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viernes, 27 de diciembre de 2019

ANA ARENAS & YUNCLAS - "LUDDITA" (ZONA WATUSA, 2019)


Grabado en una sola sesión, Luddita se enmarca dentro de un dadaísta discurso deconstructivo entre hombre y la máquina. Tomando como punto de partida el movimiento de los artesanos ingleses del s.XIX y su primitiva lucha contra las máquinas (la destrucción de telares, uno de cuyos primeros ataques se atribuye a Ned Ludd), estamos ante uno de los grandes alegatos contra la Revolución Industrial de la historia. 

No siendo el único evento, el Luddismo se vería también en el mundo rural con la destrucción de máquinas trilladoras (Disturbios de Swing de 1830) y entronca hasta nuestros días con el Neoludismo y la lucha activa/armada por el medioambiente, en cuyos extremos tendríamos a Unabomber (Theodore John Kaczynski, de coeficiente intelectual 167) y su "Manifiesto de Unabomber" (para interesados, leer aquí).


Quedémonos en el mundo más amable de las ideas y extrapolemos el asunto a la música. La bailadora internacional ANA ARENAS (Sevilla) trasciende la rigidez de lo académico para aportar la base rítmica del taconeo a la maquinaria industrial del creciente proyecto YUNCLAS, del que también os he hablado bastante por estos lares. El sello de Barcelona ZONA WATUSA edita una fabulosa (tan fabulosa que se me antoja imprescindible) cassette, preciosa en cuanto a diseño (el color rosa, el A5 y el minimalista artwork proto revolucionario de Studio Denk) con la sesión completa de 40 minutos dividida en dos caras.

Musicalmente, una de las grandes bazas del Noise, Industrial Proto Techno de YUNCLAS es su cariz árido, salvaje y chirriante como una deshumanizada cadena de trabajo dieciochesco. El uso de grabaciones férricas de campo, una pseudo guitarra procesada/transformada al más puro estilo "cojo el soplete y te enteras" dialoga en profundidad a base de códigos secretos con la angulosa forma de desplegar el pulso percusivo flamenco en los tacones de ANA ARENAS. El resultado a nivel sonoro produce una amenazante y pseudoterrorista maraña de ruido teledirigido con más mala baba que el código de honor del movimiento agrario de La Mano Negra


La sesión es Ourobórica y su final se come al principio o lo solapa en el sentido de que es circular. Un denso taconeo dialoga mantras de percusión con la pútrida guitarra deconstruida de YUNCLAS, que acomete un Muzak aflamencado a base de acoples eternos de Fandangos y Soleares (o eso me ha parecido). Sería bastante complicado establecer qué es orgánico y qué es procesado, pero destaca una potencia de sonido (casi todas las producciones del músico astur tienen una fuerza descomunal) que te achicharra y evapora el líquido cefalorraquídeo hasta que acabas escupiendo el cerebro por la boca.

Especialmente memorables en la sesión son algunos momentos en que el Noise se transforma en el ruido de telares (al fin y al cabo, es paradójica y recurrente siempre la comparación entre las capas de ruido con el uso de un telar) mientras el taconeo se dobla sobre sí mismo rebotando en un bucle analógico potentísimo.

Una especie de Comunión Flamenca entre SUNNO))), EARTH y la bajada a los infiernos andalusíes del  'fellah min gueir ard' que pasa por samplear las ecolalias imposibles del Agujetas (creo que es él, no estoy seguro porque bien podrían ser grabaciones en discos de pizarra) y que emulsionan con el golpe seco y duro del herrero, distorsionar/fusionar ritmos ancestrales (el toque) en una eterna, distópica lucha entre el progreso industrial y el movimiento obrero o lanzar toda la maquinaria al espacio exterior mediante un punto de fuga acústico.

Imprescindible y de culto desde ya.

jueves, 26 de diciembre de 2019

STARLESS DOMAIN - "EOS" (AESTHETIC DEATH ADCD 063, 2019)


Desde Estados Unidos, la banda STARLESS DOMAIN sigue esa corriente de Black Metal atmosférico ultrasaturado de sintetizadores en cascada (eso que se llama Deep Field) y que a priori huye del sinfonismo para enclavarse en un sonido que tira más del Shoegaze y el Ambient. Como suele ocurrir también en estos casos, las individualidades de los músicos  queda destilada a simples iniciales, quedando como partícipes de un todo y emulando las características macrocósmicas del Universo. 

La formación se reduce a AW (sintetizadores, guitarras, bouzouki, voces),  AE (guitarras, bouzouki, batería y programaciones) y J (bajo y voces principales), y su debut EOS se edita bajo el auspicio de AESTHETIC DEATH en un bonito digipack de tres paneles (diseño de Ioe Key) con artwork abstracto como mandan los cánones. También hay edición (creo que agotadísima) en cassete a cargo de Pacific Threnodies y Black Horizons. A la par que este disco, han editado otro largo llamado ALMA y un split con TOME OF THE UNREPLENISHED del que os hablaré en otro texto.

Un flujo de teclados al más puro estilo Sci Fi abre el único corte de 58 minutos de EOS. Desde el mismo inicio, el objetivo del grupo es borrar todo rastro de humanidad, individualidad o esperanza... transportarte mediante sonido a la inmensidad de un Cosmos agreste y amenazador, y que mejor recurso para ello que adornarlo de imposibles blast beats Black Metaleros al más puro estilo Limbonic Art


Las voces enterradas en la mezcla y la repetición del motivo melódico despersonalizan al oyente, que queda atrapado en una vorágine/vórtice en el que se pierde pie. Si bien la estructura básica puede compararse a Dark Funeral, Marduk, 1349 y otras bandas que usan la velocidad como arma, en el caso de STARLESS DOMAIN supura una capa insistente de teclados que me recuerda en ocasiones al fastuoso disco And The Light Swallowed Everything, proyecto de Maurice de Jong bajo el avatar de Seirom. Bajo toda esa epidermis de furioso metal extremo, destacan muy al fondo en la mezcla los detalles del Bouzouki, bastante parecido a la Mandolina.

Me gustaría destacar los cambios de ritmo, que aunque sean pocos (básicamente parecen existir para que cojamos fuelle), destacan por crear un clima de irrealidad tecnológica; se usan bases electrónicas que pueden recordar a la música de baile más hermética e incluso diría que sobresalen toques de Vaporwave. Así, y hasta el final, se va repitiendo la misma estructura con ligeros cambios, alternancia de varios tipos de voces... desde la inhumana y aguda hasta guturales propias del Funeral Doom. 


Es en las bajadas de tempo cuando más apreciamos los detalles que discurren por detrás de la capa de Black Metal; un minimalista y circense motivo melódico arropado por las cuerdas del Bouzouki resaltan todavía más el clima de desesperanza y desolación estelar al que te lleva inexorablemente un disco no para todos los oídos y que disfrutarán más los que quieran disfrutar de un atmosférico dragado catártico a velocidad de crucero. La verdadera fortaleza de este disco está en la repetición y el contraste entre las dos líneas de desarrollo, una brutalísima en primer plano y la más melódica y mántrica construida mediante los duelos bouzouki/sintetizador que desafían la física cuántica. 

