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jueves, 15 de diciembre de 2022

JAVIER PIÑANGO - "I.R.REAL 10" (AUDIOTALAIA atp013, 2022)

Fue en 2018 cuando tuve la oportunidad de charlar con Javier Piñango y el añorado Juan Antonio Nieto con motivo de su maravilloso Afterglow que se editaría por Plus Timbre, sucesor del oscurísimo y rompedor Two Unfocused Cardinal Points (Marbre Negre, 2016). El nexo de unión si mi memoria no me falla fue a través de un Dossier sobre Gruppo Ungido y una entrevista con A.L. Guillén que vertebró cual bisagra mi forma de acercarme a la música y a los músicos. Mucho he escrito sobre el Piñango músico pero otro filón importansísimo sería el Piñango escritor, literato, comentarista o como quieran llamarlo, que tan excelentemente adornara el impresionante, imprescindible, ignominioso (las tres íes) Experimental Qumram, Motherfuckers! (Gruppo Ungido / Endogamic). 

Esta faceta escritora estalla en todo su esplendor en el disco-libro-río-sinapsis I.R. REAL 9 que nos aboca inexorablemente al momento-ahora que estáis leyendo, aunque por el camino quedan colaboraciones e historias como Drolé de Guerre junto a David Área (otra vez en Marbre Negre) o los  demenciales compilados de Synthomes (Ex-Nihilo Records) y el Mattoid Compilaton Vol.2. Seguramente me dejo más por el camino pero así dejo los suficientes rastros para que os dibujéis una película sonora sobre Piñango y su sombra arquetípica, el KORG MS20.

Enfrentarte a un I.R.REAL 10 impone por muchísimas razones. Sus 67 minutos pueden escucharse como una suite prácticamente atemporal que podría ser digna heredera de esos Technical Space Composer's Crew y su único pero de culto Canaxis 5 de 1969, los primeros KLUSTER, algo de los germanos Limbus 4 y su álbum Mandalas y en general todo ese caldo de cultivo romepdor de una Alemania a contracorriente del Schlager. A ratos Industrial, otras imbuido de un poderoso Dark Ambient, nada se estanca y los burbujeos necro-espaciales rebotan en unas láminas durísimas que solo pueden provenir de una máquina capaz de sustituir al motor del Apollo XIII como es el Korg, lo cierto es que hay muchas escenas en una... y brilla lo español con nuestros Esplendor Geométrico, Miguel A. Ruiz (Orfeon Gagarin) y la línea trashumante que va de Madrid a Barcelona con la movida experimental que tan bien tratara Javier Gonzalo en La Ciudad Secreta (Munster) con la Barna Preolímpica y es que esa brutalífica actitud Punk que tanto se refleja en el terrorismo sonoro de la forma de grabar y tocar de Piñango. De ahí se podría viajar a Valencia o incluso a las Islas con Quaxar o DUE, debatir qué diablos es la vanguardia y cuáles son sus límites. 

La otra manera de meterse en esto es seguir las pistas que nos va dejando Javier en sus textos y postales que vienen dentro de la maravillosa cajita que se ha currado Edu Comelles de Audiotalaia pero no quiero adelantar cosas que váis a leer a continuación. 

(Fotografía: David Area)

Un viaje psíquico, social pero ante todo humano de un artista irrepetible cargado de vivencias. Adelanto que es imposible hacer justicia en un simple texto a la profundidad de capas de abordaje que requeriría I.R. REAL 10 pero por mi parte, he dado todo lo que tengo para intentar hacer una autopsia in-vivo a dos hermanos siameses imposibles de separar por cualquier tipo de cirugía (ni siquiera la cirugía sonora). También he tenido la oportunidad de que Almudena Villar y su magnífico ojo fotográfico me responda a algunas preguntas quizás demasiado personales pero que están formuladas desde el inmenso cariño que se le tiene (me gusta hablar en presente) a Juan Antonio Nieto

Almudena-Juan Antonio o una molécula indisoluble en agua. Maravilloso. Sigo....

Piñango y su Korg MS20, de oficio, jodedores de tímpanos, jinetes de ondas serradas y surfistas de lo sinusoidal. Caballeros magnéticos sorbedores de Teluria y hermanastros de Berlín, de Europa del Este o los primeros extraños compositores franceses, echando un pulso a los mismísimos Throbbing Gristle con brazos de titanio. Dos entes unidos en una Matrioska inexpugnable a la que es imposible de arrebatar su última capa... esa que posee el secreto y que pela los cables hasta su misma esencia. Esa que da calambre y duele pero que a la vez nos hace gozar. El placer del dolor nunca ha sonado tan alto y tan violento.

/////////// Veamos Javier, creo que si no me falla la memoria, es la segunda vez que tengo el placer de charlar contigo, la última vez a tres bandas con el añorado Juan Antonio Nieto. Sirva esta entrevista de homenaje a su insigne figura.

A estas alturas de mi vida, se me hace bastante cuesta arriba definir a los artistas, encorsetarlos o meterles etiquetas. Creo que indagar en los currículums debe ser cosa del oyente así que quiero preguntarte por el otro Javier Piñango. ¿Podrías decirme quién es Javier Piñango al margen de lo musical?

JAVIER:  Es difícil, o casi imposible, separar a ese tal Javier Piñango de "lo musical", pero no solo en el sentido de lo creativo, o sea de mi faceta como músico, sino también en algo que me ha acompañado siempre y que podría denominarse como "transmisor", y en el sentido que hablamos, como "transmisor de sonidos". Es verdad que también lo literario y mi faceta paralela como escritor y en tiempos lejanos como comentarista (que no periodista) musical, en este caso también desde la escritura, son cuestiones que me han acompañado siempre. Pero, insisto, es ese ente transmisor de sonidos arriesgados y no convencionales, propios y ajenos, lo que de siempre puede ir unido al nombre de Javier Piñango. Desde que con 14 años empecé a organizar disco-forums de música progresiva, krautrock o qué sé yo, Jimi Hendrix (por ejemplo), hasta cuando más tarde fundé sellos discográficos, organicé eventos y festivales o dí charlas y conferencias sobre diferentes temas relacionados con lo sonoro y la gestión cultural de lo sonoro.  Y volviendo a lo que decía antes, hasta te diría que incluso lo escrito, en mi caso, tiene un algo que ver con todo aquello que suena.

En definitiva, ese Javier Piñango al margen de lo musical por el que me preguntas, es en realidad el reflejo en un espejo del mismo tal Piñango y el millón de millones de sonidos que he mamado desde crío.

(Fotografía: Almudena Villar)

/////////// Ahora vamos a hacer justo lo contrario. Como el ventrílocuo electrónico pertinente que eres, me gustaría que ayudaras a tu KORG MS20 a presentarse a sí mismo haciéndolo lo más antropomorfo posible. ¿Qué siente, de dónde viene y cómo crees que piensa?

