020, con Doce Fuegos). "In Béllum" es un mastodóntico temazo de 24 minutos con voces de Isabel Sierras y Pau (de Muerte por mil Cortes). 

De todo el álbum es posiblemente el más deudor del Industrial Noise; una pátina de electricidad estática adorna a las voces en latín mientras espectrales líneas de fuga sonoras y sintes al ralentí van creando una maraña desangeladora y brutalmente apocalíptica. Como una ciclópea mandíbula situada en un abismo sin fondo, todo se tritura y regurgita en ásperos arpegios autocontenidos. Al borde del vómito bilis y música forman un tándem digestivo tan extraño como necesario que solo ve alterado su sincopado ritmo cuando un ritmo marcial irrumpe cargado de distorsión de guitarra eléctrica. Pedaleras que copulan y botones que se giran, entra la voz gutural con esa sensación sintética del Power Electronics pero que ya practicaban algunos grupos de Doom Industriales al estilo de los olvidados Zaraza o la etapa de Skullflower en Cold Spring (escúchese Draconis, Fucked on a Pile of Corpses o el descomunal doble The Spiral of Great Harm).

Sigue un largo pasaje con voces entrelazándose en una abotargada invocación para luego volver ir subiendo en intensidad y lanzarse a un fin de fiesta Necro Ambient de órdago. Fascinante si escucháis con auriculares el soniquete de órgano o similar que aporta un toque de teatralidad fabulos. Una pasada Misa Tridente. Si te gustan Pharmakon o Trepaneringsrituales aquí tendrás una nueva dosis.

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LACRIMI SI SFINTI son Miguel Souto (Ab´bhau, Anoxia Records, Suspiral,....) y Alejandro Durán (Ab´bhau, NGWBAPTM) en una bestial unión alquímica de Noise y Dark Ambient al más puro estilo gallego (escúchense a los dioses Like Drone Razors Through Flesh Sphere); a título informativo os dejo por aquí varias reseñas de proyectos/discos imprescindibles de Souto como Eurídice (2019), The Lurking Fear (2019, con Miguel A. García), Untitled II (2020), Lilith (2019), Ode to the Tortoise (2021) o ya cosas bajo el nombre de SVSPIRAL (Delve into the Mysteries of Trascendence, 2021) y SCYTHE: (Execration Maledicta Congessit, Split junto a Like Drone Razors Through Flesh Sphere) y The Sphere of Quantum

Lacrimi si Sfinti debutan en Cdr con Marbre Negre en 2017, siendo The Pact su continuación natural hasta lo que yo sé. Suenan ecos de cosas a lo Cyclobe mezclados con proyectos olvidados de O´Malley (Æthenor) y efluvios oleosos a caballo entre la música de cámara oscura y el drone. Vaya, que no sería descabellado nombrar a Wolvserpent o Aelter.

"Miserere" son 28 minutos muy orgánicos bastante cercanos a la clásica contemporánea y experimental de los afilados clústeres de Penderecki o el Xenakis electroacústico. Voces muy guturales se mueven por los recovecos que deja lo que parecen platillos de batería frotados con arco o similar (o quizás un intrumento de cuerda dejado en una sordina eterna hasta el límite de sus posibilidades). Brillan ecos a Nurse with Wound y los Coil más drone (Soliloquy for Lilith) pero siempre desde un acercamiento bastante ritual, hay una frase de la hoja de promo que resume todo a la perfección: `to be sane, was either to be sedated by melancholy or activated by insomnia, and never forget that death is omnibus...).´

Un monolito inalterable fluye impertérrito creando una maraña muy intrincada que requiere un esfuerzo por parte del oyente. Capas y capas de lo que parecen campanas conviven con pizzicatos de cuerdas y uso sabio y justo de lo electrónico (básicamente por lo que me gustan todos los proyectos donde andan metidos gente como Souto, Alejandro Durán o Carlos G. Santos). Conforme avanzan los minutos la opresión sube enteros en claustrofóbicos laberintos donde parece que también hay pianos maltratados y chirridos espectrales de difícil etiquetado que van evolucionando hacia lo abstracto y concreto (quien haya escuchado a Penderecki sabe a lo que me refiero). Resumiendo, pocas veces el Dark Ambient hace tanto honor a su nombre como en este "Miserere".

