Páginas

viernes, 27 de marzo de 2015

LOS AXIOMAS DEL BOLSILIBRO

En el siguiente artículo me gustaría analizar brevemente y en clave irónica y de humor algunos de los axiomas más que evidentes que se circunscriben alrededor de la aureola místico/religiosa del coleccionista de bolsilibros... y del bolsilibro como objeto de adoración atemporal.

En primer lugar, hay que destacar varias cosas. El buscador de bolsilibros es en sí mismo un bolsilibro. Anclado en una infancia llena de desvaríos analógicos, su mente se ha derretido cual piedra pómez atacada por las inclemencias del viento solar... atesora, mima y cultiva la sabiduría bolsilibresca aprendiéndose miles, cientos de seudónimos imposibles para fardar ante todo el mundo. 

Colecciona ingentes cantidades de papel invadido por lepismas que irremisiblemente tienden a convertirse en pulpa que se llevará el viento. Bucean rastros, antros de rancios aromas, esquinas de librerías infames y bibliotecas de familiares que murieron hace eones ya... rastrean tiendas de chinos, visitan distribuidoras, llaman a números de teléfono que hace décadas que ya no existen e incluso se atreven a preguntar a sus amigos si tienen algún ejemplar en sus estanterías.

Si creíais que sabíais todos los seudónimos, que sepáis que siempre hay alguien más listo que vosotros capaz de citaros nombres americanizados con iniciales en los lugares más insospechados. 

¿Y qué podríamos decir del bolsilibro como tal?... por él pululan héroes atléticos y musculosos, con tipas voluptuosas que derriten la pulpa del papel... y hazme caso, en un bolsilibro puede pasar absolutamente de todo. ¿Sabes eso que dicen de que la realidad supera a la ficción?... pues es mentira, las tramas bolsilibrescas superan a la realidad de aquí a la eternidad. 

Para la trama de las novelas de a duro no existe ni el tiempo ni el espacio. Estos pueden plegarse y transformarse para que la acción discurra fácil y sin problemas de ningún tipo. El sexo entre los protagonistas puede ocurrir absolutamente en cualquier situación y créeme, en las páginas de las novelas de a duro se han casado más gente que en las del HOLA o el DIEZ MINUTOS.

Generalmente no hay gente fea en los bolsilibros, y si te los encuentras probablemente será el malo o el ayudante del malo. Por algún azar del destino, se utilizan muchísimo los narcóticos de todo tipo y el maquillaje también (en estos libritos nadie es el que parece); si hay una herencia de por medio, sospecha de los elementos sobrenaturales... ni puedes llegar a imaginar lo que se puede hacer para conseguir el testamento de cualquiera.

Cada cual tiene su autor favorito, sus filias y fobias, pero detrás de cada autor hay una obra maestra... y muchos, muchos experimentos fallidos. Hasta el mejor de los autores tiene su infamia escrita.

En cualquier caso, tampoco podemos fiarnos de las portadas... el contenido del bolsilibro es inversamente proporcional a lo que muestra la portada, y viceversa... ¿no lo has entendido?... pues yo tampoco.

16 comentarios:

  1. muy buen articulo y muy divertido, mi relación con el bolsilibro (especialmente el de terror) es agridulce, al haber leído en castellano y en inglés a autores como Stephen King, T.E.D. Klein, Karl Edward Wagner o Dennis Etchison, no puedo valorar en su justa medida el bolsilibro al compararlo con estos grandes, no se con 12 o 13 años me entretenían pero hoy en dia el Scooby Doo de Clark Carrados o las chabacanerías de Joseph Berna pues como que no... eso si Ralph Barby es un autor muy interesante y que ha logrado plasmar en papel la sensación del miedo de una forma muy lograda

    ResponderEliminar
  2. Bueno yo es que veo este asunto de otra forma. Stephen King o T.E.D. KLEIN junto con autores como RAMSEY CAMBELL, PETER STRAUB, CLIVE BARKER, GRAHAM MASTERTON y otros simplemente no creo que sean comparables a la Novela Popular simplemente porque ellos no han sido nunca (salvo excepciones contadas) escritores de literatura popular.

