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martes, 13 de febrero de 2018

ZUMA BIRDS - "CONTACT LIGHT" (NOOIRAX / DELIA RECORDS; 2017)


Hacía bastante tiempo que un disco con la sub etiqueta psicodélico no me volaba la cabeza tanto como el debut de los madrileños ZUMA BIRDS. Un pelín hastiado que está uno de eso que llaman Stoner Rock, del Post Rock instrumental y derivados, la verdad es que es anacrónico (aunque placentero) que tenga que venir una banda a rendir tributo al rock americano cósmico de toda la vida, ese que también se tiñe de rosas anaranjados en el atardecer del desierto pero que afortunadamente no es un clon más de Palm Desert

Y no es que tenga yo nada en contra del Stoner pero tal y como pasa con las benzodiacepinas (antropomorfizada en el binomio HOMME/GARCÍA), del abuso se pasa a la tolerancia, y mal que nos pese, subir la dosis en el Stoner no lleva a nada sano. Si acaso, de existir algo de dicha escena en ZUMA BIRDS sería de YAWNING MAN y su "Rock Formations", con extensiones hacia TEN EAST, ORQUESTA DEL DESIERTO y poco más. Resumiendo, los madrileños suenan mucho más exquisitos que la perversa clonificación Californiana (o revival) que estamos padeciendo como una jodida epidemia.

La psicodelia es el comodín por excelencia que está encumbrando a diversas formaciones del país (en sus respectivos estilos) a un status superior. ATAVISMOCABALGATA CÓSMICAETHIVA, PYRAMIDAL, DOMO, LUBIANKA o MELANGE y un montón más de formaciones que alteran tu estado de consciencia con la música son la punta de un iceberg gigantesco o mejor dicho, de una duna cuyo ascenso no acabara nunca. El oyente vuelve una y otra vez a los estilos de toda la vida pero con la frescura que el actual panorama discográfico ofrece, que básicamente es la libertad artística total. El caso es que hubo un tiempo a finales de los 60 en que el rock garajero se iba tiñendo de desierto quizás por una transmutación de la psique del músico de la urbe al campo... nace el Acid Folk Rock, se canta a las estrellas, se hace una fogata, te haces tu guirnalda de flores y cuidado no te pique una serpiente en un huevo.


ZUMA BIRDS nace como power trío y su debut "Contact Light" tiene mucho de GRATEFUL DEAD, ALLMAN BROTHERS, EAGLES y todo el rock sureño en general. Los pelos texanos de ZZ TOP se mezcla con la epicidad hard rockera de MOLLY HATCHET, haciéndote creer en un principio que tendrás canciones facilonas y de estribillo pegadizo para cuando menos te lo esperas meterte una Psych Jam grandiosamente ejecutada que te deja el suelo pélvico recogiendo las pelusas de las alfombras orientales esas que se llevaban en los 70. Para poner ejemplos íberos podría nombrar a los primerísimos RIP K.C.THE SOULBREAKER COMPANY o los extintos, míticos FOOZ, pero creo que con Rock Americano de toda la vida basta, no metamos más piedrecitas en las botas de piel de lagarto que comprásteis en la tienda de segunda mano hace dos décadas. Algo de GRAND FUNK podemos también traer a la palestra, sobre todo por los riffs blueseros presentes en algunos cortes, pero en el caso del Funk fallan las dos últimas letras, que mejor se sustituyen para que suene FUZZ.

El espectro de NEIL YOUNG campa a sus anchas durante todo el disco, pero oigan... aunque no haya sonido garajero en sí algo de la insistencia de rodeo de los 13th FLOOR ELEVATORS y por ende ROKY ERICKSON hay aquí y allá, solo que con un sonido mucho más depurado y adornado por algunas efectivas sábanas de teclados a la antigua usanza (es decir, una o dos notas sostenidas para crear ambiente). Las voces son tan sureñas que en la mente del cantante probablemente un mapamundi estaría fabricado con el mar al norte y todos los países en línea al Sur.... así, uno al lado del otro. Más sureño imposible, no?. En cuanto al sonido es que poco tengo que contar porque el rock americano en sí sigue unos patrones tan marcados que a poco conocimiento que uno tenga de música ya sabe distinguir la psicodelia sueca de la japonesa o en este caso de la americana, que básicamente es hard rock a lo LYNYRD SKYNYRD o JEFFERSON AIRPLANE pero con facilidad para el desparrame instrumental a lo GRATEFUL DEAD, que es lo que tienen estos ZUMA BIRDS... una pasmosa habilidad que convierte lo que podría ser un simple tema pegadizo en una prueba nuclear en pleno desierto de Nevada (si es en el Área 51 y la destruye por error, mejor que mejor).

