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jueves, 25 de mayo de 2023

ROMÁN GIL - "ATOM" (DISCOS BELAMARH; 2023)

Reconozco que cuando abrí el buzón y me encontré ATOM, del barcelonés Román Gil, no tenía la más remota idea del estilo, pasado musical o contexto en el que se desarrollaba. La hoja de promo dejaba intuir algo pero se me antojaba bastante complicado aunar eso de las influencias de Wagner, Hendrix, Bowie, Llach, Jacques Brel, los Crimson, Brian Wilson... digamos que visto así de sopetón es como intentar indagar en los ingredientes de una se esas barritas ultraenergéticas que llevan los ciclistas o intentar convidar a media familia a base de comida de los astronautas de la NASA. Rápidas búsquedas me llevan a un disco previo (muy previo) de 2007 llamado Via Láctea creo que enclavado en el Pop y el posterior Miau (2015). Sobre las hojas promocionales, me gustaría hacer una reflexión que resumo así:

`Yo he visto hojas promocionales que vosotros no creeríais. Abordar estilos y hacer headbanging en llamas más allá de Orión. He visto arpegios brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.´

El paquete venía remitido por DISCOS BELAMARH, así que para mí ya augurio de calidad asegurada, habiendo reseñado por estos lares a Crek Noarde, Conde y La Canción del Río, UKE y Au Revoir Les Enfants, Ana Béjar, Javier Colis o los Broke Lord. La edición es en vinilo Gatefold incluyendo el Cd también y la grabación, a nivel técnico, es prácticamente realizada en casa, incluidos arreglos de cuerdas (comentar que Gil es productor profesional). A modo de colaboraciones, destacan por ahí la Brossa Quartet de Corda, Lisa Base (violín), Natsuko Sugao (trompeta) y Jordi Farreras (batería) aunque la lista es muchísimo más alargada.

A niveles estilísticos ATOM resulta de un ecléctico compost que quita el hipo, llegándose a cotas de auténtica demencia donde es difícil discernir en qué década nos hayamos. Tonos sobrios e incluso funestos (algo así como la Nova Canción Catalana de Llach en Campanades a Morts pero mezclada con el sinfonismo Prog o los rompedores pasajes de los primeros King Crimson) con letras que giran alrededor de la enfermedad y la muerte. No podía ser de otra forma que abriéramos con la monumental suite de 13 minutos "Atom" dividida en tres partes ("Atom", "Hijo de la Luz" y "Vida"). Guitarra acústica y piano van y vienen con lentitud procesionaria hasta que entra un precioso motivo de cuerdas angulares y cinematográficas (tipo Bernard Herrman o un Penderecki desacralizado pero comedido por el siempre confortable Gershwin... raro, no?)... bombásticas sábanas cuasi Morriconianas dan carácter Noir y mistérico al asunto, y sobre todo haciendo imposible que me quite de la cabeza las polvorientas imágenes crepusculares de la Trilogía del Dolar.

Hablábamos de eclecticismo y es que teclados y acordeones añaden ese regusto a Stelvio Cipriani en Anónimo Veneciano (1970). Preciosos arreglos de cuerda que se multiplican en efectividad cuando entra la base rítmica dando ese toque Prog alucinante ("Hijo de la Luz") que es puro Canterbury con sus clásicos Camel. Cuidadísimas letras y momentos donde Triana se mezcla con los King Crimson, pero sin perder ese espíritu rompedor del primer Llach que jugaba a llevar el Pop Rock a niveles contestatarios y de protesta exquisitos (sobre todo en ese tramo donde entran efectos de vientos, flautas y aromas Poperos). Pelos de punta cuando Gil canta eso de `Funerales / los amigos / algo queda´ con una guitarra que se dobla mientras de fondo se mantiene el marchamo de suite sinfónica. 

Se va añadiendo complejidad en la tercera parte del tema con guitarra algo más distorsionada y largos pasajes instrumentales unidos con una coherente sutileza que hace avanzar a la música con mucha fluidez. Tengo que decirlo... si me decís que esto es una versión apócrifa de Jesucristo Superstar de Camilo Sesto mezclada con música de Peplum italiana lo firmo ipso facto aunque es cierto que los últimos minutos se visten de una complejidad barroca propia del Brian Wilson de los 80, y eso sin mentar la lisergia alucinante de los Teclados Rhodes y algunos arreglos electrónicos o la trompeta de Natsuko Sugao.

Sigue "Mi Padre" que por un segundo parece que va a ser un Requiem (juguetón, pero Requiem). Arropado por el piano se desliza la voz plañidera de Román junto a unos punteos de guitarra pseudo Surf / Beat de esos de cuando no sabes si lo que ves es calima o efectos de benzodiazepinas. Muy buenas los coros armando toda una operetta (la hoja promocional ya en sí lo dice), las percusiones marciales taimadas y un soberbio uso de violín y cuerdas tocadas con arco.  No sé si hay gente que recuerda el segundo disco (el conceptual El Último Hombre, 1995) que sacó Eduardo Moreno tras el transgresor Música para Cine Imaginario (1990) pero para mí algo de todo esto suena aquí. Precioso el Vals y los toques franceses de Brel en la cantada en catalán "La Capsa" con aires burlecos, circenses y canallescos de esos que gustan escucharse cuando el aliento exuda alcohol destilado ilegalmente.