    La literatura popular nace por y para el pueblo llano en una época y cultura particulares en las que la gente se inciaba en la lectura y la escritura tardíamente y mal. Ni televisión ni internet ni historias... es por ello que eso que citas como Scooby Doo (y que comparto) era capaz de estremecer a un pueblo entero. Mira, mi padre llegaba con una novelita o cómic al pueblo donde vivía mi madre procedente de la capital... bueno, pues el pueblo entero estaba esperando esa aventurita con fruición. Los que no sabían leer escuchaban a otros que se las leían y se sentaba la gente en un corrillo.

    Es por eso que creo que estamos hablando de cosas distintas. Te estás centrando en la calidad de la literatura, cosa acertada evidentemente, pero obviando el factor nostálgico y sociológico, que para algunos es un valor y para otros no, lo cual es respetable.

    Esto ha existido en todos los países. La novela popular es fruto de una época y si hay gente que la disfruta ahora es por diferentes motivos que van desde lo nostálgico/coleccionista hasta lo obsesivo, pasando por la calidad inherente que tenían algunos autores que por desgracia tenían que lidiar con un volumen de trabajo agotador: imagínate cobrar al mes dependiendo del número de novelas que publiques, y sin poder estructurar ni hacer borrones o no llegas a tiempo... luego lidias con censuras y tienes que meter los tópicos habituales que te exige la editorial para poder vender adecuadamente.

    ResponderEliminar
  3. Si es por comparaciones, yo idolatro a esos autores que citas junto con muchos más como PICCIRILLI, el infame RICHARD LAYMON... pero estos salen siempre mal parados cuando los comparan con los revolucionadores del terror moderno como son LOVECRAFT, POE, BIERCE o BLACKWOOD. Total, que al final lo que cuenta es lo que cada uno prefiera... a mí me gusta lo que se sale de lo habitual, e intento cambiar el chip cuando leo un bolsilibro... si intentas tomarte las cosas demasiado en serio lo pasarás francamente mal... jajajaj.

    ResponderEliminar
  4. Piccirilli??? jo tio tienes valor, solo falta que me digas que te gusta Thomas Ligotti... respecto a los bolsilibros, no se, si bien algunos (ni de lejos he leído tantos como tu) eran bastante entretenidos y resultones, la mayoría estaban llenos de lugares comunes y muchos de ellos eran pura fórmula, con lo cual el factor emoción, estremecimiento (lo que mas valoro en un libro de terror) quedaba muy diluido

    ResponderEliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  6. por cierto la sociología del bolsilibro me apasiona, que tipo de público leía los títulos de selección terror? en aquella época, 1973, el terror todavía no estaba codificado como género

    ResponderEliminar
  7. Pues sí, me gustan bastante las dos novelas que he leído de PICCIRILLI, tanto CLASE NOCTURNA como NOVIEMBRE DE LUTO. Ahí radica el poder de los gustos. Yo es que eso de estremecimiento hace como eones que no lo vivo en un libro de terror... quizás con las 3 obras publicadas en España de JOHN AJVIDE LYNDQVIST, que me parecen soberbias.

    En cuanto a la sociología del bolsilibro... en el 73 el terror estaba más que codificado en mi opinión. ¿Y quién leía dichos bolsilibros?... pues me imagino que todo el que tuviese la suerte de saber leer aceptablemente en la época y le interesase el tema. Si verdaderamente te interesa la sociología del bolsilibro no puedes dejar de lado la novela popular en cada país y lo principal, imaginarte una sociedad muy distinta a la de ahora. Para eso, lo primero que hay que hacer es apagar el ordenador...

    ResponderEliminar
  8. la codificación del terror como género (literario) se inició precisamente durante esos años con el éxito de El exorcista de William Peter Blatty y la publicación de Carrie de Stephen King, llegando a su cenit durante los años 80 cuando en los USA había estantes en las librerías para dicho género, donde hay librerías hoy en dia en España con estantes específicos para el terror? quizá con el terror bolsilibresco tuvo mas que ver el auge del fantaterror en los cines

    ResponderEliminar
  9. por cierto con no se pero con Selección terror y sus ventas mas o menos masivas (si no no hubiese durado tanto) me da la impresión de que había mas aficionados al terror entonces que ahora

    ResponderEliminar
  10. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  11. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  12. Yo creo que el género de terror literario se inición en 1764 o así... no estoy demasiado de acuerdo. Me estás hablando de la moderna literatura de terror, y eso bueno... puede ser, aunque ya a LOVECRAFT se le consideró terror moderno y que iba a contracorriente del gótico de fantasmas y casas encantadas. También tendrías que retrotraerte a la mitad de los cuentos infantiles que empezaron como historias de terror...