JAVIER:  Mi querido y viejo Korg MS20, que llegó a mi casa (de entonces) allá por 1981, me dice que era (y es) un sintetizador lleno de posibilidades: muy bien diseñado y con una amplísima capacidad de generación sonora que yo, el ente humano, he ido aprendiendo a encontrar y explorar, desde entonces y hasta ahora, de una forma que en aquellos años 80 me habría parecido sencillamente inimaginable. Recordemos: el Korg MS20 es un sintetizador analógico, monofónico, patchable, semimodular, que Korg lanzó al mercado en 1978 estando en producción hasta 1983. Y ahora viene lo bueno, aunque el MS20 sigue una arquitectura de síntesis sustractiva convencional de osciladores (2 VCO’s)  /  filtro /  VCA, su versátil panel de conexiones permite unas amplias posibilidades de "juego", además también de incluir un procesador de señal externa. Esta flexibilidad y su sonido rotundo y grueso, especialmente en frecuencias bajas, hicieron de mi MS20 y todos sus compañeros un sintetizador fantástico y casi legendario.

Ahora soy yo el que hace algunas acotaciones ya de tipo estrictamente personal.  Y es que en mi caso particular, siempre lo he considerado, de algún modo, como un sintetizador hijo del punk. Probablemente primero por una pura cuestión temporal ya que Korg lo puso en circulación en 1978. En segundo lugar porque su fantástica relación calidad/precio lo convertían en una herramienta relativamente barata en comparación con otros sintetizadores, facilitando así el acceso a medios "sintéticos" a un buen número de músicos heterodoxos y transgresores. Por último porque sus propias y tan especiales características encajaban perfectamente en esa actitud del do it yourself tan propia del punk.

Dicho esto, añadiría que como músico, utilizándolo en mayor o menor medida desde ese lejano 1981 (año en que me compré el modelo que hoy, más de 40 años después, sigue acompañándome), he aprendido a utilizarlo primero desde un sentido puramente musical y luego, sobre todo desde 2010, año en el que comencé a trabajar en mi proyecto en solitario I.R.REAL, a hacer un "auto-reseteo" (formal y mental) de todo lo aprendido hasta entonces para partir de nuevo desde cero y avanzar en un progresivo uso TOTAL de este sintetizador hasta hacer que mis proyectos sonoros estén marcados definitivamente por el uso único del Korg MS20. De algún modo, mi sintetizador te diría que Javier Piñango ha aprendido a desaprender "a tocarlo" para centrarse en su manipulación como generador sonoro y el trabajo exhaustivo en la exploración de los límites y posibilidades sonoras del mismo.

(Fotografía: Almudena Villar)

/////////// A este respecto tengo que añadir que posiblemente es el disco más versátil y (cogiendo el término con pinzas) `accesible´ o `melódico´. Esa manera de hacernos mover el esqueleto con el décimo corte "Front​ó​n Beti Jai | Marqu​é​s de Riscal" para mi gusto son toda una manera de recrear lo cósmico desde un abordaje casi bailable y proto Techno (imperdible es ese sonido que parece emular un arpa de boca). Es por eso que en I.REAL 10 capto tantos contrastes. Algunos cortes poseen estructura definida y otros se nutren de una abstracción importante, angular y caleidoscópica (no sé, algo así como Thighpaulsandra versus Monte Cazazza). Es por eso que no deja de llamarme la atención diversos debates e historias entre el ruidismo, los ruidistas, los improvisadores y mil historias más, y escribe Piñango: `planos electrónicos, utilización (también podría denominarse musicalización) del ruido (que no ruidismo), choques y superposiciones sonoras aplicados a un pasaje siempre cambiante con la tensión como continuidad y elemento narrativo´

Te pregunto, Javier... esa diferencia entre lo que llamas `utilización del ruido´ la separas del `ruidismo´. ¿Puedes decirme cuál es la ambos conceptos ¿rehúyes en algún momento del Noise y quieres apartarte de dicha escena?

JAVIER:  Siempre he pensado que existe una diferencia que separa al "ruidista" de alguien que trabaja con ruidos, un "ruidador", que es el concepto con el que yo me siento más identificado. Sin embargo para mí un "ruidista" es alguien que pone en ESE RUIDO el objeto final y único de lo que hace. No como en mi caso, en el que ESE RUIDO termina por formar parte de una organización de RUIDOS, compuestos o improvisados, que en su confrontación entre ellos mismos y en la suma mezclada de todos, generan un resultado que va más allá de lo que cada uno de ellos era en sí mismo. ¿Me explico? Es esa "organización" que yo envuelvo en un proceso de manipulación de fuentes sonoras (RUIDOS varios) la que en un sentido muy personal califico de "musicalización".

En cualquier caso, efectivamente no me siento como parte de esa escena del noise, creo que mi trabajo abarca un campo más amplio en el que pueden convivir y a la vez confrontar pasajes de ruido extremo con pasajes ambientales o incluso con remansos de una cierta quietud (al menos aparente, ja, ja).

/////////// Antes de meternos en detalles de tu último trabajo, se me viene a la cabeza un excelente documental sobre Eliane Radigue y su vínculo cuasi espiritual con su sintetizador (por cierto que "Hotel Mediodía" y su minimalismo casi vocal, gorjeante y sub sónico tiene algo de Radigue). Separar el KORG MS20 de Piñango es como decapitar a una persona, tal es el grado de comunión que creo que habéis conseguido hombre y máquina. A estas alturas, ¿sigues sorprendiéndote de lo que puedes obtener del KORG? Y justamente lo contrario, ¿te has sentido alguna vez decepcionado con dicho sinte por no poder llegar a plasmar alguna idea que tenías en la cabeza?

JAVIER:  Lo primero, qué grande y maravillosa es Eliane Radigue. Y sí, separar MS20 y Javier Piñango sería a estas alturas casi un acto criminal, ja, ja. En ese sentido entiendo el sintetizador como un "instrumento", algo que no ocurre a menudo entre los músicos que trabajan con sintetizadores. Es decir, un instrumento concreto, determinado, único... En cuanto a la capacidad de sorpresa, como expliqué antes, sus posibilidades en cuanto a generación y manipulación sonora siguen asombrándome, tanto cerebral como sensitivamente a través del propio acto de la manipulación (manual, precisamente) del mismo. Todo esto sucede en un "tiempo real" de creación de sonidos y composición, por lo que las ideas van surgiendo también en ese mismo "tiempo real", de modo que no hay una idea preconcebida clara que previamente tenga yo en la cabeza, todo SUCEDE sobre la marcha, lo que hace que de pronto me pueda encontrar ante algo absolutamente inesperado. Así que, al menos por ahora y mientras siga trabajando de esta manera, no parece haber lugar para la decepción.

(Sao Paulo 2015, Fotografía: Wellington Tiberio)

/////////// Sin saber técnicamente si estoy en lo cierto, los diecisiete cortes del disco muestran una depuración de sonido que te dejan con la boca abierta. "Plaza de la Santa Cruz" despliega capas con una pulcritud y facilidad casi milimétricas. El sincretismo musical es brutal y las ondas generadas emulan o transitan por las mismas longitudes de onda que cuencos tibetanos o instrumentos metálicos. Sin usarse guitarras, se identifican momentos cercanos a `riffs´ que harían palidecer a Sunno)). Drone llevado a otro nivel donde el músico es el maestro de ceremonias que conduce a una orquesta de un solo intrumento. 

Quisiera darte la enhorabuena por I.R. REAL 9 que para mi gusto supera con creces a su predecesor en todos los sentidos pero sé que no todo el mundo está familiarizado con este concepto de I.R. REAL que si mis datos son correctos, se remonta a 2010. ¿Puedes explicar a los lectores qué es I.R. REAL en términos generales?.