"El Negoci" me pilla descolocado. ¿Estoy escuchando a Battiato en catalán en pleno auge del Synth Pop o es que me he pillado un huevo con la cremallera de los vaqueros?. Dejadme que me permita citar a Juan Belda y Arte Moderno. De aquí pasamos a un tramo final de aúpa. Desde la tristona "La Por" que vuelve a rejuvenecer a la Nueva Canción Catalana pero la viste de un carácter trobadoresco que le sienta de lujo (ya lo hacía en cierta manera Lluís Llach al que admiro sobremanera). Solemne, cuasi hímnico y profundamente elaborado en la composición, casi suelto una lágrima con ese pasaje final que me trae a la cabeza al western apocalíptico El Gran Silencio de Corbucci y sus pasajes helados o esos maravillosos planos largos de la construcción del ferrocarril en Hasta que Llegó su Hora (ambas BSO con Morricone y su paleta imposible de sonidos).

La dureza de la letra en "Amic Meu" contrasta con el tempo rápido, simple y casi de Revista y Vodevil. Rizando el rizo, "Canzó de Comiat" relata la muerte del propio artista que con aplomo le cuenta sus vicisitudes al teclado, el piano, la flauta y a la Brossa Quartet de Corda. Como si de una suite que resumiera todo el score del álbum, se van sucediendo fragmentos del disco (como vivencias personales) en un compost delirante donde brilla la guitarra eléctrica y una orquesta que lleva el álbum a un nivel especial. Magnífico como se deconstruye, deforma y vuelve a montarse pasajes anteriores en una Feria de sonidos Teratogénicos hasta que se alcanza un clímax final de una intensidad demoledora.

ATOM es un disco que me ha dejado tocado, con una profundidad de capas y una maestría compositiva fresquísimas y que se va a mi top de discos del año.

https://roman.bandcamp.com/album/atom?label=2305517395&tab=merch

https://roman.bandcamp.com/album/atom

jueves, 18 de mayo de 2023

MESMUR - "CHTHONIC" (AESTHETIC DEATH ADCD 094 / SOLITUDE PRODUCTIONS, 2023)

MESMUR es un proyecto internacional que viene a formarse allá por 2013. Con miembros de diferentes nacionalidades y proyectos, es sobre todo la figura de John Devos (batería) a quien he reconocido de aquellos ya extintos, agrios y perturbadores Comatose Vigil que tanto escuchara en mi período obsesivo del Funeral Doom o por su reciente colaboración en el Closer to God de los Pantheist. Lo cierto es que por motivos de distribución nunca había caído nada en mis manos de ellos... su primer largo homónimamente titulado Mesmur lo editó en 2014 el sello italiano Code666 que allá por el 2.000 y poco pues con cuentagotas conseguía yo cosas de su catálogo como por ejemplo a los Void Ov Silence

La cosa es que en este tipo de bandas de Funeral Doom casi siempre acaba estando por medio Solitude Productions de Rusia que les sacó el simplemente titulado S de 2017 o el pre pandémico Terrene de 2019. Luego, entra en juego AESTHETIC DEATH produciendo este su último trabajo Chthonic (el inframundo griego) en coedición junto a Solitude. El resultado... 47 obsesivos, fúngicos minutos de Funeral Doom al más puro estilo de gente como Tyranny, Funeral Moth, primeros Ahab o incluso gente más desconocida como los para mí idolatrados Fungoid Stream, Septic Mind y por lo tanto algún coqueteo con los dioses Esoteric.

Mesmur son Jeremy L (guitarras / sintetizador), Michele M (bajo), John D (batería) y Chris G (voces). La formación en cuarteto además se ve completada por las colaboraciones de Brianne Vieira (viola y cello) y el órgano de Kostas Panagiotou de los Pantheist con quienes precisamente Jeremy y John Devos colaboraron en el Closer to God (guitarra y batería). En el apartado técnico, se graba por la banda y mezcla Jeremy, para luego dar el toque maestro la masterización de Evgeny Semenov. El magnífico y completo digipack lo ilustra Vladislav Cadaversky.

Abren los dos minutos de "Chthonic (Prelude)" con los teclados de Kostas acompando un ritmo procesionario, melódico pero compitiendo con cierta disonancia como hacen los maestros del Funeral Doom. Lánguidas y alargadísimas notas de guitarra en un cósmico clímax que acaba sutilmente continuado en "Refraction", donde salen a relucir pátinas de la angularidad que manejan los Esoteric pero blindadas por unas excelentes vocales, alternándose entre limpias (litúrgicas) y severamente guturales. Los efectos de teclados espaciales y la producción digamos `acuosa´ me trae muchísimo a la mente a gente como los Torture Wheelo los rusos Septic Mind. Para que os hagáis una idea, imaginad una versión triposa, lisérgica y mucho más lenta del Pentecost III de Anathema, cruzado con la angustiosa forma de desarrollar los temas de los Tyranny.

Sigue "Petroglyph" que suena como si nos llegara enterrada en toneladas de agua o de polvo espacial. Mistérica y con esa lenta marcha de los fineses Unholy, destaca el claustrofóbico y asfixiante ambiente y esa particular base rítmica plúmbea y oleosa sobre la que aletean disonantes riffs de guitarra... nunca concretándose pero sí dibujando bocetos de una realidad sonora que en el caso de los Mesmur se conecta con el mundo de los espíritus. Para cuando entran las cuerdas del cello de Brianne Vieira entramos en ese submundo del Doom extremo melódico de gente como Officium Triste, Clouds o los Pantheist. Por cierto, recomiendo escuchar con auriculares para una experiencia mucho más inmersiva (sobre todo en la segunda parte del corte, de regusto similar a ese oscurantista Funeral Doom que practicaban primeros Moss, Bunkur, los citados Torture Wheel o los proyectos de Stjin Van Cauter).

