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domingo, 27 de mayo de 2018

ACHILLES POLYCHRONIDIS - "The Being as just present​-​at​-​hand and no more as ready​-​to​-​hand" (POOR LITTLE MUSIC; 2018)


El Neologismo del filósofo alemán Heidegger se sustenta sobre dos poderosos y básicos pilares, modos de vida o formas de enfrentamiento de las situaciones de la vida diaria. El término "Ready To Hand" (en alemán Vorhandenheit) hace referencia a la observación de algo en términos teoricistas, quizás cientfícos (o no) y se opone en sí a "Present At Hand" (del alemán Griffbereit o Zuhanden), que nos habla de estar presentes en el mundo realizando tareas comunes, sencillas e imponderables que sólo son objetos de atención cuando caen en el error... dicho de otro modo, cosas que no resaltan hasta que van mal. Todo esto nos lleva de la mano a la Metafísica de la Presencia de Heidegger (dentro de la filosofía de la deconstrucción). 

Dicotomía deconstructiva entre El Ser y El Ente que marcan a fuego un diálogo perverso entre saxos y percusión en la música del multiinstrumentista griego AXILLEAS POLYCHRONIDIS, que titula su nuevo trabajo "The Being As Just Present At hand And No More Ready To Hand" otra vez bajo el sello POOR LITTLE MUSIC de Canadá en una preciosa cinta amarilla (transparente) con un diseño cósmico alucinante del propio ROBBIE MICHALCHUK. Los trabajos de grabación y masterización han corrido de la mano y oídos de NACHO JAULA en Málaga durante el mes de Febrero de 2018.


Dos caras de 15 minutos cada una (que analizaré del tirón y sin separar) dividen en dos una suite espejo o Efecto Droste en que la música da la impresión de estar en bucle con el infinito en un abismo de proporciones ontológicas. Una especie de "Mise En Abyme" sonora que conforme avanza se vuelve más extraña y atípica gracias a unas percusiones de una epicidad tremebundas que me remiten a esos primeros experimentos tribales de la SUN RA ARKESTRA en sus "Heliocentric Worlds" o quizás incluso más diría que a "Mu" de DON CHERRY / ED BLACKWELL, especialmente en el alucinante clímax que se alcanza al final de la grabación.

Sin miedo a equivocarme, estamos ante el mejor trabajo (para mi gusto) que ha grabado el saxofonista griego. Un disco lleno de capas y subcapas que crece con las escuchas como una Matrioska (otra vez la "Mise En Abyme") revelándose los múltiples aspectos del diálogo neologista de Heidegger. Discurren las notas, los ritmos y las percusiones y en un determinado momento salta una chispa y se te abre un mundo abismal que te rebota como una Onda Doppler.


Es curioso el toque analógico que se le ha dado a la producción/masterización final, que suena como una se esas viejas sesiones en Mono de la ESP DISK, rozándose en ocasiones la suciedad del Lo Fi pero sin que los elementos se entierren en ningún momento. El saxo resulta lírico en el inicio del primer tema "The Being As Just Present-at-hand", con las dosis justas de efectos eléctricos (EDDIE HARRIS y su "Silver Cycles") pero con el marchamo de una banda sonora abstracta de Kung Fu, Fu Manchú o King Kong donde los personajes en vez de correr aventuras de acción se dedicaran a reflexionar sobre el devenir del Ser. Esto lo cito sobre todo porque las percusiones me han parecido alucinantes, a lo BASIL POLEDOURIS en CONAN THE BARBARIAN y (no sé si premeditado o no) ejercen sobre en conjunto total una influencia étnica muy potente (prácticamente y si no me equivoco no se usan cajas).

Reitero que la electrónica se ha relegado a un segundo plano acertadamente y sin desterrar del todo el nihilista Noise del músico griego, la mala baba se ha tornado en infección lenta.... diría que en contraposición con el aspecto más violento de las anteriores grabaciones de AKIPO esto resulta casi un bálsamo espiritual, además de que la adición de otros instrumentos lleva la música a otro nivel cuasi espiritual... se trata de un disco que podría haber sido grabado en plenos años 70 en la época eléctrica de MILES DAVIS o incluso los experimentos posteriores de la New Thing Post Coltraniana.


Me cuesta no pensar que estoy en una África mental residuo de una idea Platoniana mántrica, hipnótica y densamente abigarrada donde la noche es eterna y las constelaciones no se corresponden con las conocidas. Si despojo de sobriedad al asunto, casi diría que se trata de una oscura nana dirigida a dormir las estrellas en la Moche del alma (símil patafísico de la oscuridad del ser) y los agudos toques del saxo, los grillos primordiales de SAFO DE LESBOS.

Orgía de saxos retroalimentados y cambios en la percusión, que se hace más marcial (o marciana, según se mire) sobre los que va irrumpiendo una lejana melodía de lo que parece ser una flauta travesera (no puedo asegurarlo) que imprime todavía más lirismo al conjunto... vuelvo a coger la cinta para asegurarme de que se trata del mismo músico, porque estoy en chocado en estos momentos. El saxo se acopla en un bucle mántrico eterno que es marca de la casa ya, pero lo que me tiene con el maxilar colgando es ese diálogo sincopado de la flauta con la insistente, machacona percusión. Sobre el minuto 12 irrumpe lo que creo que es un cántico del propio AKIPO (tampoco puedo asegurarlo) y que lleva la grabación a esa zona mental de mi cerebro donde habitan fantasmas, reales o no. Un cántico con características tibetanas (no confundir con Throat Singing) adormecedor y murmurado que resalta al primer plano en los segundos finales.

Me faltan palabras para definir una obra que en conversaciones íntimas con JAULA ya me vaticinaba como devastadora.






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