"Celebrating The Opener Of The Way" abre por todo lo alto Proselytism, el segundo disco de HUMANITY ZERO; banda griega que ya me sorprendió muchísimo con su anterior Withered In Isolation cuya reseña podéis consultar aquí.
Lento, pesado y pútrido inicio de tintes épicos apoyados por teclados atmosféricos en lo que es un Death/Doom clásico, de ese que te borra toda sonrisa de tu rostro como una impregnación de neurolépticos.
La edición corre a cargo de SATANATH RECORDS en coedición con MORE HATE PRODUCTIONS. Mención especial a lo trabajadas que están todas las ediciones de este sello, con eso del Pit Art Cd que me encanta... algo así como un holograma o serigrafía en la zona no grabada del cd y por supuesto la portada de Vladimir Prokofyev (que entre otras hizo la del último de TAIGA creo).
KYDOIMOS a las voces y DIMON´S NIGHT al resto de instrumentos convierten en aliados la brutalidad y la melodía. Unas voces profundas pero inteligibles, con ese matiz griego característico en algunos tramos, subraya letras de índole cósmica y nihilista. Espacio para desarrollos de guitarra y arreglos de teclados y órganos con cierto regusto a PANTHEIST pero con esa melodía tan pegadiza de unos OFFICIUM TRISTE.
Sigue "Ruler Of The Ultimate Void Of Chaos" con un ralentizado, pútrido Death con guitarras que parecen querer entrar en terrenos suecos, aunque pronto mutan a esos riffs de libro de la escena inglesa a lo MY DYING BRIDE, banda que queda más que reflejada en el interludio de teclados y batería que harían tan famosos a los discos más clásicos de los de Staffordshire. En líneas generales y con respecto a su anterior disco ahora suenan mucho más atmosféricos y en mi opinión han dado un paso adelante.
Más en onda OPHIS suena "The Slumbering One", cargado de pesadumbre y referencias Lovecraftianas. Los cambios de ritmo sutiles y muy bien ejecutados huyen de virtuosismo para centrarse en un ambiente opresivo... sin duda, son los teclados uno de los grandes protagonistas de Proselytism. "The God Of The Bloody Tongue" continúa la línea de sonido del anterior pero me suena más a la escena holandesa. Guitarra y teclado perfectamente integrados (lástima que se perdiera el violín de su anterior disco porque aquí hubiera quedado de órdago).
"Nightmare Corpse City" prescinde de los teclados en el inicio y se apoya más en una variada percusión excepto un interludio más meloso con su guitarra acústica como mandan los cánones... a partir de ahí el tema crece en intensidad, cambia constantemente de registro y se va dirigiendo de forma lenta, inexorable y procesionaria a un fantástico clímax mezcla entre MORGION y MY DYING BRIDE.
"The Black Goat in the Woods with a Thousand Young" arranca con un largo preludio instrumental muy original y distinto a lo anterior hasta que entran las voces guturales. Quizás con un toque más Black Death cuando entran los dobles bombos de la batería, el caso es que los catedralicios teclados parecen provenir de la mismísima escena de los 90. Si no escuchan vuestras mercedes aquí algo de los inicios de SEPTIC FLESH, primerísimos THERION y así es que virtualmente pertenecen a otra era.
Hubo una época en que las bandas Death metieron teclados, y hubo otra época en que intentaron ser sinfónicos... unos mejor, otros peor, pero eso es historia pese a quien le pese, y se llamó Doom aunque gente con tatuajes y gorras pseudocaladas pretendan repartir toda la gloria entre los sucedáneos de BLACK SABBATH. Esto se refleja a la perfección en "Thou Shalt Emerge", glorioso corte de 8 minutos de duración trabajado hasta el más mínimo detalle. Teclados emulando instrumentos de cámara crean la banda sonora perfecta a un amortajamiento pero me niego a describir más... y sí, hay voces recitadas femeninas aquí, así que ya no tienes excusa si eres un amante del género. Si BASIL POLEDOURIS hubiera metido arreglos sonaría tal como suena esto.
Y todavía queda "Dark Angel Of The Four Wings". Quien crea que se trata de una banda menor está totalmente equivocado. HUMANITY ZERO juegan en primera división pero claro, si no controlas a los dioses del género no sabrás ni de lo que te estoy hablando.
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