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INSELBERG es el proyecto de culto del francés Matthieu Canaguier (guitarras, samplers, sintes y electrónica) que entre su dilatado currículum cuenta con ser miembro de Aluk Todolo. Colaborador en el evento La Jambe Crue (os recomiendo buscar información al respecto), Mathieu es además director del documental `A l´est de L´enfer´ que versa nada más y nada menos que sobre el Black Metal indonesio. Aunque Inselberg viene funcionando desde más o menos 2018 si no me equivoco y cuenta con unos 7 u 8 trabajos previos, esto es lo primero que tengo oportunidad de pillar (creo que está todo agotado o es de difícil adquisición) así que para mí ha sido toda una sorpresa.

"Sparsum cruo​́​rem po​́​stibus vasta​́​tor horret Angelus" consiste en 19 atormentados minutos muy minimalistas que funcionan perfectamente en The Pact como cierre. Campanadas a muerto y regusto cinematográfico, tritura sonidos industriales afilados muy amplificados de lo que parece es arena (o al menos lo simula) cayendo sobre un ataúd. Oficiando el asunto entra una distorsionada de voz en latín recitando una abyecta homilía. 

Las campanas pasan de lo fúnebre a lo luminoso adquiriendo musicalidad mientras la voz se contrae sobre sí misma y la pátina Noise que estaba atrás pasa al primer plano. Sobre el altar del sacrificio se traspasa la línea entre lo terrestre y lo feérico... estamos en terreno de lo Daimónico y su omnisciente sapiencia litúrgica. Usando el minimalismo como arma, Inselberg transforma el Ambient en fuegos fatuos sonoros y por segunda vez a lo largo de The Pact, capto esa vibración armónica (armoniosa también) propia de la Shruti Box y el Harmonium (no digo que se usen aquí, sino coinciden en espectro vibrátil, longitud de onda, armonía o lo que demonios sea). Crepuscular, blanco y luminiscente, brilla Inselberg con sus Drones espirituales y mántricos (para que os hagáis una idea, es lo mismo que hacían los geniales BONG pero aquí despojados de cualquier atisbo metalero) manejando los tiempos a la perfección y finiquitando el corte con un lento fade-out de notas de piano.

The PACT es de OBLIGADA ADQUISICIÓN si te gustan estos estilos.

https://cioranrecords.bandcamp.com/album/the-pact

https://misatridente.bandcamp.com/

https://marbrenegre.bandcamp.com/album/lacrimi-si-sfinti

https://inselberg1.bandcamp.com/

sábado, 16 de septiembre de 2023

BIG|BRAVE + ORTHODOX + HOLY HEX + CARADUSANTO. CONCIERTO OFICIAL DE PRESENTACIÓN DE SUMAFEST 2023 (15 de Septiembre)

Llego a la Sala Marte cabalgando un Drone que abre la pegajosa atmósfera malagueña con la precisión de un bisturí. Pago, me apeo y el Drone Uber se va diluyendo en la atmósfera en un acople efervescente mayestático (nota mental: `decirle a los poderosos que mandan en el Globo Terráqueo que investiguen sobre las posibilidades de viaje espacio/temporal del acople Drone para aplicarlo a los viajes entre planetas´). Agradable reencuentro con viejos amigos, saludos con personas y la noticia de que CARADUSANTO se había caído del cartel. Lo primero que hago, eso sí, es coger un megáfono en lo alto de una escalera que hay por allí y decir: `eh!, BIG BRAVE guay, pero yo he venido a ver tocar a ORTHODOX´. Afortunadamente, nadie me conoce ni me presta atención.

Paso a una sala discreta, que se ha gastado los cuartos en tener unos buenos asientos y que bueno, estaría bien invertir un pelín en un juego de luces apropiado. Más que nada porque creo que es una pena que un lugar tan bueno como Sala Marte no de la sensación de Sala sino más bien arrastre el espíritu de Discoteca que es lo que fue en otros tiempos. Detalles nimios pero que los suelto como crítica constructiva. 