Para mí, una jodida y malsana muestra de cómo llevar el Black Metal a unos niveles de vacío existencial que asustan. 


miércoles, 25 de diciembre de 2019

PYLAR - "HORROR CÓSMYCO" (HUMO INTERNACIONAL; HUM017, 2019)


I.  ////////// Non Relinquam Caput Pupa //////////

"Entre las angustias de los días que siguieron está el mayor de los suplicios: la inefabilidad. Jamás podré explicar lo que vi y conocí durante esas horas de impía exploración, por falta de símbolos y capacidad de sugerencia de los idiomas".

Lovecraft


Antes de comenzar a meterme de lleno en con una de las bandas que están revolucionando la escena de la música a nivel nacional e internacional, quisiera citar a Simon Reynolds en la introducción e su libro de mini-ensayos Después del Rock, Psicodelia, Postpunk, Electrónica y Otras Revoluciones Inconclusas con el objeto de que el sabio lector se de cuenta de la tremebunda bajada de calidad que vive el periodismo musical hoy día. Dice Reynolds

"En consecuencia, la prensa musical tuvo una enorme influencia, y determinados escritores -los impulsivos, los aquejados por complejos mesiánicos - disfrutaron de un prestigio y de un poder que hoy resulta difícil de imaginar (...) Esta combinación de activistas críticos (....) sirvió de combustible a un síndrome de evolución de carácter arrollador. Una tendencia competía con otra y cada nuevo desarrollo se veía rápidamente seguido de una etapa reactiva o de un viraje brusco.  (....) Emergió una nueva generación de periodistas musicales, cuya escritura parecía estar hecha del mismo material que el tipo de música que defendían. (....) Algunos grupos existían más en el nivel de las ideas que en el de las propuestas plenamente realizadas, pero sin embargo marcaban la diferencia por su sola existencia y por tener buenas apariciones en la prensa".

Ojito con lo que acabáis de leer porque entronca directamente con todo el acervo musical que nos está dando PYLAR en nuestro eje temporal, con la salvedad de que en esta ocasión, la prensa (especializada o no), no sabe cómo diantres acercarse a la propuesta de un grupo que se sale completamente de los estándares. Dicho de otro modo, hay bandas que no se merecen la prensa que aquí se estila, y esto ya se está convirtiendo en un mal endémico que va a ser difícil de erradicar. 


Leyendo toda la diarrea literaria que está saliendo a propósito de su nuevo Horror Cósmyco, uno se da cuenta del bajísimo nivel del que escribe críticas musicales (me incluyo, no vayáis a creer que uno va de sobrado). Los reiterados usos de adjetivos son comodines que lo mismo le valen para un disco de Sludge que para otro de Black Metal, y para lo nuevo de PYLAR, pues lo que se hace directamente es mezclarlos todos para intentar que el oyente tenga una sensación de peligrosidad/amenaza que en el mejor de los casos lo que hace es moverse dentro de una pueril sucesión interminable de idiocias a la enésima potencia. Críticas literarias que más parecen un copia/pega de unas y otras y que parten de la base de una búsqueda de hemeroteca sí... pero por las hemerotecas de los diccionarios de sinónimos.

La culpa de todo este momento extraño de la crítica musical la tiene la irrupción de una corriente/moda de escribir en la que cada pluma se cree digna heredera tentacular de lo Lovecraftiano, y por tanto, se acaba todo desviando hacia lo Numinoso y olvidándose de lo que también importa, que es el análisis musical tanto del producto en el momento en el que sale, como su correlación con todo lo que le rodea en el pasado (del futuro ya se preocuparán otros). 

Decía también Reynolds que los periodistas musicales de la década de los 80 aprovechaban sus textos para ofrecer pequeños ensayos artísticos (sobraba muchísimo espacio en revistas como NME o Melody Maker), y por ende, surgió esa corriente tan potentísima de popes de la escritura musical, con tal grado de influencia que creaban/derrocaban escenas y hacían surgir términos, etiquetas e incluso eran capaces de predecir el futuro de la música.

Antes de adentrarme en la nueva obra de PYLAR, simplemente diré: Non Relinquam Caput Pupa.


II. ////////// Horror Cósmyco o la Infección del Lenguaje //////////

"All my two-dimensional boundaries were gone
I had lost to them badly
I saw that world crumble and thought I was dead
But I found my senses still working

And as I continued to drop through the hole
I found all surrounding
To show me that joy innocently is
Just be quiet and feel it around you"

5D The Byrds

(fotografía de Elena Lenguas)

Primera parte de una trilogía, PYLAR se adentra por otros derroteros más experimentales si cabe tras su celebérrimo A Ella Te Conduce la Sagrada Espyral. Su discurso cambia de coordenadas; una vez empapados de los mitos y creencias (de arena y piedra) Atávico/Tartésicas y sus conexiones con la Diosa, irrumpen abruptamente en lo Cosmogónico y el Terror Ancestral del miedo al Cosmos. Apoyados por la séptica prosa de Francisco Jota Pérez, que le viene como anillo al dedo a esta nueva fase dentro de la evolución de la banda, convierten su tejido y maraña de sonidos en una espesa mortaja donde hay unos cambios más que evidentes. 

Los teclados son más espaciales, se juega más con esa angulosidad efervescente del Kraut electrónico pero sólo en determinados y puntuales momentos. Por contra, destacan varios pasajes donde irrumpe por vez primera una suerte de ritmos Sludge en las guitarras que recuerda a una malsana recreación de los MOHO, LORDS OF BUKKAKE y bandas similares, pero dentro de una producción mucho más embarrada... y es que uno de los aciertos de este Horror Cósmyco es la producción (en los Atlantes territorios de LA MINA). La excelente cubierta y todo el artwork es obra de Gonzalo Santana y la edición vuelve a ser de HUMO INTERNACIONAL tanto en CD como LP.

El uso que se hace del violín, la trompa y los teclados es realmente complicado de desenmarañar y si no me equivoco, esa ha sido la intención de la banda... una mini orquesta tan procesada que no me atrevo a separar lo que es un violín en plena descomposición del paquidérmico soplido en sordina de la trompa... al fin y al cabo, yo lo que quiero es que el golpe sea tan potente que me noquee, así que no soy de los que necesitan establecer qué suena a cada instante y en cada lugar.

Eso sí, cada instrumento está en el mismo plano de la voz, pero sin que nada se tape, por lo que el efecto psicodélico (o psicotrónico, ya que estamos) se multiplica a la enésima potencia. Discurren los 40 minutos como una pútrida Aurora Boreal que trajese mierda y miseria porque otro de los grandes aspectos de este trabajo es que lo épico se ha borrado por completo para sustituirlo por un discurso del Miedo en Gravedad Cero


En anteriores entregas de la banda, asistíamos a un diálogo supraterrenal entre Joseph Campbell, Robert Graves, Alan Moore y Gimbutas, pero con la irrupción de ciertos parámetros Black metaleros, PYLAR ha decidido entrar en esa corriente de insania estelar de Ligotti o Lovecraft que tan bien le sienta al Black Metal funesto de Deathspell Omega, Blut Aus Nord, Portal, Altarage o incluso Teitanblood.... es decir, los elementos progresivos de identidad de la banda se mantienen pero se mezclan con furiosos arranques angulares de blast beats y voces guturales (otra novedad) que desplazan ligeramente los furibundos cánticos rituales de anteriores trabajos.

