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miércoles, 10 de febrero de 2016

MICRORESEÑAS DE A DURO (19)


LA DANZA DE LOS ESQUELETOS - ADA CORETTI (SELECCIÓN TERROR BRUGUERA 534; 1983)

Bajo portada de BERNAL se esconde quizás uno de los peores bolsilibros que he podido echarme a las retinas. Está claro que uno busca evadirse en este género, y que posiblemente como he dicho en infinidad de ocasiones, el bolsilibro perfecto no existe, pero es que a veces uno se siente incluso insultado.

Veamos, está claro que en 1983 el género ya había dado de mano completamente. Tras miles y miles de títulos ya uno no podía esperar grandes cosas, pero sin embargo seguían saliendo cosas interesantes e incluso con calidad. Cuando uno lee este despropósito de CORETTI tiene claro de que nadie, absolutamente nadie en la editorial pudo controlar esto. Era poner un puñado de palabras juntas y listo.... otra explicación posible no hay. Los grandes del género estaban ya en declive, pero seguían soltando pildoritas de calidad incluso en sus horas más bajas, así que posiblemente CORETTI llegaría a la editorial con un manuscrito escrito en una hora para cobrar la dosis con la que comprar el pan esa semana... y quien le diría que un tipo llamado CORONEL MORTIMER iba a reseñar 33 años después su novelita. Casi seguro que de haberlo sabido lo habría echo todavía peor, pues ya que nos ponemos a insultar al lector, lo hacemos con todas las consecuencias.

Veamos, un esqueleto que asesina prostitutas. Ya está. Tres crímenes exactamente igual descritos, usando las mismas palabras (y a veces frases); diálogos que dan auténtica vergüenza; uso de tiempos verbales y formas literarias que no son tales, que no pueden existir, o al menos uno cree que no. Sin embargo ADA CORETTI se las arregla para narrar estupideces que nadie en su sano juicio diría o pensaría... y si no me creéis y no queréis pasar el tormento de leer semejante idiocia, pasad al penúltimo y último capítulo. 

Ni siquiera tenemos la bizarrez de algunas de estas joyitas, ni merece la pena como Scooby Doo. Es un estercolero narrativo con el piloto automático donde si ADA CORETTI tuvo alguna virtud narrativa (en sus momentos de inspiración incluso sus novelas gore tienen algo de gracia), pues aquí es dinamitada para hundirnos en un profundo abismo... y es que creo que de verdad uno pierde neuronas leyendo esto, en serio.

Ojo, a partir de aquí esto es un SPOILER:

La asesina se viste de esqueleto tan bien que los protagonistas se lo creen... aunque el esqueleto te llame por teléfono o te lance una cuerda para rescatarte de un pozo. No sólo eso, sino que cual títeres del inframundo, la asesina maneja otro puñado de esqueletos colgados de cuerdas que van de un árbol a otro, pone un magnetófono con una grabación que (misteriosamente) interactúa con las víctimas (me diréis cómo, qué dosis de previsión!!!) para generar miedo.... no sé si seguir, la verdad. 

Quizás lo mejor es el final, con el periodista SCOTT BELL reuniendo a todos los sospechosos (el pueblo es pequeño, pero madre mía, qué coral de personajes tan extrema...) en una casa y desenmascararlos al más puro estilo POIROT. Esta pequeña muestra, tan común en obras de BERNA o CARRADOS, está aquí llevada al extremo de lo pueril y cutre, sin ninguna clase de respeto alguno por el lector (que CARRADOS lo tenía, BERNA no tanto...). 

Y paro ya, que le he dedicado más espacio que a joyas del género, y eso sí que no es normal.

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