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viernes, 28 de abril de 2023

DOCE FUEGOS en Sala Velvet, 27 de Abril

DOCE FUEGOS, que se te vaya grabando el nombre en tu materia gris. Casi cinco años después vuelvo a reencontrarme con las mismas caras que montaron aquel maravilloso evento en la Capilla de la Cartuja.... Pedro Román (Monkeypriest, Scumworm) organizaba por aquel entonces un acojonante evento con su asociación / secta-estructura-andamio PABELLÓN SOLAR. Sangre de Muérdago teloneados por Miguel Palou (que bueno, no voy a ser el primero ni el último que desvele que toca en PYLAR bajo el arquetipo de Lingua Aludae), se marcaba un opresivo concierto que una vez grabado y masterizado incluso se barajó la posibilidad de incluirlo como CD de regalo la Karate Press de don Luis Boullosa. También lo moví por algún sello de alguna amistad pero finalmente Sentencia Records fue quien se llevó el privilegio y honor de editar la joya El Templo de las Cuevas. Sobro todo eso charlaría con Miguel en una entrevista (aquí).


La evolución no se hizo de esperar, y oigan, cosas de internet, he accedido al currículum académico de Palou... me quito el sombrero de las mejillas para arriba. Muy buenas colaboraciones con Misa Tridente en Iucidium y la edición de ya piezas de coleccionista como las demos [O] (2019, Big Riff Records). Tras el mini-álbum Vita Brevis, O Tratado De La Existencia En Tiempos De Enfermedad ‎(Sentencia Records, 2022) y alguna colaboración más con Misa Tridente, estaba deseando ver nuevamente a Palou en directo (también hay algo potentísimo por ahí rumiando de lo que todavía no se me permite hablar y que me quema por dentro como un pecado mortal).

Así que cinco años después, en la Sala Velvet y con el beneplácito de pocos pero escogidos adeptos, DOCE FUEGOS enciende tres cirios sobre sus pedaleras; a la izquierda una mandolina eléctrica y atrás el violín (eléctrico también). Un tambor y algún objeto de metal y el resto, la inventiva de un músico que improvisa o compone sobre sus propias líneas, loopeando en una pista y añadiendo capas hasta provocar esa dulce asfixia Drone que bestias pardas como Cyclobe, Coil o los primeros Current 93 eran capaces de hacer. Esas comparativas con Earth de la que hablaba con gente amiga en los preámbulos sí que se captaron todavía ayer sobre todo en la monumental y catedralicia apertura en el primero de los 3 cortes que sonaron, puro Fulcanelli Doom destructor de Catedrales... al estilo del claustrofóbico pánico de `quedarte pillado ad nauseam en un riff´ que sentí en la capilla de la Cartuja en el necrotizante pasaje final. Lejos de rehuir la melodía Doce Fuegos la acomete de frente y sale victorioso; al violín eléctrico para las partes más altas y salvajes o con la mandolina para determinados momentos más pausados o de distorsión pura y dura.

Palou ha depurado su sonido muchísimo, de tal suerte que el vórtice in-crescendo se hace de una intensidad casi insoportable, coqueteando en su medio tiempo con el Harsh Noise y la música ritual a través de repetitivas, monocordes pero ultra épicas percusiones que pueden darte para la parte más abstracta de los Aethenor (con Stephen O'Malley y gente de GUAPO, ahí es nada), los Skullflower más abyectos y, ojito para los melómanos, un cierto aroma neoclásico al estilo de lo que hacían los franceses ELEND. Si es cierto que en algunas partes del concierto hubo atisbos en los que parecía que lo Pagan iba a tornarse Black Metal, se mantuvo un tono comedido que desestructuró (y para bien) el conjunto hasta la simpleza narcotizante del Dungeon Synth, contrastando luego justo con lo contrario... una panoplia, catarsis y marasmo sinfónico tumultuoso que se te colaba por los poros de la piel.

Destilado, edificante y Damónico Drone Folk con asomo al mundo Astur a través de vertiginosas cabalgadas celtíberas y la sensación final de que el caos controlado de DOCE FUEGOS es una bestia ignota que va a crecer sin freno. Al tiempo.

https://docefuegos.bandcamp.com/

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