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viernes, 21 de octubre de 2022

I SUMA Festival. Málaga 2022 // DAR GHOST, DOMINICANA, ORTHODOX (20 de Octubre)


Primera edición de un nuevo festival que responde al nombre de SUMA FEST, y yo que lo agradezco. Todo lo que sea sumar, bienvenido sea y si es con el `leit motiv´ de eclecticismo que llevan por bandera, pues adelante o `ea´, que diría cualquier cordobés aunque yo lo saco del lenguaje de Gilead de La Torre Oscura de King. 

Vale, aspectos a mejorar o al menos aspectos a mejorar AYER que fue el día al que yo acudí. El entorno, perfecto. Sonido, fabuloso... ahora bien, la forma en la que se ha gestionado las entradas ha sido un auténtico cacao más complicado que entender el Libro de Urantia traducido al japonés. Entiendo que escribir un mail, y que te den una pulsera personal e intrasnferible puede llevar a tener un muy buen control de quién o no viene pero esto puede ser positivo en un Festival que se haga con propuestas sonoras más o menos similares; cuando te plantas en mitad de la semana y al día siguiente es laborable hay que hacer un esfuerzo considerable para no ver solo 45 minutos de música de la que te gusta (y no hablo por mí, que disfruté en mayor o menor medida de todos los músicos) .

(Dar Ghost)

Unir electrónica de laptops con ambient; proyecciones y modulares con metal extremo... bueno la cosa se te puede ir de madre. Al menos un puñado de personas que conozco habrían ido ayer a ver a Orthodox si las premisas hubieran sido distintas. Hay gente esperando arreglar cosas en casa, que les cambien un día de curro, que no les aparezca ningún problema... y entiendo que hay que llevar un control, pero esa fecha-límite del miércoles para las entradas creo que ha lacrado un poquito la afluencia. Al menos es mi percepción. 

Resumen: la taquilla de toda la vida hay que mantenerla, al menos si no tienes la seguridad del sold-out. Dar Ghost y Dominicana pueden como bloque mover a un determinado tipo de público que bueno, si conseguimos que sea abierto de orejas se quedarán a ORTHODOX. Al revés viene a ser ¿cómo consigues que gente que viene a ver a los sevillanos vengan antes a Dar Ghost y Dominicana?. No sé si estoy haciendo bien la reflexión. Al margen está que seducir a la gente para que venga a la primera actuación y se quede hasta la última debiera ser siempre el objetivo principal. Pero hostias, tampoco importa tanto; si un Festival nace con espíritu ecléctico y el público no es ecléctico, apaga y vámonos. Creo que los estaban allí eran los que tenían que estar.

(Dar Ghost)

Demasiada rigidez y hacer un festival ecléctico funciona mejor uniendo estilos por días más que hacer un batiburrillo de cosas juntas. Pero insisto, es mi opinión y encima yo soy de los de orejas abiertas y disfruté las tres propuestas. Solo dejo caer flecos que veo mejorables. Dicho lo cual, pues Dar Ghost son Soledad Villalba (música y voces) y Pablo Macías (visuales) creando una especie de score muy conseguido donde lo electrónico y coreografiadas imágenes en blanco y negro me traen a la cabeza insistentemente al film A Ghost Story de David Lowery (o al menos en una versión menos existencialista). El proyecto es sin duda de corte surrealista, y a pesar de que la música provenga de laptops, estuvieron acertados y creo que la gente lo disfrutó mucho. Unir música e imagen en un solo hilo umbilical que conecte con el oyente/espectador precisa de que te olvides de los laptops e integres tu psique con lo que llega a tus sentidos. Las percusiones sonaron atronadoras, la pulcritud era absoluta y creo que el respetable disfrutó muchísimo.

(Dominicana)

Si con Dar Ghost me centraba en la imagen, con Sergio de Dominicana la profusión de cables y módulos es otro asunto. Deformación extrema de sonido y uso de samplers, glitches, minimalismo y música concreta para crear un a priori bastante tímido inicio, algo bastante habitual en el género, pero que a la postre acaba creciendo en un buen corte de electrónica, ambient y techno. El uso del alguna proyección habría aquí ayudado a reforzar sobre todo los muy buenos apocalípticos últimos minutos de su participación, que tomaron forma de banda sonora de película imaginaria. Por lo demás, acertado el viraje hacia un final pulsátil e hipnótico en contraposición con un muy abstracto inicio donde primaron los glitches. Aquí sí puedes cerrar los ojos y meterte a placer en ese flujo electrónico que si está bien conseguido (el caso de ayer) te atrapa en un crescendo de neón. 


Y claro, luego vienen Orthodox y te pegan un bofetada de tal calibre que es cuando notas que algo no cuadra demasiado con las bandas elegidas... por mucha vanguardia, eclecticismo y tal, hay que intentar aunar afinidades dentro del cartel o te salen caídas tensionales abruptas como la sufrida anoche. Impecables los sevillanos presentando Proceed con una técnica tan depurada que cuesta seguirlos. Su retorcido y avantgarde nuevo álbum (reseña aquí) en directo se torna crudo y mucho más críptico que en el estudio y tanto, que cuando terminan de desgranarlo por completo delante de nuestras narices (destrucción de chapa y pintura mediante) y añaden un par de cortes/himno de anteriores discos estos resultan casi un bálsamo para el espíritu; como si te hubieran dado algún flotador al que agarrarte tras una hora intentando no hundirte en una poza de alquitrán. 

Te puedes perder en la seca pegada de Borja a la batería y sus cada vez más intrincados redobles Jazzeros, puedes sentir como Ricardo distorsiona los riffs de guitarra que de alguna manera y no sé como, hace de solista y acompañante ella misma (tal es el espectro sonoro que abarca), el bajo dejó de pertenecer a la base rítmica y se emancipó hace mucho, mucho tiempo; si Marco tiene que seguir a Borja en algún tramo lo hace pero la mayor parte del tiempo el mástil no pertenece a este mundo. 


Ayer era el momento de presentar Proceed pero tengo ganas de saborear lo a trozos cuando metas "The Son, the Sword, The Bread" al lado de "Heritage""Geryon´s Throne" o incluso algo de "Sentencia" o "Templos" o dicho de otro modo, integrarlo dentro de un carrousel emocional que abarque todas sus etapas. Pero insisto, de eso no va hoy el asunto y es imposible no rendirse ante el himno "Hani Baal" que es el broche de oro (puños en alto) que más quisieran tener otros tener. En el concierto de ayer no sufrió ningún animal pero cada vez que veo a Orthodox en directo, se me muere una Mito-condria. 

Os dejo con una pequeña galería de fotos que podrían haber sido buenas pero como me tenían calado optaron por una luz rojo infierno que se cargaba cualquier posibilidad de sacar una foto buena para quien no manejara una cámara en condiciones. No obstante, ahí van:







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