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martes, 1 de diciembre de 2015

MICRORESEÑAS DE A DURO (15)


TERROR EN LA ANTÁRTIDA - JOSEPH BERNA (SELECCIÓN TERROR BRUGUERA 541, 1983)

Espantosa novela del ignominioso BERNA en la que un grupo de científicos en plena Antártida haciendo qué se yo. A los amoríos erótico-festivos del bueno de Joseph Berna se une una criatura tipo Yeti o yo que sé y que tampoco se sabe de donde sale. Como toda inteligencia, darle vueltas sin sentido a un bloque de hielo, esconderse y atacar con las garras.

Se alternan los capítulos rozando la cutrez literaria; un capítulo dedicado a un ataque de la bestia, y otro a las peleas de dos bellas damiselas por el amor de Alan Dexter. Y como quien no quiere la cosa, y sin provocar la más mínima sensación en el lector, llega un final digno de la serie Z más rocambolesca.

Es cierto que Berna en ocasiones puede tener su gracia, pero en TERROR EN LA ANTÁRTIDA se limita a una desfachatez tras otra. Lo único salvable... la portada de BERNAL.


UN CADÁVER DE SEGUNDA MANO - SILVER KANE (SELECCIÓN TERROR BRUGUERA 374, 1980)


Fantástico bolsilibro del maestro SILVER KANE. Dos mujeres llegan buscando al tío de una de ellas que es alcalde del pueblo de Scottville, en Iowa, con la supusta excusa de recaudar fondos para un trabajo universitario sobre los trabajos agrícolas en el Sur de Estados Unidos.

A partir de aquí, se suceden las situaciones extrañas en un pueblo que parece sacado de la película 2001 MANÍACOS, con la salvedad de que KANE juega con el lector transformando lentamente lo que parece una trama sobrenatural en un Scooby Doo elegantemente resuelto.

Momentos realmente memorables, como el coche fúnebre que va repartiendo cenizas por la calle como si de una cabalgata funesta se tratase o la tremebunda escena de la caída de la mecedora con la muerta... no cito más detalles para no estropear futuras lecturas.

El bolsilibro no está exento de un visceral y crudo uso del lenguaje, con todo tipo de soeces que curiosamente le dan una salvaje atmósfera a esta historia que comienza sobrenatural y desemboca en un brutal clímax vengativo con aires a western crepuscular. Muy recomendado bolsilibro y portada de MIGUEL GARCÍA que no tiene nada que ver con la trama.


2 comentarios:

  1. Mi opinión sobre Berna coincide plenamente con la tuya (y también he leido terror en la Antártida).A pesar del cariño con el que miro todas estas novelas, las de Berna no puedo defenderlas.Estupendo blog.

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  2. Gracias por tus palabras, Alberto... pues es que Terror en la Antártida es Berna... pero Berna más malo todavía. No sé si me explico... jejejeje. Algunas se salvan por lo bizarro y la chabacanería con la que escribe, que te hace reírte más que con un tebeo de Ibáñez... pero la mayoría de las veces es para echarse a llorar.

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