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domingo, 7 de mayo de 2017

ATAVISMO - "INERTE" (TEMPLE OF TORTUROUS 037; 2017)


INERTE
adjetivo
1.
Que carece de vida.
"la estatua inerte de un héroe; el cuerpo inerte de un muerto"
2.
Que está tan quieto que parece no tener vida.

Era inevitable que "Inerte" llegase a las cotas de calidad que ha llegado. Viendo la trayectoria de los músicos implicados uno siente una especie de zozobra brutal que se acentúa cuando la aguja pasa los primeros surcos de este tremendo disco que se han marcado los de Algeciras. Se trata de la congoja especial que se respira ante las obras que nacen como "clásicos instantáneos" incluso antes de que se publiquen. Si MIND! me voló absolutamente de la faz de la tierra con "Stunde Null", su posterior metamorfosis a ATAVISMO resultó como el precioso desarrollo de la crisálida, siempre mejorando. "Desintegración" era jodidamente bueno, pero es que "Inerte" no es de este mundo. El disco huele a Ozono porque creo que directamente no se ha grabado en este planeta. En horizontal sí... se ha grabado en Algeciras; pero en vertical no. En vertical hay que subir años luz y salir de esta galaxia.

La producción del disco (al menos en el vinilo) es demencial. Sin compresiones, dinámico, orgánico y tremendamente mascable cuando subimos el volumen alto, muy alto (volarás!). Grabado y mezclado en los TRAFALGAR ESTUDIOS, EL PALMAR (Cádiz) por CURRO SNORTIL, y con edición en cd y vinilo a cargo del sello TEMPLE OF TORTUROUS, creo que es de los mejores vinilos que he comprado en los últimos años. Cada instrumento queda en su sitio, y gracias a esa magia de lo analógico cuando se trata y se mima bien, no es unidimensional, sino que la música nos envuelve y nos regala esa maravillosa sensación de inmediatez que sólo el bueno vinilo da. Si creéis que exagero haced la prueba entre vinilo y cd a buen volumen.

Nota aparte merece el apabullante diseño de ANTONIO RAMÍREZ que adorna el gatefold y los interiores. Dos cabezas atávicas que unen sus serpenteantes lenguas para celebrar al Sol y un insert con una caleidoscópica foto grupal a cargo de LOU SÁNCHEZ. Formación como siempre en power trío con POT (guitarras, voces, mellotron, farfisa y moog); POW (baterías y voces, mellotron, farfisa, moog y percusiones) y MAT (bajo, mellotron y farfisa). Tres entes formando un triángulo equilátero que a modo de sextante nos ayudan a volar fuera de nuestro cuerpo en ingrávida esencia, inertes pero no muertos. Algo así como la tripulación de la nave Odiseus en ULISES 31.

El problema es que estamos ante una sociedad musical que ya no valora del mismo modo la música, porque si "Inerte" se hubiese publicado hace tres o cuatro décadas, estaríamos hablando de un disco referencial para entender eso que llaman rock andaluz, progresivo y de la música ácida en general... aunque claro, también sería injusto decir algo así teniendo en cuenta que los músicos de ATAVISMO llevan ya prácticamente la mitad de ese tiempo o más sacando obras maestras (véanse VIAJE A 800 por ejemplo). 

Líneas de guitarra que difuminan el horizonte, teclados alucinatorios y una base rítmica machacona que ríase usted de los grandes del Space Rock; y es que todo aquí funciona a modo de Psych Jam de finales de los sesenta y principios de los 70 (por ejemplo cuando se grabó esa bestialidad de ARZACHEL... una forma menos anquilosada de entender la música que la de hoy día). 


El rock andaluz se desviste de sus anquilosados y rígidos arabescos para fusionarse con algo más espontáneo y lisérgico (entiéndase por rock andaluz a una suerte de TRIANA mezclados con DAEVID ALLEN). Un puto mantra perverso que provoca que nuestro líquido cefalorraquídeo hierva y se evapore, y que cuando el cerebro se nos planta en la base del cráneo experimentemos ese "Pan y Dolor" que huele a tierra mojada de bulería embarrada. Un himno que empieza en clave de rock andaluz para ser lentamente horadado por un interludio mayestático, elevador de guitarras en ascenso; coros de ángeles negros y bizarros toques de teclado que se ríen de la música progresiva porque tienen la ventaja de no necesitar responder ante las claves rígidas del género. Y luego vuelta a la línea principal del tema para rendir homenaje al Cosmos mientras las voces a dueto de Pot y Pow te dan de comulgar su ácimo pan vocal. Alucinante.