JAVIER:  Efectivamente es en 2010 cuando me planteo la idea de crear un proyecto en solitario, después de mucho tiempo de colaboraciones con otros artistas, y que además este proyecto tuviera una identidad propia y un nombre genérico, I.R.REAL, con unos conceptos claros y diferenciado de otros trabajos también en solitario creados en paralelo pero con planteamientos diferentes. La idea que tomé como punto de partida fue esa utilización (musicalización) del ruido y la creación de choques y superposiciones, todo ello buscando una narratividad sonora (y también en muchos casos conceptual) dominada por la tensión y los planos y contraplanos, en un trabajo de composición y edición muy complejo. Además estos diez discos realizados desde 2010 como una serie bajo el epígrafe de I.R.REAL, han ido mostrando una clara (y creo que lógica) evolución del proyecto: de la combinación de elementos analógicos (sintetizador), digitales y grabaciones de campo procesadas de los primeros volúmenes, a ir progresivamente dando paso al uso en exclusiva del sintetizador y a la exploración casi compulsiva de los límites sónicos del viejo Korg MS20, que por otra parte ha estado siempre ligado en mayor o menor medida a mi trabajo sonoro desde los años 80. De algún modo podría decirse que el viejo sintetizador ha acabado por apropiarse del concepto I.R.REAL en sí.

(Konvent Barna; Fotografía: Albel Castells)

/////////// De entre toda la saga de volúmenes, tuve el placer de reseñar el fabuloso I.R. REAL 9 que finiquitaba una trilogía íntimamente ligada a tu vida personal y a la Alpujarra de Granada. Hablas de un exilio pero todo resultaba bastante críptico… desde la música a tus textos. Viendo ahora dónde se sitúan las coordenadas (Madrid) de I.R. REAL 10, voy dilucidando un poco los aspectos autobiográficos de tu obra. La pregunta vendría a ser: ¿estamos siguiendo algún tipo de línea temporal? ¿qué relación de amor-odio es la que tienes con Madrid y por qué hablas de reconciliarte?

JAVIER:  No, en realidad no hay ninguna línea temporal. La trilogía que formaron los volúmenes 7, 8 y 9 respondía a un posicionamiento político, desde lo sonoro, que partía de los paisajes en descomposición, desintegración y ruinas del 7 (un mundo arrasado por el capitalismo y el neoliberalismo letal), y que continuaba luego tomando "prestado" el paisaje vertical y extraterrestre de la Alpujarra, ligado como dices íntimamente a mi vida personal por ser mi padre nacido en el pueblo de Cádiar (en la Alpujarra granaína). Ese paisaje próximo y definitivamente irreal de la Alpujarra, me servía en el volumen 8 para retratarlo  profundamente en sonido y vibraciones. Y finalmente más tarde, ya en el 9, acompañado por unos textos que, te doy la razón, podían resultar un tanto crípticos, hacer de audio y texto un vehículo de escape con Sierra Nevada como un murallón que separara esa tierra irreal alpujarreña, en la que exiliarse, de la Iberia "infernal":  podredumbre, corrupción y la vieja y ancestral tendencia fascista ibérica... En definitiva, una metáfora de un autoexilio en pos de la supervivencia. Pongamos síntesis analógica generando ambientes, rupturas y quebrantos sónicos, más textos airados y en el filo, y tendremos el paisaje final de esa trilogía.

Ahora vayamos a I.R.REAL 10. Como te decía no hay ningún hilo temporal. En realidad el planteamiento de este décimo disco viene de la necesidad desde hacía ya tiempo de retratar, desde mi más personal percepción, lo que en general la ciudad de Madrid, que es mi ciudad, en la que nací y vivo, me sugería para bien y para mal. Una ciudad a menudo maltratada, por no decir siempre, por una fauna de especuladores, corruptos, fascistas de todo pelaje, sinvergüenzas sin escrúpulos y mil desgracias y desgraciados más. Pero también, como decía, mi ciudad, en la que a través de unas localizaciones muy concretas he querido presentar la combinación de ese submundo terrible con paisajes que van más allá, entre lo subterráneo, lo deforme, lo raramente bello, la superficie viciada y a la vez adictiva, lo esperpéntico (Madrid es en realidad un puro esperpento) y en definitiva la absoluta irrealidad. Toda esta combinación de lugares y percepciones mías de esos mismos lugares y de la ciudad en sí, son los que alimentan esa confrontación de amor-odio... Y este disco nace de una cierta necesidad de reconciliación, de querer hacer las paces con esta ciudad, lo cuál, en realidad, viene a ser algo imposible aunque en ciertos momentos de "quietud" pueda aparecer el espejismo de que esto pueda llegar a ser posible.


/////////// Con I.R.REAL 10 nos planteas un viaje sonoro por determinados enclaves de Madrid que además se acompaña con unas excelentes imágenes de Almudena Villar y unos textos sobrecogedores que demuestran tu enorme faceta poética. Antes de nada, ¿podrías hablarme de Almudena y la relación de amistad y trabajo que os une desde hace tantos años?. Ella ha sido la encargada de poner imagen a muchos de tus últimos trabajos y también tus colaboraciones con el grandísimo y recientemente perdido Juan Antonio Nieto.

JAVIER:  ¿Qué puedo decir de Almudena? Más allá, mucho más allá de la amistad, lo que hay es un cariño inmenso, un montón de vivencias compartidas en estos años, vivencias vividas con la mayor complicidad en los buenos momentos y también en los regulares y en los malos. Almudena es enorme, es sencillamente enorme, es una de las mejores personas que he conocido en mi vida... Y en lo artístico para mí es sumamente fácil trabajar con ella. Soy fan absoluto de su foma de plasmar fotográficamente la realidad (y en mi caso, la irrealidad, ja, ja). Su trabajo es absolutamente reconocible, con esa capacidad suya para microfotografiar el detalle de un algo para convertirlo en otro algo diferente, y hacerlo como digo con un estilo propio cuya óptica encuadra lo inimaginable y hace de lo cotidiano un mundo insólito. En fin, ¿he dicho ya que soy fan total de mi querida Almu?

 ALMUDENA:  Dice Javier que es fácil trabajar conmigo pero creo que, sin duda, lo que resulta fácil es colaborar con él, por la claridad de sus ideas, sabe lo que quiere, no hay ambigüedad y así es difícil equivocarse, y luego está lo extraordinario de su música ¿cómo se pueden sacar sonidos tan increibles de un MS20? La obra de Javier es puro punk, pura poesía, pura fuerza, que i.r.realmente nos arranca  las entrañas.

/////////// Almudena, tus fotografías siempre me han parecido excelentes, además de que casan a la perfección con el sonido tanto de Javier como de Juan Antonio. Al igual que le preguntaba a Javier, me gustaría que me ayudaras a desentrañar tu persona. Sé que es difícil definirse a uno mismo pero, ¿quién es Almudena Villar (sus inicios, su relación con la música…)?