El Universo Musical que nos ofrece PYLAR en Horror Cósmyco está empapado de miedo. Una de las grandes premisas Lovecraftianas.... o una de las que se me antoja más aterradora es esa de los ángulos irreconocibles/no euclidianos o lo que es peor, mirar hacia el cielo y no reconocer las constelaciones. No puede el Ser Humano imaginarse una forma más extrema de perder pie que no encontrar sus coordenadas en el Universo.

PYLAR aprovecha esa sensación de miedo y pavor para llevarla a su terreno y por lo tanto equiparar lo Macrocósmico con lo Infinitesimal en una alegoría que si aunque no funcione para la eternidad, sí que lo hace para los 40 jodidos minutos que dura el asunto.

II. ////////// Timor Amoris Generat Mundus Vacuus //////////
"Poisonous gardens, lethal and sweet,
Venomous blossoms
Choleric fruit, deadly to eat.
Violet nightshades, innocent bloom,
Omnivourous orchids
Cautiously wait, hungrily loom
You will find them in her eyes,
In her eyes, in her eyes".

The Garden Of Unearthly Delights, Dorothy Moskowith

(fotografía de Elena Lenguas)

Abre el disco "Tinieblas y Fulgor". Tenebroso in-crescendo cinematográfico donde la trompa se aliena con teclados y efectos que parecen masturbaciones de un Korg MS120 sobre la que se van sumando redobles de batería y una guitarra mucho más atmosférica que en anteriores discos. La voz de Lengua de Carpa parece llegar de otro plano de la realidad, cosa que se repetirá a lo largo de todo el disco hasta el punto de que parece que estuviésemos ante un disco instrumental.

En el minuto 5 ya están todos los elementos en la palestra y en esa clásica subida  de ritmo en PYLAR siempre me acuerdo de los SWANS y su forma de abrir los conciertos... los instrumentos se van sumando hasta que el muro es impenetrable provocando una experiencia embriagadora a la par que inmersiva. Los devaneos mántricos dan lugar a la machacona, metálica irrupción de un riff de guitarra pétreo (podría soportar el peso de todo el Universo); el violín sobrevuela con notas cortas pero angulosas a la pesadez herrumbrosa de una batería que marca un pulso al más puro estilo YOB, SONS OF OTIS, SUNNO))) y otras bestias pardas del estilo.

Para el minuto 6 todo se ha convertido en una psicodélica coda con extructura Sludge. Las cuerdas vocales de Lengua de Carpa se han petrificado y juegan de forma dual con entonaciones Black y chillonas homilías propias del Hardcore... pero claro, todo eso dentro de un Muzak insano con tantas capas que para llegar a la base tendriamos que pasar por quirófano. 

Otro de los aspectos a destacar es la trompa, que suena tan lejana que podría ser el chirrido de electrones derrapando en una puta carrera de partículas e isótopos. Atentos a la bestial forma de finiquitar el tema. Cerrad los ojos y buscad como en una sopa de letras los instrumentos; canta el violín, la trompa hace coros esporádicos mientras el Universo se está pudriendo y tú no te estás dando cuenta. El agua que buscamos para la vida es el exudado de una inmensa, abismal úlcera que se está comiendo metastásicamente la Realidad. 

(fotografía de Elena Lenguas)

"La Nada (se Cierne sobre Todo)" se mete de lleno en la experimentación. Toques fúnebres de la guitarra recuerdan a algunos proyectos como Funeral Moth, los arranques lentos y febriles de Monarch y cosas así, pero PYLAR han llegado al punto en el que es casi imposible compararlos con algo concreto sin jugarte el prestigio. Una percusión minimalista, idas y venidas de sábanas de teclados, una plañidera voz y la sensación de estar asistiendo a un cruce entre la primera fase comunal de AMON DUUL y las partes más tribales de NEUROSIS

La Cara B se abre con "Negros Abismos sueñan mi Muerte", que me suena a ORTHODOX por los cuatro costados en su inicio, aunque abruptamente se lanza a una cabalgada llega de detalles, con una histriónica línea de trompa y violín en diálogo cuneiforme compitiendo por la cordura. Salvaje el doble bombo y los registros vocales que alternan entre la guturalidad y el timbre característico del black. Cambios de ritmo y un sonido eclesiástico que no sé que diantres es que lo inunda todo como poliuretano; y es que hay algo de fondo que suena como un órgano tocándose dentro de una catedral fabricada en la Estación Espacial Internacional con piedra de meteoritos. 

El disco se cierra con lo que es el mejor tema en mi opinión. Un circense ambiente marcado por la cabaretera, afrancesada melodía de un violín en estado de gracia sonando casi como un acordeón, marca el inicio de "Tenebrosa Armonía" que lenta, inexorablemente se va cargando de toques industriales a lo Killing Joke de su nueva etapa y la sensación de estar metidos dentro de un Tiovivo que va a la deriva atravesando un Agujero Negro. Una batería sublime liderando la faceta más avantgarde de PYLAR y dejando la sensación de que este tema es el puente hacia el segundo volumen de la trilogía que está por llegar. 

Voy a cerrar la reseña con un trozo del excelente texto de FRANCISCO JOTA PÉREZ que capta a la perfección con su maravillosa forma de escribir el sonido de Horror Cósmyco:

"Érase una vez una transformación por vaciado de excrecencias de la evolución y ahí se espeja ahí
nada perdura ahí las lunas se tiñen de aceite de sombra ahí en los hígados podridos de la nergía indómita ahí donde finaliza ahí el límite no se encuentra".





miércoles, 18 de diciembre de 2019

ZINKL - "DANCE MUSIC FOR INSECTS" (MARGEN RECORDS, 2002)


El alemán ANTON ZINKL comienza su andadura musical allá por los 90 con la realización de una serie de álbumes creados a base de Midi, Módulos de Sonido y el por aquel entonces potentísimo Cubase. Enmarcado dentro de la electrónica más ecléctica, lo primero que me sorprende es que sus trabajos son editados por el sello independiente alemán PRUDENCE, especializado sobre todo en música por lo general bastante New Age (véanse Cusco), aun teniendo alguna que otra rara avis en su escudería. Digo esto porque el proceso que yo he seguido es el inverso... he empezado por su último trabajo, Dance Music For Insects de 2002, y he explorado hacia el inicio y la evolución es más que notable, aunque hoy mismo he descubierto otros trabajos posteriores como Temptations of St Anthony, esta vez recreando la música de cámara.

Dance Music For Insects se edita en cd (con bellísimo libreto) bajo el auspicio del sello MARGEN, bastante variado en cuanto a propuestas (desde el jazz británico de Paul Dunmall al prog con un pie en el R.I.O. de SENOGUL, para pasar a la electrónica/vanguardia alemana con Conrad Schnitzler). MARGEN, abarcando el espectro de "oyentes arriesgados", también editaría la para mí recientemente descubierta REVISTA MARGEN, toda una enciclopedia que a lo largo de décadas haría hincapié en el lado más arriesgado de la electrónica, el jazz o el prog. Ambos, sello y revista, capitaneados por Rafael Dorado como maestro de ceremonias acústicas.