HOLY HEX es un acople espiritual de índole tectónica de Fran Sánchez (aquí reseña de Visions) que fuera miembro fundador de los Blooming Látigo y tal. Lástima que tras el concierto le perdiera la pista porque me hubiera gustado saludarle, además de que se me pasó pillar el Lp Behold your Own y cuando terminó BIG BRAVE no había nadie por el merchandising. Introspectivo, embriagador y con cierto toque espiritual, se desenvolvió perfectamente a pesar de varias moscas fotográficas que no pararon de revolotear en todo el concierto acercando sus instrumentos a las caras a los músicos, al público y a todo lo que pillaban. 


Tengo pendiente recoger un diente que posiblemente se me quedaría pegado en una lente haciendo headbanging.... vaya, vaya pesadez. No sé dónde está el límite entre captar una buena fotografía y hacerte una colonoscopia en directo... y mira que yo tiré mis fotos humildes y me hubiera gustado mayor calidad pero doy por sentado que no voy a molestar a nadie. Por otro lado, con esas cámaras que llevan estoy seguro que pueden captar hasta el espesor de un ectoplasma y no se necesita tanta violación de la intimidad personal. Dicho queda.

Así que HOLY HEX subió por su escala mántrica de acordes, con un leve retazo de throat singing en un interludio y muchísimo más de Earth y Sunno))) que lo que se les supone a los BIG BRAVE, que cerraban la noche haciendo un compost entre los Neurosis, The Body y mucho minimalismo, subidas y bajadas de tensión que para mi gusto funcionaron muy bien en la primera parte del concierto pero que luego se desinflaron considerablemente; a destacar para mí la batería que me encantó. Ayer fue el `Día internacional de pegue usted su bajo o guitarra contra el techo y los amplificadores´ y claro, uno que está ya pasado de rosca en estas lides disfruta de todos los elementos Drone que se marcaron los canadienses pero que si uno se para a reflexionar, tampoco es que aquello fuera para volverse loco. O yo me desconecté fruto del cansancio de la semana, o el tramo medio de su concierto fue más plano que un bocadillo de pan rallado. Eso sí, flipantes los dos primeros cortes con un muy mucho de los para mí añorados Bloody Panda. El resto para mí es efectivo pero simple.


Hay algo extraño en la música Drone y Doom que se está practicando últimamente. Me da la sensación de que se graban demasiados discos y hay demasiadas bandas con la misma fórmula. Ya puede sin duda hablarse de `sonido Thrill Jockey / Sacred Bones´ por ejemplo y cada vez es más difícil distinguir quién copia a quién... si Sumac a The Body o al revés. Yo que vengo de Skullflower asisto pasmado a estas subidas de tensión Hype que me provocan una pérdida importante de líquido cefalorraquídeo.

¿Dónde quedó el elaborar una canción? Afortunadamente ORTHODOX no te van a defraudar, Plug and Play y directo a la yugular con su nuevo enfoque Avant Thrash Doom que te corta el aliento con una base rítmica plúmbea como una huelga en el sindicato de desatascadores del Ayuntamiento. Cortantes e intrincados barroquismos de Ricardo a la guitarra que se suceden uno tras otro como Ooparts musicales contrastan con bajadas de tempo donde el Drone Doom es M U S I C A L y se usa como recurso atmosférico, al contrario que lo que decía arriba en que se abusa `ad nauseam´ y se construyen discos con cuatro riffs. Proceed brilló allí con viejos clásicos que van madurando en barrica de roble. La voz de Serrato cada vez es más putrefacta y su propuesta honesta como pocas. Han pasado por muchos cambios de textura... desde esas sábanas de Doom Jazz al primitivismo cuando eran un duo.

Resumen de la jornada: `en un ambiente húmedo, la fotografía profesional intenta captar a toda costa la estructura del Drone en las caras de seres humanos. Holy Hex reza, Big Brave recopila géneros y Orthodox ejecutan.´



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jueves, 14 de septiembre de 2023

UNITED BIBLE STUDIES - "ROSES IN THE VOLTAGE PART 1: A HILLSIDE EMANATION" (YOSHIWARA COLLECTIVE 321, 2023)

Ya sabéis que no me gusta repetirme, así que del tirón ya que os emplazo a los textos anteriores donde presentaba a este brutal combo irlandés de Drone Folk Psych... aunque ya os digo que las etiquetas las podéis anular y dejaros llevar simplemente por la música. UNITED BIBLE STUDIES se forman más o menos en 2003, y con una formación más o menos cambiante, han ido editando un montón de trabajos a lo largo de su dilatada historia, recogiendo yo por aquí las reseñas del excelso Divine Movements (2021) y la finalización de una trilogía que culminara con este West Kennet Ascension (2022). 