ALMUDENA:   Realmente, mi relación con la música viene desde la cuna, ya que mi abuelo era compositor y mi padre dirigió una editora de música, también mis primos han sido músicos profesionales, en fin, en mi casa siempre se ha escuchado música, y en los primeros 80 llegó la Nueva ola a Madrid (o si se prefiere la Movida) y en aquellos años locos iba a todos los conciertos y compraba todos los discos que podía,  en esos años conocí a Juan Antonio que me colaba a sus conciertos, aunque entonces no le hacía mucho caso…

Respecto a la fotografía, nunca fue una afición para mi, la poca técnica que he adquirido ha sido por obligación profesional, fotografiando en las excavaciones arqueológicas y  largas sesiones fotografiando materiales, así empecé a cogerle el gustillo, pero no podía desperdiciar carretes, el revelado era carísimo. Todo eso cambió al llegar la fotografía digital, en los 2000 quisimos hacer un proyecto de los muros de Gijón, el salitre hace maravillas, Juan Antonio iba a intervenir los muros y yo a fotografiarlos pero al final no lo hicimos pero mi querencia por las paredes y los palimsestos que en ellas se crean ahí sigue, de hecho varias portadas que hice para Juan Antonio son muros.  La cámara digital  también hizo que pudiese robar algún disparo en mi trabajo y surgió la serie Arte de obras en la que he fotografiado andamios, herramienta, tierra, maquinaria, etc. Empecé a hacer las portadas para Juan Antonio Nieto y sus colaboradores, para Javier Piñango y  flyers de conciertos.

/////////// ¿Hay alguna influencia del futurismo, el fluxus o cualquier otra movida artística en tu ojo a la hora de encuadrar una imagen?. Dicho de otro modo, ¿qué artistas o colectivos te han influenciado a nivel artístico?

ALMUDENA:   Siempre he sido una apasionada del arte contemporáneo, desde las vanguardias rusas al expresionismo alemán, el futurismo, claro, todo los que sea Una bofetada al gusto del público y Fluxus, desde luego, todo movimiento artístico que se enfrente a los establecido, que suponga una ruptura, que sea una respuesta al mercantilismo o que reclame una libertad absoluta a mi me tiene ganada, y además Juan Antonio lo sabía absolutamente TODO de fluxus. La influencia de fluxus me viene, sobre todo, por el tema del objeto, del found object, mi manera de acercarme a las cosas, que más que la búsqueda del detalle es una mirada casi EXTRAVIADA ,  esa es mi fotografía,  una forma diferente de ver las cosas.

Además de mis pintores favoritos, que no son pocos, entre los que destacan Paul Klee, Egon Schiele, Odilon Redon…, bueno y se me olvidaba decir que idolatro a Man Ray. Una gran influencia en mi trabajo, también,  es el cine al que soy muy aficionada de siempre.

/////////// A Juan Antonio estuve a punto de conocerlo cuando vino a Málaga hace muy poquito pero no pude asistir por temas de trabajo. Siendo nuestra relación prácticamente epistolar siempre me sorprendía la humanidad que destilaba, preocupándose más por los demás que por sí mismo (recuerdo sus mensajes de apoyo durante la Pandemia). Sé que no es fácil pero me gustaría que hicieras un esfuerzo emocional y me dijeras no quién era Juan Antonio Nieto sino a quién hemos perdido. ¿A quién perdemos en lo personal y en lo artístico con su temprano fallecimiento? ¿Qué diferencias hay entre pasear por Madrid con él y hacerlo en soledad?.

ALMUDENA: Juan Antonio tenía todavía mucha música por hacer, mucho que decir en el ámbito de la experimentación, acababa de cumplir 60 años, me parecen tan pocos para la esperanza de vida hoy en día. Se que muchos músicos europeos y americanos se sienten un poco huérfanos, todos le pedían consejo y ayuda para venir a tocar a España, nunca dejó sin contestar ningún mensaje, procuró siempre dar direcciones y cuando era posible organizábamos  nosotros mismos los saraos, él sabía lo importante que era para los músicos mostrar su trabajo. Él era una persona, en el sentido más profundo de la palabra, buena. Su vida nunca fue fácil, su discapacidad le cerró muchas puertas, pero su altísima calidad como artista y su inquebrantable honestidad, fue derribando una tras otra y las que le quedaban.

Caminar con Juan Antonio  a mi me ha convertido en una artista, al acomodar mi paso al de él, me vi obligada a ver el mundo más despacio y empecé a observar todo con mayor detenimiento, este paso lento influyó mucho en mi fotografía.

Los últimos paseos que dimos ya fueron en silla de ruedas, pero nunca dejó de tener ese sentido del humor que siempre me enamoró.

(Almudena Villar, Juan Antonio Nieto, Javier Piñango, Entonado y Gregorio Kazaroff en Ágora Sol Radio; Fotografía extraída de su página web)

/////////// Finalmente Almudena, ¿en qué fotografías y pasajes de las 17 imágenes crees que Juan Antonio está más presente y por qué? ¿En cuál de las 17 localizaciones os gustaría volver a encontraros los tres, Piñango, Juan y tú?

ALMUDENA:   Yo elegiría dos localizaciones, en la que está más presente creo que es en Azca, ese día él me acompañó, por supuesto no pudo bajar, demasiadas escaleras, es un sitio inhóspito. Cuando preparaba la selección para enviarle a Javier, se las enseñé, me dijo Esta es mi favorita, es muy Lynch, y es la que va a elegir Javier. Cuando se las envié a Javier el sin dudarlo dijo: Esta, jaja, estaba claro.

Luego, para encontrarnos los tres, iría a un sitio más amable, al lado de casa de mis abuelos paternos, en la Plaza de los Guardias de Corps, a tomarnos un vermú, unas cañas, o lo que se terciara.

JAVIER:  Quizá en ese submundo tan madrileño de la estación de metro de Chamberí, la estación fantasma en la que desde hace décadas no se detienen los trenes. Creo que sería un espacio perfecto para que este trío nuestro se tomara unas hipotéticas copas y se zampara también unos hipotéticos torreznos, je, je.

/////////// Orgía de potenciómetros hirviendo en "Callao", más comedidos pero igualmente rompedores en "Plaza de la Guardia de Corps". Tengo que revelar que he entrevistado también al Korg de Piñango pero todavía estoy traduciendo sus respuestas que llegarán quizás en una línea temporal y lenguaje diferentes, pero que se traducen en las mismas sensaciones emocionales. De todo lo que me ha contado, se repite una palabra constantemente... `pasear´. Escuchar los más de 60 minutos de I.R.REAL 10 funcionan efectivamente como un paseo donde los cambios paisajísticos, de edificios o detalles arquitectónicos van con una fluidez que asusta. ¿Cómo ha sido el proceso compositivo? ¿relacionabas un enclave con un pasaje musical antes o después de componerlo?

JAVIER:  Lo primero, a partir de la idea que antes comenté de plasmar un Madrid I.R.REAL, fue construir ese itinerario, esa travesía con un principio y final a través de 17 localizaciones que por uno u otro motivo eran sugerentes para mí. Una vez tuve claro ese itinerario y esas localizaciones concretas, hablé con Almudena para explicarle la idea y pedirle que poco a poco fuera fotografiando esos espacios para construir las postales sonoras, visuales y escritas del disco. Y ahí es cuando comienza todo el proceso compositivo. Tenía que construir 17 piezas y hacerlo con la premisa de que el audio funcionara como una postal sonora dentro de un todo, que tuvieran esas piezas una duración que en ningún caso superara los 5 minutos y dotarlas, y este era el reto más difícil, en su orden en que figurarían en el disco y que inspiran este itinerario, de un sentido de la CONTINUIDAD fundamental para al final no tener un puzzle de 17 piezas diferentes entre sí, sin más, sino un puzzle con 17 piezas que encajaran perfectamente entre sí, UNA TRAS OTRA. A partir de todas estas premisas empecé a trabajar en pistas y más pistas de sintetizador para recrear, evocar poéticamente o directamente transfigurar paisajes, edificios, espacios, etc. Un trabajo del que tengo que reconocer que a nivel compositivo me siento especialmente orgulloso por su complejidad y su resultado final.

