Desde Lanzarote, segundo álbum del power trío sin concesiones AJEEB (sí, como el famoso autómata de ajedrez que en realidad tenía un tipo metido dentro), y que recoge todo ese sustrato años 90 que reventaba pantallas de 4:3 en la MTV o el VIVA. Allí campaban Nirvana, Dinosaur Jr., Kyuss o luego Queens of the Stone Age. Por aquellos tiempos yo no tenía la más remota idea de etiquetas y aun existiendo desde hacía mucho, palabros como Shoegaze ni se me pasaban por la cabeza. Si la música te transmitía, era válida; no había más. Cierto que viniendo de terrenos Heavy y Thrash la irrupción de un género como el Grunge chocaba de lleno con los rígidos hímenes timpánicos de la adolescencia.
Mudvayne y similares tenían su Punk, su distorsión mugrienta... y quien más y quien menos ya miraba a Seattle y las carpetas de instituto se forraban con fotos de los Melvins. Curiosamente, del sustrato Heavy no se caían nunca la molécula cohesionadora de los Black Sabbath que lo mismo al final te acaba valiendo para lo el Noise Rock que para el Stoner... y si lo alargas en el tiempo para el Sludge. No estoy aquí para entrar en por qué rompió el mercado el Indie o el Rock Alternativo y provocaron el género de masas que ya está en los libros de historia pero está claro que la marginación, alienación, desórdenes morales y demás lindeces de una psicoanalizada América de las barras y estrellas provocaran el curioso efecto rebote de todo un género; de la pobreza social y cultura `nerd´ a ser banda sonora y bandera de toda una generación de adolescentes.
Imposible separar todo esto de los efectos Fuzz de las guitarras, los riffs cargados de Reverb y las agrias y primitivas baterías. AJEEB camaleonizan todo esto y demuestran en su sonido que Canarias está entroncada mediúmnicamente con Seattle y una larga pista de Skating mental parece tenderse entre ambos puntos equidistantes porque bueno, al fin y al cabo en aquella década jeringuillas compartidas había en muchos sitios. Segundo trabajo si contamos su Ep Toss and Turn (2020) y, como no podía ser de otra forma, la promo me llega de Spinda Records (aunque participan muchos más), un sello que literalmente ama este tipo de sonidos. Te gusten más o te gusten menos estos estilos, te puedo garantizar que Cucho Seguro (guitarras, voces), Sara GDM (bajo y guitarras) y Rafa Pacheco (batería), se han marcado un sonidazo con ese deje de `plug and play´ (para el oyente, el equivalente a darle al play y subir el volumen) que, aun no grabándose como antaño en una sola toma, algo habrá tenido que ver la magia de la grabación, mezcla y masterizado de José A. López de La Caterva (Gran Canaria). El artwork, obra de un clásico... The Braves Church. En cuanto a la coedición, resumo rápido:
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EDICIÓN VINILO - Spinda Records + Violence in the Veins + Noizeland Records, Quebranta Records + Naife + Hombre Montaña + Bandera Records + Hey Boy Hey Girl + Clever Eagle Records (USA) + The Ghost is Clear Records (USA) + AJEEB
EDICIÓN CD - Spinda Records + AJEEB
CASSETTE - Spinda Records + Clever Eagle Records + AJEEB
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Refractions, que así se llama el álbum, son 43 intensos minutos que van desde cortes directos como "Hollowed Out" que curiosamente tiene cierto regusto más Post Punk metalero a lo últimos Killing Joke en la base rítmica. El Noise Rock de toda la vida para cortes como "Far Enough" que están a un pasito de ese Punk efervescente Californiano de los años 90 de novatos o recien llegados, lo mismo daría, pero que ponía en todos los festivales que se preciaban a Bad Religion, Social Distortion, NOFX o The Offspring. AJEEB lo clavan en todo así que es precisamente cuando se salen por la tangente que me gustan más, como el ritmo mesiánico y cuasi desértico de "Mustard Surfing" con unas líneas de guitarra soberbias y cambio en registro de voces a algo más lánguido (ese tipo de voces que parecen llevar vocoder). Inmenso el mini-solo de guitarra que se me queda corto. Temazo psicodélico que contrasta con todo lo anterior en cuanto a técnica y desarrollo.
Es a partir de este aquí que empieza a resaltar cierto halo crepuscular y Palm desértico en la segunda parte de "Mold", mas curiosos vaivenes a lo Nirvana en "Uneven" y "Oh Well" con esa forma tan característica de tocar la guitarra en abanicos de distorsión, introspección Shoegaze y por tanto con innegable influencias grunge que lentamente se van tiñendo de una palpable oscuridad con atisbos Doomitas y base rítmica en plan Tool en "Amnesia" o en la excelente instrumental "Stuck for Decades", otra muestra de que AJEEB tienen calidad compositiva suficiente para salir del plañidero Grunge y a veces emborronador Noise Rock (aunque "Slow-Vakia" es un temazo de libro y la distorsión apocalíptica de la guitarra me flipa) para meterse en terrenos mucho más espaciales y psicodélicos (ahí lo dejo). Sin miedo y por progresión natural beben agua de cactus en "Double Somersault", otra instrumental de lujo con un trabajo soberbio de las guitarras.
Cierre de oro con el ultra fuzz riffaco de "Tail Chasing", aunando de forma orgánica todo lo que han ido desarrollando pero dándole un halo de manifiesta oscuridad que le sienta muy pero que muy bien a AJEEB, banda que con Refractions ha establecido una altura de calidad que estoy seguro se la van a comer en un próximo trabajo... les sienta muchísimo mejor la experimentación y los devaneos instrumentales que los cortes directos y grunge del inicio del álbum (aunque esto es una opinión personal).
Sería una lástima que con esta calidad AJEEB no acaben evolucionando como EL TURCO (llegaría a derrotar a Napoleón) y luego en MEPHISTO, otras encarnaciones de autómatas ajedrecistas posteriores pero estoy segurísimo que la partida la ganarán las negras.
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