Recientemente, el sello Yoshiwara Collective recopila en una brutal edición de doble cassette hasta 4 eps de la banda que vienen a grabarse durante todo el periodo de la pandemia por Covid. Con artwork de Dom Cooper, UNITED BIBLE STUDIES fueron los siguientes durante este periodo: Alison O'Donnell, Dom Cooper, Graeme Lockett, David Colohan, Grey Malkin, Gayle Brogan, James Rider y Alan Davidson. Cada uno de los trabajos tiene una duración de 23 minutos y ocupa una cara de las dos cintas, aunque en su día se editaron en digital con sus diferentes portadas. 

A Hillside Emanation que es el primero que nos encontramos, se lanzó oficialmente en Junio de 2020 y como siempre en la banda irlandesa tiene un trasfondo bastante místico y hermético; sin ir más lejos, el término Roses in the Voltage hace referencia a la quietud de la naturaleza y la experiencia del shinrin-yoku

`In Japanese we have a word for those feelings that are too deep for words: yugen. Yugen gives us a profound sense of the beauty and mystery of the universe.´ On Shinrin Yoku, Dr Qing Li.

`Roses in the voltage grows out of the experience of shinrin-yoku (forest bathing). The idea of quiet solitude in nature; of communing with the outside. There is an over-arching theme of climatic concern; that we are destroying our environments and losing touch with a way of life we were once intertwined with.´

Como siempre en su música está presente La Piedra, los Petroglifos y toda esa maravillosa cultura pétrea proto atávica irlandesa: `From our vantage point; A Hillside Emanation starts within. Surrounded by hieroglyphs written in chalk scratches. The landscape, exterior and interior. We are contemplating the flow; the stream of water, energy, air, particles, electricity.´

El Ep se abre con "Westling the Brambles", preciosa melodía de flautas que se doblan a sí mismas que pronto dejan paso a un pasaje electrónico luminiscente y Ambient deudor de los primeros Tangerine Dream. La guitarra acústica y el Folk Drone se abren paso con "Blue Lament In The Wilderness", a ratos celtíbera, otras crepuscular e ignota... la voz de Alison O´Donnell es una auténtica pasada y caracolea con los coros y las agudas notas de guitarra que bien pudieran ser banjos... algo así como mezclar a los Pentangle con Comus o Fairport Convention con Lydia Lunch y Jarboe. Minimalista pero muy efectiva, con uso de electrónica bastante vintage y espíritu casi ochentero y Synth Pop, rompe el himno "A Whole Wood With Its Roots On Fire" con doble juego de voces masculinas y femeninas en un arrope con regusto a secta apocalíptica. Aunque traer a Dead Can Dance no sea acertado aquí, sí lo es por ejemplo el álbum Ark de Brendan Perry, sobre todo por las bases electrónicas y todo ese goticismo del sello 4AD

Un acople drónico de órgano adorna el fondo hipnótico y litúrgico de "Lightning With Stag In Its Glare", que además se retroalimenta de loops de instrumentos de cuerda rebotados contra un viejo acantilado mohoso. La voz de Alison se va haciendo camino por todo el barroco entramado tal y como el agua va erosionando un paisaje kárstico... espiritual y a mitad de camino del Dark Ambient, es imposible no sentirse sobrecogido. "Flourishing Thyme At Deadman's Grave" revisita el minimalismo a base de atonales y espaciadas notas de piano, teclados inmóviles, voces que llegan desde muy lejos y percusiones tribales. En algunos momentos me recuerdan a proyectos como Ashram, Rajna o los Am'Ganesha'n; incluso el folk americano de Tara Burke (Fursaxa) muy dada a los casiotones y un trabajadísimo uso de la voz podría ayudar a encuadrar el sonido. 

"Strike The Yeavering Bell", lúgubre y con cierto aire fúnebre cierra el Ep y la Cara A de este retapado de cassettes con unos UNITED BIBLES STUDIES ya metidos de lleno en un Drone mayestático que se remacha por un imperativo pasaje de Spoken Word y un fundido alucinante hacia bases Trip Hop que lentamente se entremezclan con una guitarra eléctrica abriendo paso con esa solemnidad que teníaN los Yearning finlandeses en su primer disco.

