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martes, 4 de octubre de 2022

IMBERNON & MIKEL VEGA - "EOLIAN DAWN" (SENTENCIA RECORDS SR18 CD, 2022)

Mikel Vega (Killerkume, Orbain Unit, Container y otros proyectos) siamesa (vale, me acabo de inventar la palabra) su guitarra con la de Jon Imbernon de Gangrened para llevar, como diría Ortíz Osés, la experimentación a un submundo metareferencial donde la hermenéutica musical campa a sus anchas. Dicho de otra manera, las guitarras forman un muro-lenguaje que necesita del oyente como médium (apropiándome de la frase de David Toop en Resonancia Siniestra, editado por Caja Negra Editores) que interprete las texturas, acoples, glitches y elongaciones del inconsciente de los músicos y ordene el caos brutal en el que te ves inmerso. Pero eso vendrá un poco más adelante... dejad que primero masturbe mi mente.

Titulado Eolian Dawn, Imbernon & Mikel Vega juegan con sus guitarras y efectos a los mismos juegos de viento con los que los dioses griegos se divertían en su Olimpo. Las referencias musicales podrían llegar hasta el instrumento de válvulas `eolina´ y hablando de hermenéutica (palabra / texto / lenguaje), el `eólico´ además era uno de los grandes lenguajes en la Grecia Clásica. Pero dejándonos de idiocias, y viendo los molinos de viento que ilustran la portada, sería interesante comentar que a pesar de la rareza, también en el País Vasco hubo molinos de viento (recogido por el gran Julio Caro Baroja y cuya información podéis ampliar aquí). Pero claro, viendo la estilización moderna de esos molinos de la portada, me inclino a pensar que quizás los tiros puedan ir por la controversia generada por la pretensión de plagar la Sierra de Arkamo de aerogeneradores, cosa que ha sido ampliamente debatida por los grupos ecologistas ante el terrible impacto visual que tendrían dichos artefactos en los bellos parajes en los que plantean construirse. Vale, ya lo he soltado...

(Imbernon)

Editado en formato digipack por Sentencia Records, el álbum se graba en Kokkola (Finlandia) por Olli Wikstrom de quien por cierto he descubierto un proyecto llamado Qstaw a caballo entre el Doom y lo Industrial con una pinta tremenda. La masterización corre a cargo de Miguel Souto, otro gran conocido y del que soy firme seguidor. En cuanto al sonido lo primero que tengo que comentar que es terriblemente tetánico y áspero, como casi todo lo que viene de tierras Vascas y aunque sea ya un comodín para mi forma de escribir citar a Akauzazte tengo que hacerlo o reviento.... aunque sí, aquí estamos ante una pátina de texturas Ambient de guitarra que entre los molinos de la portada y ciertos detalles, bien pudiera ser esto una emanación maligna (anti Tulpa) o reverso tenebroso de Kyuss. Al fin y al cabo, en el desierto también hay viento (aunque sea de índole eléctrica).

Ese muro abstracto de guitarras y efecto que tiende al minimalismo expresivo se derrama por sí solo desde la misma apertura de "Eolian Empire", declaración de intenciones donde campan a sus anchas el Psych puro aleado con la libertad de la improvisación libre. El doble juego de las guitarras y la forma en la que se manejan los efectos de eco, delay y reverb ejercen de poliuretano sonoro que rellena todas las cavidades del espectro sonoro. Cuando aparece el silencio, este no es tal y cuando llega el sonido, es porque viene teletransportado desde el silencio. Patrones oscuros que tienden al Dark Ambient entrelazados con líneas de guitarra indudablemente deudoras de gente como Elliott Sharp o Derek Bailey. Lo que sí es muy palpable es la contención brutal de la agresividad de las guitarras, bien sea cortando de raíz cualquier impulso de distorsión Noise gratuita o cortando cualquier atisbo de convertir el disco en algo que se parezca a un proyecto metalero. 

(Mikel Vega)

"Awarastee" se mueve a base de lentos impulsos sinusoidales. Subida, explosión y caída y cada una de esas elevaciones son pequeñísimas y cortas mini-jams de las guitarras que en cada nuevo vaivén cambian un poco el registro. Dicho de otro modo, a veces parece que están haciendo esas `sábanas de sonido´ de Coltrane pero con las guitarras. Dos instrumentos explorando las mil y una posibilidades tímbricas, máxime cuando se añaden efectos capaces de convertir una guitarra en una máquina de PinBall. Frith mezclado con los surrealistas mundos de Cassiber, "Awarastee" es un canto tribal, no sé si de guerra, que se barroquiza en un crescendo alucinante en su parte final. Sigue "World is Run by Mass Persuasion", punto de unión entre el Dadá y el Fluxus, la Concrete Music y un ritual masónico electrónico. El flujo de sonido de las dos guitarras es lo suficientemente denso para tener que entrar con machete a descifrarlo. Soberbio el trabajo de ambos guitarristas dándole la comunión a Sunno))) y una versión protoarcaica de los dioses Skullflower

Hablaba más arriba de anti-rock desértico o un reverso tenebroso de cosas como Kyuss o Yawning Man (sin bases rítmicas). Como ese zumbido eléctrico tan característico de las bandas sonoras Lynchianas... un arco voltaico que va de poste a poste en una carretera perdida, queda de manifiesto en la forma en la que la guitarra solista despliega una melancolía crepuscular en "Nodsommar" (perfecto título traducido algo así como `mediados de verano´ y me lo tomo como una oposición al Midsommar o Sol de Medianoche de los países escandinavos. Tempo lento, abotargamiento extremo y la nieve se convierte en arena y viceversa. 

Antes de que la tormenta estalle, tenemos incluso espacio para la reflexión en "Idyllic", con el giro de guión más brutal que te puedas imaginar con la ultra abrupta "Social Media Hacked Your Mind But That's A Difficult Thing For You To Comprehend". Un minuto y 30 segundos de imitar el violín en mi antebrazo usando un cútter romo. Corto, duro, bilioso y al cuello.

https://sentenciarecords.bandcamp.com/album/eolian-dawn



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