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martes, 15 de julio de 2014

TEJERO/SERRATO/DÍAZ - "SPUTNIK TRIO" RAWTONKRECORDS (RT006; 2014)


Dos tercios de HIDDEN FORCES TRIO, concretamente Marco Serrato al contrabajo y Borja Díaz a la batería se unen al prestigioso saxofonista Ricardo Tejero (también al clarinete y retroalimentaciones microfónicas telúrico-tectónicas) en una espartana y atlántica sesión de JAZZ SUMMERIO el 10 de Junio de 2013, concretamente en los SPUTNIK RECORDING STUDIOS de Sevilla. Alfonso Espadero graba y Curro Ureba mezcla el 3 de Septiembre en los TRAFALGAR STUDIOS de El Puerto de Santa María, todo ello con producción de COLLAPSE PRODUCTIONS y Colin Webster. Mención aparte para la estupendísima portada de Gonzalo Santana que representa acertadamente la música que nos vamos a encontrar en el disco. Por cierto, la edición es de RAWTONK RECORDS, discográfica afincada en Londres y que da cabida a sonidos experimentales, improvisaciones y Free Jazz.

Antes de empezar a desgranar la música, me gustaría citar una anécdota que se cita en el libreto que acompaña a Spiritual Unity del Albert Ayler Trio; pues bien, en dicha sesión primeriza de un 10 de Julio de 1964 en los pequeñísimos VARIETY ARTS RECORDING STUDIO, Sunny Murray hizo su aparición primeramente; luego apareció Gary Peacock y finalmente Mr. AYLER. El ingeniero hizo sus apaños y comenzó rápidamente la sesión. Cual fue la sorpresa cuando pronto se dieron cuenta de que había sido grabada en `Monoaural´, aunque ellos habían pedido una grabación en estéreo. Afortunadamente el sonido recogido permitió hacer un apaño bastante acertado de lo que fue la sesión y un rato después los músicos, sentados en un café al lado del estudio, recibieron el cheque por la sesión y cada uno a lo suyo, porque claro, el dinero que había para reservar el estudio y los técnicos pues era escaso y no daba para florituras ni demasiadas repeticiones.

¿Y por qué cuento esta parrafada ahora?... pues por varias razones. Una de ellas es la sensación de libertad y energía desenfrenada que destila SPUTNIK TRIO, algo que la hace de alguna manera hermanable a esas míticas sesiones imposibles de la ESP DISK (cuna de los experimentos más salvajes y a contracorriente del jazz tradicional de la época). Otra de las razones es porque estas sesiones tienen una pátina de espontaneidad y frescura que quizás sólo puedan conseguirse con situaciones propias acordes con la anécdota que cito, y es que la magia del trío de músicos participante es razón más que suficiente para hacer que cualquier proyecto de este tipo salga adelante a pesar de las dificultades.


Y es que si HIDDEN FORCES TRIO es una máquina engrasada, SPUTNIK TRIO suena como una máquina engrasada sin control, límites ni ataduras. Porque en HFT todavía campan ecos del Hard Bop a lo Dolphy o Coleman, pero en SPUTNIK TRIO directamente el sonido se radicaliza y lleva a un nuevo nivel. Si habláramos de elementos los primeros serían el agua y el viento, mientras que SPUTNIK TRIO serían la tierra y el fuego, algo así como se ilustra en la tremebunda portada de Santana. Los temas más jazzísticos suenan al último y ascendido ya CUARTETO COLTRANIANO, pero sin el consabido piano de Tyner, mientras que otros temas beben de la pura improvisación a lo Cherry, Parker, Lytton o Barry Guy, sin dejar de lado a los experimentos de Simon H. Fell y del propio Serrato al contrabajo.

"Rag from Mars" abre el disco en un compenetrado maremágnum sónico con el saxo de Tejero en ebullición, la incansable batería de Borja y el rapidísimo contrabajo de Marco en tres minutos y medio de puro delirio Free... suenan ecos a Coltrane, Ayler y Coleman (sobre todo de su obra maestra Freejazz). Las salvajes oleadas del saxo suben y bajan de graves a agudos probando el instrumento hasta sus últimas consecuencias.


Más introspectiva es "Gula Geten", con un maravilloso duelo de percusiones y contrabajo y algunos ruidos de fondo que no tengo claro si son Feedbacks del propio Tejero. "Bois Caïman" nos trae otro cara a cara de Borja y Serrato, con el contrabajo casi íntegramente tocado con arco en algo así como en Seis Canciones para Cuervo pero con percusiones y acoples de micrófono en una suerte de DroneJazz brutalmente analógico y directo, hasta que rompe en los últimos segundos el agudísimo timbre del saxo tenor de Ricardo.

"Saturna" es un solo de batería y percusión que sirve de puente para "Grave for a Dog / Lunar Womb", con un inicio puramente Coltraniano a lo "Naima". Me encanta el bajo de Marco en este tema, acolchando y envolviendo sutilmente pero con poder y fuerza la melodía principal, mientras que Borja bordea el tema para ir subiendo poco a poco en intensidad y ritmo. Soberbio Tejero y su fabulosa forma de economizar en notas pero creando por contra mucha más melodía y sentimiento (de esto era un maestro Coltrane sobre todo tras su etapa de "Sábanas de Sonido"). Serrato acompaña también con arco los soliloquios del saxo tenor creando un policromático surtido de efectos.


Sigue "Copra" en plan minimalista, esta vez un face to face entre Borja y Tejero con unos atractivos duelos de pregunta-respuesta que demuestra la perfecta compenetración de los músicos. "Ursa Manor" nos vuelve a traer a la mente los últimos experimentos de Serrato al Contrabajo con esos ambientes tan sutilmente claustrofóbicos y opresivos. Más jazzística resulta "Dire Threat", intenso y rabioso Avant-Jazz donde me gustaría destacar la impresionante labor de Borja a la batería con una extenuante pegada a lo Rashied Ali o Elvin Jones. Un temazo que hace temblar peligrar mis empastes con unos músicos en estado de gracia e iluminación total. 

Juguetonas y Zornianas (de su época más experimental) resultan "Le Garage Herméthique, La Máquina Preñada", "Underground Whisper" y "Magma Hurlant" (inhumano el asfixiante clarinete de Tejero) con ligerísimos toques sutiles a los ambientes de cámara de los grupos de RIO y al Jazz Drónico de unos The Mountfuji Doomjazz Corporation. Cuatro temas absolutamente rompedores y experimentales llenos de sonidos, texturas, ecos  y reverberaciones orgánicas de todo tipo y que se escuchan seguidos como una sola pieza. 

"Capricorn" nos trae una preciosa melodía de saxo a lo Ayler y pone el colofón final a un discazo variado y absorbente con un equilibrio perfecto entre melodía e improvisación pura y dura. La sutileza y belleza del saxo tenor contrasta con la endiablada y violenta base rítmica que lo acompaña. Unos músicos que han sabido crear una obra de arte tan profunda como entretenida, que no es precisamente poco, y que invita a darle contínuamente al play para volverse a sumergir en su caos semicontrolado de energía en plena efervescencia. 

Si Leroy Jones hubiese escuchado esto en los 60 habría quedado absolutamente noqueado por el poder y maestría de unos músicos que han creado una sesión absolutamente mágica.



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