(continuará)....

lunes, 11 de septiembre de 2023

DODE - "MUSIC FOR CRITTERS" (OIGOVISIONES LABEL OV21, 2023)

No sé si es aventurado decir que este Music for Critters de la pianista Carmen Morales (aka DODE) debe muchísimo de su esencia a esas lentas y agónicas notas luminiscentes del mejor Satie. Digo esto así porque el piano es un instrumento que me impone muchísimo a la hora de reseñar; me saca siempre de mi zona de confort... es como un hipnoinstrumento que se encuentra a caballo entre dos mundos (vigilia y lo inconsciente) y puede ser a la vez arrebatadoramente melódico o brutalmente agresivo y ruidista, siempre en consonancia con el médium que se encargue de atesorar sus dientes blanconegros. Es evidentemente también de cajón traer aquí a consonancia a Cage y sus pianos preparados, el minimalismo Rileyiano o esos jugueteos con el Gamelan de Lou Harrison (y el propio Cage). A propósito de la biografía y currículum de Dode, os emplazo al enlace del sello que lo resume perfectamente:

https://oigovisioneslabel.com/portfolio/dode

Music for Critters se graba en vivo por Calde Ramírez en Bodega Descalzos Viejos (Ronda) en colaboración de ilustres sarracenos como Caradusanto, Cravat, Teslaradio y María Jáimez, lo cual os puede hacer una idea de hacia qué paleta sonora se inclina el asunto. Una deconstruída electroacústica oscura, lenta y asfixiante capitaneada por unas notas de piano en una cascada que pasa con facilidad de la melodía a sábanas férricas ásperas como una tetania. Un álbum que tiene mucho de retablo, de (y cito palabras del bandcamp) orfebrería (me encanta la palabra) y de oxímoron musical que es muy difícil en ocasiones de encasillar; cuerdas que se frotan en drones lánguidos en esa apertura acampanada fluyendo hacia un Dark Ambient al más puro estilo Cold Spring, contrastando brutalmente con tramos (por ejemplo el segundo corte) donde el tempo parece provenir de otra dimensión no cartografiada en la que las Gimnopedias Satianas se abrazan ya no solo al Gamelan, sino a la música de corte japonesa Gagaku. Maravillosas esas micro letanías electrónicas placenteras creando texturas ambientales en la retaguardia que tienen esa vibración metálica evanescente de los cuencos tibetanos... místico, melódico, mediúmnico y meditativo.

En los aspectos técnicos, la gente de OIGOVISIONES LABEL se ha marcado una edición espectacular tanto de sonido (el LP suena de lujo, con masterización de Toni Martín en SoundMad) como el ya conocido siempre mimo que dedican a sus referencias. Miguel Retamero se encarga del aspecto fotográfico de la portada  en interiores Retamero se une a Wannacry.Tv para posteriormente adecentar LACEMAKER todo el conjunto. En cuanto a la música, no quiero centrarme demasiado en un corte sino hacer de satélite literario por un disco que creo que funciona más como (no me gusta decir Suite conceptual) conjunto.

Voces susurradas (aquí invoco a los Traje de Saliva) con ligero tratado y procesamiento se arropan de fúnebres notas de piano muy atonales, espaciadas y en caída libre en una atmósfera cargada del magnetismo de la electrónica (no voy a entrar en qué tema colabora Cravat, Caradusanto, Teslaradio o María Jáimez porque esto se haría interminable). Otros cortes son más juguetones y correosos con ese nerviosismo propio de la ToyMusic y el experimentalismo Noise más radical que veces parece tener estructuras jazzísticas en las bases rítmicas... y es que en Music for Critters sabes por dónde entras pero nunca por dónde sales... es como una ciclópea madriguera con salidas hacia los opresivos clústeres afilados de Penderecki, los violentísimos contrapicados de Bernard Herrmann o el mundo de los pajaritos de Messiaen aunque todo pergeñado con los lanzallamas incendiarios del electro.