/////////// Vuelta a AUDIOTALAIA y al magnífico sello de Edu Comelles, que ahí sigue en la brecha desde 2007. ¿Cómo surge editar con Audiotalaia? Si no me equivoco tu primer disco ahí fue I.R. REAL Space Music de 2013 pero luego continuaste la serie en Plus Timbre donde incluso se iniciaría la trilogía última con el volumen 7 y 8, aunque terminaste sacando el 9 en Audiotalaia. ¿Qué razón hay detrás de esto? Puestos a elucubrar, me inclino a pensar que Audiotalaia te ofrecía la posibilidad de una edición física ya que el volumen 6 sí que fue con Audiotalaia (es un poco rompecabezas todo esto).

JAVIER:  He trabajado siempre con diferentes sellos, de hecho en mis discos en paralelo a la serie I.R.REAL sucede lo mismo, habiendo editado trabajos en Auriculab, Hazard Records o Impulsive Habitat por ejemplo. Dicho esto, indudablemente hay un plus de complicidad con Audiotalaia cimentado en mi larga amistad personal con Edu Comelles. A esto hay que sumarle el hecho de que siempre he pensado que si hay algo que distingue a Audiotalaia y al propio Edu en todo lo que hace, es el cuidado, el cariño y la profesionalidad en su trabajo, lo cuál valoro muchísimo. Ediciones como la del volumen 9 (librito de textos y fotos + audio de descarga digital) o la de este volumen 10, con todo lo que incluye, son difíciles de imaginar en cualquier otro sello. Y hay algo que tengo muy claro: si edito en físico es para hacer de esa edición un objeto (artístico o lo que sea, je, je) que sea mucho más que un simple CD.

/////////// Hablando de las ediciones físicas de Audiotalaia, lo cierto es que son una preciosidad. Personalmente tengo en mi colección los dos volúmenes últimos de I.R. Real (el 6 no, creo que está agotado), Erissoma & Lucas Bolaño o el Frozen Drumscapes de Avelino Saavedra, todos con un acabado impresionante que lleva el DIY a su grado máximo de exquisitez. La pregunta sería: ¿qué grado de implicación tienes con el acabado del álbum? Lo digo porque el artwork es de Comelles pero imagino que habréis llegado a algún tipo de consenso. Descríbeme si puedes cómo ha sido el proceso creativo del disco que estoy tocando ahora mismo con mis manos.

JAVIER:  Esto tiene mucho que ver con lo que te comentaba antes. En primer lugar lo cuidado y minucioso (y estéticamente sempre fantástico) de las ediciones de Audiotalaia. Y en segundo lugar ese nivel de complicidad con Edu Comelles que hace que el proceso sea en todo momento consensuado y que se realimente en cuanto a ideas en ambas direcciones. Me explico, en este volumen 10 yo tenía un punto de partida claro: encerrar CD, fotos y textos (en el reverso de las fotos) en una cajita de cartón. Parece sencillo pero no lo es. A partir de esta idea inicial Edu, como siempre hace, fue aportando más ideas y añadiendo matices a ese concepto: la textura de las fotos, la presentación de la hoja de créditos, la elección de los materiales, el montaje de todo eso hasta quedar como ha quedado... En fin, Edu es una garantía para mí, le admiro como artista y como editor, y eso es absolutamente fundamental.

(Sónikas; Fotografía: Adolfo Yagüe)

/////////// Otra cosa que me llama la atención, quizás una tontería mía, es que se haya elegido como foto de la edición la número 6, El Viaducto de Bailén. ¿Hay alguna razón detrás de esto?.

JAVIER:  Genial que me preguntes esto porque precisamente fue idea de Edu Comelles el  que esa foto, que es de mis favoritas (y tan espectacular como inquietante), sea la que aparezca como portada en la edición digital. Es una de esas aportaciones fundamentales de Edu de las que te hablaba antes.

/////////// Pues no quiero cerrar esta entrevista sin preguntarte por proyectos de futuro. El resto te lo dejo a ti. Este es tu espacio para que reflexiones, escribas o comentes lo que te apetezca.

JAVIER:  Lo primero Antonio es agradecerte esta entrevista, tus preguntas y reflexiones y la oportunidad (para mí siempre importante) de poder explicar y también reflexionar en profundidad en torno al trabajo que hace uno. Eso es impagable cuando existe un feedback entrevistador/entrevistado en el que se va mucho más allá de lo habitual.

En cuanto a proyectos futuros, de entrada la presentación en concierto del disco, en varias ciudades, durante los primeros meses de 2023. Y en paralelo comenzar a trabajar en futuras entregas, tanto de la serie I.R.REAL como de las que hago en paralelo, tanto en solitario como en colaboración con otros artistas. Pero tiempo al tiempo, lo primero es llevar este I.R.REAL 10 lo más lejos posible y al mayor número de oídos (atentos) posible.

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https://audiotalaia.bandcamp.com/album/i-r-real-10

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jueves, 1 de diciembre de 2022

GARTH ARUM - "THE FIREFLOWERS TALE" (DARKWOODS / DARKNESS WITHIN; TENEBRAE XVIII 2020)


No es fácil presentar a un músico como el madrileño Óscar Martín (aka NHT) cuando en sus espaldas lleva los nombres de As Light Dies o ha tocado la guitarra en los Autumnal y por ahí anda creo en La Sombra del Tejo. Lo cierto es que de su faceta en solitario me quedé con la mandíbula colgando con DEEMTEE y su disco por aquí reseñado, Flawed Synchronization with Reality que fuera editado por Grimm Distribution. Reconozco que soy muy excéptico hacia los proyectos con la etiqueta Avantgarde y que tienen por ahí metido el sinfonismo... y no es porque no me gusten sino porque la cabeza se me va siempre a Arcturus, Limbonic Art, Öxxö Xööx, Dodheimsgard y otras grandes bestias pero cuando la calidad es tan alta, tienes que callar y abrir las orejas.

Más o menos por aquella época, la gente detrás del sello DARKWOODS, concretamente el subsello Darkness Within de quienes por aquí os trajera a los Némesis Oculta con su excelente To Shine, To Rebel, me pondrían tras la pista del proyecto principal de Óscar; los GARTH ARUM que ya tenían primer disco editado en la discográfica rusa Satanath Records (The Dawn of a New Creation) del que poco puedo hablar porque no he escuchado y que en plena época pandémica se marca el que hoy os traigo... el impresionante pepino estelar The Fireflowers Tale, editado en un sobredimensionado Digipack de 6 paneles laminados en mate (la especial, porque luego también tenemos la estándar en jewel case) cargadísimo de detalles: `cardboard slipcase´ para proteger el Digipack, códigos de descarga, booklet de 8 páginas.... y por supuesto el cosmogónico artwork de Phlegeton Vortex


The Fireflowers Tale data de 1997 cuando es grabado en modo Demo, creo que vuelto a grabar en 2007 y en ambas ocasiones nunca editado. Ahora, todo regrabado y remasterizado de nuevo en los Kadath Sound. Investigando un poco más y según el bandcamp, GARTH ARUM abarca grabaciones entre 1997 y 2013 y el objetivo de Óscar es ir sacando todo el material hasta completar (ya lleva dos) cuatro álbumes. En cuanto al sonido, si tenéis ya una edad, os acordaréis de lo que vino a fraguarse en los últimos compases de la segunda ola del Black Metal y su tecnificación / viraje hacia lo sinfónico (que ya estaba en el estilo pero quizás algo más... pueril), mezclado con lo Avantgarde. 