Y casi sin respiro "El Sueño". Once minutos de subidas y bajadas merced a una incansable base rítmica adornada de teclados estentóreos. Un tema que podría durar media vida. Heavy Psych plúmbeo, hipnótico y con una guitarra que se te mete por cada orificio del cuerpo dejando huella. Hay ecos a VIAJE A 800, a YAWNING MAN y (aunque se me tache de loco y pierda la credibilidad), a LAGARTIJA NICK de su disco ULTERIOR. 

Aunque suenan a eso y a otros bichos de esos que tienden a vivir bajo las piedras en el desierto, creo que ATAVISMO cada vez se alejan más de ese espectro para entrar de lleno en un universo particular que es lo que los aleja del resto. Tienen marca distintiva, sonido propio y personalidad única. El tramo final es de órdago, con el bajo y la batería creando un colchón sobre el que Pot extiende su biliosa maestría a las cuerdas hasta que la temperatura sube y el tema estalla como una bomba que esparciese metralla de cactus y chumberas. Pincha pero gusta pasarse el dedo por las espinas.

Abre la Cara B el tema que me dejó totalmente extasiado cuando los vi en concierto hace poco. "La Maldición del Zisco" es una coda de Space Rock andaluz que directamente corta mis raíces nerviosas de cuajo. Es difícil describir esta música con palabras y no caer en una cascada verborreica de adjetivos... sinuoso, ácido, preciosista, y sin perder nunca esa sensación de estar siendo arrastrado por una corriente de agua virgen. Un tema donde bajo y batería cobran una importancia especial gracias a la maraña funk espacial que tejen para que la guitarra borde sus filigranas. Trío de ases en estado de magia que estalla en esos cánticos al final del estribillo (Tu recoges lo que siembras / Intrusiones, dignidad / Lunas llenas aclamando / Mi destino y mi final). Definir esto es matarlo. Un tema para corear y bailar introspectivamente hasta defecar el alma y quedar purgado de todo.

Una línea de bajo abre "Belleza Cuatro", tema más sosegado, pastoral y con ciertos aires a VIBRAVOID, la etapa con EUTERPE de DAEVID ALLEN o los primeros y espirituales POPOL VUH. Panderetas, percusiones más tribales y aroma a etérea raga india con la voz de Pot mucho más esponjosa y volátil, acariciando el tema desde fuera mientras los teclados van dando cuerpo. La voz en segundo plano de Pow le da el contrapunto agridulce... a bilis endulzada con miel para poder tragarla. Maravilloso. 


Para cerrar recuperan ese "Time To Fly" de MIND!, aquí retitulado "Volarás". Es loable cómo se compenetra bajo y batería para crear los cuerpos de los temas, hasta el punto de que cuando la guitarra entra en ellos se mueve con una comodidad que asusta. Aires cinematográficos en el inicio del tema para irse lentamente transformando en esa balada a lo HAWKWIND, PINK FLOYD y la madre que parió al Cosmos. Y termina y no puedo más que volver a darle al play una y otra vez porque este disco es más adictivo que tres meses con benzodiacepinas. 

Miro hacia abajo y no hay nada. Una infinita negrura aterciopelada en 360º. No hay estrellas, planetas o meteoros. Sólo yo, inerte... volando. No hay oxígeno pero vivo. No hay suelo pero no caigo. Mis ofensas fueron perdonadas hace tiempo y mis pecados lavados en el agua primordial que mana del mismísimo centro del Universo. Desde entonces navego por ese espacio apátrida de los sin alma buscando dónde aterrizar. Sólo quiero que me dejes en paz y poner este jodido disco de ATAVISMO para siempre. No quiero reconectar esos cables que se han soltado de mi cerebro porque los pensamientos reales están indefensos ante un mundo depredador... esos cables decidí cortarlos yo hace tiempo.

Yo soy tú y ni te has dado cuenta. Mírate y me verás ahí, en tu jodida cara. Soy aquel que te acompaña inerte y te coge de la mano cada vez que caes... soy aquel que acaricia tus genitales egoístamente. Soy el que limpia tu mierda cuando defecas y el que suspira ante la inmensidad del cosmos. No existes sin mí.

Siempre estuve ahí. Soy sonido y vibración. SOY ATÁVICO.




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