Flipante el chamánico clímax que se logra en la apertura de la Cara B que no tiene nada que envidiar a experimentos de Nurse With Wound, Coil o Cyclobe. Aunque haya momentos más clásicos, siempre andan revestidos de ese aire a caja de música apócrifa que lejos de terminar, siempre que parece que va a extinguirse para siempre vuelve a dar otra vuelta de carrusel para resucitar la melodía. Nada se extingue (¿cuánto dura un Kali Yuga por tu reloj?) sino que se transforma y cuando las pronunciadas pendientes parece que vomitan al abismo, todo sube de nuevo en arpegios psicorrágicos circulares subrayados de contrapuntos percusivos; es el glorioso e indómito CAMINO DE LA MANO IZQUIERDA en el piano. Por contra, suaves oropeles a penas dilucidados dibujan paisajes campestres (oh, siempre gloriosa la MANO DERECHA) estallando como flores abriéndose con timpánicos pellizcos de las teclas en el eterno juego del menos es más. 

Se me quedan cortas las palabras para este trabajazo. Es alucinante cómo se pasa de un pasaje absolutamente arrebatador y melódico a partes más rayanas casi en el submundo de la Improvisación Libre. DODE (Carmen Morales) ejerce de Cicerone en un onírico mundo do(n)de el piano muta, enroca y transforma en una panoplia brutal de posibilidades.

MUY, MUY RECOMENDADO.

https://oigovisioneslabel.bandcamp.com/album/music-for-critters



miércoles, 6 de septiembre de 2023

DIGITAL MOTHER - "THE HEALING WARS VOL.1: ENTER THE META-PYRAMID" (ORPHAN RECORDS, 2023)


Que Luis Boullosa (bajo, voces y letras) es un puto genio no me cabe la menor duda. Cada asunto en el que se embarca, escrito, oída o ambos es o mejor, o mejor que mejor, o super mejor que lo anterior... y creedme cuando os digo que esto de Digital Mother entra en esta última categoría. Pero es que lo de Manuel G. Sanz tampoco es de este mundo... vaya puñetera versatilidad maneja el tipo en todo lo que toca (teclados, guitarras, saxo, programaciones, mis cojones, arreglos y todo tipo de sonidos alienígenas) o con las cositas que saca con su Orphan Records.

Habiendo sido yo testigo de Gog y las Hienas Telepáticas (por aquí he encontrado la reseña de Triad de 2017), cierto es que siempre he sido más de proyectos que se van de madre y que buscan juntar dos lineas paralelas (me consta que para ello sólo habría que cambiar uno o dos Paradigmas y ya sabéis que Paradigmas y Dogmas andan sobrevalorados). Cuando Broke Lord edita aquel Death of a Flower, aproveché para una entrevista con el susodicho y de paso hablar del libro Santos y Francotiradores... y y lo que vino luego más o menos se puede intuir; Nazgul Says (2018), I Am the Phantom Limb (2019) y, como creo que la cosa se seguía saliendo del tiesto, reventó la olla con Digital Mother, infecto contagioso combo para personas teratogénicas mentales (as myself) que ahora sí, da rienda suelta sin pudor a la bacanal sonora que todos llevamos dentro. Esto muy por encima, resumido y puesto aquí a modo de croquis.


¿Y qué razón lleva a que estos dos se junten y hagan esto?... a ver, no seré yo quien hable por nadie pero es sabido que los majaras van de dos en dos (Hermanos Calatrava, Dúo Dinámico...). Los mejores proyectos de chifladuras se han creado o bien por dúos o por tríos en los que el tercer componente ha salido por patas tras ver las desnudeces espirituales de los demás, porque no verían ustedes a unos (vivos) Lynyrd Skynyrd en su día con estas excentricidades. Eran gente de bien, correctamente vestida, con el siempre conocido ritmo de la harmónica y que cuidaba sus campos, barbas y cintas del pelo. Pero donde hay dos se monta bastante lío bizarro y cuando es una sola persona apaga y vámonos para el loquero. Es por eso que en el Progresivo no hay muchos locos (estrictos sí, matemáticos también... pero pocos locos), y las Big Band Jazzeras vienen a ser el equivalente al Teléfono de la Esperanza.