Zinkl recrea musicalmente toda una diáspora sonora de artrópodos e ingeniera biológica cuyos precedentes bien pudieran (coger esto con pinzas) estar en aquella controvertida composición de George Antheil y su Ballet Mécanique, desastre en algunas ocasiones en que fue interpretada y absoluto éxito en otras como la revisión de 1990 por Maurice Peress a base de instrumentos robóticos y Midi. A partir de esta última versión, en el 2000 se recrearía la composición de forma totalmente electrónica/robotizada realizada en el LEMUR (Liga de Robots Urbanos Musicales Electrónicos).


Con todo esto no estoy diciendo que Dance Music For Insects se acerque al barroquismo abstracto e industrial de una Sinfoniya Gudkov (“Sinfonía de las sirenas”, Bakú 1922) de Arseni Avraamov, ejecutada con sirenas de vapor, baterías de artillería y agrupaciones corales. Lo que trato de decir es que el contexto en el que se mueve es el de recrear un ecosistema a base de música, saltándose la complejidad de la electroacústica en sí para usar la más asequible electrónica de los sintes y recreaciones Midi. Quizás sea más entendible mi reflexión si comparamos esto con L'aventure des Plantes (1982 si no me equivoco) de Joël Fajerman, todo un clásico en el que se recrea de forma meditativa (más al estilo Jarre, Schulze o Tangerine Dream) el pensamiento floral.

Pues bien, ni lo uno, ni lo otro. Anton Zinkl usa elementos de la música concreta, de la electrónica contemplativa berlinesa y recursos de la electroacústica para construir toda una joya a caballo entre lo clásico y el avantgarde. A ratos profundamente lírica, en otros matemática, la música que recoge el disco es difícil de entender si uno no se ha empapado antes de la vanguardia del arte sonoro. En este aspecto, recomendaría el maravilloso libro La Mosca Tras la Oreja de Llorenc Barber/Montserrat Palacios y los 4 cds que lo acompañan para establecer paralelismos entre Cage, el Fluxus, el Dadaísmo y la Intervención Sonora pura y dura con la forma que tienen los alemanes de entender a veces su electrónica experimental, a veces puro rompecabezas (soundcollage) como los últimos discos del añorado Czukay, Pyrolator o Conrad Schnitzler a través del sello Bureau B.

Ojo con la malinterpretación... Dance Music For Insects tiene la cadencia, forma de desarrollo melódico de una suite, y para nada se mete en los terrenos concretos de Pierre Schaffer. Lo que vengo a decir es que sí que tiene como fin ideológico el Arte Conceptual, en este caso los insectos, que en determinados motivos, melodías y partes del disco emulan la vida de los artrópodos en modo sonoro. Además, escuchado en profundidad, uno nota que se acerca a lo programado/diseñado... música programada como si se estuvieran reproduciendo a través de centenares de cajas de música con distintas afinaciones y procesamientos.


Si estuviéramos hablando de melodías de algo más urbano y férrico, pues posiblemente habría salido algo más cercano al Noise e Industrial (con samplers, pues directamente al modo Herbert Distel en La Stazione o Travelogue... o qué se yo, asfixiantes collages a lo Nurse With Wound), pero aquí lo que prima es una suerte de correoso uso del polifonismo como si de una banda sonora clásica se tratara (al más puro estilo Twenty Century Fox, vaya...).

Como si de las pétreas escamas de la coraza de cualquier insecto, o la visión al más puro estilo miodesopsia (visión mosca), los 15 cortes se vertebran, encajan y mueven como un todo. La percusiva "The Return of Brundlefly" abre de forma selvática, al más puro estilo Cuarto Mundo de John Hassell pero curiosamente con paralelismos extraños con Dead Can Dance y su Spiritchaser.... o al menos en esa húmeda forma de avanzar el tema como si de una jungla se tratara. Fantástico el correoso motivo melódico (parece una flauta), que junto con los aires procesionales reflejan perfectamente la forma de vida comunal de los insectos. El tema en sí es extraño... como si su base primigenia fuera Techno deconstruido, atravesado en su parte final por una guitarra sintética y bajo que lo lleva al límite de lo industrial pero sin traspasar la línea.


Los aires clásicos y de banda sonora salen a relucir en "Praying Mantins in Love". Con la angulosidad que aporta el bajo, y la forma en que la flauta se desarrolla, me es casi imposible eludir la palabra Progresivo. Es curioso, pero por alguna razón se me viene a la cabeza Folclores Imaginarios (2012) de Pablo Canalís, que en esencia no tiene nada que ver, pero el compost final de algunos de sus cortes (y los recursos casi Cartoon de la Toy Music) sí que podrían habitar en Dance Music for Insects. "Beatlebeat" ahonda en los recovecos del Jazz Rock Fusión pero pasándolos al plano de la electrónica y el Synth Pop, todo engalonado con xilófonos y bases rítmicas de hip hop primitivísimo.

Polifonías gamela y gagaku en "Sweet Hopper From Osaka", una delicia que sirve de puente hacia "Lucanus Cervus", amenazante mezcla de bases techno con un minimalismo electrónico a lo Kraftwerk. Los coqueteos espaciales empiezan en "It´s a Cocoon Life" donde Zinkl expresa en su paleta todas las influencias de proyectos como Deuter, Schulze o los ya citados anteriormente para construir un Vals espacial con toques a Space Disco pero sin el Funk (¿alguien recuerda a Meco?). Si alguna vez voy al espacio y me caigo de la nave, no me importaría ir escuchando este tema mientras se me agota el oxígeno a la deriva.

My Life in the Bush of Ghosts de Brian Eno y David Byrne campa a sus anchas en esos mistéricos huecos de las cortas pero plagadas de detalles "Caterpillar Drive", "Lepidoptera´s Dream", "Billy Cockroach" o "Ant Hannibal", esta sí más larga, donde Zinkl se permite incluso meter riffs de una guitarra metalera y alternarlos con etéreos soundscapes que parecen sacados de una banda sonora de John Carpenter. Los que hayáis aguantado el texto hasta aquí diréis que todas estas influencias y estilos son demasiado dispersos para mezclarlos en un mismo producto.... pues bien, os invito a escuchar el disco detenidamente y luego me contáis.


"Tiddlewinks" me recuerda a algunos discos más bailables de Michel Huygen (quizás Absence of Reality) y para mi gusto es quizás el tema más flojo del disco; su estructura Synth Pop no está mal pero palidece al lado de "Day of the Locusts", con mellotron y teclados Canterbury pero deconstruidos hacia una suerte de letanía cyberpunk. Es alucinante la cantidad de recursos que usa el alemán... cientos de pequeñas melodías unidas en una gigantesca colmena sonora donde los estilos pierden su validez como etiqueta definitoria. Lástima no tener detalles técnicos sobre la grabación, los instrumentos usados y demás... si todo es Midi se ha conseguido una gesta; el resultado es orgánico y dista de parecer un rompecabezas.

