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miércoles, 11 de septiembre de 2019

MONADS - "IVIIV" (AESTHETIC DEATH, 2017)


"Y ni el círculo sin la derecha, y ni la derecha sin un punto pueden artificialmente ser
elabados. Es pues por la virtud del punto y de la mónada que las cosas comenzaron a
ser, en principio." JOHN DEE

Tras la excelente demo de 2011 Intellectus Iudicat Veritatem, la banda belga MONADS tarda seis años en grabar este alucinante disco de Funeral Doom a lo EVOKEN. Formados por gente bastante curtida ya en muchas agrupaciones, y editado en digipack por AESTHETIC DEATH, el disco se graba en Vernon, Francia salvo las voces que se graban en Bruselas (Blackout Studio), para luego mezclar y masterizar bajo la batuta mística de Greg Chandler en Priori Studios (UK) previo paso por diversos locales de Bulgaria y Bélgica. El artwork es obra de BILLY BAYOU.

La razón de tanto viaje parece estar en las tribulaciones de su guitarrista, tal y como viene a explicar en el texto interior. Eso sí, el disco suena coherente y compacto, con 4 larguísimos cortes que rebasan todos los diez minutos. Desde "Leviathan As My Lament", con cierto aire a los MOURNFUL CONGREGATION de The June Frost. Brutalidad y melodía mezcladas a la perfección con un juego de dobles guitarras que podría recordar algo a la escena Finlandesa. La ultra gutural voz es al estilo de los países bajos (escúchense OFFICIUM TRISTE o CLOUDS por ejemplo).

El monolítico inicio de la base rítmica en "Your Wounds Were My Temple" nos pone mirando a la meca del death/doom inglés con unas líneas de guitarra a lo primerísimos PARADISE LOST o MY DYING BRIDE. Esa forma de entrar luego la guitarra solista (casi parece estar llorando) pone los vellos de punta y enroca de forma perfecta hacia el Funeral Death Doom americano a lo EVOKEN, MORGION y similares. Una letanía al ralentí donde destacan las impresionantes voces de R.POLON, que en determinados fraseos desliza lo gutural hacia lo agudo en breves milésimas de segundo. Con todo, cuando la música se edulcora y se reduce a leves toques de percusión y se espacian las guitarras, lo que más resaltan son pasajes a lo MY DYING BRIDE.


A estas alturas es difícil hacer un disco original pero sí es posible grabar interesantes ejercicios de género. IVIIV, que así se llama el disco, hace referencia a la simbología oculta de JOHN DEE. De tal forma, I es por la Mónada, lo primero, el dios pitagórico; V, por Pentad, los 5 componentes del grupo, para terminar con IIV por Intellectus Iudicat Veritatem (algo así como el intelecto juzga sobre la verdad), término extraído de The Hieroglyphic Monad de JOHN DEE

"To A Bloodstained Shore" transita por parajes descritos con anterioridad mientras que la monumental "The Despair Of An Aeon", de 15 minutos de duración, finiquita por todo lo alto un muy buen disco de Funeral Doom. El riff inicial de la guitarra, pegadizo como arroparse con un sudario que lleva 3 días sobre el cadáver, puede hacernos pensar en For Lies I Sire de MY DYING BRIDE, pero en vez de las agonícas y cadavéricas vocalizaciones de Aaron, tras la larguísima introducción MONADS se enclava cerebralmente en el universo pútrido de EVOKEN pero sin sonar a un mero clon. 

Una outro de piano nos amortaja los orificios con algodón de azúcar.... agradable al olor y tacto, pero que prende con facilidad cuando le acercas una cerilla.

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