Digital Mother partieron la pana con Big Pacific Blue y si bien es acertado decir que su excelso nuevo The Healing Wars Vol.1: Enter the Meta-Pyramid juega con similares elementos, escuchas atentas revelarán un circense  regusto Dub Reggae con Punk, excéntricos pasajes de algo parecido a saxos que se pliegan para emular el timbre de acordeones, electrónica dubitativa destilada con cortantes notas a lo Suicide, Silver Apples o Folk extraño. ¿Qué pasa?... pues que la suma total de las partes no da la totalidad de lo que se escucha sino más; es como cuando uno va a arreglar un jodido aparato electrónico y le sobran piezas, pero resulta que las piezas no estaban antes y han surgido de algún sitio; así es Digital Mother aquí. Los reconoces por sus ojos, pero esos ojos son distintos y brillan a muerto, como a muerto tocan las campaniformes notas de algunos cortes ("The Tale of Us Both")... o incluso quieren ver si suenan como John Hassell en su Cuarto Mundo y resulta que les sale música de un Quinto Mundo que o bien no existe, o no se ha orejo-grafiado del todo ("Liquid Like a Sun" es el New Age pretérito que me gusta... ese que a veces no sabes si es más Synth, Dungeon Synth, o Lounge / Library Music para gente a la que la vida le va regular).

(obra de Luis Boullosa)

¿Sabéis qué ocurre? Pues que no me quito la sensación de que Digital Mother tienen más maldad que una meningitis espongiforme y que cada corte tiene una estructura (perdón si no doy con las palabras correctas) como de himno litúrgico, homilía de algún credo decrépito nerd o redneck, chupadores de serpientes o como se diga ahora (y no voy solo por el que cierra el álbum). Esto, que parece fácil de hacer y ha definido las carreras de gente como Nick Cave, Tom Waits, Scott Walker o qué se yo... Lou Reed y Cohen, es aquí transformado en algo fresco con una cantidad maravillosa de detalles poliédricos. Algunos lo llaman formato cantautor, antes eran trobadores, y yo no sé cómo definirlos.... es que ya os digo que son un Duo y  como no están bien , pues sacan este segundo disco en vinilo con portada de Constanza Boullosa que es un cruce entre los panfletos de La Atalaya de los Testigos de Jehová y un póster alternativo de esos que se hacían en Ghana de Midsommar.... aterrador, ¿verdad?. 

Por cierto, antes de meterme a desgranar el disco por alguna razón se me venía constantemente a la cabeza cosas tan dispares como Autogeddon de Julian Cope o William Hope Hodgson con su extrañísima pirámide en el brutalífico libro El Reino de la Noche (1912) pero las asociaciones arquetípicas ya las trató Jung mejor en otros lugares más apropiados. Como nota disyuntiva, me está pasando ahora mismo algo curiosísimo... estoy editando por segunda vez este texto para corregir errores gramaticales con Forever Alien de Spectrum (Sonic Boom) de fondo y joder, joder, joder... ¿Pues no va a ser que también tienen algo Digital Mother de Spectrum y lo acabo de añadir con dos narices usando una bisagra espacio-temporal inadmisible? Todo puede pasar bajo una pirámide de metacrilato.

(uno)
                                                
Un grueso acople se reviste de electrónica oscura. Distorsiones de guitarra y el sincopado ritmo de las bases programadas son lo suficientemente apocalípticas como para que se me venga a la cabeza la primera vez en mi vida que vi una luz de neón de esas que eran barritas y había que agitarlas... aquel momento fue muy, pero que muy rompedor. ¿Se ha hecho esto ya antes en nuestro país? pues yo que sé, no soy una jodida enciclopedia pero muy, muy habitual no es. Ponga usted a los Naja Naja y Virtud Corona sevillanos y ya lo siguiente me da que hay que irse a la edad dorada de la música oscura patria y que tenía una forma muy especial de coger lo de fuera (Bauhaus, Joy Division, The Cure) y transformarlo en algo distinto (Diseño Corbusier, Aviador Dro, Esplendor Geométrico, Arte Moderno, Demonios Tus Ojos, Mar otra Vez), y ni aún así es Digital Mother. Como si de la banda sonora apócrifa DROKK de Geoff Barrows sobre Mega-City 1 de Judge Dredd se tratara, una asfixiante maraña crepitante sirve de base a que en coro (dúo) se recite el mejor reclamo que puedas soñar:

`Methacrylate Meta-Pyramid
This is a warning for the non-existent worlds
This is a warning for the non-existent worlds
This is a warning from a dying world
This is a warning from the Meta-Pyramid Methacrylate Meta-Pyramid´


