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domingo, 16 de febrero de 2020

ELI GRAS - "MUSEUM OF THE DRY BUGS" (GAGARIN RECORDS, 2019)


Hace unas escasas semanas os traía un texto a tenor de una de las últimas ediciones de Eli Gras, Tasmanian Robinet, suerte de compilado de grabaciones entre los 80/90 en plena eclosión de la música pre-computerizada. La preciosa edición era a cargo de La Olla Exprés; CD dentro de carpeta tipo vinilo single. Ya en la reseña del CD os hablaba un poco de esta fantástica multidisciplinar artista, que abarca desde la música Minimalista al Electropop, la Electroacústica y cualquier tipo de Vanguardia imaginable. Pocas presentaciones necesita, creo yo...

Pues bien, ahondando en esa serie de extraños experimentos que van desde 1983 a 1992, Museum of the Dry Bugs, cassette editada en 2019, abarca 27 cortes grabados en casa y que en principio no estaban destinados a editarse. Ha sido Gagarin Records la encargada de una edición que se viste de gala con el artwork de la propia Eli Gras, mientras que la masterización es de Pablo Miranda (Carter Dilvi Studio, Barcelona). Punto positivo para el acabado final del sonido, y es que a pesar de tratarse de grabaciones caseras de baja fidelidad, la cinta está exquisitamente bien grabada.


El título es muy llamativo por diversas razones. Museum of the Dry Bugs, o Museo de los Insectos Secos, pero con la particularidad de que Bug también implica un error informático... es decir, que un programa no se comporte como quiere que lo haga un programador, o bien un fallo no tenido en cuenta en el comportamiento del programa. Curioso todo esto por dos razones igualmente: una, que la edición especial trae la cinta metida dentro de un jabón casero (mas caja de madera) al más puro estilo de los insectos conservados en ámbar; y la segunda, pues que en ocasiones la deconstrucción esquizoide de la música de Eli, suerte de Folk insectoide o algo así, nos lleva a pensar en angulares errores de programación musical ex profeso, premeditados para crear una música que parece estar marcando los pasos de un autómata de feria antigua.

Reseñar cada uno de los 27 cortes de la cinta sería un absurdo y la mitad de los lectores y lectoras abandonarían el texto, así que trataré de describir a mi modo la sensación que deja en el oyente estas pequeñas piezas. A caballo entre el arte experimental sonoro con estructura de canción y la electroacústica de combate, se van alternando piezas que usan y mezclan manipulación de cintas con tonadillas folkies de guitarra, voces deformadas y variaciones diversas del tempo... eso por resumir, porque otras son simples notas de guitarra bajo un amplificado sorber de líquidos por tubos, dando como resultado lo más cercano al estertor de una tubería. 


Lo más acertado sería meterlo todo dentro del saco del Dadaísmo, pero hay momentos en que sobresalen toques de flautas o instrumentos parecidos en una World beat urbanita deformada hasta el infinito, y otros en que un primitivo Techno se deja asomar por ahí como quien no quiere la cosa.

Los temas más acústicos parecen grabaciones perdidas de Kraut Pastoral a lo Popol Vuh, Lord Khrisna Von Goloka y cosas así, pero cuando menos te lo esperas estalla una algarabía de música sintetizada (no sé si a través de viejos computadores) y con los experimentos manuales de la siempre inquieta Eli. Si te despistas un instante, viejos carrouseles de feria oxidados te llevan en paseos oníricos (mejor no mires abajo o verás cómo los tornillos se van descomponiendo) y ten por seguro que Museum of the Dry Bugs es todo un catálogo de posibilidades sonoras de una imaginación superlativa y una optimización de los recursos que ríase usted de esos magnificentes conciertos de Tangerine Dream con un millón de sintetizadores alrededor. 

Difícil de quedarme con un sólo corte, pero el primero, "Taxi", me vuela la cabeza con sus efluvios de Post Punk, New Wave y bases percusivas rayanas en lo demencial. Además, es una versión más barroca del mismo tema que ya apareciera en Tasmanian Robinet, por lo que me quedo con este pedazo de himno que sonará en mi cerebelo hasta que se me sequen los humores.

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