Si el nivel era alto, que tan los casi 20 minutos de "Passage", abriéndose con una guitarra que corta al ralentí y acometidas percusivas monolíticas. Un corte de libro al más puro estilo Quercus (República Checa) o mis idolatrados Profetus. La música se reduce a niveles minimalistas a partir del minuto 7 para luego coger fuerza hacia un final con aroma redentor (ese característico doble bombo que se queda suavemente pillado durante minutos...); un solo de guitarra va reconduciendo el caos y el flotante apocalipsis hacia un puerto marinero ignoto donde siempre es de noche y no hay estrellas. Hay luz, pero es el agua que está teñida del verde herrumbroso de la descomposición de mil eones de estrellas de carne. Brilla también la melodía de la viola de Brianne y descubro que puedo respirar bajo agua. 

"Chthonic (Coda)" son cinco fabulosos minutos cinemáticos de Kostas a los teclados. Sencillamente soberbio. 

https://www.aestheticdeath.com/releases.php?mode=singleitem&albumid=5799

https://aestheticdeath.bandcamp.com/album/chthonic-2

https://mesmur.bandcamp.com/album/chthonic

miércoles, 17 de mayo de 2023

STRUCTURE - "POP MUSIC" (GUERSSEN/SOMMOR SOMMCD082, 2023)

Es alucinante la cantidad de artefactos sonoros extrañísimos que yacen en los Arcanos Musicales de polvorientas estanterías. La exhumación de bizarradas se ha convertido en el `leit motiv´ de ciertos sellos de dudosa legalidad mientras otros son justo lo contrario... ahí tenemos el ejemplo (y tiro de lo francés que es lo que hoy nos atañe) a Souffle Continu con oscurísimas sesiones Loft de Free Jazz y similares. En el caso que nos ocupa, es el sello de culto GUERSSEN y su subsello SOMMOR los encargados de sacar de la tumba (CD y LP) lo que más adelante voy a contaros.

Ese campo que se ocupó en los 60 hippiesca e ilegalmente conseguiría que Jazz, Funk y Progresivo pacieran en lugares límite con el Pop y lo cinematográfico creándose híbridos de una acided que si bien guardan el marchamo de la época a día de hoy resultan de una frescura inusitada. Estoy hablando de la `Cool-Library´ y similares pero que a mí realmente a lo que me remite es a las bandas sonoras de las películas (también al borde de la legalidad) de Jess Franco o a las coproducciones hispano-italianas más demenciales. 

Por tanto, si bien es cierto que tal y como dice en la hoja promocional de este disco de STRUCTURE la idea era buscar ese impacto de bandas como Aphrodite´s Child y Jethro Tull, una cosa es lo que pretendes, otra lo que luego obtienes. Todos los sellos querían evidentemente tener una banda similar de referencia y que garantizara en cierta medida el éxito pero claro, copiar a esos grandes es complejo además de que tampoco guarda demasiado sentido. AFA LABEL sin embargo lo intenta y busca lo propio con el flautista francés Bernard Wystraëte y lo que al final acaba dándole ese toque de frescura y distinción es precisamente el viraje hacia la Bossa Nova y el Tropicalismo que tangencialmente estaba muy unido a los músicos de Jazz franceses que quienes más y quienes menos acabaron haciendo sus pinitos con Egberto Gismonti, Hermeto Pascoal o Nana Vasconcelos... y no hay que irse muy lejos o ahondar demasiado porque el mismísimo Don Cherry en Estados Unidos hizo lo propio con el proyecto CODONA. Nada nuevo bajo el sol a tenor de lo que se adoraba en tierras francesas (Antibes) a los Jazzmen americanos como Archie Shepp o Ayler.

Pero no nos confundamos. Bernard Wystraëte con STRUCTURE graba un disco cuyo título es toda una declaración de intenciones: Pop Music. Un pelín atrás había quedado la escena Sixties plagada de Sunshipe Pop, y entra como un cañón el Rock Progresivo. 

Si eres flautista pues entiendo que las similitudes con los Tull estén ahí, pero creo que la verdadera potencia está en la particularísima mezcolanza de los colaboradores: Roland Stepczak al violín eléctrico (camaleón de la Exotica con proyectos tan rarunos como Çiva Temple Group y un sinfín de extrañeces publicadas en el sello Exotissimo); José Souc y Alex Bonavita a las guitarras eléctrica y acústica; Alain Bodenes al bajo; el todo terreno André Ceccarelli a la batería (imposible abarcar su currículum que va desde Jean Luc Ponty a Enrico Rava o Kenny Wheeler); Alain Wystraëte a los teclados, percusión / coros; Anny Baccon a las voces y el resto pasa por las flautas de todo tipo (eléctricas inclusive) de Bernard. Las sesiones de grabación son en directo en el Studio Citeauz (Paris) por Philippe Doiteau y el resultado, os lo cuento:

Bajo percutor con ritmo festivo Lounge para la apertura de "Le Voyage". Si tengo que ponerle paralelismos, me quedo con el Riz Ortolani festivo que luego te empala en Holocausto Caníbal. La flauta y la sincopada percusión brasileira aunque aportan el toque latino, exudan por los cuatro costados aromas Funk y melodías directamente asiáticas ahí mezcladas al más puro estilo `exploitation´. Insidioso el órgano que va cavitando todos los huecos restantes hasta que abruptamente salen por un tramo de puro Cool Jazz y Bebop. Conforme van pasando los minutos todo se va enrareciendo con un fragmento donde destaca la virtuosidad de Bernard a la flauta y la capacidad de crear pasajes minimalistas. Para colmo, "Le Voyage B" juega con texturas egipcias y tonalidades pastorales a lo Messiaen, además de calma controlada en un expectacular pero corto fade out.