Maligna y sutil, recuerda a una versión más plastiquera (sin bailoteos) de aquella colaboración de Cronos (Venom) con los Diabolos Rising (ya sabéis... el de Impaled Nazarene y el griego Magus Dampyr Daoloth). Sigue una especie de Tropicalismo apócrifo con "Ghost of Summer Past", con muy buen trabajo de percusiones y una guitarra que raja todo por la mitad al más puro estilo Javier Colis cuando se pone crepuscular. La voz de Luis sigue madurando y dejando más espacios que antes y es ahí donde se cuela un saxo ochentero que bien podría ser Kenny G tocando en el lupanar de tu barrio... y mientras, siguen esas percusiones estilo Gamelan con sus cascabeles. Se funde todo hacia ese ritmillo onírico, soniquete estelar y circense de "Vivisector" que se viste de gala merced a voces susurrantes erótico festivas a lo Alan Vega pasadísimo de rosca. Magnífico fondo musical con vaivenes que emulan acordeones, un saxo asordinado que se abre como un abanico ciclópeo impregnado en Napalm y un fin de fiesta de acetábulos experimentales electrónicos que parecen sacados de la batuta del mago Lee Scratch Perry. Soberbio.

Minimalista e hipnótica, con su punto arty a través del Spoken Word, entra a la yugular "The Tale of Us Both" que es la que para mí puede recordar más a Broke Lord en espíritu que no estructura o acabado; en sí, una preciosa ballada Synth Pop de letras ultra más trabajadas que la Carta a los Tesalonicenses. Habría que recordar a mucha gente que hubo una época en la que el Casiotone fue el rey y señor de la música en muchas escenas y que menos, sin duda, es más... lo digo porque una de las virtudes para mí de Digital Mother es saber el grado justo de arreglos que tiene que tener una canción, y si funciona mejor desnuda (como es en este caso), o bien hay que lanzarla a toda velocidad barroca como en la metalera "Mouthdiggin", dos minutos de acercamiento de Digital Mother al submundo de Fenriz pero sin perder el norte. Dicho de otro modo, mismo resultado ancestral pero por la vía sintética.

(el otro)

"Liquid Like a Sun" es otro himno (a dúo) con diversos aspectos épicos trascendentales a traves de una melodía luminosa que habita en ese espacio que hay en los temas cuando las voces callan; experimental y distinto a cualquier cosa que puedas tener preconcebida, se desarrolla en un tempo lento y melodía que se te pega a los tegumentos (como The Orb pero herméticos) y que es imposible que no funcione con una letra como esta:

`Bright like silver pouring from a gun
Watch them minotaurs on the run
And still like an idea waiting for its prey
Oh, I see you there, liquid like a sun
Girl daydreaming by the river bed
Big river wont you take me to Jerusalem?
Watch them unicorns flowing with the stream
Stream dont have a name just means and means
Water, water,
won't you take me home?´

Notas de piano y dosis comedidas de Noise van preludiando el fin. "Out of Season", a la sazón música clásica en un mundo donde se ha derrocado lo clásico. MÚSICA contemporánea que se eyecta desde tiempos pretéritos... MÚSICA ruidista para oyentes sordos y sobre todo, MÚSICA fuera de temporada para ponerte todos los días en que no estés muerto. Tour de force final para los 11 minutazos que engloban "Let the sun kiss me / I'm an animal", un tema dual (d - u - a - l). El inicio del tema con su oleoso despliegue vocal es Syd Barrett mezclado con Daevid Allen en sus proyectos más intimistas o lo que es lo mismo, MÚSICA para el recreo de un pabellón psiquiátrico. Imposible no acordarse de esas perlas de los dos primeros discos de los Soft Machine cuando eran una banda Pop y no habían eclosionado en el Canterbury, con un ritmo tan lento que cuando aparecen esos detalles percusivos uno se acuerda otra vez del Lounge, de algo con regusto latino o hawaiiano... algo así como lo que hubiera compuesto el mexicano Esquivel a la vuelta de un prolongado viaje a Chernobyl.

IMPRESCINDIBLE disco cuya mejor virtud es que en su título pone Volumen 1, cosa que suele ser preludio de, al menos, dualidades.


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