Shakin' David (Guitarra y voz); Toti García (Bajo) y Rui Barbosa (Batería) son los artífices del explosivo debut editado por NOOIRAX DELIA RECORDS, que a niveles técnicos se procesa en los LA CHULONA ESTUDIOS (Madrid) por ÁLVARO ESCRIBANO (que al caso también mete voces aquí y allá). La portada es obra de OLIVA LH y la edición hasta lo que se, sólo en cd (y una cosa que llaman digital que no sé lo que es).


Carreteril, sincopado inicio del disco con "Easy Rider" con el puntito justo de vacile. Una base rítmica de blues rock sienta las bases para el desparrame de la guitarra, con esa afinación tan característica del hard sureño. Las voces discurren entre autopista con cuerdas vocales lubricadas con oil de camión, cantando a la calima, a las sobras faquires de los cáctus y al esparto en taramas que crecen en los arcenes. Le sigue "Deadhead Suzie" que durante escasos y puntuales momentos rozan los cortes más sublimes de los GUNS N´ROSES (con dos narices), primera etapa de AEROSMITH o los CRAZY HORSE. Un tema exquisito, con una solo de guitarra y algún toque de piano dando un aires de balada apocalíptica a lo TOM PETTY. Estos dos primeros cortes marcan un inicio de disco simple pero muy, muy efectivo que lenta, inexorablemente se va sublimando a la vez que la acidez va adueñándose de los temas... caso de "A Town With No Name", preñada de wah-wah y fuzz a raudales. Es curioso como el disco va siguiendo una línea ascendente radical que me pone en la duda de si estoy asistiendo a la narración sonora de un atardecer en el desierto o justo lo contrario... un amanecer aterciopelado cargado de la agria halitosis de una resaca hepática. Tremendo clímax por cierto con un diálogo exuberante de los tres instrumentos y lo que parece un Hammond campando a sus anchas muy de fondo, como si los DOORS estuviesen tocando en el oasis de al lado y no se atrevieran a subir el volumen. Me encanta cuando el rock psicodélico es así, fabricado con guitarras que funden notas como las lámparas de lava.


Imposible quitarse de la cabeza los coros de "Let Me Follow You Down", introspectivo a su manera, festiva en la medida de lo posible y qué diablos... épica cuando se vuelve instrumental y se acompaña del espacial y sutil órgano. "King Of The Mountain King" es el típico corte de rock sureño por antonomasia, mezclándose a la perfección con blues juguetón (fantástica la guitarra). Éxtasis a lo ALLMAN BROTHERS y por suerte para el oyente, sin entrar en los abarrotados ya terrenos del metal. Versátil base rítmica que no pierde el norte ni por un instante no limitándose a acompañar los temas sino a construirlos y fortalecerlos, quizás una da las cosas más olvidadas en la música de hoy día... buenas melodías y si es posible, sorprender al oyente tal y como lo hacen en el epílogo instrumental del corte que se lanza a la yugular con una jam que bebe del Heavy Psych cósmico (casi parece que va a llegar a HAWKWIND cuando el tema se desvanece). En la misma onda suena "Drifter", donde aprovecho para contaos sobre las virtudes de unas vocales trabajadas, no necesariamente (ni falta que hace) portentosas, pero sí cargada de una fuerte personalidad. El punto bizarro del disco lo ponen las incursiones alienígenas de Space Rock que apuntalan las percusiones y riffs sostenidos en distorsión durante un par de minutos, para volver luego a arrancar con la melodía principal. Una delicia.

Todo tiene que terminar, así que "The Midnight Train" nos pone en tesituras meditabundas marcando a fuego el camino por el que transitará la explosiva "She´s Got Stars In Her Eyes", una monstruosidad de 12 minutos que me niego a definir con detalles porque hay que escucharlo. Tiene toques de himno, de Jam, de canción de cuna para mecer las estrellas y unos coros que te convierten en pulpa de cactus, se mete en los terrenos del Prog con una facilidad que asusta y quizás, sólo quizás, esa pudiera ser la línea argumental que siguiera la banda en un futuro, porque la calidad que atesoran ZUMA BIRDS es tan grande que, en mi humilde opinión, siendo "Contact Light" uno de los mejores discos de psicodelia que he engullido en mucho tiempo, todavía me da que están sin pulir y dar lo mejor de sí.

IMPRESCINDIBLE con mayúsculas.

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