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martes, 19 de octubre de 2021

SUERO - "KRAGEHUL" (REPÚBLICA IBÉRICA RUIDISTA RIR063, 2020)

Exactamente no sabría decir cuántos trabajos he reseñado de CARLOS SUERO así que tiro un poco de memoria. Creo que lo conocí a raíz del oscurísimo Ex Luna, Scientia (2016) que editara El Muelle Records. Después de aquello recuerdo su participación en Aokigahara Jukai de Pepo Galán, Mesohigh (2018 y también en El Muelle Records) o el impresionante split Conformity Declaration (Seattle Dot)  junto a Galán. Bajo el nombre de Godafoss reseñé A Violent Death y hasta aquí me llega la memoria. Ahora, en toda su gloria y esplendor y gracias a República Ibérica Ruidista tengo el placer de disfrutar de una preciosa cinta de cassette verde pistacho (lo mejor está por dentro), con un sonido que asusta de bueno (vaya, que en estas ocasiones es cuando uno nota que hay cintas mejores que vinilos) y con un Suero DDT: Desatado, Devastador y Terrorífico.

Me gusta comenzar por los detalles porque es ahí donde radica la clave. Una fotografía de Nao Sakamoto muestra una verdosa agua movida por la vibración; el color da para mucho juego y lo mismo podría decir que es Té Matcha que jugo de ranas en descomposición. La cinta, del mismo color y sin crédito alguno impreso, ayuda a dar esa sensación nihilista de la primera oleada industrial (bueno, más que la primera oleada, la del rebalaje una vez pasado el tsunami). Quedaría analizar un prístino pero potente sonido con unos graves y rangos dinámicos que hacen que tenga que meterme por mi segunda boca (la de abajo) alguna que otra declaración vertida por mi parte sobre las cintas. Yo no sé si es casualidad o no pero esto suena que da verdadero miedo... y no lo digo sin conocimiento de causa. Además de la cassette tengo la versión digital que suelo pasar a CDR para comparar y bueno, ya digo que merece y mucho la pena hacerse con una de las 25 copias (High Bias) que REPÚBLICA IBÉRICA RUIDISTA ha sacado.

El siguiente dato a analizar es el título. Kragehul como término hace referencia a un extrañísima lanza encontrada en Dinamarca (1877) con inscripciones que han dado lugar a las más diversas teorías. No he podido resistirme a comparar el asunto con otra escritura similar que vi en Oslo y que se encontrara en el Barco de Oseberg. Las similitudes entre ambas son sorprendentes no solo por lo rúnico sino por la aproximación de fechas (el barco de Oseberg es desenterrado por el arqueólogo sueco Gabriel Gustafson y el arqueólogo noruego Haakon Shetelig entre 1904 y 1905). Tomando como base contextual las inscripciones de la lanza de Kragehul, Suero se sale por la tangente creando un score imaginario que va justo por la línea contraria a la que suele discurrir el Industrial / Noise. Si bien es cierto que Esplendor Geométrico suenan muy tribales en las bases rítmicas (Controlled Bleeding en sus inicios también), unir runas, inscripciones y usar como títulos de los temas detalles que rodearon la lanza (lo iremos analizando), es como poner una puta banda sonora Industrial a una batalla nórdica.

Abre la pequeña intro "Elder Futhark" (sistema de escritura rúnico de los países germanos). Un maremágnum rayano en el Harsh Noise Wall es atravesado por bases rítmicas que parecen golpes de lanza o el restallar de látigos... todo unido equivale a un vibrátil pulso (im-pulso) que arropa el grave sonar de un tambor de guerra (parece una grabación de campo realizada en un drakkar). Entra el Techno más oscuro que pueda imaginarse con "Asugisalaz". No lo he comentado, pero la inscripción (incompleta) de la lanza viene a ser "ek e⸗rila⸗z asugisalas m⸗uh⸗a h⸗aite g⸗ag⸗ag⸗a ginu g⸗ah⸗e […] lija […] hagala wiju big–[…]" donde `Asugisalaz´ parece indicar un lugar. Hay muchas teorías, traducciones e interpretaciones así que para quien quiera investigar ya tiene deberes. La oscuridad a la que nos lleva Suero puede bailarse y el trance chamánico es un triposo viaje mental tan atemporal como un Oopart; a ratos con trazas metálicas que quisieran meterse por el terreno de Skullflower o Ramleh, pero con tres cuartas partes metidas en la electrónica más ponzoñosa que existe; esa que que hiede a montañas de prótesis de Titanio en un mundo en Guerra plagado de Neo-Vikingos cuyas nuevas lanzas de guerra portan mantras grabados con láser  (ah, y los cascos tienen gafas de visión nocturna).

La onomatopéyica "Ga​-​ga​-​ga!" baja el tempo y ofrece un poco de calma contrastando con la vuelta a la fuerza orgiástica del yunque rítmico de "Gisalaz" que cuenta con unos adornos (soundscapes) que me recuerdan al mentado Ex Luna, Scientia. Ritmo mas repetición es igual a hipnosis. La homónima "Kragehul" cierra la Cara A con diez minutos que comienzan con un Dark Ambient férrico con toques a Carpenter que lenta pero inexorablemente se va cubriendo de experimentación a través de las múltiples capas e intrusiones de un drone que es atravesado de parte a parte en modo loop. La sensación es de que están afilando algo, no sé si la lanza o mi jodida espina dorsal que sirve de amuleto a cualquier barbudo gigante. Destacar la base percusiva que entra a partir del minuto seis que me ha dejado tocado. Apabullante. 

Darle la vuelta a la cassete y encontrarte el himno "Ginugahelija Hagala wiju bi g​[​aia]" es difícil de describir. Espacial, con un ruidismo exquisito, está plagada de antropomórficos indicios de voces procesadas (o no). Densa y atávica, mitad barro y suelo, mitad espacio y cosmos. Puro Suero en estado puro: sonido tenso, amenazante e ingrávido a base de loops que cada vez que pasan apuñalan (que se lo digan a mis oídos que llevo auriculares). Siguen otros diez minutos de corte atmosférico ("Ginu​-​ga hellija hag") llevados a lo minimalista y oclusivo (digo oclusivo porque cuando escucho esto tengo la sensación de que mis espacios, cavidades, boquetes o lo que sea se van cerrando y plegando hasta ir reduciendo mi peso molecular a un punto de fuga flotante). 

Es impresionante cómo no baja el ritmo en ningún momento a pesar de que el álbum es largo. "Hagala wiju big" tiene toques a lo que hacía (no sé si alguien lo recordará) YUNCLAS de quien os he hablado mucho por aquí. La IDM más perniciosa se nutre de flashes estroboscópicos y poliédricos llevando a la masa / cuerpo a la pista de baile en un zumo de carne Cronembergiana. Fotogramas infectos teñidos de neón insano palpitan como corazones arrítmicos. Variaciones cíclicas alteran el peristaltismo e invierten lo Circadiano desajustando los puntos de fuga. Ahora no `vamos´ sino que `hemos llegado´. Somos TODO, y somos todo AHORA. Centro (centrum) y horizonte (maginot) perfectamente resumidos en el punzón ótico de "Ginu-ga he[mat]lija"

Nórdicos que sustituyen barcos por meteoritos y portan una bandera ciclópea que dice: "AL GRANIZO DESTRUCTOR DE CASCOS LE DEDICO LA LANZA"

Discazo.

https://republicaibericaruidista.bandcamp.com/album/kragehul

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