(André Ceccarelli)

Sigue "Inter Mobile", melancólica y taimada, recordando al Miles Davis (pero con trompeta) de Ascenseur pour l'échafaud, uniéndose sin solución de continuidad con el tour de force "Prelude Nº1", de ocho minutazos y donde resalta muchísimo una base rítmica jazzera que caracolea con flautas de índole SEXY (no se me ocurre otra forma de decirlo) tal y como sonaría en cualquier híbrido bastardo de Emmanuelle. No puedo dejar de pensar por los toques brasileños y fusión en el debut homónimo de Hermeto Pascoal o esa maravilla del 76 que es Viajando Com O Som (junto a Grupo Vice Versa). Van sucediéndose mini solos (nunca son realmente solos sino más bien duetos) excelentes como la guitarra eléctrica con la percusión que luego da paso a una maravilla extraterrestre de violín eléctrico o el fabuloso clímax de flauta final.

Por supuesto, el Funk hace su aparición con "Episodes" recordándome muchísimo a las ediciones que saca Strut (The Pyramids, Oneness of Juju...). Aquí se sube el tempo y llegamos a un momento hipnótico a lo Jam Session expectacular, con voces en Scat inclusive. Ojito que poco después aparecerían en escena los franceses ZAO ahondando en ese Jazz-Rock producto de separar a los MAGMA aunque bien es cierto que STRUCTURE no olvidan en ningún momento que su objetivo no es sonar angulares o poliédricos sino justo lo contrario, abrazar (aunque progresivamente) el Pop. Saco a colación a ZAO porque si bien la música no se radicaliza en ningún momento, es muy compleja en algunos pasajes o lo suficientemente barroca para meterla dentro de algún tipo (el que sea) de Avantgarde. 

Cierra la follable "Sexonomie" (brutal) con un obsesivo toque a lo Blaxploitation apabullante o la deliciosa Bossa tropical de "Climat" donde se da rienda suelta a la acústica y piano para cerrar el disco. No terminaría aquí la aventura y tras una serie de directos en Francia, Bélgica, Suiza, Canadá o la África francófona (incluso teloneando a la cantante/actriz Marie Laforet), STRUCTURE tuvo continuación a través de un 45rpm que se editaría por la discográfica Donali. Misma formación salvo la batería, que es para Bernard Blachier y otro estudio, la Cara A es para "Dilatation", Jazz Funk con toques al Hancock fusionero que se dejaría adivinar tanto en la BSO de Death Wish como Mwandishi, aunque sustituimos la insistencia del piano eléctrico por la pegadiza flauta y unos fabulosos Vamps bailables. Fin de fiesta la Camp y festiva "Escale" al más puro estilo Parliament y toda la onda P Funk.

En resumidas cuentas, otro joyón imprescindible sacado de dios sabe dónde por GUERSSEN / SOMMOR

https://structurepopmusic.bandcamp.com/album/pop-music?label=3242219731&tab=music

https://guerssen.com/product/pop-music/

https://guerssen.com/es/producto/pop-music-cd/



martes, 9 de mayo de 2023

EMPTY HOUSE - "THE RITUALS OF ROMANCE" (YOSHIWARA COLLECTIVE 311, 2022)

Selvático, ancestral, cósmico y jodidamente adictivo resulta el comprimido musical que se ha marcado el inglés (Blackpool) Fred Laird en su nuevo proyecto EMPTY HOUSE. Para los neófitos, Laird es ya un clásico de la escena con agrupaciones como Taras Bulba que bebe tanto del DarkJazz como del PostPunk o los longevos, míticos y monstruosos Earthling Society derritiendo meteoritos a ritmo de Space Rock... sin olvidar esos bizarros entes necroestelares de Artifacts & Uranium junto a Mike Vest. Si la mente no me falla, creo que entablé contacto con Fred Laird durante un periplo en el que estuve posteando en `The Crack in the Cosmic Egg´, el magnífico grupo de Facebook de Alan Freeman sobre el Krautrock y que es reflejo en redes de la magnífica y ya de culto publicación (libro y cd-rom). 

