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jueves, 16 de diciembre de 2021

TODOMAL - "ULTRACREPIDARIAN" (THE VINYL DIVISION NIHIL037CD / LP, 2021)

sutor, ne ultra crepidam

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i. ANTES y ANTES de ANTES

Vale, seamos sinceros. Leo eso de `sutor, ne ultra crepidam´ que ya se recogiere en Historia Naturae de Plinio el Viejo, y no puedo saber si ese término es una invitación a todos los `reseñadores´ o como queramos llamarnos a que nos metamos las opiniones y etiquetas por los huecos poplíteos. Casi que aquí tenemos nuestro término propio no?... el puto Maestro Liendre. Pues bien, a tomar por culo, dadme la mano y Ultracrepidemos un poco. 

[flashback] ... Un joven Coronel Mortimer ejerce el Tape Trading en ambiente universitario cuando una vieja Grind Zone le cambia la vida; y digo le cambia la vida porque el grado de fascinación que ejerce es tal que aun escrita con el apéndice anal, a día de hoy puedo seguir considerando a aquellas revistas como La Biblia. Año 95 o 96, empiezo a coleccionar cartas y catálogos, mando sellos y me llegan cosas... por ahí guardo en un sobre amarillento algo de Black Dragon Records y de Iberian Moon, nombres importantes y que ejercen una telúrica fascinación en mí. Pillo el primer Ep de una banda llamada The Heretic y en un añejo programa de radio que no recuerdo grabo un tema de In Memory of the Tempest de AmaltheaAsgaroth y Symphonic Majestic Wrath irrumpen en escena, y yo aunque vibro con pasajes de ultra cosmicidad a lo Arcturus o Limbonic Art, tengo que reconocer que es el ralentí lo que me eriza los vellos. 

Siempre he sido de líquido cefalorraquídeo espeso así que estaba escrito en los pergaminos de Skelos que mis gustos tirarían lentamente hacia el Doom, y vaya jodida casualidad que Asgaroth acabara editando (o licenciando o como quiera que se diga ahora) su Red Shift con Peaceville, casa y cuna de la trinidad del Death Doom inglés (casi que póker si queremos meter a Cathedral) de My Dying Bride, Paradise Lost y Anathema. Cortábase aquí una relación imagino con Abstract Emotions, otro pilar fundamental que junto a la longeva (y añorada) Hell Awaits tanto harían por el Metal Extremo. 

Y dejadme que os diga una jodida cosa. Estamos en Albacete y en Castilla la Mancha, en pleno tórrido interior y no en la `hasta la sopa´ Finlandia. Y los ambientes robóticos que viven en los sintes de Nexus6 cortan (como la navaja devastadora que me traje de Plasencia) en ese debut de For Seconds to Die que nunca conseguí comprar porque Iberian Moon desapareció del mapa completamente. Eran otros tiempos y yo pequeño. Esa pequeña semilla que derivaría en el Avantgarde estaba más que plantada como así lo manifestaba la evolución de Amalthea en Kayros hacia algo muy parecido a lo que In the Woods estaban haciendo por la época (Strange in Stereo, Omnio...)... discazo a reivindicar con toques electrónicos magníficos que marcan el epitafio de Iberian Moon; este y el Chemistry for the Soul de The Heretic vienen a ser lo último que sacan allá por 2002 hace la friolera de 20 añazos. O al menos es como lo recuerdo. Después de todo esto vuelvo a conectar con estos músicos a través de momentos como algún disco de Nahemah o ya más recientemente colaboraciones en ese bestial Come the Tide de Eternal Storm que reseñé por aquí

Lo siguiente, el presente.

ii. AHORA y DESPUÉS de ANTES

TodoMal se forman en 2020 por Mille (Nexus6) y Wildman (Mythral, Mythral C., Cristopher...) que como molécula de dos enlaces se reparten todos los instrumentos aunque las voces son para este último. Antes de entrar en detalles, es menester situarnos un poco en qué diablos es el Doom metal en la Península Ibérica. Está claro que dicho género aquí remite inexorablemente a cosas digamos que más conectadas con el Sludge de unos Lords of Bukkake, Moho, Eight Hands for Kali y similares, la distorsión y avantgarde de los inclasificables Orthodox o elementos de Traditional Doom como los Warchetype, Great Coven, Grajo, Atman Acron y tal... pero, ¿qué hay de los viejos sonidos del Doom Metal que no se polaricen al 100% hacia esos dos estilos?. Dicho de otro modo, ¿hay vida después del Stoner y el Sludge en nuestras tierras o algún término medio?. Pues es complicado, quizás encontremos paralelismos en grupos de Madrid como los Aathma o viejísimas glorias como Glow, pequeñas gotas que se salen de la norma a lo HipoxiaFamishgod y Onirophagus, Leprophiliac... así que me atrevo a decir que el pelotazo de estos TodoMal radica en lo original de su propuesta, además del impresionante nivel compositivo alcanzado en su debut Ultracrepidarian. Al fin y al cabo, llevan más de 20 años en esto.