La profusión de electrónica junto a la madurez de una escena que miraba hacia otros campos como el Progresivo de los 70, Pink Floyd y la Psicodelia amplían horizontes y bestias pardas como Ulver, Arcturus o los más comerciales Dimmu Borgir movían masas (aquí teníamos a nuestros The Heretic o Symphonic Majestic Wrath). Todo esto se mezcló con el metal extremo y el caldo de cultivo por muy grande que fuera se agotó de tanto usarse y es un género que he escuchado tanto que aparté radicalmente de mi conciencia....

(el genial primer logo de Garth Arum)

... hasta que me he topado con GARTH ARUM. En escasos 30 minutos la cantidad de texturas, sensaciones y fluidez son encomiables, además de que todo está mezclado con sutileza y exquisitez (los sobresaltos abruptos afortunadamente se dejan de lado). Un puntito de frescura a un género que creía ya extinto con gente como Fleurety, Ved Buens Ende o los japoneses Sigh y que vuelve a reinventarse justo en una época en la que parece primar la vuelta a lo crudo en el Black Metal que sin perder el experimentalismo, en gente como los Deathspell Omega tienden a un nihilismo misantrópico muy acentuado y contrasta radicalmente con esa vuelta a la fantasía, la sci-fi y en definitiva el que se nos cuente una historia musicalizada pero sin ínfulas de bardo acarameladas. Prueba de esto es el fabuloso inicio burbujeante de "Inner Secret Garden", que me recuerda poderosamente a bandas de nuevo cuño que están saliendo en Noruega como los Alwanzatar o Tusmorke. Una especie de Kraut pastoral con tintes de prístino y maravilloso Dark Ambient Folk cinematográfico... pululan por ahí campanillas, drones etéreos construidos con teclados que emulan flautas y golpeos de forja al más puro estilo Dungeon Synth. Lady Carrot invitada de excepción para los cánticos a lo Heavenly Voices subiendo los niveles de épica cuando entran las percusiones marciales para luego llevarlo todo a un fade out electrónico fantástico.


Poderosa en inicio y con una trabajada melodía, "Flowers of Fire" cuenta con una sucesión de riffs que me retrotraen a (coger con pinzas) las partes sosegadas de Edge of Sanity, Pan thy monium, Katatonia, Opeth... luego eclosiona la base rítmica en modo atmosférico que por alguna razón me recuerda a los primeros trabajos de Dimmu Borgir o Gehenna. Voz gutural más cercana al Death (para mí un acierto) pero flotando sobre una base, vértebra y estructura características del Black noventero, como bien muestra el posterior arranque de blast beats. Contrasta sin duda todo esto con la apesadumbrada y cuasi gótica (muy buenos los clústeres de piano) "Now", dándole un aire de frescura distinto a la pomposidad que suele habitar en los acetábulos de los sinfónico. Voces susurradas que pudieran traer a la mente a Tiamat o Katatonia en sus discos más melódicos aunque eso sí, los arranques Black Metaleros son de la segunda ola al 100%, con ese puntito cuasi goticorro de la etapa Century Media de Rotting Christ en las guitarras. 

Pero si hay que destacar algo es lo bien que Óscar mezcla elementos como las acústicas con unos detalles de sintes muy originales (minuto 6 o así) con percusiones de bodhrán o parecido. Tras un interludio de efectos acuosos irrumpe una angelical voz en diálogo con una poderosa tormenta de fondo tal y como hacían los Autumn Tears en y su Darkwave Neoclásica en Love Poems for Dying Children. Fabuloso.


Me encanta el medio tiempo con el que arranca "Finally in the Abyss" y cómo se dirige la intensidad. Cambios de ritmo, cabalgadas de la vieja escuela con pianos en la retaguardia (esto es un clasicazo del género) y unas voces muy versátiles y conseguidas que sitúan a Garth Arum por derecho propio en el terreno del Avantgarde y la experimentación. Cierra el disco "The Gods are Beholding You" en una aleación entre Black y Doom (no necesariamente a partes iguales) que resume todo lo anterior a la perfección. 

MUY RECOMENDADO.




miércoles, 30 de noviembre de 2022

MISA TRIDENTE + DOCE FUEGOS - "GARROTE VIL 1820 - 1978" (AUTOEDICIÓN, 2022)

No sé si es políticamente correcto decir que el nuevo proyecto del enigmático Misa Tridente junto a Doce Fuegos me ha provocado un nudo en la garganta. Garrote Vil (1820 - 1978) se compone de un solo corte de 40 minutos de duración en un limitado digipack masterizado en los Estigia Estudios de Miguel Souto (Ab'bhau, Excurse, Svdaria, Suspiral...) quien además aporta voces junto a Isabel Sierras. Fiel a todo ese submundo mistérico de los proyectos relacionados con Misa Tridente, se incluyen extractos manipulados de la mítica `Psicofonía del Infierno´, supuestamente obtenida por Germán de Argumosa en 1985 y que de por sí daría para todo un artículo. Fenómeno social o paranormal, invito a que indaguéis en el asunto.

La construcción de Garrote Vil es bastante ritualística, cercana al Dark Ambient que se practicaba en Cold Meat Industry o Cold Spring. Escuchado con auriculares, sus bases rítmicas pulsátiles y su manera de mezclarse con el Noise podrían recordar a insanos proyectos de Power Electronics como SPK, Throbbing Gristle, Whitehouse (sin el Harsh) o muchas de esas entidades psicopómpicas que habitaron Crucial Blast (Skullflower o Theologian). Cuando entran las voces el asunto sube enteros bastante; cánticos entremezclados con percusiones al más puro estilo Like Drone Razors Through Flesh Sphere o lo que es lo mismo, un Doom de carácter experimental y litúrgico arrebatadoramente oscuro. 

Misa Tridente, ya hollados por aquí en su Split con Maaurge (2017) o el excelente Iucidium (2019), ve exponencialmente multiplicada su durísima propuesta en Garrote Vil merced a las voces absolutamente demenciales de Souto e Isabel Sierras. Las guitarras, tocadas al otro lado del río Styx, reflejan toda esa sin razón de la España Negra del garrote, de un necrótico Berlanga y unos queridísimos verdugos. Cacharros, electrónica y pulsos electromagnéticos desembocan en un pausado interludio allá por el minuto 17... difícil decir cuándo y en qué momento Doce Fuegos (Miguel Palau) erosiona la música con la mandolina y violín eléctrico (aunque todavía no he reseñado su último disco, os dejo en enlace al primero El Templo de las Cuevas), pero se deja caer su lánguido y apesadumbrado tono sin lugar a dudas a partir del minuto 20. Un telúrico fondo electromagnético sirve para que Palau apriete un pelín más el vil garrote y las cuerdas vocales del reo bien pudieran electrificarse para ser tocadas por su arco. Imposible no acordarse con sus abstracciones lisérgicas al violín de ese particular sonido que consiguen los Cyclobe de Stephen Thrower y Ossian Brown aunque lo que prime en ellos sea la zanfona. 