Por cierto, técnicamente y si no me equivoco este es el tercer álbum de Empty House (hay otro, Meditations con dos largos cortes que vienen a ser bonus tracks aparecidos en ediciones de Cruel Nature y Weird Beard Records) y el vinilo Mushin más centrado en los minimalismos drónicos de los Taj Mahal Travellers o los hipnóticos bucles de Can. Habrá que indagar....  Lo cierto es que ese sonido brutalmente apelmazado de The Rituals of Romance, que así se llama el álbum que hoy os presento, me remite sin duda a muchos discos que campean en sellos como Riot Season o bandas de diferente calibre y calado que, por poner ejemplos bastante equidistantes, podrían ser un cruce entre la acre y polvorienta sábana ruidosa de los ST37 de Austin (Texas) y los discos más ancestrales y meditabundos de los míticos japos Acid Mothers Temple

Pero claro, Empty House tienen una importantísima parte en su sonido que entronca con ese pastoral deje de los Popol Vuh, Sergius Goldwin y la vertiente digamos más (no me gusta la palabra) `world beat´ de la electrónica germana justo antes de pasarse al inocuo / homeopático New Age de mediados de los 80. Por decirlo de otra manera, nos quedaríamos en los primeros discos de Deuter o AshRa. Otra de las comparaciones que se me ocurren y que no se me antoja desacertada es ese magnífico proyecto ALWANZATAR del noruego Krizla de Tusmorke (sobre todo por esas obsesivas líneas de flauta que parecen obtenidas de electrificar las Líneas de Nazca y ponerlas a vibrar).

En el apartado técnico, Laird se encarga prácticamente de todo (piano, guitarra, sintetizadores, órgano. bajo, flautas Dizi y Hulute, percusiones y tanpura) mas alguna colaboración que luego comentaremos. La portada también es obra suya mientras que la edición es una preciosísima y limitada cassette que suena A GLORIA BENDITA fabricada y puesta en este lado de la galaxia por el sello de culto YOSHIWARA COLLECTIVE. Aunque no se especifica estudio de grabación o masterización en los créditos, The Rituals of Romance suenan potente y con esa pátina de embarullamiento maravilloso que tenían agrupaciones ultra obscuras del Kraut como DOM, German Oak, Kalachakra (ojito que a estos pueden recordar bastante), Radio Noisz Ensemble o los olvidados Siloah. La otra parte, no sé si tan influyente, para mí vendría de cosas electrónicas y ambient francesas de los setenta como Patrick Vian o Michel Magne pero lo mejor es que nos metamos de lleno cuanto antes.

Lo primero a destacar es el estado psíquico que provoca cada una de las caras de la Cassette, muy bien diferenciadas en cuanto a sonido... si la primera es un cañón en bucle, la cara B juega más con lánguidos devaneos mántricos. Me encanta la descripción que viene recogida en el bandcamp: `an ambient project that fuses electronics and found sounds with Asian instruments. The concept of the music is to create a dreamlike or meditative atmosphere for meditation, yoga, martial arts or just sat on the sofa staring at the drifting clouds from your living room window´.

Abren los ocho minutazos de "Soda Stream Pop". Efervescente y cargadísimo de Fuzz y Wah-Wah, parece como si a los Wooden Shjips los hubieran lanzado en una máquina del tiempo a la Alemania de los 70. Alucinante la cantidad de capas de sonido y lo punzante que resulta la línea de bajo, que cuando se asocia con el órgano parece una demencial y catedralicia Misa Cósmica. La base rítmica en general es un medio tiempo alto con estructura `motorik´ pero sin la limpieza de Neu!. Desde el maelmstrom sónico surgen samplers vocales (karnáticos) hindúes, pero sobre todo lo que te agarra la garganta es la claustrofóbica muralla de sonidos en la que resalta la siempre caracoleante línea de guitarra principal (algo así como los dioses japoneses olvidadísimos Marble Sheep). Mención aparte cómo suena el órgano y los sintes, usados casi al borde del Industrial o el Harsh Noise. Fuerte, seco y triposo al máximo.

Sigue el sonido de harmonio y piano con la homónima "The Rituals of Romance" sobre la que se van desarrollando soundscapes de guitarra muy crepusculares (Yawning Man y similares) que esos que hacen que te entren ganas de chupar alacranes o pasar la lengua por un enhiesto cactus. Alucinante como las notas de la guitarra se abren como fuegos artificiales o medicamentos efervescentes (ilegales). Un acojonante bucle Lynchiano que se continúa para cerrar la Cara A con "Every Little Step", con esa presta elegancia de las Morning Ragas hindúes pero con la guitarra en modo pastoral junto a la eclosión de fastuosas, exóticas y danzarinas flautas. Ecos sin duda a los Popol Vuh y Fricke pero todo con un tempo bastante más rápido, aunque ya puestos imposible separarse de Sergius Golowin, Emtidi o esos locos de Witthüser & Westrupp... eso sí, el drónico e hipnótico tecladito de fondo es psicodelia californiana en modo Zen.

La Cara B se abre con una cover (sui generis) de "Agape Agape" de Popol Vuh. Orientalizante, mística y a la vez hermética, siendo como soy un devoto de Florian Fricke esto es como si hubiera bajado a la tierra en forma de mesías y me hubiera dado bajo la lengua una hostia bendita. Más complejos de lo que pudiera parecer, Empty House usan la doble línea de guitarras y una marcada (casi marcial) percusión. Poco a poco se va recrudeciendo y a cada nuevo loop o vuelta de la melodía principal parece que algún espíritu extraviado se nos va a introducir por el ano y ponernos del revés. Sublime y alucinante cómo maneja Laird la guitarra. Sigue la calma y sosiego de la espiritual "The Spirit of the Rose", flujo laminar de electrónica a lo AshRa o Deuter con toquecitos Ambient y Drone en algunos parones del piano, además de que la música va poco a poco embebiéndose de ese espíritu cósmico de Tomita, Vian, Magne o Neuronium (Michel Huygen). 