El tramo final pasa por la rendición discotequera con tablas hindúes de "Jazz Bug", con aroma a CASSIBER y al Rock en Oposición (por cierto, invito a que os adentréis en los extrañísimos mundos de ANTONIO MURGA, quien por cierto coordinara el disco One Minute Symphony, Apología de los Insectos en Endogamic Records donde de forma digital, 134 artistas hicieron su particular homenaje insectoide) a la tribal "The Exciting Life of Dayfly"

"Rule the Planet", dividida en 3 segmentos, es mezcla de todo lo dicho anteriormente así que os la dejo a vuestro criterio. Puro retro futurismo arcade.

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lunes, 16 de diciembre de 2019

THE DRY MOUTHS - "LO-FI SOUNDS FOR HI-FI PEOPLE" (SPINDA RECORDS Y OTROS, 2019)


¿Sabéis esa sensación extraña cuando uno está en el rompiente de una playa cogiendo cristalitos de colores?. A sabiendas de que son trozos de cervezas rotas o vaya usted a saber qué, uno queda seducido por los tonos verdosos, marrones e incluso azulados que se encuentra. Uno los coge y tienen el brillo especial del agua salitrosa y el inclemente sol. Sin embargo, cuando los sacas de su hábitat y se secan dejan de tener ese efecto caleidoscópico del que presumen en las playas. Puedes mojarlos a posteriori en tu casa pero ya nada será igual; (hay quien expolia las playas) nos daremos cuenta de que la Magia quedó atrás.

THE DRY MOUTHS es un power trío desértico desde Almería que lleva editando discos desde 2010, destacando como puntos álgidos sus laureados When The Water Smells Of Sweat de 2018 y el reciente Memories From Pines Bridge, disco que se complementa con Lo-Fi Sounds For Hi-Fi People en el sentido de que antes de la trágica pérdida de Andrés Reyes en Febrero, ambos discos estaban listos si no me equivoco para salir a la palestra. 

En el apartado técnico,  se graba en Sonobalance Studio & Desert City Studio (Victor Ortiz & Christ O. Rodrigues, con la asistencia técnica de Alberto Chamorro & Daniel Ruiz) para luego mezclar en Desert City Studio. La masterización, obra de Brad Boatright en Audiosiege (Portland, Oregon, USA) y el noventero artwork obra de Iván Carreño.

Los sellos implicados en la edición son Aneurisma Records, Spinda Records, Bandera Records, Odio Sonoro, Desorden Sonoro, Zona Rock Productions, Violence In The Veins, Gato Encerrado Records and Fuzz T-Shirts. La formación como he comentado, power trio con Andy Reyes (bajo y coros); Josh Morales (batería y coros) y Christ O. Rodrigues (guitarra, voz y sintes). Y dejadme que vuelva a los cristalitos....


Pues resulta que tienes cristales verdes, marrón rojizo y azulado de cientos de gamas distintas. Abarcan un amplio espectro y cuando llevas recopilado un cubo entero, sólo tienes que mezclaros para darte cuenta de que has solidificado en un simple cubo un espectáculo de luces de fuegos artificiales veraniegos. Además, si te das cuenta, han pasado horas y ahí sigues con el esfínter anal pegado a la arena.... no te has dado cuenta pero has meditado. Tu psique se ha atiborrado de Ondas Alfa y tú ni te enteras.... estás colocado, embriagado de cristal.

Abre el disco el fantástico "L.P. Lie Too", donde resalta un vibrátil bajo más presente de lo habitual en este tipo de proyectos, y una guitarra que surca, cabalga el sonido al más puro estilo Yawning Man y la escena de Palm Desert primigenia. Una de los atributos que alejan a THE DRY MOUTHS de otras propuestas es que sus melodías sirven para el momento; empiezan y acaban y no divagan en un mar de conjeturas sin dueño. Se nota que a pesar del espíritu lisérgico y de Jam de la grabación, está todo trabajado como demuestra ese fantástico cambio de ritmo Pink Floydiano (minuto 3 o asi) donde la batería baja a terrenos contemplativos. 

Casi sin solución de continuidad, y con una coherencia interna que ya la quisieran para sí otros grupos, "Limoncello" rescata el Noise Rock y el Proto Grunge en un homenaje noventero de aúpa... excelentes líneas de teclados tanto en segundo plano como en los momentos en que irrumpen en primera línea (acariciando el Psych Prog). Es este tipo de detalles los diversifican el corpus musical de THE DRY MOUTHS para que tengas tanto introspectivas búsquedas de cristalitos de colores (en los riffs de la guitarra), como requiebros más distorsionados a lo primeros Nirvana o Mudhoney.


"Los Pollos Hermanos" es un Rock and Roll básico con tintes espaciales; brilla la percusión acopañada de coros en lo que es una endiablada mezcla entre Hawkwind, Tool y Nirvana... así, por la puta cara. Remuevo mi cubito de cristales y me doy cuenta de que estoy ensimismado con el tacto romo; con las esquinas redondeadas y el salivoso resbalar del salitre a punto de evaporarse. Cuando creo que he encontrado todos los verdes posibles, ahí está el hijo de perra.... una batrácica piedra me llama a gritos, pequeña pero cargada de telurismo. Serás mi preferida, le digo... perderé el brillo, me dice ella. Da igual, follemos, le digo...

"Ellis Lahm" hunde su estructura en el Post Rock y casi que acaba llamando a la puerta de Porcupine Tree. Aunque no se pierda el regusto a Tool, los almerienses hacen todo lo contrario que los anteriores... condensan/destilan las melodías para desechar lo que no sirve. Esa es la razón por la que Lo-Fi Sounds for Hi-Fi People acaba siendo tan pegadizo, además de que sus voces están muy conseguidas y son creíbles (digo lo de creibles porque hay otros vocalistas que ponen el "modo Kyuss" y ya se me cae el alma a los pies). Mención especial a la batería, que resuelve la papeleta con creces en cada uno de los temas del álbum.


La erosión del cristal en continua batalla con la piedra y el agua dan lugar a un sonido característico que si se amplifica llega al siseo. Cuando estoy sentado en la playa cogiendo trozos me imagino que de repente tengo la facultad de ir cámara atrás y llegar al instante primero en el que ese pedazo formaba parte de un todo. Quién sabe si retrocederé siglos o escasos meses... todo es relativo cuando hablamos de la cristalización del gas. ¿Y tú, el azúl ese tan raro?... ¿No vendrás del jodido espacio exterior?....

Impresionante la melodía en el enorme  "Psychomental V Code: Rosaura" con una guitarra absolutamente pletórica. Si siempre digo que Toundra me general sueño, aquí es justo lo contrario... la forma en que los almerienses deforman el motivo principal de la melodía a base desubir la intensidad para luego echar el freno valen su precio en oro. "La Mascotta" vuelve a introducir sutiles teclados atmosféricos en muy segundo plano (sobre todo en los estribillos) volviendo la vista a la escena del rock alternativo noventero (no puedo decir Faith no More porque no sería real, pero los temas menos desquiciados de aquellos pueden tener aquí su contexto).