Grabado en Montseny Studios & Trinitat Studios, el disco se mezcla por la propia banda y Mr Ax (Axtudio), pero lo que le da la esencia absolutamente demencial al sonido es la magia de Greg Chandler en sus Priory Recording Studios. La edición corre a cargo de THE VINYL DIVISION tanto en Vinilo (con remaster especial para dicho formato) como CD digipack. 

En cuanto a la propuesta musical en sí es complicado. Doom Atmosférico es un saco tan grande que podemos hacer trampa si queremos pero un elemento que está ahí vertebrando el asunto y es el mayestático, mediúmnico uso de los teclados. Con una brutal maestría se pasa de los catedralicios toques de un Pipe Organ (a lo Quercus o Skepticism), pasando a pasajes sinfónicos y efectos espaciales de los que encontrarías en los Krux o Esoteric. Voces limpias, de caráter homiliesco, se abrazan y pegan a tus pulmones como una infecta membrana hialina (es por aquí donde entra a raudales el Traditional Doom)... porque la música en TodoMal es opresiva y en cierto sentido Apocalíptica o mejor dicho, Redentora como esas drásticas soluciones que se dan en Sectas destructivas. Por tanto, TodoMal suenan atemporales, con voces en cierto sentido muy cercanas a esa maravilla a reivindicar de The Ghost of Orion de My Dying Bride, banda con la que quizás su música se acerque o por lo menos los solemnes riffs de guitarra me parecen de la misma escuela. Luego tenemos pianos que conectan con texturas psicodélicas oscurísimas y crescendos sinfónicos de intensidad psicorrágica. El resultado es eso que se llama Atmospheric Doom que bueno, con sus matices, puede valer para cosas bastante dispares.

Abre el disco "Prelude" en clave instrumental; pequeño puente acústico (Darío Garrido a la guitarra española) que estalla con la monumental "Wraith". Base rítmica aplastante en un tempo lento de voces cuasi litúrgicas de alta carga emotiva. Imposible no acordarse de la última etapa de los Candlemass más potentes de King of the Grey Islands o el posterior homónimo... si uno tapa la voz, la potencia de los riffs de guitarra remiten a My Dying Bride. Teclado y voz marcan las diferencias; el primero por sus intervenciones absolutamente descomunales y eclesiásticas pero de regusto psicodélico marcado. En cuanto a las voces se van aclimatando durante todo el disco a todo tipo de momentos; de la epicidad de Lord Vicar o Reverend Bizarre a momentos introspectivos. "The Growing Pain", con el bajo de Darío Garrido suena mucho más punzante; el alucinante riff de guitarra y la romántica decadencia en la voz recuerdan a los MDB aunque luego el corte se vaya abriendo hacia terrenos progresivos y la sensación siempre (creo que esto es cosa de la masterización de Chandler) de estar transcurriendo la música en terreno onírico (no sé expresarlo mejor). Minuto 4 e irrumpe un maravilloso solo de órgano de iglesia arropado por chirriantes efectos de fondo; cuando el tema vuelve a coger impulso, es para subir de intensidad repitiendo el motivo melódico inicial. 

Si mi osteoporosis fuera efervescente, me bañaría delante tuya para desaparecer en la nada. Al menos así de a gusto me siento cuando entran las etéreas voces de Teodora Gosheva en "Horror Vacui" que me retrotrae a los The Third and The Mortal o los The Gathering (Mandylion) por compararlo con algo, porque esto suena muy original y distinto hasta el punto de que podría encajar en ese complicado mundo del Post Rock. "Gods F***** In The Sky" refuerza todavía más los elementos experimentales del disco. Tras un lento y crepitante arranque con samplers radiados y algo de vocoder, el Doom se va tornando Psicodelia y por momentos se abraza a los Pink Floyd en sutiles detalles que también bucean dentro del sinfonismo y esto (vuelvo a decirlo) es la grandeza de los teclados de Nexus6 con inagotables recursos estilísticos. Y lo mejor, es que TodoMal saben desenvolverse a la perfección dentro de esa siempre necesaria lentitud en el tempo. 

Impresionante resulta "Ultracrepidarian". Imaginad un cruce entre el SpiritChaser de Dead Can Dance (solo los segundos iniciales) y los My Dying Bride del The Light at the End of the World (de hecho el riff central me recuerda a dicho tema) para poco a poco, con la percusión ciclópea y las agónicas voces se pase a un clímax que ya quisieran para sí Candlemass. Lento, arrastrado y cósmico (¿quién dijo que morir no es hippie?), apoyándose en los magníficos coros de Gosheva, la banda construye aquí un himno desacralizador que junto a ese epitafio magnífico y seco de "Born Of The Earth" redondean un debut al que no puede ponérsele ni una pega. Puedo seguir escribiendo pero dado que estás ante uno de los discos del año, mejor paro y pones algo de tu parte... eso sí, antes de despedirme, ojito a los teclados sesenteros tipo Hammond al más puro estilo The Blood Divine (recordáis?).

IMPRESCINDIBLE.

ne supra crepidam sutor iudicaret

https://thevinyldivision.bandcamp.com/album/ultracrepidarian



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