Para terminar, la monumental y de diez minutos "Cold Chew Mein" con colaboración de Nick Raybould (Djembe y Rasp). Música cargadísima de minimalismo para viajar hacia dentro, sosegada  y con un obsesivo bajo y giros comedidos hacia la `world beat´ tal y como la entendían los Embryo.

MUY RECOMENDADO. 

https://emptyhouse.bandcamp.com/album/the-rituals-of-romance

https://yoshiwaracollective.bigcartel.com/product/empty-house-the-rituals-of-romance-cassette

viernes, 5 de mayo de 2023

BARTOLOMÉ FERRANDO & AVELINO SAAVEDRA - "MÚSICA EN ROPA INTERIOR" (LÍQUEN RECORDS LRCD025, 2023)

Permitidme que me repita pero es que sigue siendo todo perfectamente válido cuatro años después y la vida no está para tirar nada, y menos si es algo que ha salido de una reflexión; bien, dije exactamente de las vocalizaciones de Bartolomé Ferrando, con motivo del fabuloso Bregues de Moixos (Líquen Records, 2018) lo siguiente: 

`Lenguajes inventados al servicio de la música, lo vocal y la percusión atávica en estos dos primeros cortes del disco. Hay que sentarse y seguir cada instrumento por separado para abarcar el alcance de tanta ráfaga de percusión, sordina en los vientos, y sílabas recortadas con cuerdas vocales como pelos de acero en una fábrica de marquetería. ¿Se podría catalogar esto de Jazz Dadaísta Carnático?... ¿Fluxus Improvisatorio Indostaní?... difícil de decir porque el Teatro Japonés GAGAKU hace su acto de presencia en el segundo corte embarullando más las etiquetas. Las vocalizaciones de FERRANDO a más de uno podrían recordarle a una grotesca reinterpretación de la música cortesana japonesa en el elegante Saibara, el declamatorio Rôei o los patrones melódicos del Kagura-uta... Tsuki, Oshi, Mawasu-fushi y Ori-fushi o cómo cantar una Saeta Japonesa en clave Free Jazz´.


(Bartolomé Ferrando)

Bien, estamos ante una especie de continuación de aquel proyecto pero sin Galiana a los saxos. Quien sí repite (percusión y objetos) sincretizando la realidad acústica es el artista percuto-animista Avelino Saavedra... improvisador, artista plástico y mil cosas más que os sonarán a los que más o menos leéis este blog. Y digo sincretizar no solo en el sentido antropológico de la fusión (sonora, cultural, lo que sea) sino equivalente también a la `disciplina del engaño acústico´... o sea, que (ojo con compararlos a una especie de Reyes Católicos) Saavedra y Ferrando (es que rima) son los reyes de hacernos creer que se puede tocar un solo de batería golpeando las baquetas en las cuerdas vocales y cantar un aria destrozando una vieja cubertería de jarrones de la Dinastía Ming. 

¿Y quién es la punta de lanza de las Vanguardias y la escena de la improvisación en la zona de Valencia?... pues sí, LÍQUEN RECORDS edita en formato digipack esta suerte de Zarzuela Percusiva grabada, mezclada y masterizada por el propio Saavedra en Önilevvaland, además de encargarse de la portada y todo el diseño que por cierto comparte línea estilística con Bregues de Moixos

(parte de atrás de Avelino Saavedra)

Haciendo un inciso en la portada, me encanta el detalle de la música despojándose del lenguaje de las palabras en un proceso deconstructivo brutalmente dadaísta. Dice Saavedra sobre sus colaboraciones con Ferrando: `Entre la poesía sonora y la música improvisada, una de las grabaciones más personales, radicales, delirantes e inclasificables que he tenido el placer de realizar´... y digo yo que no puedo estar de más de acuerdo. Por poner algunos referentes de cosas similares que he tenido el placer de reseñar, tengo que remitir los Teatrales actos Terroristas de don J.G. ENTONADO y sus Poliedro Kobold o Arín Dodó, que también gusta de moverse entre estos terrenos angulosos, poliédricos y muy, pero que muy tetánicos. Pero basta ya te preámbulos... vamos a diseccionar el artefacto o al menos intentarlo.

De la palabra se dice que entre los pueblos del África Negra aparece como el órgano productor de la palabra (lengua en sentido físico, apéndice del sistema digestivo, lo que sea...) y, en general, es interpretada desde el punto de vista de la fecundidad, por lo que se la relaciona con la lluvia, la sangre y el esperma. Por otro lado, manda cojones que en todos los sitios mienten a la palabra como LA RAZÓN ORDENADORA del cosmos. Lo digo porque en "Cesta de Milímetros Delirantes" unas regurgitaciones de índole acuosa (AGUA, que también es elemento de vida) se van abriendo paso entre algo parecido a una grabación de campo en una sesión de ordenar habitaciones en un hotel habitado por TOCS y por gente con Diógenes.... ahí, todas mezcladas. Curioso cómo algún instrumento de juguete y la entonación de Ferrando adquieren un tinte litúrgico. 

