Me gustaría abrir esta reseña con un pequeño extracto recogido dentro del Digipack editado por la discográfica Genovesa TORTO EDITIONS y que me ha parecido sencillamente sublime. Antes tendría que poneros en antecedentes y es que Sessione Pre Angiou es una grabación realizada en directo en un lugar llamado Cascina Pre Angiou, suerte de Casa de Campo o Granero en Savignole Luguria (organizado por la Associazione Altravallescrivia). Bien, a lo que iba y al texto. Había niños en el público y esto se dice: "…abstract sounds free improvisation, noise and a few melodies in there as well… the weirder and more abstract we played the more the children reacted and seemed to enjoy it … we didn’t have to tone things down for fear of alienating or terrifying the little ones,,,, some of the adults maybe but not the kids".
En cuanto a la formación merece explayarse un pelín. Andy Moor a la guitarra hunde sus raíces en el Post Punk británico, con carácter bastante ecléctico (llegaría a tocar con los holandeses The Ex), es por ello que comparte proyectos desde finales de los 80 con gente como Tom Cora o Han Bennink, participa en un sinfín de bandas o sobre todo en los últimos años se dedica a colaborar en el más enterrado underground con una abundante plétora de artistas. Tomasso Rolando ya es conocido por estas lides; miembro de la banda de culto CALOMITO, lleva el sello TORTO EDITIONS y por aquí han caído lenta pero inexorablemente casi que todas sus ediciones: The Cepi Nomads + HIC, los fabulosos SIROM, el ancestral IZTON KOREN, los inclasificables S.T. RIDE o la cassette ultra intimista de Tomasso titulada Music for a Different Room.
Previamente editado en digital en Catalytic Sound, es ahora que dos años más tarde se recoge en formato físico en un fabuloso Digipack con mezcla y masterización del propio Andy Moor en Amsterdam, todo revestido de fotografías del evento de Federico Tixi. En cuanto a la música, tenemos una larguísima Suite dividida en dos largos movimientos en los que ocurre básicamente de todo. Lo nuevo copula con lo antiguo, la Improvisación Libre coquetea con el Jazz y el Noise le canta las cuarenta a la Electroacústica... pero todo sin abrupteces innecesarias y bajo una maestría a los instrumentos que queda de manifiesto simplemente por el carácter de directo; pura espontaneidad, frescura e intensidad lo que vamos a vivir en las dos partes de "Vobbia".
"Vobbia Part I" se desarrolla a lo largo de 27 minutos de espontaneidad sin límite. Desde el contrabajo atacado en su parte aguda a los lentos toques de una guitarra eléctrica muy a lo Frith, asistimos a un tour de force de índole casi iniciática en los primeros compases. Mucha introspección en los minutos iniciales con un fabuloso contraste entre la cuerda eléctrica y la cuerda analógica rozada con el arco, dibujando espaciados esquejes sonoros en los que no hay un rol principal solista sino una dupla acompasada con el metronómico discurrir inexorable de la frase `de la cuna a la tumba´. Ambos músicos se van alternando en pasajes abstractos, cuasi Noise y en ocasiones con una forma de abordaje cercana al Drone, transcurriendo todo en un tempo bastante taimado y un tono lúgubre. Minuto 5 y el solo de contrabajo se refuerza por trucos y técnicas casi Industriales en el procesado de la guitarra (no sé si son pedaleras o simplemente golpe de hierros y cacharrerías varias); el resultado es una música de Cámara a ratos decimonónica, otras asfixiantemente deudora de la Clásica Contemporánea (vaya terrorífico el crescendo del minuto 7), pero nunca fácilmente encasillable.
Hay partes en las que abundan los arcos y roces, otras en los que ágiles pizzicatos de toda índole dan la sensación de lluvia radioactiva. Lo cierto es que "Vobbia" no decae ni un segundo, consigue aunar de forma encomiable el minimalismo con partes sugerentes y melódicas hasta el punto de que me hace dudar si esto es una composición digamos `abierta´ o puramente Impro. Otro aspecto es el esqueleto sonoro de algunos tramos, que me hace dudar si no se ha usado electrónica en el disco... asoman ecos al Noise e incluso Industrial. Por cierto, de órdago el plúmbeo ritmo a partir del minuto 13. Puro Downtown Neoyorquino en conexión con Henry Cow... esto verlo en directo tuvo que ser un auténtico espectáculo y bueno, el catálogo de posibilidades que despliega Tomasso al contrabajo (minuto 18 en adelante) da verdadero pavor, a la altura de grandísimos del instrumento como Barry Guy. De forma sutil, unas veces Moor, otras Rolando, lo cierto es que es bastante complicado averiguar quién lleva el ritmo o quién está acompañando a quíen en determinado pasaje... tal es el nivel de compenetración que se evidencia a la perfección en el tramo final del tema, una pasada de guitarrazos rasgados con influencia Post Punk por los cuatro costados (casi diría Killing Joke) mientras Tomasso destensa la realidad para acto seguido acompañar al arco un marcial Fade Out donde Moor arremete la guitarra como un violín primero, como un arma de destrucción masiva electrónica después (¿seguro que es una guitarra y no un KORG MS20?. Impresionante... y queda la segunda parte.
"Vobbia Part 2" empieza con obsesivo ritmo circular con toques de Cámara de Rolando. Soliloquio con algún toque Pastoril / Folk (hay un momento en el que se vibra en la misma longitud de onda que una Shruti Box). Los espaciados toques de la guitarra de Moor son oníricos, crepusculares y muy metálicos. Sin solución de continuidad el arco parece ahora transformar lo que toca en Banjo y la guitarra hace de percusión, de base rítmica.... y bueno, de sí misma. Hacía mucho tiempo que un disco de estas características no me dejaba tan tocado. No hay un segundo de respiro, se destensan las cuatro cuerdas y nos metemos en la garganta de algo con apariencia humana; cuando el arco roza la cuerda tan destensada se mece tanto que visualmente imagino será como saltar a la comba. Moor por su parte transforma la guitarra en una ferretería (la madera inclusive) para verter texturas que se asemejan a trompetas con sordina. El tempo baja a niveles Doom y para cuando conseguimos ver la luz, me acuerdo de los experimentales CASSIBER y todos sus metaversos sonoros. Por cierto, que en las melodías se nota muchísimo el bagaje de Andy Moor en los grupos Post Punk británicos, sobre todo los más avezados y Arty.... qué se yo, como destilar a los The Pop Group en un duo de Improvisación libre.
Los diez últimos minutos son tan buenos que podría describir más, pero creo que tienes que experimentar esto tú, te, contigo.
https://andymoortommasorolando.bandcamp.com/album/sessione-pre-angiou
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