A tomar por culo los cristales. Acabo de darme cuenta de que no es lo que yo creía Tremenda la melodía épica de "Toe Motion", abrazando ya de lleno cosas tan distintas como los nuevos Anathema o Steve Wilson  y que no son cristales sino ojos... tengo un jodido cubo lleno de ojos y brillan los verdes, los azules, los marrones y el tacto salitroso era de las lágrimas abrazadas a los nervios ópticos con unos coros alucinantes y una forma de hacer crecer la intensidad que se complementa a la perfección con el preciosismo instrumental de la pseudo acústica y me digo nunca volveré a hacer el gilipollas en la playa con tanto cristal ni tanta mierda "A Farewell For The Princess", cerrando el disco por todo lo alto con su belleza progresiva y encima llevo el culo lleno de arena y un gusto exquisito en los arreglos cargados de ojos que vete a saber de quién son y los niños los están cogiendo con redes como si fueran medusas y le digo a mis hijos joder, joder no abráis la boca cuando nadéis!!!!................

miércoles, 11 de diciembre de 2019

BLADIMIR ROS - "BLADIMIR ROS" (Producciones Sin/Con Pasiones ‎– SPC-BR-19, 2019)


Imaginad aquella historia del extrañísimo Kaspar Hauser, que apareciera abruptamente en esta línea temporal el 26 de Mayo de 1828. Enrocad ahora ese decimonónimo misterio a BLADIMIR ROS en lo que es una suerte de versión cañí de aquello pero en el año 1980 y con una extraña libreta de notas musicales (podéis leer la historia completa aquí). 

Antes de entrar en materia, os recomendaría que os leyérais el primer texto sobre ellos que hice con motivo de su demo allá por 2017, y así me ahorro repetir datos:


El aspecto gótico y teatral, trasnochador y con mucho de Tango abyecto adquiere connotaciones de culto en el debut al largo de la banda de Zaragoza, conformada por músicos veteranísimos de la escena (EL LUTO DEL REY CUERVO). ROS BERET a los atragantamientos vocales con borrachuelos aguardentosos; CARLOS CHAUAN a los organillos de feria y acordes de seis falanges; SERGIO PONS a la siempre estilizada presencia de la guitarra acústica y JULIO LAFUENTE marcando ritmos con gruesas sogas de antiguos ahorcados

En cuanto a las colaboraciones, FRAN GAZOL, NACHO BELCEDRUMS y JUAN MILLÁN hacen baterías, JOSÉ MANUEL PUEYO "YETTI" toca el trombón, MARÍA MENÉNDEZ hace y coros y yo, C. DOUGLAS MORTIMER, hago como que escribo y entiendo de algo.


Me resulta imposible no establecer alguna que otra conexión con la faceta Crooner de CORCOBADO, o las Canciones Defectuosas y Tus Besos de JAVIER ARNAL, sobre todo teniendo en cuenta el exquisito trabajo de los arreglos y las maravillosas, atemporales letras con mucha miga y que podrían recordar a los SURFIN´ BICHOS y FERNANDO ALFARO. Tampoco sería desdeñable traer a colación los preciosistas haikus del añorado LEONARD COHEN, claro...

En los aspectos técnicos, se graba y mezcla en ESTUDIOS INGUZ por JUAN MIGUEL SÁNCHEZ (salvo "Nish" en METROCUADRADORECORDS) y el (demasiado parco) artwork de ÓSCAR BAIGES que encaja en un vinilo con fantástico sonido añejo donde no se pierde ni un detalle de los instrumentos (cosa de agradecer en un trabajo donde tienen tanta importancia los arreglos tal y como veremos más adelante). De los ocho cortes presentados, al menos tres son regrabaciones que aparecieron en la Demo y que suenan a gloria en los surcos del plástico.

A pesar de no ser una música estridente la de BLADIMIR ROS, está empapada de la mala leche de las navajas afiladas en las planicies solariegas íberas, de la mala baba de antiguos rencores familiares y de cosas que sólo puede expresar la pasión flamígera del Fado, el Blues fangoso o el Tango crepuscular, pero pasados por un cariz militar cuando se arropa de percusiones. 


El disco se abre con las guitarras acústicas de "1960". Quien ande despistado incluso podrá escuchar aires Neofolk en un corte con toda la rabia de unas letras trágicas sobre la que flotan toques sutiles de lo que parece un sampler espectral que va ganando protagonismo conforme avanza el tema. Si tengo que mojarme e incluso perder mi credibilidad como reseñador, me suena a una versión íbera del sonido de ROME (Jérôme Reuter) cosa que tampoco es tan extraña a tenor del pasado Post Punk, Gótico y Experimental de algunos de los integrantes de BLADIMIR ROS. Impresionante forma de empezar un disco. 

Fantásticos los toques de trombón en "Descenso al Maelström" que junto al piano forman la estructura etílica principal. Resaltar la interpretación vocal de ROS BERET a lo largo de todo el disco, capaz de pasar de una rasposa y aterciopelada voz a sumirse en los efluvios violentos de unas homilías cantadas con cútter en la mano. El contrapunto a la angustia existencial la pone los bellos coros de MARÍA MENÉNDEZ en "El Rey de Andorra", también con esa flotante niebla latina en la música y con esas fabulosas referencias a LEONARD COHEN en las letras.

La Cara A la cierra "Cambio de Cromos", chulesca y lúbrica rendición al Tango, al pop rock madrileño de los 80 y otra vez algo de ALFARO.


"Lisboa" abre la Cara B en clave Punk desgarbado con una melodía de guitarra que se te agarra al pescuezo mientras BERET destila gotas de ácido sulfúrico en cada una de las palabras que escupe, recordándome que quedan pocos frontman carismáticos en nuestra escena musical y él es uno de los privilegiados. Sigue la teatral "Venganza de Pernada", blues eléctrico cargado de gótico rural cuya estructura puede recordar a esas odas de violencia surrealista de 713º AMOR pero reduciendo el Noise Rock a sólo algunos detalles. 

"Nish" vuelve al espíritu oscuro de "1960". Piano, acústica y poesía finiquitan un disco más que imprescindible, pero antes está  "Sol de Injusticia" en el que me vais a permitir citarme a mí mismo, así que corto y pego lo que puse de este tema en la reseña de la Demo: `Una guitarra a lo Lynch/Badalamenti que flota en el ambiente reforzando la violencia de unas letras escritas con la sangre derramada en la caza de Mariano Gavín Suñén "El Cucaracha", bandolero Aragonés portavoz de leyendas varias en la zona de Los Monegros. 

Pero oiga, que aquí hay algo de organillo de feria, de vientos que bordean maravillosas melodías de pop fúnebre de carreta de caballos y estiércol, y encima con la actitud chulesca por bandera. Esa chulería que te lleva a ponerte un pañuelo impregnado en olor a nicotina alrededor del cuello, unos zapatos con puntera y dejarte un bigote afilado que podría casar con el 90% de las fichas criminales de la España más negra. Un trabuco de proporciones épicas como sólo lo rutilante puede dar; me refiero a esa sensación de un carromato de teratogenias que recorriera la Europa del Este en esos pueblecitos donde o te invitan a un licor de hierbas o te clavan una estaca en el corazón´.


