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miércoles, 18 de noviembre de 2020

30 FANCINE: SESIÓN VII (17 de NOVIEMBRE)


Hoy tengo que ir algo más rápido en el texto porque el tiempo está devorándome. Vaya, que estoy aquí en casa asustadísimo con un tipo que dice llamarse Saturno y no se qué historia de que devora a sus hijos. Mirando por internet pone algo de alegoría sobre el paso del tiempo... pero el muy idiota lleva reloj de pulsera, así que la paradoja la tenemos asegurada. Nadie escapa a la tecnología. Ni siquiera Saturno, que ya tiene su Casio último modelo de color pastel.


SUMERGIBLE 
Alfredo LEÓN LEÓN (Colombia, Ecuador / 2020 / 100’)

SINOPSIS: "El submarino en el que unos traficantes transportan drogas está a punto de hundirse y de perder el cargamento debido a un fallo mecánico. Los tres tripulantes se ven obligados a abrir la cabina del cargamento prohibido para redistribuir el peso y salvar la nave. Junto a la mercancía encuentran un "regalo" para el comprador: una joven amordazada y en un terrible estado. El barco, que a duras penas soportaba el peso de tres, se convierte en un polvorín de miedos, deseos y avaricia".

Sencillamente impresionante thriller en estreno europeo y que por tanto es de esas películas que todavía ni vas a ver reflejadas en cuanto a puntaje y tal en IMDB. Siete años han pasado desde la anterior película (Mono con Gallinas) del director. Mira que he visto películas claustrofóbicas a todos los niveles... desde experimentos como Zulo a clasicazos como Cube, pasando por todas las películas de enterrados vivos que se han rodado (comerciales o no comerciales), la fantástica Cutterhead del año pasado, Tunnelen (nórdica y que gira más a la supervivencia), otras tropecientas enmarcadas dentro de una nave, el fondo del mar o qué se yo.... la del surfero que ahora no me sale el nombre o la del escalador que se arranca la mano.

Pues bien, Sumergible es un portento cinematográfico. La manera de mover la cámara, el entorno, la pestilencia que se sugiere en su trama (profundamente social también) está llevada a un extremo realísimo gracias a un reparto estelar: Natalia Reyes (Terminator: Destino Oscuro), Leynar Gómez (de la serie Narcos), José Restrepo (Narcos, Tr3s Días...) y Carlos Valencia (también en series y en películas muy desconocidas aquí como Hacia la Oscuridad o Pescador). 

El principio tiene algo deudor de ese cine filipino violentísimo de mafias, pero conforme pasan los minutos va girando todo hacia un Survival Horror de tomo y lomo. Su narrativa, su asfixiante y tenso pulso no decaen un instante y convergen inexorablemente a un fabuloso y violento clímax final. OTRA JOYA.


UNCLE PECKERHEAD
Matthew JOHN LAWRENCE (Estados Unidos / 2020 / 97’)

SINOPSIS: "El grupo punk DUH está a punto de embarcar en su primera gira como preparación antes de un importante concierto en su ciudad natal. El único problema es que no tienen transporte. Por suerte, se topan con un amable redneck sureño, Peckerhead o “Peck” para los amigos, que casualmente vive en una furgoneta con capacidad para 15 personas. Está más que dispuesto a ser su roadie y encargado del merchandise a cambio de unos pocos dólares y los gastos de gasolina. ¿Qué podría salir mal? Parece un buen tío que ha sido desafortunado y quizás algo que compañerismo le vendría bien. Sin embargo, Peck guarda un secreto: si no se toma su medicina antes de medianoche, se transforma en un monstruo caníbal. Pero es un tío amable, nunca dejaría de tomarse su medicina, ¿verdad? En parte una loca comedia de road-trip, en parte concierto rock, en parte inimaginable fiesta del gore, Uncle Peckerhead tiene “película de culto” escrito sobre su sangriento y mutilado cadáver".

Después de ver Sumergible el listón lo tenía tan alto que Uncle Peckerhead para mí ha sido como una pastilla homeopática. Dilución en estado puro. Ni lo suficientemente gore ni lo suficientemente comedia para divertirme... la banda sonora con temas de Noise Rock ni fú ni fá. Sé que este tipo de películas gustan mucho al respetable, pero comedia y terror no son nada fáciles de mezclar además de que el final es tan abrupto como absurdo. 

***

Para quitarme el agrio sabor de boca de Uncle Peckerhead cuando llego a casa sigo un poquito más con esa bestialidad de Enter the Void de Gaspar Noé hasta que me dan las tantas de la madrugada. Podría escribir sobre más películas que he tenido ocasión de ver pero me gustaría ceñirme a las visionadas en el cine así que dejo para otra ocasión algún texto sobre esa nueva forma de terror frenética que está surgiendo a raíz del auge de las redes sociales como lo es Spree, con buenos momentos de humor negro y en general  bastante conseguida. De este año también me ha gustado bastante el thriller The Silencing de Robin Pront (el director de la recomendadísima y brutal D´ardennen, 2015) y bueno, paro ya que mi verborrea es considerable.

See you soon, fatherfuckers!.


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