(Souto)

Brilla sobre todo cuando la electrónica de Misa Tridente se convierte en una base drónica ultra minimalista y el violín (o mandolina) se queda prácticamente zurciendo un putrefacto y necrótico cosmos de notas a penas sugeridas; de cuerdas rozadas mínimamente por el arco que se contestan a sí mismas en un loop o reverb que se meten de lleno en el Ambient y la Clásica Contemporánea. El tramo final es arrebatadoramente oscuro, con voces entre susurradas y Black (algo de MZ412), decrépitas líneas de sintetizadores teratogénicos y un fundido a negro tan frío y helado como el anillo del garrote en las ejecuciones patibularias.

Una joya de la música oscura nacional.

https://misatridente.bandcamp.com/album/garrote-vil

https://docefuegos.bandcamp.com/album/garrote-vil

martes, 29 de noviembre de 2022

STRIBORG - reediciones "GHOSTWOODSLAND" + "SOUTHWEST PASSAGE" (SATANATH / THE END OF TIME / RUDE AWAKENING / INVERTED INHUMATION RECORDS; 2021)

Si hay un proyecto longevo ultragrimoso y particular es el de Sin Nanna de STRIBORG, músico proveniente de Tasmania (Australia) y del que ya os he presentado aquí algún trabajo sobre todo en forma de Splits, uno con Abigorum llamado Spectral Shadows (2018) y Prisoners of the Solar System con la banda Satanath en 2020. La producción de Striborg es tan extensa que hay cabida para prácticamente de todo... desde Black Metal de libro a Ambient, Darkwave y electrónica pero lo que hoy os traigose enfoca al más sucio estilo depresivo de sus inicios que han sido reeditados en 2021.

Lo primero es comentar que si eres incapaz de olvidar ese cierto aire Lo-Fi que prima en la mayoría de la música, o lo sintético de las percusiones, posiblemente esto no es para tí. Si buscas riffs ponzoñosos y una cacofonía de texturas que rozan lo drónico caerás irremisiblemente en sus redes. Con todo hay que decir que es complicado valorar la carrera de Sin Nanna en tan solo dos álbumes porque la producción es tan extensa que hay lugar para lo glorioso y para lo infame, cosa harto habitual en músicos de largo recorrido en solitario. Para mi gusto, estas dos reediciones de Ghostwoodlands (2008) y Southwest Passage (2009) están entre lo mejorcito de su carrera siendo ambos remasterizados en Black Dwell Records (Ucrania) y revestidos con artwork nuevo a cargo de Mary Kankava

Ghostwoodlands (Satanath Records; The End of Time Records; Rude Awakening Records) se abre con "Bete Noir" suna espectral y ponzoñosa nana minimalista que quita el hipo. Siguen luego cortes como los veinte minutos de "Wandering the Wilderness of Eternal Misery", muy a medio tiempo y flotante, con vocales que parece llegar de otro plano dimensional. Guitarra enterrada en la mezcla haciendo riffs helados mientras algo eléctrico (no sé si es otra guitarra) se sitúa en primer plano. La batería, siendo como creo que es programada (he encontrado por ahí que el álbum se grabó en CUBASE) no desentona para nada y para mi gusto queda bien en ese maremágnum de baja fidelidad, pianos fantasmales y espíritu desacralizador. Si esto no es Depressive Black Metal no sé que otra cosa puede serlo. Por cierto que la edición original de Ghostwoodlands es de la holandesa Displeased Records. Me encanta el efecto acuoso que se le ha dado a las voces y el toque personalísimo ydistinto de la música (para bien o para mal ya lo decides tú). 

En líneas generales aquí Striborg suena como si se hubiera ido el tipo a grabar Black Nórdico a la superficie de un planeta y hubiera allí montado su estudio de grabación, y si no estad atentos a los efectos espaciales como naves o qué se yo que van apareciendo en los pasajes del final. Raro no, lo siguiente escuchar esos alunizajes o efectos mecánicos.

Comentaba que me parece un proyecto muy personal, y creo que los interludios marcianos "Light Anomalies in the Phantom Woods" o "Sinister Scraping of the Spectres" hablan por sí solos. Por momentos parece que estoy metido en una se esas Jams interminables de Sun Ra al Moog en los 70. Electrónica malsana más propia del Noise Industrial y contraste con la clásica y blackmetlaera de libro "With Animosity I Bequeath Thee", con la batería muy trabajada donde no hay `blast beats´. A más un fan acérrimo del Black Metal Depresivo le dará un patatús con las voces en la homónima "Ghostwoodlands" pero ya digo que la atmosfera raruna y misantrópica conseguida por Striborg es una de mis debilidades; "Descending into Utter Despair" y su Dark Ambient astral fulminan un más que recomendado disco.

La otra reedición es la de Southwest Passage (Satanath Records; The End of Time Records; Inverted Inhumation Records) que también salió en origen en Displeased. A diferencia del otro álbum, aquí se usa órgano real (Pump Organ), violín y guitarras acústicas. Más directo, el álbum abre con el bestial "Southwest Passage", plagado de doble bombo y una atmósfera apesadumbrada y procesionaria. Alejándose aquí de efectos espaciales sonoros, el disco te draga el alma en una mezcolanza entre los austríacos Summoning (me recuerda mucho a sus primeros discos) y los Bethlehem. Esa esencia se mantiene el "All Contempt Reciprocated" con un fantástico trabajo de guitarras... a veces no tienes que ser un virtuoso para meterte de lleno en determinados estados de ánimo. Tocado a un ritmo lentísimo, creo que pocos debates hay: o te gusta o no te gusta nada... y bueno, es cierto que "Dwelling in the Fullmoon Forest" no inventa la pólvora pero tiene algo que me atrapa, sobre todo sus teclados y esas campanillas flotantes sacadas de quién sabe donde.