Gargarismos y lamentos se mezclan con elementos de Cartoon de Saavedra al más puro estilo de un rudimentario Esquivel. Podríamos decir que "Levantas la Música y miras debajo de ella para ver lo que hay" es Lounge logopédico y saturnal de carácter invocativo. Amenazante y bilioso, si estuviéramos en el terreno del Rock en Oposición de los Cassiber o en un subestilo yo lo llamaría Improvisación en Oposición. Sigue "Almacén de Ideas sin Techo, ni Paredes, ni Suelo" donde Saavedra sigue frotando cosas que parecen ser metálicas... un tema largo que pasa por momentos teatrales pseudo-oníricos que se deslizan en avanzadillas de minimalismo. Entran golpes de gong y la voz responde contrariada o bien reacciona de manera bioquímica / sináptica a los herzios de Avelino. Puede que esté perdiendo el norte, pero a mí me suena a "Also Sprach Zaratustra" de Strauss pero con esfacelos necróticos y teratogenia importante. Por cierto, Risperdal para tod@s, invito yo....

"Las Palabras se lanzaban a la Calle por la Ventana" es marcial. El tambor / bodrán invocando un viejo rito parecido al de los Lemmings que se tiraban por el acantilado pero aquí con palabras. Redobles y efectos percusivos en espiral añaden epicidad en determinados momentos, acompañándose todo de las deglutorias homilías Ferrandianas o estas a su vez en los arrebatos psicorrágicos del carrousel apocalíptico creado por Avelino. Si queda algo, se lo llevará por delante el peristaltismo y si por un casual eres Cenobita... hostias, estás en tu casa!. Mismos parámetros para "Un Montón de Cristales Gritando Luz" con momentos en que dudo de si hay o no algún instrumento de viento o son simples roces de goma contra metal o vaya usted a saber qué (por eso os hablaba al principio del `sincretismo musical´). 


Como el llamado `Recuerdo Proustiano´ que usa el olor o masturbaciones parecidas del Sistema Límbico, Saavedra y Ferrando ponen su ARTE en un torno que van moldeando a placer hasta que te das cuenta que el proceso es inverso... todo se ha llevado a su base, deconstruido y vuelto a montar como en una suerte de Ópera Tuneada. Que nadie te engañe, esto es "Música Recubierta de Pétalos Metálicos".

Si más o menos has entendido todo lo que he querido decir, creo que estarás de acuerdo que te toca arriesgar y definir "Hay Ruidos Cosidos a las Piedras y al Agua".... venga, sal de la zona de confort.

https://liquenrecords.com/2023/03/08/musica-en-ropa-interior-bartolome-ferrando-avelino-saavedra/

martes, 2 de mayo de 2023

IKARIE - "ARDE" (AVANTGARDE MUSIC AV469CD, 2023)


Esta trilogía es la historia de un recorrido vital de varias generaciones de mujeres, y por ende de sus familias, atravesandomuchos de estos dolores indecibles que necesitamos nombrar para que dejen de repetirse una y otra vez, tan lentos y reflexivos como la música que hacemos. IKARIE

Nos habíamos dejado a los levantinos IKARIE con la primera parte de su trilogía. Cuerpos en Sombra abría de manera magistral la puerta de ese páramo existencial que ahora se continúa prácticamente año y poco después con Arde en lo que me atrevería a decir que es un disco mucho más depurado y acertado que el anterior. Una brutal progresión musical de músicos que ya tienen bastantes tablas (no voy a repetir datos, así que os invito a que entréis en el enlace anterior para el árbol genealógico de la banda). Pues bien, IKARIE son Daniel Gil (guitarras), María V. Riaño (bajo), Pablo Egido (voces), Paco Porcel (guitarra), Dom Santoro (batería) y Luis Albadalejo (guitarra).

En el apartado técnico, se graba y mezcla por Daniel Gil (7Barbas Studio) para la posterior masterización de Brad Boatright en sus clásicos Audiosiege Studios. Vuelve a editar la discográfica italiana de culto Avantgarde Music tanto en Lp como Cd y mantienen misma línea visual con la fastuosa portada de Deborah Sheedy. Me gustaría apostillar un asunto que me trae algo de cabeza... por alguna extraña razón, en el país que habito, si usas la palabra Post unida al Doom por narices (esto es algo que podría usarse con fines adivinatorios) vas a encontrar en las reseñas a gente como Neurosis, Isis o Amen Ra, y aunque no seré yo quien contradiga dichas afirmaciones, creo que ya está bien de usar `bisagras etiquetativas´ para tapar la falta de ya no sé si de acerbo cultural o lo que sería más grave, rapidez en sacar textos sin reflexionar. El problema principal es el de siempre. No puedes meterte dentro de los entresijos de un álbum con dos simples escuchas. ¿Sabéis qué es lo que me pasa?... pues básicamente que para mí esto es Death / Doom con elementos y estructuras Avantgarde y lo del Post y todas esas cosas me acaba dando urticaria porque no las controlo.

Lo que sí es de cajón es que el trabajo letrístico y contextual en es de órdago IKARIE; se han embebido de elementos filosóficos para que brillen en las letras ecos de Cioran, Sartre o Kierkegard con su pesimismo existencialista o lo que ellos llaman `existencialismo cósmico´, término que en Arde se conecta con la `rabia transformadora´. Si bien en Cuerpos en Sombra nos movíamos alrededor del dolor, ahora, en palabras de la banda, lo que se busca es: `quemarlo todo para un nuevo comienzo, de ese fuego, tan profundo y doloroso, que cambia la forma de las cosas, como el magma y la creación de estrellas, como una colisión de planetas, no hay vuelta atrás después de eso´.