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lunes, 9 de diciembre de 2019

JUAN BELDA BIT BAND - "NO ENCUENTRO LA TÓNICA" (LOS 80 PASAN FACTURA / ATAFONTE, 2019)


I.... INTRO:

Es curioso la de subcapas que puede llegar a encerrar el título del nuevo disco de la JUAN BELDA BIT BAND. No Encuentro la Tónica se me antoja uno de los artefactos más potentes e infecciosos de Jazz Rock (con o sin electrónica) que he escuchado en los últimos años. Cansado de esa sofisticada escena de la improvisación libre donde campan a sus anchas los virtuosismos estériles, matemáticos del rancio abolengo, es un soplo (huracán) de aire fresco encontrarse con las melodías surrealistas, viajeras (en cierta forma, cada disco de JUAN BELDA es una Road Movie musical) y trapezoidales de un combo de músicos en un estado de gracia contagiosa y creedme cuando os digo que eso no es fácil en la cada vez más estricta y anquilosada escena (digamos Jazzera por concretar) musical española. 

Sólo tenéis que tirar de currículums personales para daros cuenta de la importancia que tiene este disco (aunque los periodistas musicales dejaron de escribir historia musical hace tiempo), y la prueba de lo rocambolesca que puede resultar la música en este país es que el disco se edite casi de forma independiente por LOS 80 PASAN FACTURA (en colaboración con ALTAFONTE), maravilloso sello canario del que os he hablado en infinidad de ocasiones y que está haciendo una labor impresionante por poner en su sitio la música canaria, alejándose de etiquetas para meterse en el meollo del asunto, que es exhumar discos, grupos, maquetas y hechos históricos de una escena riquísima.

No en vano, ya los nuevos libros que van surgiendo sobre la escena After Punk íbera recogen a los CASTILLO INTERIOR (de los que os hablé aquí) o recopilaciones industriales punteras en sellos potentes cuentan con temas de los QUAXAR o DUE (al cineasta Elio Quiroga también lo entrevisté por aquí). Pero los sellos grandes sólo se inmutan cuando ya se les ha dado todo el pastel en bandeja, puras aves de rapiña.

Si JUAN BELDA no encuentra la tónica, es normal. Quien está partiendo el bacalao son estos sellos a contracorriente como LOS 80 PASAN FACTURA, que son la punta de lanza que descubre para que luego otros se pongan las medallas. Esto es así en la música, en el cine y en la cultura en general. Los discos oscuros y olvidados, el buceo por sellos extintos, conseguir antiguas demos y demás sólo se entiende si hay una pasión personal que te mueva a no dejarte llevar por la ciega masa. Claro que una vez que tienes la Criptonita Musical, otros se te acercarán para intentar llevarse su pedazo... al fin y al cabo el ser humano es carroñero por naturaleza.


II... LA TÓNICA y LOS TÓNICOS:

No nos desviemos. Tras el excelente Carretera Mágica de 2017 (reseñado aquí) esperaba con ansia una continuación del proyecto. En esta ocasión la formación viene a ser: ENRIQUE BÁRBARO (bajo), JUANJO ORTÍ (batería), JORGE PARDO (saxo, flauta), PELAYO ARRIZABALAGA (saxo, platos, clarinete bajo), JAVIER COLIS (guitarra), RICARDO MARICHAL (saxo), SAMUEL TARRACO (trompeta), EPI LLORENTE (guitarra) y JUAN BELDA (teclados, guitarra synth, moog, fx). 

En cuanto al sonido, vuelvo a citar tal como hice en Carretera Mágica a MILES DAVIS en su etapa de On The Corner por la sensación viajera que siempre me invade cuando escucha la música de Belda, que te transporta a una suerte de jungla urbana con paralelismos utópicos con la literatura de BALLARD. Pero hay más; no se si existe algo así como una escena Neo Canterbury, pero en mi opinión personal, los pasajes más progresivos y atemporales del disco tienen mucho de esa aleación entre Jazz y Psicodelia de finales de los 60 solo que en No Encuentro la Tónica se nos muestra de una forma tan fresca que por momentos a uno se le vienen a la punta de la lengua etiquetas como New Wave o casi Post Punk... es decir, es como si cogiésemos a SOFT MACHINE y los juntáramos con algunos cortes de EYELESS IN GAZA

En definitiva, la JUAN BELDA BIT BAND es un poderoso ente musical que suena mucho más compuesto que improvisado, que no se asienta en ningún estilo en concreto pero que los toca todos con una facilidad que asusta. Sus toques humorísticos negros como el carbón harán recordar a más de uno a ZAPPA (gracias a los cielos sin soflamas chascarriles), al Jazz electrónico nórdico (afortunadamente también sin el empaque de seriedad que suelen darle) y a la propia vanguardia de CLÓNICOS, ARTE MODERNO, DEMONIOS TUS OJOS y toda la caterva de visionarios musicales de los 80.



III.... EL DISCO:

El brutal inicio de la base rítmica en el homónimo "No Encuentro la Tónica" es buen ejemplo de ello. Los teclados y los vientos van a la par en una misma línea argumental con angulosidades, parones y arranques alucinantes. Tanto los pianos como los detalles de extraños teclados (Sun Ra nianos) conforman una estructura nada convencional que flota como el humo de un pebetero. 

El sustrato es Jazzero, claro está (la base rítmica y los vientos no dan lugar a ninguna duda), pero el pasado macarril de JUAN BELDA en la experimentación y el Synth Pop avantgarde de ARTE MODERNO queda mezclado molecularmente en sus fraseos extrañísimos a los teclados. Tampoco hay que alejarse tanto ya que en I Love You! (2008, reseña aquí) ya resaltaban también los pasajes fusioneros a lo HERBIE HANCOCK mezclados con partes experimentales que coqueteaban con JOHN HASSELL para pasar luego a la electrónica casi Trip Hopera. 

Entre medias tendríamos el mucho más estilizado La Rueda Infinita de Hans (aquí). Así tenemos la teatral "Circus" que se mueve como un bloque cabaretero. Destacar la sutil siempre guitarra de JAVIER COLIS que sin estridencias se acopla como argamasa a ese fondo eléctrico sobre el que flota un inconmensurable ARRIZABALAGA, excelso a lo largo de todo el disco... es decir, no es un disco de solos (alguno hay) sino un apabullante ejercicio de Big Band en la que todos los músicos van a una. Por cierto, atentos a los dos alucinantes cambios de ritmo del final del corte, uno muy lírico y el otro cósmico y ambiental. 


"Lupita en el Desierto" es mucho más introspectiva y viene a ser el equivalente canario al sonido sobrio del sello ECM. En algunos aspectos crepuscular (el clarinete bajo y la trompeta en modo Western ayudan), la guitarra exquisita de COLIS guarda formas con su discazo Notas de Abajo (reseña aquí). Para colmo, BELDA corsetea en la parte final a placer con detalles de teclados cósmicos y visionarios que invitan al viaje interior. 