Aunque es cierto que el recuperar estos trabajos cumple más una función histórica que otra cosa (la prueba es que los nuevos trabajos de Striborg van por otros derroteros más Darkwave), sí que tienen la suficiente personalidad para que sean meros ejercicios de género pero ojo, con esto no estoy diciendo que aquí prime la originalidad ni mucho menos. "Obscure and Darkened Contemplation" por ejemplo me parece bastante olvidable pero la más experimental "Requiem for a Lonely Ghost" que cierra el álbum es una pasada y son esas salidas por la tangente y detalles los que me encandilan de la música del australiano Sin Nanna.... un violín invertido, un órgano tocado como si estuvieras con un pie en un entierro y el otro en la feria de tu pueblo. Una turbadora forma de cerrar el disco que anticipa con mucho sus actuales devaneos con la electrónica.

https://satanath.com/releases/item/sat332.html

https://satanath.com/releases/item/sat331.html



viernes, 25 de noviembre de 2022

MOURNUMENT - "SMOULDERING INTO DUST" (ARDUA MUSIC 007CD, 2022)


El gris atardecer trajo a aquel solitario Queltehue
El cual cantó para mí, cubriéndome bajo su eterna lluvia

Antes de entrar en materia sobre el disco que hy os traigo, vamos a cartografiar un poco la escena chilena del Death / Doom, sobre todo para los que no controléis algunos nombres clave. Si tiro de mi hemeroteca mental, no son pocas las bandas chilenas practicantes de Death/Doom. Así a priori recuerdo a los correctos Bitterdusk, a los excelentes Capilla Ardiente, los recientemente extintos Endimion, a la banda de culto Mischievus Augury con su único disco de culto Immortal Land (con horribles pronunciaciones en inglés, todo hay que decirlo), a los muy olvidados Sangría, los longevos Aura Hiemis (más tirando al Funeral Doom), Lapsus Dei o la dos bandas clave de la escena chilena en cuanto a Doom Metal con más antigüedad la primera, y más influencia y proyección internacional la segunda; estoy hablando de los excelsos Poema Arcanus y Mar de Grises... sobran las palabras. 

Hasta aquí he comentado bandas de cierta longevidad que conozco y he escuchado, pero la salud del Death / Doom en tierras chilenas no decae, y es entonces cuando tenemos que meter en la palestra a los maravillosos y de nuevo cuño Mourning Sun y su Doom atmosférico o Mournument, la banda que hoy os presento que me ha volado la cabeza con músicos de larga trayectoria dotados de una varita mágica que hace que este subgénero que parece que nunca está totalmente de moda como es el Death / Doom siga ahí a su bola para un público particular. Vamos al lío:

MOURNUMENT se forman en 2021 por Kveldulf Bjalfason (Niklas) y Alfredo Pérez, uniéndose posteriormente a la batería Christian `Krono´. Entre los tres, cuentan con un currículum que tira para atrás y que abarca a bandas de corte internacional como Deveneror, Concatenatus, ÆRA, Forestfather o Flesh Configuration en el caso de Niklas (en Mournument a las guitarras, bajo, teclado, piano y violín), mientras que Alfredo Pérez hace las voces y toca en Concatenatus, Lacrymae Rerum, Mourners Lament, Obnubilo, Siaskel, Sol Sistere, The Ancient Doom y varias más. Como extra tenemos a la violinista Caroline Salmona completando de forma magistral los temas en los que no toca Niklas el instrumento y dando un cierto aroma Folk en los acabados. 

En el apartado técnico, este magnífico debut Smouldering Into Dust se pergeña en digipack de 6 paneles por ARDUA MUSIC (ex- The Vinyl Division) dividiéndose la grabación entre los Kenoma Studio y los Sonido Origen que es donde finalmente se masteriza por Carlos Fuentes. Resaltar el expectacular artwork de Valentina de Sinis-Tudor y layout de Kalle Pyyhtinen sobre el que brilla un logo vieja escuela a lo Profanum de Daniel Hermosilla (Nox Fragor Art). En cuanto al estilo, los chilenos tocan un excelente, pegadizo y trabajado Doom atmosférico con toques Folk y Pagan que vienen sobre todo de las voces limpias y el uso del violín / piano, lo que me hace acordarme de otra banda que arriba no he mencionado (de culto) que son los Uaral y evidentemente, ya en otras fronteras, Empyrium que son a quienes más pueden recordarme en algunos cortes. No escatiman en versatilidad y tenemos momentos donde las voces incluso tienden a ese Black/Doom que llegaron a practicar los Rotting Christ en su etapa de Century Media (A Dead Poem sobre todo) como bien suena en ese petardazo de corte "On Rain and Thunder" que abre el disco. 

Guitarra acústica, piano y violín sobre un fondo tormentoso y voces susurradas son la apertura perfecta. El violín asoma y las voces mutan de lo susurrado a lo hímnico, con un poso bastante marcado que recuerda a Empyrium sin duda. Cuando todo estalla con la entrada de la base rítmica y se recrudece el asunto de forma marcial, el tema se dirige inexorablemente a un brutal clímax melancólico donde lo que más me gusta es que tampoco recuerda a ninguna banda en particular... creo que Mournument han grabado un disco muy fresco, épico y variado que trasciende un poco los `ejercicios de género´ para darle carácter gracias a una mezcolanza muy acertada de ideas. Sigue "Chasm of Abandoned Souls" con un pedazo de riff de guitarra que corta el hipo, con entrada de la base rítmica con un tempo y texturas similares a los My Dying Bride pero la solemnidad de los Pantheist, para explicarme mejor, sobre todo por ese uso doble de las voces guturales y otras más barítonas y eclesiásticas. Un monolito de más de diez minutos con interludio prístino a lo Opeth con una acústica brillante.

Lejos de bajar el ritmo, el dueto acústica y piano de "Sea of Desperation" es magnífico, esta vez con una tristona melodía muy a lo Katatonia y pequeños toques a los italianos Canaan e incluso al debut de Yearning (esas acústicas se usan mucho en la escena finlandesa), sirviendo de preludio a uno de los grandes cortes del disco, "A Funeral Poem", que comienza también con ese deje finlandés de los Yearning (su debut With Tragedies Adorned de 1997). Larga introducción con la guitarra muy atmosférica acompañada por un magnífico violín; el resultado sin llegar a las cotas del Funeral Doom, sí que roza en algunos momentos la solemnidad de los Morgion e incluso Evoken. Lo cierto es que Mournument se han sacado un debut que ha puesto el listón altísimo al menos según mi parecer y ya llevo unos cuantos de miles de discos de doom en mis orejas. Temazo que pone los vellos de punta, sobre todo en el larguísimo pasaje instrumental que es una delicia. 

Si te gustan estos estilos, estás ante uno de los discos del año del género que ya merecen la pena nada más que por escuchar el cortante filo de la guitarra abriendo el permafrost de la patagonia chilena en el monolito "Grey Was the Chant of my Endless Autumn" con un encomiable trabajo de composición. Donde otros se estancan, Mournument saben evolver (me gusta mucho esta palabra), eventrar (esta más) y sumergirnos en toda una plétora de sensaciones anímicas. 

Te puede sonar a otras bandas y a ninguna en particular, destacando unas brutales voces que a pesar de estar dentro de un disco doom son tan depresivas que quedarían de lujo en cualquier álbum de Pagan Black. La batería se adapta a todos los cambios de ritmo, sonando seca y muy cercana en el acompañamiento del excelente pasaje cantado en castellano, brillando sobremanera cuando el tema se va diluyendo en un falso fade out en la que queda en solitario; falso porque es el piano y el violín otra vez los encargados de arrancar por unos segundos más con aroma Folk en unos instantes finales que acaban uniéndose en estructura a la corta y susurrada Rimü, imagino que referencia a la ancestral costumbre mapuche del `Trafkintu´ (trueque de saberes) y cuya traducción general viene a ser algo así como `tiempo de descanso de la madre tierra o tiempo de finalización del ciclo natural mapuche´

Poco más que añadir. Se trata de un disco que me ha encandilado, muy bien compuesto y llevado a término. No sobra ni falta nada y pone el listón alto a una posible continuación. Muy recomendado.

https://www.arduamusic.com/mournument-smouldering-into-dust-cd-digipack

https://mournument.bandcamp.com/