    ResponderEliminar
  13. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  14. mas que el cine (con el que convivio durante décadas) puede decirse que fue el video doméstico el que dio la puntilla al fenómeno bolsilibro?


    ResponderEliminar
  15. Llego cuatro años tarde, pero después de haber leído nueve boslilibros (si no recuerdo mal) quiero dar mi modesta opinión sobre la calidad de cada título, por si sirve de orientación a algún curioso como yo.

    - Ralph Barby. OUI-JA PARA RECORDAR. Está bastante bien, muy entretenida, pasé un buen rato. Recomendable.
    - Ralph Barby. HIJA DEL SATANISMO. No tan buena como la anterior, aunque creo que mejor narrada. Sin embargo el final es muy malo, ridículo.
    - Curtis Garland. OJOS QUE VIGILAN. Una obra de calidad, muy bien narrada. Leyéndola se nota que Curtis Garland es un buen escritor. Sin embargo, varios capítulos antes de terminar ya se sabe cuál es el final y pierde todo el misterio.
    - Curtis Garland. ¡OVNI! La diferencia de calidad entre ésta obra y la anterior es enorme. Ésta no es ni de lejos tan buena. No me gusta cómo está narrada, da la sensación que se escribió precipitadamente (como seguro que así fue) y no dio tiempo ni a repasarla ni a corregir errores. Por la diferencia de calidad, hasta parece que esté escrita por otro autor. Aun así sirve para pasar un buen rato.
    - Lou Carrigan. CLUB PARA GENTE ENCANTADORA. Interesante, bien narrada, personajes y argumento bastante logrados. Está bien, aunque no tanto como esperaba después de haber leído maravillas sobre este autor. Pierde algo de fuelle hacia el final. Leeré más obras de Lou carrigan, a ver qué tal están.
    - Lou Carrigan. ZOOCOSMOS. Comedia cósmica, entretenida y por momentos bastante divertida. Sin embargo va perdiendo fuelle hacia el final, que es demasiado poco creíble y en mi opinión bastante aburrido, incluso malo.
    - Joseph Berna. CONTRATO CON EL MUNDO DEL HORROR. El mejor bolsilibro que he leído hasta ahora. Muy interesante, argumento muy bien construído, escenas muy realistas, personajes muy logrados. Captó mi interés desde el primer momento y me la leí de un tirón. Fue como ver una película. Lectura muy agradable y muy recomendable. Y eso que por ahí dicen que Joseph Berna es de los peores. Pues no.
    - Joseph Berna. EL PLATILLO ROJO. No tan buena como la anterior, pero está bien para pasar un rato entretenido.
    - Clark Carrados. LA DERROTA DEL ESPACIO. Infame. Pura basura. Una auténtica MIERDA. Ni siquiera perderé el tiempo en entrar en detalles. Bazofia pura y dura. Vomitivo. Si alguien intenta escribir una novela peor que está lo tendrá muy difícil. El peor boslilibro que he leído. Huir como de la peste.
    Kelltom McIntire. NO PUEDO CREÉRMELO. Al principio parece un buen libro, porque el autor utiliza muy bien el lenguaje, todo suena muy bien y parece que estamos ante algo de calidad. Pero es pura fachada, conforme pasan los capítulos uno se da cuenta de que no hay argumento. La dejé a mitad porque no tenía sentido alguno, no estaba contando nada. No la recomiendo.

    En definitiva, he podido comprobar que dentro de los bolsilibros hay de todo, desde obras de calidad hasta bodrios vomitivos, pasando por novelas de calidad media o aceptable. Es injusto considerar este tipo de libros como literatura basura, porque no lo son. Son libros con una calidad muy similar a la de cualquier otro, y muy adecuados para pasar buenos ratos. Seguiré leyéndolos con interés.

    ResponderEliminar