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jueves, 1 de diciembre de 2022

GARTH ARUM - "THE FIREFLOWERS TALE" (DARKWOODS / DARKNESS WITHIN; TENEBRAE XVIII 2020)


No es fácil presentar a un músico como el madrileño Óscar Martín (aka NHT) cuando en sus espaldas lleva los nombres de As Light Dies o ha tocado la guitarra en los Autumnal y por ahí anda creo en La Sombra del Tejo. Lo cierto es que de su faceta en solitario me quedé con la mandíbula colgando con DEEMTEE y su disco por aquí reseñado, Flawed Synchronization with Reality que fuera editado por Grimm Distribution. Reconozco que soy muy excéptico hacia los proyectos con la etiqueta Avantgarde y que tienen por ahí metido el sinfonismo... y no es porque no me gusten sino porque la cabeza se me va siempre a Arcturus, Limbonic Art, Öxxö Xööx, Dodheimsgard y otras grandes bestias pero cuando la calidad es tan alta, tienes que callar y abrir las orejas.

Más o menos por aquella época, la gente detrás del sello DARKWOODS, concretamente el subsello Darkness Within de quienes por aquí os trajera a los Némesis Oculta con su excelente To Shine, To Rebel, me pondrían tras la pista del proyecto principal de Óscar; los GARTH ARUM que ya tenían primer disco editado en la discográfica rusa Satanath Records (The Dawn of a New Creation) del que poco puedo hablar porque no he escuchado y que en plena época pandémica se marca el que hoy os traigo... el impresionante pepino estelar The Fireflowers Tale, editado en un sobredimensionado Digipack de 6 paneles laminados en mate (la especial, porque luego también tenemos la estándar en jewel case) cargadísimo de detalles: `cardboard slipcase´ para proteger el Digipack, códigos de descarga, booklet de 8 páginas.... y por supuesto el cosmogónico artwork de Phlegeton Vortex


The Fireflowers Tale data de 1997 cuando es grabado en modo Demo, creo que vuelto a grabar en 2007 y en ambas ocasiones nunca editado. Ahora, todo regrabado y remasterizado de nuevo en los Kadath Sound. Investigando un poco más y según el bandcamp, GARTH ARUM abarca grabaciones entre 1997 y 2013 y el objetivo de Óscar es ir sacando todo el material hasta completar (ya lleva dos) cuatro álbumes. En cuanto al sonido, si tenéis ya una edad, os acordaréis de lo que vino a fraguarse en los últimos compases de la segunda ola del Black Metal y su tecnificación / viraje hacia lo sinfónico (que ya estaba en el estilo pero quizás algo más... pueril), mezclado con lo Avantgarde. 

La profusión de electrónica junto a la madurez de una escena que miraba hacia otros campos como el Progresivo de los 70, Pink Floyd y la Psicodelia amplían horizontes y bestias pardas como Ulver, Arcturus o los más comerciales Dimmu Borgir movían masas (aquí teníamos a nuestros The Heretic o Symphonic Majestic Wrath). Todo esto se mezcló con el metal extremo y el caldo de cultivo por muy grande que fuera se agotó de tanto usarse y es un género que he escuchado tanto que aparté radicalmente de mi conciencia....

(el genial primer logo de Garth Arum)

... hasta que me he topado con GARTH ARUM. En escasos 30 minutos la cantidad de texturas, sensaciones y fluidez son encomiables, además de que todo está mezclado con sutileza y exquisitez (los sobresaltos abruptos afortunadamente se dejan de lado). Un puntito de frescura a un género que creía ya extinto con gente como Fleurety, Ved Buens Ende o los japoneses Sigh y que vuelve a reinventarse justo en una época en la que parece primar la vuelta a lo crudo en el Black Metal que sin perder el experimentalismo, en gente como los Deathspell Omega tienden a un nihilismo misantrópico muy acentuado y contrasta radicalmente con esa vuelta a la fantasía, la sci-fi y en definitiva el que se nos cuente una historia musicalizada pero sin ínfulas de bardo acarameladas. Prueba de esto es el fabuloso inicio burbujeante de "Inner Secret Garden", que me recuerda poderosamente a bandas de nuevo cuño que están saliendo en Noruega como los Alwanzatar o Tusmorke. Una especie de Kraut pastoral con tintes de prístino y maravilloso Dark Ambient Folk cinematográfico... pululan por ahí campanillas, drones etéreos construidos con teclados que emulan flautas y golpeos de forja al más puro estilo Dungeon Synth. Lady Carrot invitada de excepción para los cánticos a lo Heavenly Voices subiendo los niveles de épica cuando entran las percusiones marciales para luego llevarlo todo a un fade out electrónico fantástico.


Poderosa en inicio y con una trabajada melodía, "Flowers of Fire" cuenta con una sucesión de riffs que me retrotraen a (coger con pinzas) las partes sosegadas de Edge of Sanity, Pan thy monium, Katatonia, Opeth... luego eclosiona la base rítmica en modo atmosférico que por alguna razón me recuerda a los primeros trabajos de Dimmu Borgir o Gehenna. Voz gutural más cercana al Death (para mí un acierto) pero flotando sobre una base, vértebra y estructura características del Black noventero, como bien muestra el posterior arranque de blast beats. Contrasta sin duda todo esto con la apesadumbrada y cuasi gótica (muy buenos los clústeres de piano) "Now", dándole un aire de frescura distinto a la pomposidad que suele habitar en los acetábulos de los sinfónico. Voces susurradas que pudieran traer a la mente a Tiamat o Katatonia en sus discos más melódicos aunque eso sí, los arranques Black Metaleros son de la segunda ola al 100%, con ese puntito cuasi goticorro de la etapa Century Media de Rotting Christ en las guitarras. 

Pero si hay que destacar algo es lo bien que Óscar mezcla elementos como las acústicas con unos detalles de sintes muy originales (minuto 6 o así) con percusiones de bodhrán o parecido. Tras un interludio de efectos acuosos irrumpe una angelical voz en diálogo con una poderosa tormenta de fondo tal y como hacían los Autumn Tears en y su Darkwave Neoclásica en Love Poems for Dying Children. Fabuloso.


Me encanta el medio tiempo con el que arranca "Finally in the Abyss" y cómo se dirige la intensidad. Cambios de ritmo, cabalgadas de la vieja escuela con pianos en la retaguardia (esto es un clasicazo del género) y unas voces muy versátiles y conseguidas que sitúan a Garth Arum por derecho propio en el terreno del Avantgarde y la experimentación. Cierra el disco "The Gods are Beholding You" en una aleación entre Black y Doom (no necesariamente a partes iguales) que resume todo lo anterior a la perfección. 

MUY RECOMENDADO.




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