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domingo, 19 de mayo de 2019

JUAN CARLOS CASTILLO - "NATURAL ENDING" (AUTOEDICIÓN, 2018)


El multiinstrumentista madrileño JUAN CARLOS CASTILLO (LA OVEJA NEGRA, ENREDO, MELONIUS TRONK...) nos trae Natural Ending, buen ejercicio de hard rock sureño, progresivo de los 70 y algunos elementos fusioneros. La particularidad que nos encontramos en Natural Ending es que todos los instrumentos están grabados por el propio Castillo, cosa que resulta prodigiosa a tenor de lo bien que casa la base rítmica como estructura principal desde la que se construye este agradable trabajo. La portada y la maquetación es obra de ANA MAYNERO y se trata de una autoedición en Digipack muy cuidada y bonita.

La labor del músico madrileño dentro del circuito de improvisación y avantgarde es dejada un poco de lado para ofrecernos ocho cortes muy bien estructurados que rezuman sabor Prog por los cuatro costados. Desde toques de Bossa Nova a Blues o Jazz Rock, todo está metido con una exquisita maestría y lo mismo nos puede recordar a cosas de SANTANA como de CAMEL, para luego visitar terrenos de Jazz Rock con muchas influencias de la forma entrecortada de componer de MONK... para que os hagáis una idea, en algunos cortes se respira un aire jazzero pseudo Noir que invita a ponerse una gabardina y embadurnarse los pulmones de alquitrán.


"Folk Days" abre de forma sosegada. No tengo el listado de instrumentos pero básicamente lo que tenemos son bajo, guitarra, batería y efectos tipo delays, chorus y demás. Este primer tema me recuerda en cierta medida a los sevillanos MALHEUR en su último disco La Boca Prestada; requiebros de guitarra y batería con un fuerte sabor al nuevo Rock Instrumental que tanto está creciendo en la Península y aromas de Blues Rock. Con todo, a pesar de ser un tema muy bien ejecutado para mi gusto pierde garra al extenderse en minutaje. 

Mucho más de mi gusto es "Barefoot Child" donde la guitarra se torna dueña y señora de un tema que en sí es continuación directa del sonido del anterior pero mucho más.... sureño, con algo de KANSAS por ahí pululando en el fondo y unos adornos de los pedales esporádicos muy agradables. Uno de los aciertos de Natural Ending es que en este tipo de proyectos de un sólo músico alguno de los instrumentos flaquea con respecto a los demás, pero no es aquí el caso y cada línea, riff o melodía se ha tratado como si de un instrumento solista fuere. 

Con todo, es en el homónimo, misterioso compost de Jazz Rock "Natural Ending" donde más disfruto. El bajo se crece en su ensimismamiento causi Be Bop, con un efecto parecido al órgano muy lejano pero atmosférico, la batería en modo mínimo y sugestivo y la guitarra dando una lección de espacios versus virtuosismo. Casi que si cierro los ojos y me parece estar en un club neoyorquino de mediados de los 60. Cerrando esta primera parte del disco tenemos "I Do It As a Hobbit", que crece desde la desnudez de una guitarra que se va acompañando de forma lenta del bajo entrelazando una algarabía Canterburiana preciosa que huele casi a Folk. Cuando entra la batería ya entran las influencias progresivas por los cuatro costados y meditando y escuchando en profundidad el disco se me ocurre que la adición de algún instrumento de viento le habría sentado de lujo a cortes como este.


"Old Movie (parts I y II)" cuenta con mayor protagonismo del bajo, aumentando los delays y ecos su participación y erigiéndose en definitiva como homenaje a los músicos ingleses del sinfonismo setentero. Nueve minutos y pico de Prog Rock en estado puro con múltiples capas de las guitarras (las acústicas son de 12 cuerdas y le dan ese cariz casi de salterio cuando se aprietan entre sí). Con todo, no paran de salir elementos jazzeros (en la segunda parte) en respuesta a las partes más rockeras aunque en sí el conjunto es netamente años 70. 

Lo que me resulta curioso es que si hago un ejercicio de desmemorización y reseteo, cuando escucho "Song of the Breeze" capto algo de la psicodelia que embarduña a bandas actuales a lo KERMIT o los propios MALHEUR y creo que es por la forma fuzzera de usar los pedales. Como si EMERSON LAKE AND PALMER se marcaran una sosesgada y sutil Jam con alguna banda Stoner. 

Completa el círculo "A Moment In Time" y el final de "Ships (The Love Is Green"), ambas con aires latinos casi bailables. Fusión de estilos mediterráneos trasnochados y cerrando por todo lo alto un disco trabajadísimo, preciosista en todos sus recovecos y que sin sobresaltos se instala en tu reproductor en las horas que preceden al anochecer.





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