Ahondando un poco más: `esta segunda entrega cuenta la rabia transformadora que puede ocurrir cuando tomamos conciencia de lo que nos ha pasado y en lo que nos hemos convertido, de cómo lo que antes nos avergonzaba ahora puede construirnos y empoderarnos. Creemos que este proceso puede ser muy positivo para el cambio, pero para recuperar la dignidad y sanar las heridas, debemos ser capaces de hablar de ellas con comprensión y compasión, tanto en las personas como en los lugares.

Arde cuenta diversas historias de dolor y rabia que sitúan al oyente en un escenario donde se representa como una apisonadora el concepto de la banalidad del mal de Hannah Arendt, la idea de que el ser humano es capaz de realizar las peores acciones si se encuentra en una ambiente donde estas acciones se normalizan, y por eso es tan peligroso bajar la guardia´

Antes de meternos en faena algunos apuntes más. IKARIE cantan en castellano y tienen un regusto bestial a toda esa hornada ácima que despuntaría tanto en Madrid, Barcelona como País Vasco. Si bien gente como Lords of Bukkake, Moho, Mentat, Neila y otros exprimían más el Sludge, para mi gusto el refinamiento en este Arde los lleva a terrenos más creativos con bases rítmicas, tempos y riffs propios y característicos del Death / Doom inglés de toda la vida. Eso que por ahí tildan de Post realmente es que tienen una capacidad compositiva y un nivelazo a los instrumentos que hacen que puedan permitirse tirar de pasajes brutalmente lisérgicos y rozando la epicidad de una procesión paquidérmica (qué se yo, por ejemplo en "Titanes II").

El disco lo abre "Sacrificio", precioso y atmosférico corte con cascadas de notas de piano sobrevoladas por las voces de la película `Ikarie Xb-1´. Ambiente filoso cuando se doblan las dos líneas de piano y entra un sintetizador al más puro estilo Blade Runner. Casi abruptamente, entra una apabullante base rítmica y las guitarras se tornan introspectivas al estilo de grupos franceses como Ataraxie y Aldebaran que si bien no se llega a las cotas de angustia de los primeros, sí que hay la suficiente acritud en lo musical para meternos en terrenos muy depresivos. Estamos hablando de "Santa Sangre", inspirado en la película de Jodorowsky. IKARIE usan tres guitarras y es tal el despliegue en abanico que la sensación de `acople existencial´ es marcado. Cuando la música sube de intensidad, algo parecido a un órgano está en la retaguardia aunque bien pudiera ser la tercera guitarra que construye abstracciones con la pedalera. 

Magnificente la entrada rozando el Funeral Doom de los australianos Profetus en "El Pero", uno de los mejores cortes del álbum para mi corto entender. Con ese soniquete litúrgico de los Skepticism, especialmente en su último trabajo Companion, es alucinante cómo se mueven por texturas más propias del Death / Doom y si bien las voces pueden hacer que se juegue al despiste (además de ese timbre característico que produce cantar en castellano), es imposible no acordarse como digo de discos más metidos dentro de la escena Funeral, con los que comparten también ese gusto por hacer mini solos de guitarra, parones y arranques con todos los instrumentos golpeando como un muro. Que me tiren de un pezón si los riffs de guitarra no son ingleses.

Sigue la estremecedora y delicada "40 días", elaborada con guitarra y piano solo pero que recoge la terrorífica historia del asesinato de la estudiante Junko Furuta cuyos detalles son de una crudeza que son difícilmente soportables. "Surcos (Ciudad Muerta)" sí que me recuerda a esas bandas tipo Neila o Mentat que tenía cierto parecido con los Neurosis, Isis y grupos de ese palo pero con un fascinante pasaje a partir del minuto 3 y medio que tira de campanas tubulares, algún teclado asordinado o similar y que me ha parecido un puntazo cómo desplaza la melodía principal a un segundo plano. IKARIE juegan con las emociones del oyente y él decide hasta qué punto implicarse en las historias que se narran... en "Kanno Sugako" trata sobre los últimos días antes de la ejecución de la periodista anarco feminista del mismo nombre. Empiezan toques percusivos tribales, ambiente marcial y unas guitarras que mezclan ráfagas y obsesivos tappings construyendo un tema nada convencional en cuanto a estructura.

Siguen los cascabeles de la percusión inicial de "Tomie" que además se preludia en silencio con un poema de Marco Antonio Raya. En lo musical es un yunque de tintes apocalípticos que avanza a medio tiempo y se va cargando lentamente de una intensidad crepuscular de guitarras que invita a la psicorragia mientras las letras te provocan abrasiones en el alma: `A qué has venido / Por qué has venido / No me vas a perdonar / Ecos de un cielo caído / sobre el silencio / absoluto del mar / dejándome ahogar / tan adentro / como solías estar / Lo siento / en la piel / en el miedo / Has venido a matar´

El tramo final pasa por el himno "Arde", que comienza con un sampler del mitin de Andrea Dworkin durante la marca del 19 de Abril de 1980. La música rezuma algo de retrofuturismo a lo Carpenter para luego continuarse con la más clásica y metida dentro del Death / Doom (recuerda a Anathema) "Titanes II", algo así como un cruce del Pentecost III con los momentos de clímax más luminiscente de los Cult of Luna. Punto final con las cascadas de piano de "Flores en el Asfalto", que tal y como el tiempo nos va desgastando, actúa sobre las cuerdas del instrumento hasta desafinarlas, elongarlas y sumirlas finalmente en lo único que queda de los sentidos... el recuerdo.

https://ikariedoom.bandcamp.com/album/arde

https://avantgardemusic.bandcamp.com/album/arde