"My Name is Giro Shirato" se lanza de lleno al Tape Collage (al más puro estilo CASSIBER) sobre unos ritmos que me traen a la cabeza los mejores momentos de ANTONIO MURGA. Quizás esté equivocado pero esa forma en la que la Bit Band casi se desliza por terrenos cinematográficos (sin llegar al Funk de la Blaxploitation) me recuerda al último disco de KAMASHI WASHINGTON, sobre todo esa soberbia apertura de la cover de Fist of Fury

Sin embargo, las siguientes "El Contrato" y "Nadie Coge el Teléfono" ahondan en el Jazz Rock fusión. Excelente solo de flauta de JORGE PARDO con la compañía de los teclados y piano en la primera y maravillosa la atmósfera del clarinete bajo en la segunda. La base rítmica brilla con luz propia, con un pie en el Free Jazz pero siempre manteniendo el tempo bajo control. Siguen dos el pequeños interludios; "El Rey de la Comedia" donde BELDA se viste el traje de ALICE COLTRANE sustituyendo piano/harpa por guitarra y moog (a partir de aquí el disco se vuelve más introspectivo y experimental reduciéndose el número de músicos y primando los ejercicios musicales individuales o en dueto). 

Esa forma de hacer flotar la música a niveles espirituales quedan sintetizadas en un escaso minuto y pico que a quien afile las orejas le recordará a los experimentos póstumos que hizo con la música de COLTRANE. El otro es "Nikon", al más puro estilo CASSIBER otra vez con Tape Collaging y teclados (vuelvo a traer a colación a ANTONIO MURGA, especialista también en estas lides).


El tramo final es de aúpa. La potente "Plastic Islands", originalísima en su mezcla de Jazz con la BIT BAND reducida a formato cuarteto. Saxos tocados en sordina y BELDA repartiendo notas acampanadas que parecen nuevamente sacadas de la New Wave. El secreto sin duda está en la mezcla, que duda cabe... a ratos JAGA JAZZIST en versión reducida, para al siguiente lanzarse en una cabalgada de Jazz Noir de aúpa. "Sigo Sin Encontrarla" es una pequeña pieza de orfebrería que da paso a "Prosper´s Own", Spoken Word que sirve de outro a un disco que me ha dejado....

... bueno, me ha dejado sin encontrar la tónica, y gracias a los cielos. 

Prefiero seguir así, sin encontrar la tónica con grandes músicos como los de la BIT BAND que mecerme aterciopeladamente en los aburridos columpios del Jazz clasista.

IMPRESCINDIBLE.



miércoles, 4 de diciembre de 2019

PEPO GALÁN - "FOR VICTORIA" (FLUID AUDIO 067, 2019)


"Music woven from the soul,
for my daughter Victoria"

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Tras el fabuloso How Not To Disappear (Completely), reseñado aquí, el músico malagueño PEPO GALÁN nos trae un trabajo de orfebrería tanto en lo musical como en el espectacular artwork/ diseño que se han currado en el exquisito sello independiente FLUID AUDIO. Es difícil de describir si no lo tienes en las manos. Permitidme que tire de corta y pega para poneros la descripción con unas fotos para que os hagáis una idea:


- Letter-pressed/embossed 4-panel oversized covers
- Printed on GF Smith 540gsm embossed gravure card
- Glass mastered CD
- 10 x A7 experimental radiography prints (uncoated card)
- 1 x A5 stamped / hand-numbered print (uncoated card)
- 1 x Handbook of Radiography insert (Ross, John A - 1946)
- 1 x vintage x-ray slide (1940-1950)
- 1 x vintage original x-ray film (1960)
- 1 x scan / barrier envelope
- 1 x vintage negative slide wallet sleeves (Bathgate & Co)
- All rests inside deluxe string tied / hand cut envelopes

No es casual que se haya elegido el motivo de los Rayos X para el diseño como bien se explica y de forma bastante profunda en el magnífico texto que acompaña a la edición (aquí), ahondándose en la máxima de hacer visible lo a priori invisible. Musicalmente, las vibraciones y ondas (también invisibles) se traducen en una música cargada de una plétora de electromagnetismo que acaba emulsionando en el milagro del nacimiento, tanto a nivel simbólico/musical como en el plano de lo real (el bebé y su paso por el canal del parto).


Seis temas en 34 minutos que se abren con el ruidismo subyugante de la inicial "Victoria", posiblemente de los cortes más abstractos que haya compuesto el malagueño. Preciosos motivos orientales y juguetones permiten que el oyente no pierda pie entre los amenazantes e intrusivos golpes percusivos... una densa niebla radioactiva de isótopos sonoros va adquiriendo forma mediante unas excelentes líneas de sintetizador y lo que parece una guitarra procesada soltando lánguidas notas que cuelgan del éter. 

Sigue "Autumn Youth", primera de las dos colaboraciones vocales de Sita Ostheimer. Música que flota merced a un loop de piano fabuloso sobre el que irrumpe la preciosa voz a lo JULEE CRUISE de Sita. Si hay un tema que debiera de haber sonado en el BANG BANG BAR de TWIN PEAKS sin duda es este. Onirismo en estado semisólido, con un trasfondo que roza el sinfonismo gracias a una muralla de capas que GALÁN teje como una Matrioska sin saturar, enmascarar o llevar la música a terrenos Noise (lo que es de agradecer). Quizás es no moverme de la zona de comfort, pero yo diría que esto suena a BADALAMENTI por los cuatro costados (quizás algo de la electrónica noruega e incluso islandesa a lo SIGUR ROS).


En "February" colabora nada más y nada menos que Rafael Anton Irisarri. Difícil describir con palabras pero pudiera sonar esto a un cruce entre BRIAN ENO, la magia tribal de JOHN HASSELL y los momentos más atávicos del último JAMES HOLDEN. Motivos acuáticos forman un score ambiental con ecos catedralicios, drónicos y elevadores... uso sublime de oleosos sintetizadores dirigidos a un crescendo ominoso muy del estilo de Crepuscular Hour de la noruega MAJA S. K. RATKJE o quizás incluso los espirituales crescendos de la etapa media de POPOL VUH.

Fabulosa la melodía juguetona de "Expected Birth", que lejos de tirar por lo fácil, sigue manteniendo esa ensoñadora cadencia que se aleja de lo prístino (gracias a la fuerza analógica de lo que creo es un KORG MS20) para bucear en embarrados líquidos amnióticos. Grabaciones de campo procesadas, pasadas por lo que parece un magnetofón de cinta abierta (creando un Loop) son los elementos constituyentes de la magnífica y lo-fi "Abstract Dream With Haines", con el sempiterno piano ya marca de la casa y multitud de detalles que sólo vas a captar si usas unos buenos auriculares. 


Destacar la mistérica interpretación vocal de Sita Ostheimer en un dueto imposible con chasquidos y subidas/bajadas del tempo del magnetofón. Hay algo en su sonido que me ha recordado a los momentos más experimentales y psicopómpicos de ULVER"The River Flows Into The Sea" finiquita un disco bellísimo y personal que nos muestra la faceta más experimental de PEPO GALÁN y que (puedo equivocarme) creo que junto con su anterior How Not To Disapear (Completely) son lo mejor que ha grabado el malagueño tanto a nivel de composición como de recursos utilizados. IMPRESCINDIBLE.